viernes, 4 de noviembre de 2016
Libro Contando con tu Alma (Eric Rolf) Capitulo-2
APOYO Capitulo-2 (NUMERO2)
“El 1 es la estrella en el escenario cuando llega el 2.
Para el 2, el 1 representa “el otro” y le complementa buscando el equilibrio; encuentra su camino dando apoyo al otro sin protagonismo, sin pedir recompensas y sin necesidad de justificarse o justificarlo.
Como el 1 se manifiesta en el exterior, el equilibrio lleva al 2 al otro lado, hacia el interior, que representa también el mundo de los sueños y la imaginación.
Una de las claves para 2 son las relaciones personales.
Al llegar el 2, nota la separación con el 1, diferente y siente la necesidad de relacionarse.
Dentro del primer triángulo somos el número con más fuerza. Estamos muy conectados con nuestro corazón y somos muy honestos. Nos relacionamos mucho mejor con nuestro mundo interior que con el exterior. Ante todo, tenemos la capacidad de dar, de apoyar, de ser generosos.
Aunque todas las personas vienen a dar, nosotros representamos la metáfora más próxima de ese dar.
Una de las cosas más importantes que vamos a aprender en nuestro camino es el verdadero significado de dar.
Venimos a dar sin preguntar o justificar.
Nuestra evolución depende de la medida en que ofrezcamos nuestro apoyo y colaboración sin esperar nuestra recompensa y sin juzgar a las personas que lo reciben.
Sabemos escuchar y eso apoya mucho.
En el escuchar hay una especie de aceptación de la otra persona, aunque no necesariamente tenemos que estar de acuerdo con lo que diga.
Siempre estamos dispuestos a manifestar nuestro apoyo a través de alguna acción concreta para beneficiar al otro, haciendo algo que le sirva.
El otro se siente más apoyado, no tanto por la acción concreta que nosotros realicemos, sino por el hecho de estar allí, a su lado. Escuchar con atención es lo primero que podemos hacer por la otra persona. Si nos sentimos conectados tenemos mucha fuerza. La fuente del poder viene de estar relajado; cuando nos relajamos nos abrimos y, cuanto más abiertos estamos, más fuerza de la vida permitimos que pase a través nuestro.
Así nos sentimos conectados y, a la vez, de más energía disponemos para hacer cualquier cosa.
Si estamos tensos, menos energía entra y menos sale, entonces hacemos las cosas con un esfuerzo agotador.
Para poder dar ese apoyo como parte de nuestro propósito de vida, necesitamos estar relajados.
Venimos a vivir las relaciones personales de uno en uno, o sea, dos en total. Necesitamos parejas, socios, amigos, compañeros, en definitiva, necesitamos “el otro”.
El otro es una especie de nuestro representante en el mundo exterior; somos muy interiores y eso se suele manifestar de forma que el otro es más protagonista y le apoyamos desde la sombra.
Aunque solemos dejarle el protagonismo al otro y esto parece una forma de dar, a veces no lo es.
Es posible que cuando damos, antes que lleguemos a entender el verdadero significado de dar, pretendamos mantener el control sobre lo que dimos; y esto puede ser una trampa, porque si el otro falla, le vamos a echar la culpa.
No tomamos la responsabilidad y le dejamos al otro el protagonismo.
Si el otro se equivoca probablemente se lo vamos a recriminar. Lo que empezó con un dar se ha convertido en este caso en un préstamo con intereses. Nos cuesta tomar la acción por nuestra cuenta, preferimos que alguien cuente con nosotros.
Aunque no nos gusta necesitar nada, necesitamos que el otro nos necesite. Darnos cuenta que el otro nos necesita es una especie de recompensa porque el otro se da cuenta de que tenemos un valor y de que somos útiles.
Una de las claves en las relaciones es que el otro es nuestro espejo. Observando al otro empiezas a conocerte a ti mismo y observándote es como empiezas a conocer al otro.
El espejo funciona en las dos direcciones, cuanto más conozcas de ti más conocerás al otro. Tenemos relaciones diferentes con cada persona y cada una de esas personas refleja una parte nuestra, a veces representan un aspecto al que no nos gusta mirar, por eso el otro nos lo pone delante, para que podamos transformarlo. No tenemos, en principio, motivo alguno para ser materialistas ya que en nuestro mundo interior no hay nada material.
Nos sentimos mucho más seguros ubicándonos en nuestro mundo interior que en el exterior. En cierta forma, el mundo exterior nos asusta y, si ese temor es muy acusado, puede hacer que nos enganchemos a un enfoque en exceso materialista, para compensar la inseguridad que sentimos en el mundo material. La materia se puede ver y agarrar, y cuando uno se siente inseguro en el mundo material, cree que puede suplir esa inseguridad rodeándose de mucha materia, ya sean objetos, propiedades, dinero, o también de personas que los tienen; es una metáfora de búsqueda de seguridad.
Ese enfoque materialista persiste hasta que nos damos cuenta de que esa seguridad exterior es falsa y de que, en cambio, la seguridad interior va siempre con nosotros.
Entonces podemos soltarnos y actuar más de acuerdo con nuestra naturaleza. Antes de que podamos abrirnos a nuestro enorme potencial creativo, debemos encontrarnos a nosotros mismos, integrando las respuestas a preguntas como “quién soy” o “qué hago aquí”.
Entonces podemos encontrar un equilibrio entre quién somos, ya que nuestra naturaleza es interior, y dónde estamos, ya que tendemos a ver el mundo como algo completamente exterior y no es así.
Solemos tener grandes dificultades para integrar interior con exterior. Muchas veces el mundo exterior sólo nos sirve para darnos cuenta de que estábamos imaginando una fantasía y, de golpe, aterrizar en lo que nos parece la cruda realidad.
Aunque interior y exterior parecen irreconciliables, podemos sacar partido de nuestras visiones interiores si encontramos la manera de que se manifiesten en el mundo exterior.
Una forma de hacerlo puede ser, en primer lugar, tener muy claro lo que queremos y, sin abandonar nuestra intención de conseguirlo, atender completamente lo que tenemos delante como una forma de dar, seguir nuestra intuición y confiar en que, sea lo que sea, llegará.
Una forma práctica de encontrarnos es tomar la responsabilidad de nuestra propia vida, centrándonos en dónde estamos y para qué, lo que nos permite quitar la atención del pasado y devolverla al presente.
En el pasado se queda el porqué llegamos aquí, quién participó en ello y el resto de los porqués, ahora ya no importan.
Eso nos permite seguir el impulso de nuestra extraordinaria intuición y vivir de acuerdo con nuestros principios elevados. Una de nuestras especialidades es el trato con la gente; no nos gustan las estadísticas porque sólo hay datos numéricos y falta lo más importante, las personas.
No entendemos que la natalidad media sea de 1,65 hijos, lo que entendemos es que hay muchas familias de dos hijos y algunas de 1 o de 3.
Tendremos problemas delegando, siempre que queramos que el otro haga las cosas exactamente como las haríamos nosotros.
El otro nunca hace las cosas como las haríamos nosotros, a estas alturas ya deberíamos saberlo, aunque una y otra vez esperamos que así sea. Uno quiere, por ejemplo, que los hijos se comporten como se les dice y los hijos nunca se comportan así. Hay que soltar un poco de control y ser más flexible.
Es suficiente ponerse de acuerdo en el resultado, dándole al otro la oportunidad de manifestar su propia creatividad. Tenemos una energía muy potente que, aunque no se ve, se percibe a nuestro alrededor.
