Ejercicio 33: El método "benedictino"
Se trata de una forma de oración ampliamente extendida en la Iglesia durante siglos y que se
ha atribuido a san Benito que fue quien la popularizó y refinó su empleo.
Tradicionalmente se la ha dividido en tres partes: lectio o lectura espiritual, meditatio (meditación) y oratio (oración).
He aquí una manera de practicar esta forma de oración:
Comienza por pacificarte en la presencia de Dios...
A continuación, toma un libro para hacer la lectura espiritual, lectio, y empiézala hasta que
topes con una frase o con una palabra que te llame la atención, que te atraiga...
Cuando te encuentres con una sentencia que reúna estas condiciones, pon fin a la lectio. Ha
terminado la primera parte del ejercicio; ahora comienza la segunda parte, la meditación.
Digamos al menos una palabra sobre el libro a escoger para la lectura. Podemos decir que
cualquier libro es útil a condición de que estimule y fomente la devoción y la oración y no la especulación. El libro ideal es la Biblia. La Imitación de Cristo de A. Kempis es otro libro que se presta de modo especial para esta forma de oración. También son adecuados los libros escritos por los Santos Padres o cualquier otro libro de devoción.
Ejercicio 31: Consciencia del futuro
Este ejercicio es una variación del anterior. Cambia únicamente la materia sobre la que versa.
Aquí atendemos a los acontecimientos futuros, no a los pasados. Este ejercicio es más adecuado para las mañanas. el anterior lo era para las noches.
Arrancando del momento presente, recorre los acontecimientos del día que tienes ante ti,
acontecimientos que puedan suceder con alguna probabilidad... Naturalmente, no puedes estar seguro de que sucedan, pero selecciona aquellos que, probablemente, ocurrirán: una entrevista con alguien, las comidas, tu tiempo de oración, la ida al trabajo y el regreso de él...
Observa cada uno de estos acontecimientos tal como ocurrirán probablemente... No intentes
corregirlos o cambiarlos. Limítate a mirar. Confórmate con observar... Siguiente paso: Recorre, una vez más, cada uno de esos acontecimientos y mira tu comportamiento (pensamientos, sentimientos, reacciones) ideal, tal como querrías que fuese. Por favor, ¡no tomes resolución alguna! Limítate a verte con la imaginación tal como desearías comportarte...
Mira, después, esos acontecimientos tal como te gustaría que fuesen...
Ejercicio 29: Fantasía sobre el cadáver
Tomo este ejercicio de la serie budista meditaciones de la realidad. Si te causa repugnancia a primera vista y te sientes empujado a no intentado, quiero que sepas que esta meditación trata de ofrecerte los dones de la paz y del gozo y ayudarte a vivir la vida con mayor profundidad. Esta ha sido la experiencia de muchas personas. Quizá sea también la tuya.
Pata este ejercicio imagina con la mayor viveza posible tu cadáver y contémplalo con tu imaginación cuando pasa a través de los nueve estadios de descomposición. Dedica
aproximadamente un minuto a cada estadio.
Son éstos: 1. El cadáver está frío y rígido.
2. Se toma azulado.
3. Aparecen grietas en la carne.
4. La descomposición se advierte en algunas partes.
5. Todo el cuerpo está en descomposición completa
6. Queda totalmente a la vista el esqueleto, del que cuelgan algunos trozos de carne.
7. El esqueleto totalmente limpio de carne.
8. Todo lo que ahora existe es un montón de huesos.
9. Los huesos han quedado reducidos a un puñado de polvo.
Ejercicio 30: Consciencia del pasado.