Somos muy interiores y esa energía es la metáfora de que la verdadera fuerza es interior. Nuestro atractivo viene de este deslumbrante campo energético que, por encima de nuestra apariencia, atrae personas y acontecimientos como si fuera un imán. La noche es también la metáfora de la parte interior y no nos suele confundir, es como si nuestra energía aumenta. También el contacto con la naturaleza nos da vida, porque nos parece que la naturaleza o la noche están más cerca de nuestro mundo interior.
Aunque no trabajamos directamente con nuestro ego, podemos expresarlo a través de otras personas, como por ejemplo, un obrador de joyería, que hace joyas para que las luzcan los demás. También expresamos nuestro ego a través de personas egoístas o amantes del protagonismo que nos hemos atraído. Esa atracción es debida a nuestra enorme fuerza interior que une personas que tienen mucha fuerza interior con otras que la quieren; nadie se aprovecha de nadie, uno necesita apoyo y el otro necesita dar y, aunque inicialmente se establece una dependencia mutua, cualquiera de los dos puede liberarla haciéndose consciente del proceso.
Apoyando al otro permitimos que se exprese su ego, así sucede que es el otro quien se lleva el mérito, el protagonismo. Nosotros trabajamos en el mundo interior y nos sentimos bien cuando el otro manifiesta con nuestra ayuda, ese proyecto común que es bien recibido en el mundo exterior.
El mundo externo reconoce la parte externa, es decir, reconoce más al que da la cara que al que tiene el valor y ha hecho el trabajo. Si, además, el otro no se muestra agradecido y no suele hacerlo suficiente, podemos tener una pequeña crisis, sentir que se han aprovechado de nosotros y tenernos lástima.
Acabamos de describir una experiencia de dar incondicional que ha sido vivida de espaldas en sus últimos pasos.
Si en ese dar buscamos algo a cambio, como algo que nos falta, en lugar de vivirlo como algo generoso, no funciona y además nos convierte en pobres.
Tenemos el don del amor incondicional, de ahí sale nuestro dar. A través de este dar total nos alineamos con nuestra alma, y eso nos hace ricos.
DESAFÍOS
Como hemos visto, nuestro mayor desafío es comprender el verdadero significado de dar, es decir, dar sin esperar nada a cambio, ni siquiera agradecimiento o comprensión.
Hemos venido a apoyar al otro, sin hacernos preguntas, sin juzgar al otro ni sus circunstancias, sin justificarlo, ni a nosotros mismos ni a los demás; simplemente porque sí, porque nos gusta hacerlo o por el hecho de que le hacemos un bien al otro.
Es posible que esto te parezca ahora una meta inalcanzable porque está presentado como un desafío; transformado en don, nuestro camino es uno de los que tienen las mayores recompensas, estamos hablando de un camino de amor incondicional.
Cuando apoyamos a los demás, a veces, pensamos que estamos ayudando demasiado y también que no nos lo agradecen suficiente.
Entonces esperamos nuestra recompensa y si no llega solemos retraernos, porque estamos hartos de sentirnos explotados.
Lo justificamos diciendo que el otro no es agradecido, que no se lo merece. Cuando nos retraemos de dar, estamos actuando en contra de nuestra naturaleza.
Nos retraemos con la intención de sentirnos mejor, pero difícilmente lo conseguimos, porque estamos disgustados.
Ese resentimiento, si es continuo, o muy profundo, puede crear varias enfermedades[4].
Creemos en la justicia, pero parece que tarda demasiado en llegar. Estamos buscando un equilibrio entre lo que damos y lo que recibimos en esa misma dirección, pero el equilibrio nunca llega.
No nos damos cuenta de que lo que nosotros recibimos viene de otra dirección, aunque seguimos esperándolo de la primera dirección; estamos convencidos que lo merecemos y como la vida es justa nos lo traerá.
Muchas veces no llega en esa dirección, quizá para que aprendamos el significado de dar, ese es nuestro desafío.
Vamos a tener toda la vida la sensación de estar dando más de lo que recibimos. Eso será hasta que nos demos cuenta de que ya recibimos al dar.
Lo demás que recibimos nos viene de regalo y no se relaciona con si lo merecemos o no. Por fin nadie se merece nada, ni lo bueno ni lo malo, eso está basado en el juzgar, y en el que toma el papel del juez.
Aceptar que el dar es una de nuestras necesidades y que ya recibimos sólo en el hecho de dar, es una de las partes más difíciles de nuestro camino; todo lleva su tiempo, lo que tardemos no importa, lo importante es darse cuenta.
Hasta que no tenemos suficiente confianza en nuestro poder interior, otro de nuestros desafíos es utilizar una especie de manipulación. Nuestro estilo es hacer que el otro se sienta obligado a contar con nosotros porque, después de todo lo que hemos hecho, parece que nos lo merecemos.
Es una especie de chantaje emocional, queremos comprar al otro con nuestra entrega, con nuestro esfuerzo.
Cada uno, por fin, hace lo que quiere, así que nadie le debe nada a nadie. Si esperamos agradecimiento, estamos poniendo nuestra infelicidad en manos del otro; ser agradecido no es una obligación, es asunto de cada uno.
El dar no incluye el agradecimiento del otro, eso sería un intercambio: dar algo y recibir agradecimiento.
Si damos es porque nos gusta, porque nos lo pasamos bien, porque nos hace sentir bien.
Ése es el proceso de “dar” completo, no se necesita segunda parte. Ni el 1 ni el 2 entienden eso, creen que el proceso de dar no ha finalizado, pero por distinto motivo.
El 1 porque lo ha hecho por ti y está esperando que le digas: “¡Oh, lo has hecho muy bien!”; el 2 porque le debes algo, está esperando su parte. Debemos aceptar la propia naturaleza del dar y no utilizarlo como moneda de intercambio; la opinión o actitud del otro no es asunto nuestro.
Otro de nuestros desafíos es que toda esa energía de la que disponemos puede volverse en contra de nosotros mismos si reprimimos el impulso a hacer cosas por los demás, que es nuestra naturaleza.
Cuanta más energía tenemos, mayor es la necesidad de alinear esa energía con unos principios elevados.
Podemos sentir lástima por los demás y también por nosotros mismos. Sintiendo lástima no estamos apoyando el proceso del otro ni tampoco el nuestro. Eso ocurre porque confundimos la compasión con la lástima.
La lástima es cuando uno se pone a sufrir por el otro. Compasión es estar con el otro y, a través de ese estar, darnos cuenta que esa persona está teniendo una experiencia que puede ser emocional o físicamente dolorosa; a la vez saber que el alma de la persona está bien y que de alguna manera eso le apoya en su camino.
Ese es el instante en que realmente podemos hacer algo para aliviar ese dolor, una forma de dar total que se traduce en ese momento en una acción concreta.
Para darse cuenta de que al otro no le pasa nada “malo”, es útil desapegarnos de nuestro cuerpo, para no imaginarnos el problema del otro en nuestra piel y afectarnos por ello.
Una parte de la lástima que sentimos por el otro, en realidad la sentimos por nosotros mismos. Si podemos aceptar realmente que eso nos pueda pasar, y que no es “malo”, ya no sentiremos lástima por nosotros y probablemente tampoco por la otra persona.
El sentido del humor, aunque sea negro, puede sernos muy útil en estas circunstancias. No está bien tenerle lástima a la gente, ellos no se lo merecen; tenerles lástima es condenarlos.
Eso no indica que uno no sepa que la otra persona no se está sintiendo bien, pero en realidad no está mal.
El alma ha elegido, de alguna manera, pasar por una experiencia como ésa para evolucionar.
Hay una parte de la persona que lo sabe y otra que no.
Si podemos ver la parte que sabe, estaremos viendo su alma y haciéndole saber que puede contar con nosotros, estaremos dando nuestro amor sin pensar en lo que debe estar sintiendo, sólo sintiéndolo. En este punto puede ser un problema que no creas que eres un alma, porque ¿cómo le vas a ver el alma al otro, si no puedes ver la tuya?
Una forma de hacer sentir al otro mejor es estar bien tú.
Hay una parte de la persona que lo está pasando mal y otra parte no. Si puedes ver la parte que está bien, el otro sabrá que tu lo ves bien y entonces se produce una especie de contagio o resonancia que hace que la parte de la persona que está bien se amplifique y la persona se sienta mejor.
No le puedes hacer ese regalo si crees que no lo tienes; el caso es que tú lo tienes. Somos muy cariñosos, muy de nuestra familia y protectores.
Las mujeres 2 se pueden resistir a la maternidad y, aunque hacen de mamás de todos, pueden tener miedo a esa responsabilidad, que representa su parte más interior tomando cuerpo físico.
Los hombres 2 suelen ser buenos padres, son los que hacen el trabajo duro sin pedir mucho y sin llevarse grandes recompensas externas.
NIÑEZ
Uno de los padres del niño 2 suele ser muy fuerte o protagonista; también puede ser muy exigente y presentar aspectos egoístas.
Sus sueños son muy reales y tanto pueden ser agradables, como pesadillas, cosas increíbles o locuras.
Las carencias que se le presenten en su realidad externa son suplidas a través de los sueños o la imaginación en su mundo interior, al que recurre con mucha frecuencia y facilidad.
Se llega a creer ese mundo interior y vive de la fantasía sufriendo desengaños, cuando la realidad externa le confirma, una vez tras otra, que no es como él lo imaginó.
Es un niño con mucha visión. Su mundo interior es riquísimo y la imaginación es una de las maneras en las que el mundo interior se conecta o se impone en el exterior.
Para acercarse y entenderle hay que entender antes su mundo. Se da cuenta muy joven de su sexualidad.
Es un niño muy interior y la sexualidad forma parte, inicialmente, de la realidad de ese mundo interior, que se conecta con el exterior a través de fantasías o sueños.
Puede haber alguien, en contacto con ellos o en su familia, con problemas mentales.
El 2 es el número del otro yo, del yo interior y el loco es la metáfora externa del otro extremo.
Al niño 2 se le pide mucho, aunque casi siempre se siente poco o nada recompensado por su esfuerzo. Suele tener una especie de primer trabajo a una edad temprana. Eso no significa que empiece a trabajar joven, pero sí que existe la experiencia de una especie de trabajo, o la metáfora de trabajar o de estar al servicio de otros, muy joven.
Es un niño al que nunca le toca ser protagonista, aunque está frecuentemente al lado de éste. Tiene mucha fuerza interior; eso produce que otros se apoyen en él y consigan el mérito, lo que al niño 2 le parece terriblemente injusto porque le cuesta mucho obtener su reconocimiento.
Una de las frases que se repite es: “¿y a mí cuándo me toca?”. Hasta que no aprende que su fuerza es indirecta lo pasa muy mal, porque intenta ser protagonista y no hay manera, no es su papel. Él es sólo el protagonista en sus sueños.
PROFESIÓN
Su punto fuerte son las relaciones personales, más todavía en la relación de uno a uno.
Conectan con el otro con extrema facilidad y encuentran rápidamente el equilibrio y la armonía entre las partes.
Son mediadores y diplomáticos, ése es uno de sus dones, la gran capacidad de resolver conflictos entre personas.
Son buenos en cualquier trabajo de trato humano, profesiones relacionadas con la autoayuda, sanación, enseñanza o política. Pueden ser buenos directores de empresa, porque no son nada protagonistas y llevan muy bien la relación con empleados.
Es un excelente empleado y si se sabe recompensar, lo da todo por la organización.
Tienen mucha fuerza interior, que se manifiesta como fuerza de voluntad y disciplina. Del desarrollo de su parte interior les viene su extraordinaria intuición y la capacidad para apreciar la sutileza. Desarrollan el sentido de apreciar cualquier cosa que les interese, que podría ser, por ejemplo, música, pintura o buena comida.
Tienen esencia de sibaritas y si se lo permiten, que a veces no es fácil, pueden disfrutarlo mucho, como por ejemplo, un catador de vinos. En el campo artístico, pueden ser buenos músicos o artistas. Ellos no son famosos, su obra lo es, pueden tener fama, pero no van de famosos, se entregan a su arte y viene por ellos como si fueran un canal.
Tienden a relacionarse mucho mejor con las humanidades, la filosofía y el arte, en lugar de la ciencia y lo científico.
SALUD
Pueden tener problemas de piel, que representarían la falta de armonía entre interior y exterior: la piel está en la frontera, es lo que divide. Sufren repentinos cambios de humor, por el paso de dentro a fuera. En un instante lo harían todo por ti y, en el siguiente, todo lo contrario.
La espalda representa el área de apoyo y se relaciona con las creencias sobre el apoyo que se recibe de los demás, de las circunstancias y en general representa el grado en el que uno se siente apoyado por la vida; eso al 2 le llama doblemente la atención, en el aspecto de apoyar al otro, que forma parte de su camino en la vida y el no sentirse apoyado por el otro, que representa el otro extremo o la resistencia a su camino.
Para el 2 es vital darse cuenta de que aunque el otro no siempre apoya, la vida sí, siempre está ahí.
También les pueden llamar la atención el área lumbar y de los riñones, que representarían desafíos con las relaciones personales.
RELACIONES
El 2 es uno de los números que puede conectar bien con todos los números, por lo menos en la opinión del otro.
Es decir, muchas personas consideran al dos un gran amigo suyo, alguien con quien siempre se puede contar, aunque el 2 no piensa lo mismo: no los considera a todos grandes amigos.
Los números que se relacionan mejor con el 2 son el 1, 4, 6 y 8 aunque se puede relacionar bien con todos, porque el 2 es muy apoyador.
El 2 es el típico que se siente media naranja, necesita alguien para darle su energía.
El 2 entiende la unidad como forma no material, en el mundo de los sueños o la imaginación, pero en el mundo “real” siempre hay una relación básica que es la relación uno a uno, persona a persona.
Por ello el 2 se puede relacionar con cualquier número, aunque se atraen más 1 y 8.
Las personas 1 y 2 son buena combinación, se complementan bien en sus aspectos interiores y exteriores.
El 2 es un número fuerte y el problema con otros números fuertes como el 8 es que se pueden hacer mucha presión entre ellos, ambos trabajan con fuerza indirecta y la clave está en no dirigir esa fuerza uno contra el otro.
Entre el 2 y el 8 sienten atracción por esa mutua fuerza interior e indirecta, aunque un problema puede ser la lucha por el poder externo: al 2 le gusta desafiar al 8 y éste puede utilizar su poder directo contra el 2.
Con el 4 y el 6 hacen combinaciones estables de números pares que suman pares y en numerología no siempre es así.
En combinación con el 7 suma 9 (7+2=9) que puede ser una relación muy enriquecedora cuando el 7 sabe dejarse llevar por el corazón.
RECORDAR
Nuestro camino es… Es interior, de relaciones, de apoyar al otro, de equilibrio entre extremos, de no justificar, es soñador y femenino. Trata de descubrir el verdadero significado de dar. Una clave es… Nuestra verdadera recompensa es la satisfacción personal de dar. El que da es porque es rico.
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Libro Contando con tu Alma (Eric Rolf) Capitulo-1
CREATIVIDAD- Capitulo1 (NUMERO-1)
Los 9 números se configuran en tres triángulos ascendentes.
El primer triángulo es el YO, el segundo representa la ENTREGA, y el tercero conduce al DESAPEGO.
En el primer triángulo el 1 representa el YO exterior, el 2 el YO interior, y 3 el puente entre ambos.
“El 1 viene de la Unidad, que es una forma de decir que antes del uno está el Todo o la Nada.
Es como si tuviera a Dios detrás, que le anima y le da el impulso para empezar a andar sus primeros pasos.
Parte de su camino es separarse de ese Todo, ponerse por su cuenta y, para distinguirse, se reafirma en el YO, lo que le hace muy sensible a su ego.
Es externo y protagonista, actúa por instinto primario, atraído por la novedad, con la ingenuidad y la inocencia de ser un hijo de Dios.”
El 1 es el primer número que llega, el 9 es el último.
El 1 viene del Todo y el 9 va a la Nada, el Todo y la Nada son distintas manifestaciones de lo Mismo, son la primera división mental en los dos extremos.
El 1 viene del mismo sitio donde va el 9; el 1 lo ve como el Todo y el 9 como la Nada. Para el 1 es el Todo porque justo acaba de estar ahí y su última experiencia ha sido ese contacto pleno con la Totalidad; se desprende de Ella para andar por su cuenta, a eso ha venido.
Con el 1 empezamos la función, el público nos está esperando, llegamos al escenario y se levanta el telón.
Somos los protagonistas y queremos hacerlo muy bien.
Por eso nos afecta mucho la crítica de nuestro público: “¿les gustará? ¿qué dirán? ¿qué pensarán?” y peor “¡que pensarán y no dirán!”.
Como estamos muy enfocados al exterior, nuestro ego es muy sensible. Nos encanta el protagonismo y para eso nada mejor que ser artistas, interpretamos bien cualquier papel.
Si nos lo proponemos podemos ser, incluso, buenos mentirosos. Un actor, por mucho que grite, llore o ría, sabe que está actuando; por un lado, se entrega con pasión y, por otro, sabe que el personaje no es de verdad, que está interpretando un papel.
Los 1 venimos muy unidos a la Totalidad y por este motivo, no tendremos al principio una individualidad muy definida. Vamos a darle fuerza a nuestra personalidad desarrollando el ego.
Llegamos sintiendo que formamos parte de un gran conjunto y poco a poco nos queremos separar de él para ser más nosotros mismos. Por eso queremos resaltar: lo que estamos buscando es esa identidad propia y vamos a crearla a nuestra medida para sentirnos separados de ese Todo.
Para desarrollar el ego, nos gusta ser los primeros y llamar la atención de alguna manera.
Queremos destacar y lo vamos a conseguir de una forma o de otra; vamos a ser los mejores o los peores, no importa, lo importante es ser únicos. Si no conseguimos ser el mejor ni el peor, por lo menos seremos especiales y haremos alguna cosa fuera de lo común.
Nos atrae lo nuevo, nos gusta empezar cosas.
Somos muy impulsivos y si nos permitimos seguir nuestros impulsos, somos muy creativos.
Tenemos la habilidad de actuar con creatividad en cualquier mundo, porque tenemos una conexión directa con la energía creativa del Universo. Ser creativo es dejar entrar lo nuevo. Para que entre lo nuevo debemos dejar salir lo viejo, que es el pasado. Con un impulso somos capaces de crear un mundo, pero también de destruirlo.
Nos gusta lo muy nuevo o lo muy viejo, lo de ayer o no nos interesa o nos molesta. Por ejemplo, no hay conflicto entre nuestras ideas y las de los romanos, han pasado veinte siglos, pero si puede haber conflicto entre nuestras ideas y las de nuestros padres.
La vida es nueva a cada instante y una de las formas prácticas de sentirlo es seguir nuestro impulso, que es también nuevo en cada instante. Seguir nuestros impulsos es como empezar algo nuevo en cada momento.
Los impulsos vienen del corazón y son también nuestra forma de dar.
Si nos resistimos al impulso de dar es porque nos paramos a pensarlo; este “parar a pensar” interrumpe nuestra creatividad, el “parar” se convierte en parálisis, nos bloqueamos.
Podemos ver nuestra vida como la metáfora de acabar de llegar a algún lugar desconocido.
Es lógico que nos falte confianza porque no tenemos ninguna experiencia ese nuevo lugar. La confianza no es algo que se puede alcanzar directamente, es una consecuencia.
No se puede hacer nada para tener confianza; hay que correr un riesgo, lanzarse y esperar a ver qué pasa.
Arriesgarse es mirar a lo desconocido de frente.
Después de dar un paso hacia lo desconocido y obtener un resultado agradable, surge una especie de confianza.
Por ejemplo, cruzar la calle; sólo después que la hemos cruzado varias veces, nos sentimos más seguros.
El peligro sigue estando ahí, pero ahora lo vemos diferente, con más confianza. Somos personas que parece que no envejecemos ni cuando maduramos. Somos niños eternos y nos gusta mirar al mundo como nuestro juguete.
Nunca perdemos esa parte inocente, de ilusión y esperanza, que tienen los niños. Somos todo corazón, muy impulsivos, nos enamoramos de algo y nos parece que va a ser para toda la vida, pero a la semana siguiente nos enamoramos de otra cosa. Si el impulso nos sale del corazón, nos sobra amor para hacer de madre de todos. Cuando nos dejamos llevar por el corazón, podemos superar cualquier nivel de inteligencia mental, porque ésta es racional, por tanto limitada, en cambio el corazón no tiene límite y puede ir mucho más lejos.
Cuando no queremos hacer algo que hay que hacer, le preguntamos a otra persona lo que deberíamos hacer.
Como nosotros nunca hacemos lo que nos dicen, asunto arreglado, ya tenemos excusa para no hacerlo.
Cuando realmente nos apetece hacer algo, no le preguntamos a nadie, ¡Somos pura emoción!!! Por cierto, no estaría de más preguntar alguna vez, antes de que sea demasiado tarde… DESAFÍOS
Tenemos desafíos de identidad, de quién creemos que somos y quién queremos ser y también relacionados con el ego, que se suele manifestar a través de un deseo consciente o inconsciente de reconocimiento o protagonismo.
Ese deseo de ser famoso es para reafirmarnos que existimos, que somos “alguien”.
Como somos nuevos y estamos cambiando continuamente, necesitamos esa constante afirmación de existencia, necesitamos ser famosos a menudo. Siendo práctico, parece que ser famoso dependa de la cantidad de gente que te conoce, así que ¿cuánta gente debe conocerte para que te sientas famoso?
No, claro, la solución no pasa por ahí, sino por darse cuenta de que eres más que famoso, eres único; cuando aceptas eso, ya no sientes la necesidad de destacar.
Un paso en nuestra evolución es quitarle importancia a la pregunta “quién soy”, aceptando definitivamente nuestra existencia y enfocándonos en “para qué estoy aquí en este momento”.
También se nos presenta como un desafío el saber cuándo hemos ido lo bastante lejos y es un buen momento para detenernos.
Debemos aprender a pararnos porque queremos ir muy deprisa para destacar, movidos por el deseo de separarnos de la Unidad de donde venimos.
Ese afán de ir hacia delante, nos lleva por fin a retrasarnos.
No hace falta ir tan rápido porque nos pasamos y entonces no queda más remedio que volver y eso nos cuesta bastante.
Otro de nuestros desafíos es explorar la soledad; lo haremos por nuestra propia elección o porque parece que nos dejan solos.
Más claro, si no exploramos la soledad por nuestra voluntad, nos van a dejar: entonces, a pesar de nuestra resistencia, es cuando no tenemos más remedio que explorarla por nuestra cuenta.
Ganar y perder nos afecta mucho, pero generalmente por lo que pensarán los demás y no porque nos importe realmente tanto. No hemos venido a tratar asuntos económicos y eso no nos va a hacer perder generalmente mucho tiempo.
Hemos nacido con estrella en ese campo y las cosas siempre se arreglan de alguna manera. Esto, a veces, ocurre de forma inesperada y afortunada, aunque a nosotros, por puro protagonismo, nos gusta pensar que fuimos quien lo arregló. Nos relacionamos mucho mejor con nuestros sentimientos que con nuestros procesos racionales o mentales.
El debate entre corazón y mente se inicia cuando nos parece que el hecho de que algo nos encante, no es suficiente para hacerlo y buscamos razones, motivos para justificárnoslo a nosotros mismos y a los demás.
Llegamos a confundirnos cuando pensamos demasiado, cuando le damos demasiadas vueltas a algo.
Si ese proceso se intensifica, podemos sentir miedo, responder con agresividad, o quedarnos paralizados.
En el mejor de los casos nos pondremos bastante pesados.
Las cosas nos van mucho mejor cuando seguimos los impulsos del corazón y la única razón que necesitamos para hacer algo es que disfrutamos haciéndolo.
Cualquier cosa que hagamos puede ser rentable, ya que toda actividad aporta un beneficio y alguien que se puede ganar la vida a través de ella. Así que lo importante es que disfrutemos haciendo, entonces los aspectos económicos se cuidan solos.
Si atiendes las cualidades de vida, las cantidades se cuidan solas.
Es importante para cualquier persona, pero imprescindible para nosotros en esta etapa, dedicar diariamente un tiempo al arte. Si no tenemos claro cuál es nuestro arte, deberíamos dedicar ese tiempo a descubrirlo.
Puede ser bailar, cantar, escribir, tocar algún instrumento, pintar, bordar, escultura, artesanía, teatro, algún deporte; algún espacio donde poder canalizar nuestra energía y dirigir nuestros impulsos.
Si no tenemos un arte, no es que nos falte algo, es que nos falta mucho. En la introducción decíamos que el mundo externo tiene más realidad como la metáfora que representa, que como hecho físico. Ésta es una parte que nos puede costar entender, porque nuestra vida empieza con un enfoque muy externo y aceptar que el mundo exterior no tiene tanta importancia, nos cuesta. Decir que el mundo externo tiene más realidad como metáfora, tiene una repercusión directa en cómo nos vemos a nosotros, porque si el mundo es sólo una ilusión, entonces el “yo” tampoco existe, y no nos gusta pensar en esa posibilidad. También tiene una repercusión en como vemos al “otro”, el que está delante nuestro y nos hace de espejo; el “otro” forma parte del mundo que creamos a través de nuestras creencias y está reflejando una parte nuestra en el momento en que lo miramos. Eso también nos costará y todavía más, si lo que nos enseña es una parte nuestra que no queremos ver; es importante acordarnos que ese aspecto que no nos gusta, representa una resistencia que cuando se transforme nos aportará un gran regalo.
En la primera parte de nuestra vida tendemos a depender de la opinión de los demás, nos sentimos realizados actuando para el otro, alguien que no es yo.
Pensar que el otro es sólo una metáfora, parece que le quita parte de la gracia.
No es fácil de aceptar sin haberlo experimentado, que el mundo interior tenga más realidad que el exterior; acordarnos de ello de vez en cuando, nos puede ayudar a no caer en la trampa del ego, del qué dirán y qué pensarán.
Nos gusta quejarnos, pero no para compadecernos de nosotros mismos, sino para que el otro vea lo buenos que somos y lo bien que lo hicimos: “esto es lo que “YO” hice y mira lo que me pasó…!”.
No escuchamos demasiado a los demás, porque nuestro ego se siente débil cuando el otro explica algo que no nos gusta y no lo podemos o sabemos rebatir: entonces el ego no quiere escuchar. A los 1 no nos gusta la idea de que el otro nos convenza, nuestro ego no nos lo permite en muchos casos y lo de menos es si tenemos, o no, razón.
NIÑEZ
En general el 1 tiene un nacimiento extremo, es muy lento o muy rápido. Suele venir unos días adelantado o atrasado. Cuando viene adelantado es porque quiere salir ya y cuando viene retrasado es porque ya está resistiendo su camino.
Tiene dificultades para comer, mejor dicho, las tienen sus padres para que coma.
No come, come lento y mal, o la comida le da igual.
El 1 ya se siente muy alimentado, porque viene de una conexión directa con la Totalidad, así que está lleno en todos los sentidos. Cuando uno tiene su alma alimentada, tiene menos hambre; el 1 viene con su alma llena. Es mimado por uno o los dos padres; se le suele permitir todo.
Es un niño activo, puede ser muy lanzado pero también irse al otro extremo y ser muy tímido. Se produce una circunstancia, generalmente entre los 8 y 10 años, a veces antes, donde el niño se siente que está por su cuenta.
Es como si su vida empezara estando acostado y tuviera que ponerse de pie para empezar a funcionar en el mundo.
Ese “quedarse solo” simboliza la acción de ponerse de pie. Quizá se queda con abuelos, tíos, hermanos o con otras personas, pero él tiene la sensación de estar por su cuenta.
Este estar por su cuenta, tiene también el aspecto de vivir la soledad.
El 1 siempre es niño, un niño eterno. Nunca se hace mayor aunque debe aprender a jugar a ser mayor y se lo puede tomar muy en serio, pero siempre tendrá la inocencia, ingenuidad, ilusión y el impulso de un niño.
En estos aspectos parece que nunca madura.
En clase va a destacar de una u otra forma, será el primero o el último, va a llamar la atención de alguna manera.
Está muy condicionado por la opinión de los demás, por cómo le ven los otros. Su ego es muy sensible y se le hiere con facilidad.
Como se siente herido, después tiene la necesidad de vengarse, pero no porque sea vengativo, sino para restablecer o fortalecer su imagen.
Al 1 le encanta jugar a hacer de mamá, y todo lo relacionado con proteger el mundo.
PROFESIÓN
Pueden ser artistas en cualquier género o actores aunque no necesariamente por su técnica o profesionalidad, sino por su carisma, que les convertiría en estrellas más que actores.
Esta faceta artística se puede desarrollar en cualquier campo como podría ser pintura o escultura.
Pueden ser excelentes vendedores porque en su papel de actores pueden vender cualquier cosa.
No importa tanto a lo que se dediquen mientras sea algo nuevo, porque la novedad les atrae.
En cualquier campo en el que estén van a encontrarse a gusto si destacan por alguna de sus habilidades, son protagonistas. Cuanta mayor sea la relación con la parte artística o creativa y menor con la racional o científica, mejor, aunque pueden destacar como investigadores o inventores.
Como empleados pueden causar o tener problemas por su impulsividad y por querer tener el protagonismo del grupo. Tienen predisposición a liderar cualquier situación por su impulso, iniciativa y rápida toma de decisiones.
Esto los puede hacer buenos jefes, aunque también son demasiado arriesgados y poco constantes, cualidades que no encajan si se encuentran en una empresa conservadora. SALUD
Pueden tener problemas de ojos porque éstos se relacionan con el ego, cómo se ven a ellos mismos y cómo creen que les ven los demás. También se pueden encontrar con problemas de corazón y estómago:
Los que padecen del corazón estarían más enfocados en las emociones a través de “si me quieren o no me quieren” y los que sufren del estómago serían los más calculadores en términos de ganar y perder, juzgando y dividiendo las emociones en positivas/negativas y rechazando las segundas. Les gusta sentir y, para ellos, la parte positiva de la enfermedad es que les permite sentir, aunque sea dolor o molestias.
Está claro que eso es una confusión, porque sufrir no es la mejor forma de sentir, o manifiesta la necesidad de sentir a un nivel más íntimo. Todo en la vida tiene un principio de placer. Lo que llamamos la evolución es una búsqueda de placer, pero no un placer lujurioso, sino un placer mucho más profundo, un sentirse bien consigo mismo, el placer de sentir la vida dentro de ti.
RELACIONES
Los números que se relacionan mejor con el 1 son el 2, 8, 9 y 3. Las relaciones con 2, 8 y 9 apoyan especialmente al 1; éste puede notar que entre las personas que le han apoyado de forma clave, van a aparecer “casualmente” el 8 el 2 y el 9.
Las relaciones entre 1 y 8 funcionan muy bien si el 8 le da el espacio o la libertad al 1 y éste no se siente presionado.
Con el 2 se siente muy apoyado, el 2 le hace casi de mamá.
El 9 le da un sentido universal al 1, el 1 y el 9 suman 10 y el cero le da una dimensión espiritual.
El 3 y 1 se apoyan mucho a nivel creativo pero la convivencia puede ser difícil.
RECORDAR
Nuestro camino es… De inocencia, corazón, impulso, emoción, creación, arte, de hacer cosas por cuenta propia, independiente y de ser uno mismo. Una clave es… El empezar, como el sembrar es un proceso completo, así que no hace falta terminar todo lo que empezamos.
http://elnuevodespertardelser.blogspot.com.es/
Libro Contando con tu Alma (Eric Rolf)
EL DIA DEL NACIMIENTO-EL NÚMERO DEL ALMA
En el contexto de la aventura del alma, como parte del proceso de elegir las circunstancias que nos apoyan en nuestro propósito, elegimos el día que nacemos.
La numerología permite explorar el camino elegido a través de los números de la fecha del nacimiento. ¿Puedes imaginar que en ese momento tan especial de tu nacimiento las estrellas estaban reflejando tu camino? Estamos hablando de espejos[3], lo que está fuera refleja lo que está dentro.
La posición de las estrellas en el cielo te hacía de espejo.
El idioma de la astrología permite también interpretar esta posición para obtener información sobre el camino que hemos elegido. Otros idiomas permiten leer las manos, los pies, las orejas, los ojos,…. La información se encuentra en todas partes y para leerla se utilizan distintos lenguajes.
En este libro compartimos la Numerología del Alma.
La suma de la fecha completa del nacimiento nos da el número del alma que es el número que nos aporta más información acerca del camino elegido.
Este número es también llamado el número del propósito de vida. El camino se relaciona con el alma porque aunque los acontecimientos los vivimos físicamente en el cuerpo, los sentimos y les damos el sentido a través del alma.
Somos almas que utilizamos cuerpos y personalidad para relacionarnos en un escenario, para evolucionar en nuestro camino, como un actor que evoluciona a través de distintos papeles que interpreta a lo largo de su carrera.
Tratamos especialmente los dones y desafíos relacionados con la fecha del nacimiento.
En nuestro camino hemos elegido explorar una serie de cualidades.
En el lenguaje de la numerología a cada grupo de cualidades le asignamos un número.
Las cualidades que se asocian a cada número están vinculadas entre sí de forma que parece que unas son consecuencia de las otras. Muchas veces no se puede explicar una sin la otra.
Por ejemplo, en el número 6, la exploración de la responsabilidad, aceptación y perfección van unidas.
Las cualidades más importantes que hemos elegido experimentar en esta vida son las que se asocian al número del alma; su exploración nos va a servir para hacernos más conscientes de nuestro camino.
Aunque es un punto de referencia bastante limitado decir que una persona es un 2 o un 5, lo cierto es que cada número tiene un sabor, y que ese sabor lo toca todo en la vida de la persona. Además de éste, hay otros números que nos amplían y personalizan la información.
En el anexo 1 veremos también la influencia de los años, la de los ciclos, períodos que se repiten cada nueve años y la de las etapas, que son fases más amplias en la vida de cada uno.
Ésa será la esencia de nuestra aventura, aunque los personajes, escenarios y circunstancias se generarán sobre la marcha.
La numerología nos va a servir como una guía de viaje, que nos muestra cuáles son los desafíos del camino.
Para ello es necesario que calculemos nuestro número del alma. Hay que sumar uno a uno todos los números de la fecha de nacimiento.
Así, una persona que nace el 8 de diciembre de 1971, debe sumar:
8 + 1 + 2 + 1 + 9 + 7 + 1 = 29
Si el resultado tiene más dos cifras (29), hay que sumarlas entre sí hasta conseguir un resultado de una cifra: 2 + 9 = 11
Y, sumando de nuevo el resultado: 1 + 1 = 2
En este caso, ha sido necesario sumar las cifras del resultado (11) de nuevo entre sí: 1 + 1 = 2, para conseguir un resultado de una sola cifra, entre 1 y 9.
Es decir, si el nuevo resultado sigue teniendo 2 cifras, hay que sumarlas de nuevo hasta conseguir un número de una cifra. Esta persona se relaciona con el camino “2” Ahora debes hallar tu número del alma, utilizando tu fecha completa de nacimiento.
CARACTERÍSTICAS PERSONALES DE CADA NÚMERO La visión de cada número está enfocada desde los siguientes campos:
• Dones.
• Desafíos.
• Niñez.
• Profesión.
• Salud.
• Relaciones.
• Recordar.
Los dos primeros, dones y desafíos, están expresados preferentemente en primera persona del plural, es decir “nosotros”.
Hemos elegido esta forma de expresión porque estos dones y desafíos nos afectan a todos, en varios momentos de nuestra vida, y no sólo al número del alma correspondiente.
En efecto, cuando exploremos los ciclos de nueve años y las etapas de la vida, veremos que para trazar nuestro camino, utilizamos la energía de todos los números.
La energía de nuestro numero del alma nos acompaña durante toda la vida, aunque a medida que nos alineamos con ella, menos la notamos.
Eso sucede porque lo que más nos llama la atención en el camino son los desafíos, que representan las piedras con las que tropezamos.
El camino pasa por aceptar y entregarse a los desafíos recogiendo el regalo que ofrece cada uno de ellos.
Por fin se manifiesta un equilibrio entre dones y desafíos, no en la dualidad positivo/negativo, sino en el aspecto de trascendencia o transmutación: cuando uno se entrega a un desafío, éste se convierte en un don.
Reuniendo dones y desafíos, que representan paletas de distintos colores y tonos, se pinta y expresa la obra de arte que es la vida de la persona.
La numerología nos va a permitir apreciar en toda su belleza esa gran obra.
DONES
Veremos los dones en la primera parte de cada número, en cada capítulo del 1 al 9.
Los dones son cualidades que manifestamos con naturalidad. Una de las dificultades en percibir nuestros dones es que no los valoramos, porque son cosas que hacemos fácilmente, casi sin darnos cuenta o sin darle importancia.
Al contrario, solemos llevar la atención preferentemente a los puntos donde tenemos dificultades, como si nos divirtiera sufrir y, de esta manera, olvidando nuestros dones, parece que toda nuestra vida se convierte en una gran dificultad. Paradójicamente sí percibimos los dones de las personas que están a nuestro alrededor y nos parece que son mejores que nosotros, que sus vidas son más fáciles y dichosas o que tienen más suerte.
En este sentido, esta exploración facilita el despertar personal hacia nuestros propios dones.
Los 9 números se configuran en tres triángulos ascendentes.
El primer triangulo, que es el escenario del YO, lo forman los números 1, 2 y 3,.
El segundo representa la ENTREGA, 4, 5 y 6 y el tercero conduce al DESAPEGO, 7, 8 y 9.
Otra forma de nombrar los triángulos es por su edad:
El primer triángulo es el niño, el segundo es el adulto, y el tercero es el viejo.
Explorando cada número de forma resumida, vemos que el 1 viene de la Unidad, que es una forma de decir que antes del uno está el Todo o la Nada.
Es como si tuviera a Dios detrás, que le anima y le da el impulso para empezar a andar sus primeros pasos.
Parte de su camino es separarse de ese Todo, ponerse por su cuenta y, para distinguirse, se reafirma en el YO, lo que le hace muy sensible a su ego.
Es externo y protagonista, actúa por instinto primario, atraído por la novedad, con la ingenuidad y la inocencia de ser un hijo de Dios.
El 1 es la estrella en el escenario cuando llega el 2.
Para el 2, el 1 representa “el otro” y le complementa buscando el equilibrio; encuentra su camino dando apoyo al otro sin protagonismo, sin pedir recompensas y sin necesidad de justificarse o justificarlo.
Como el 1 se manifiesta en el exterior, el equilibrio lleva al 2 al otro lado, hacia el interior, que representa también el mundo de los sueños y la imaginación.
El 3 llega al escenario después del 1 (exterior) y el 2 (interior). Está indeciso, no sabe con quién ir, no sabe si quedarse en el exterior o en el interior. Duda, porque no está cómodo ni dentro ni fuera; por fin, encuentra su camino desapegándose de ambos, en el puente entre uno y otro, en la oscilación entre interior y exterior. Este continuo viaje es la fuente del proceso creativo y su comunicación.
El 4, 5 y 6 forman el segundo triángulo, el de la entrega, que simboliza la entrega a la materia, la energía y al amor respectivamente.
El 4 es la base del 2º triángulo que representa la conexión con el aspecto físico del mundo.
Percibe la materia como una manifestación divina y buscará su camino a través de ella. La materia se mueve más despacio que la no–materia y parece que da estabilidad y confianza.
Cuando tiene prisa encuentra obstáculos, así que tendrá que desarrollar la paciencia, que es ver la vida paso a paso, un paso cada vez. La palabra “materia” viene del latín “mater”, la misma raíz de madre y también simboliza la familia.
Y nacido en el centro, el 5, una fuente de la energía contenida en sí misma, como una batería inagotable que puede arrancar muchos coches, pero que cuando arrancan ya no la necesitan; su desafío es permitir que ellos circulen por su cuenta sin controlarlos.
El 5 puede entregar su energía a todos los números y así permitirles ser independientes, alcanzando su propia libertad a través de esa misma entrega.”
Para el 6 el amor es la auténtica manifestación divina, más allá de la materia (4) y de la energía (5).
La expresión de este amor le permite conectarse y es la fuente de su creatividad, de su comunicación y de su éxito.
Mantener esa conexión divina es tan importante para el 6, que le parece que le obliga a ser muy responsable y muy serio.
A partir de esta visión forma también su idea de perfección, que le dificulta su propia aceptación.
El 7, 8 y 9 forman el último triángulo, el del desapego y simbolizan el tránsito de la mente al silencio (7), del poder a la transmutación (8) y de la celebración al desapego (9) respectivamente.
La mente del 7 le conduce por el camino de la lógica hasta que llega al precipicio.
El salto que debe realizar es lo que llamamos trascendencia, el paso de la razón al corazón. A través de ese salto puede ver el mundo como la metáfora de que Dios está en todas partes, una realidad misteriosa que va mucho más allá de la razón.
Es entonces cuando puede regresar a la mente, ya silenciosa, un volver a casa cuando ésta se ha convertido en el mundo.” Después de pasar por el Mundo (7), el 8 llega al Poder, que representa el papel del creador o el mago, la esencia de vacío, silencio y espacio que es el origen de todo.
La fuente del poder es la nada; esa es la respuesta a la pregunta quién soy.
El 8 viene a administrar poder para quedarse vacío, que es su meta, su próximo paso al 9. Su desafío es la manipulación, que no es un acto de poder sino de sentirse sin poder.
“El 9 es el último número, que representa la esencia que celebra su realización, el volver a ser Uno, entregándose a la Totalidad. Puede vivir su vida como si estuviera en una “Fiesta de Final de Curso”. La “Fiesta” simboliza la celebración, el “Curso” simboliza la sabiduría y el “Final” representa el desapego.
El 9 disfruta de la fiesta mientras se lo permite y, de golpe, se resiste terriblemente a la soledad de la despedida.
Su vida no es nada aburrida, parece que va montado en una montaña rusa...
¡La vida nunca le tiene lástima a un 9!
DESAFÍOS
Los desafíos son como las piedras en las que tropezamos en nuestro camino. La primera impresión es que están ahí para dificultarnos el paso y molestarnos; algunas veces parece que sólo nos hacen perder tiempo pero otras es peor porque nos hacen sufrir.
Si observamos con atención como reaccionamos ante estos desafíos, descubrimos lo que está detrás de esa reacción y lo sacamos a la luz, esas piedras se convierten en diamantes.
Hay un regalo de inmenso valor detrás de cada uno de ellos. Los desafíos suelen crear “músculos”, hacen que la persona adquiera experiencia, habilidad y fuerza que puede acumular y utilizar.
Si a esto le añadimos el ingrediente mágico de la aceptación, el desafío se transforma en un don.
Entonces nuestro camino se transforma, en lugar de un camino de trabas y sufrimiento se convierte en el mapa del tesoro, una aventura para descubrir los regalos que la vida nos ofrece a cada paso.
La vida está tan bien organizada que tus dones, desafíos y el ciclo en el que te encuentras, encajan perfectamente para dar sentido a dónde y para qué estás ahí.
Así se crea el contexto para que suceda el próximo paso en la evolución del alma.
Esperamos que puedas darte cuenta de cómo está sucediendo en cada paso o en cada nueva experiencia que la vida te trae y que este libro te aporte nuevas claves para hacerte más consciente de este proceso.
Hemos vivido toda nuestra vida, con todos sus desafíos, para estar aquí en este momento; visto desde ahora cada paso que hemos dado nos ha dirigido hasta donde estamos, como una preparación para vivir este momento único; esto sucede momento a momento, a cada instante y si nos damos cuenta podemos vivirlo.
LA NIÑEZ
La vida es un proceso de exploración de cualidades.
Estas cualidades se exploran totalmente, de un extremo a otro. Es como un arco que se tensa en un extremo para llevarnos al otro cuando se suelta.
Eso nos permite explorar esa cualidad en su totalidad para así poder integrarla y aceptarla.
La niñez puede verse también como el proceso de tensar ese arco hacia uno de los extremos. Para que se cree esa tensión, el niño vivirá experiencias, a través de sus padres y de todo su entorno, que le permitirán situarse en uno de los extremos de cada cualidad que ha venido a explorar.
En la niñez es donde nos encontramos con las resistencias que luego, quizá a lo largo de toda la vida, vamos a superar.
En este apartado veremos características del escenario que cada uno elige para su niñez, las circunstancias concretas que necesita para desarrollar su camino.
PROFESIÓN
Los trabajos que aparecen en esta sección son indicaciones o ejemplos que metafóricamente se relacionan con el propósito de vida de cada número. Cuando relacionamos los trabajos y profesiones con los propósitos de vida, todos tienen el mismo valor y éste se relaciona con la metáfora de la ocupación y no con su categoría profesional.
Hay que explorar esta afirmación en términos que van más allá de un contexto social, en el que parece que el director tiene más valor que el que recoge la basura.
Por ejemplo, en una gran empresa el director puede ausentarse un mes y todo sigue funcionando, pero si no aparece la persona que recoge la basura, en tres o cuatro días se produce el caos. ¿Quién es más importante? Ambos tienen su valor, ambos son necesarios para el funcionamiento de la empresa.
Cuando nos damos cuenta de que todos somos necesarios ya no tiene sentido quién es más importante.
En términos espirituales todas estas comparaciones carecen de sentido, no se trata de criterios sociales ni económicos; metafóricamente dedicarse a limpiar tiene mucho valor, ya que se puede decir que nos pasamos una buena parte de la vida limpiando nuestras ideas sobre el pasado y nuestras visiones sobre el futuro.
Los trabajos que realizamos son otra de las metáforas claras de nuestro propósito o misión en la vida.
Esta aportación es mucho más amplia que el concepto social de “trabajo”. En este sentido no importa que tengamos o no, un trabajo reconocido o retribuido.
Nos dedicamos a nuestro propósito desde que nacemos y durante toda la vida. Realizamos esta entrega también a través de cómo ocupamos nuestro tiempo libre, en forma de hobbies, intereses y sobre todo en términos de como nos relacionamos con otras personas y cual es nuestra aportación en sus vidas. SALUD
El alma ya ha elegido explorar una serie de cualidades en esta vida, de forma que dirige a la persona para que realice su propósito. Cuando por algún motivo el “yo” se resiste a ello, cuando no afronta conscientemente sus desafíos, el alma trata de llamarle la atención.
Si sigue sin escuchar le habla a través del cuerpo y si la situación se prolonga el tiempo suficiente, la voz se convierte en grito y puede manifestarse a través de enfermedades y problemas físicos específicos; cada uno de esos síntomas tiene un mensaje para la persona.
En este apartado relacionamos algunas zonas del cuerpo y enfermedades con cada número, de forma que conectamos la Numerología con la Medicina del Alma.
Si tienes mayor interés en cómo se relaciona concretamente cada síntoma con las resistencias que se presentan en el camino, puedes ampliar esta información en el libro publicado con el título “Medicina del Alma”.
Las breves referencias que aquí incluimos tienen valor sólo como posibilidad. Está bastante claro que no porque seas un 1 debes tener problemas de ojos.
Ahora bien, si eres un 1 y tienes algún síntoma en los ojos, es posible que metafóricamente ellos te estén hablando de una resistencia al camino que es común en las personas 1, como por ejemplo, la relación con el ego y la dependencia de las opiniones de los demás.
En cualquier caso creemos que vale la pena proponer esta exploración para que obtengas tus propias conclusiones.
Los síntomas, sean los que sean, representan indicaciones de resistencias en el camino; cuando uno no escucha o no sigue su aventura, el cuerpo se queja.
RELACIONES
Ser de uno u otro número no es un inconveniente para tener una relación con cualquier persona. La única dificultad para relacionarse con otro, es resistirse a conocerse uno mismo, a dejarse conocer y a conocer al otro.
Utilices la numerología para ver si tu pareja es de un número compatible con el tuyo, no es de mucha utilidad. ¿Quién va a saber o sentir mejor que tú si tu pareja se lleva bien contigo? Tu pareja está contigo porque tiene algo que aportarte y tú algo que aportarle.
Tú elegiste tu pareja, igual que las otras circunstancias de tu vida. El problema es que uno está insatisfecho consigo mismo y lo suele proyectar sobre su pareja.
Esa insatisfacción personal, que ya estaba ahí antes de empezar la relación, es uno de los principales obstáculos para la convivencia.
Uno cree que le faltan cosas, que tiene carencias, agujeros y cree que la otra persona se los va a llenar; no se da cuenta que no le falta ningún pedazo.
Si queremos mejorar la relación con nuestra pareja hay que empezar por conocerse mejor a uno mismo; si nos cuesta querernos, aceptarnos y entendernos a nosotros mismos, ¿cómo vamos a poder aceptar y entender al otro? ¿cómo nos van a aceptar si no nos aceptamos nosotros antes?
Cada persona tiene su aspecto energético y en cualquier relación hay que estar muy consciente de no dirigir la energía contra la otra persona, como por ejemplo sucede en una discusión.
Cualquier relación puede funcionar si ambos utilizan su energía para mirar en la misma dirección, es decir, si uno puede ver el mundo desde donde lo mira el otro y viceversa.
En este sentido la numerología puede ser muy útil para aprender a mirar al mundo desde donde mira el otro.
Una relación con fricción no es una mala relación, al contrario, cuantos más desafíos se presentan, más permiten evolucionar a ambos.
Los dos miembros de la pareja son como dos diamantes que se pulen uno al otro; cuanto más se frotan más brillan y una luz más clara puede pasar a través de ellos.
Entrando en detalle, hay dos aspectos a tener en cuenta a la hora de relacionar números en parejas o en grupos.
Uno es la compatibilidad y el otro es el número que forma la suma entre ellos, porque la suma total representa los aspectos que caracterizan a la relación.
Es decir un 3 y un 5 dan una relación 8, de forma que esa relación, globalmente, responde a las características del número 8.
En cuanto a compatibilidad y en general, las combinaciones que suman un número par, son más estables que si suman impar; es decir, pares con pares e impares con impares. También son estables las combinaciones que suman 9.
Hay que tener en cuenta que lo expuesto en este apartado es válido para cualquier relación personal y no sólo para relaciones de pareja.
La energía global de un grupo de personas se halla sumando los números del alma de los miembros que lo componen. RECORDAR
Este apartado final es un resumen de las cualidades del camino elegido.
También aportamos una clave muy útil para cada número del alma o para cada periodo por el que pasamos.
Es una clave para convertir las resistencias en dones. Mantenemos esa clave presente nos va ayudar a integrar y alinearnos con los acontecimientos del día.
EXPLORANDO EL CAMINO
Ya hemos visto cómo a través de la fecha del nacimiento hallamos nuestro número del alma.
Las principales cualidades que venimos a explorar en nuestro camino son las que se asocian a este número.
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