EL DIA DEL NACIMIENTO-EL NÚMERO DEL ALMA
En el contexto de la aventura del alma, como parte del proceso de elegir las circunstancias que nos apoyan en nuestro propósito, elegimos el día que nacemos.
La numerología permite explorar el camino elegido a través de los números de la fecha del nacimiento. ¿Puedes imaginar que en ese momento tan especial de tu nacimiento las estrellas estaban reflejando tu camino? Estamos hablando de espejos[3], lo que está fuera refleja lo que está dentro.
La posición de las estrellas en el cielo te hacía de espejo.
El idioma de la astrología permite también interpretar esta posición para obtener información sobre el camino que hemos elegido. Otros idiomas permiten leer las manos, los pies, las orejas, los ojos,…. La información se encuentra en todas partes y para leerla se utilizan distintos lenguajes.
En este libro compartimos la Numerología del Alma.
La suma de la fecha completa del nacimiento nos da el número del alma que es el número que nos aporta más información acerca del camino elegido.
Este número es también llamado el número del propósito de vida. El camino se relaciona con el alma porque aunque los acontecimientos los vivimos físicamente en el cuerpo, los sentimos y les damos el sentido a través del alma.
Somos almas que utilizamos cuerpos y personalidad para relacionarnos en un escenario, para evolucionar en nuestro camino, como un actor que evoluciona a través de distintos papeles que interpreta a lo largo de su carrera.
Tratamos especialmente los dones y desafíos relacionados con la fecha del nacimiento.
En nuestro camino hemos elegido explorar una serie de cualidades.
En el lenguaje de la numerología a cada grupo de cualidades le asignamos un número.
Las cualidades que se asocian a cada número están vinculadas entre sí de forma que parece que unas son consecuencia de las otras. Muchas veces no se puede explicar una sin la otra.
Por ejemplo, en el número 6, la exploración de la responsabilidad, aceptación y perfección van unidas.
Las cualidades más importantes que hemos elegido experimentar en esta vida son las que se asocian al número del alma; su exploración nos va a servir para hacernos más conscientes de nuestro camino.
Aunque es un punto de referencia bastante limitado decir que una persona es un 2 o un 5, lo cierto es que cada número tiene un sabor, y que ese sabor lo toca todo en la vida de la persona. Además de éste, hay otros números que nos amplían y personalizan la información.
En el anexo 1 veremos también la influencia de los años, la de los ciclos, períodos que se repiten cada nueve años y la de las etapas, que son fases más amplias en la vida de cada uno.
Ésa será la esencia de nuestra aventura, aunque los personajes, escenarios y circunstancias se generarán sobre la marcha.
La numerología nos va a servir como una guía de viaje, que nos muestra cuáles son los desafíos del camino.
Para ello es necesario que calculemos nuestro número del alma. Hay que sumar uno a uno todos los números de la fecha de nacimiento.
Así, una persona que nace el 8 de diciembre de 1971, debe sumar:
8 + 1 + 2 + 1 + 9 + 7 + 1 = 29
Si el resultado tiene más dos cifras (29), hay que sumarlas entre sí hasta conseguir un resultado de una cifra: 2 + 9 = 11
Y, sumando de nuevo el resultado: 1 + 1 = 2
En este caso, ha sido necesario sumar las cifras del resultado (11) de nuevo entre sí: 1 + 1 = 2, para conseguir un resultado de una sola cifra, entre 1 y 9.
Es decir, si el nuevo resultado sigue teniendo 2 cifras, hay que sumarlas de nuevo hasta conseguir un número de una cifra. Esta persona se relaciona con el camino “2” Ahora debes hallar tu número del alma, utilizando tu fecha completa de nacimiento.
CARACTERÍSTICAS PERSONALES DE CADA NÚMERO La visión de cada número está enfocada desde los siguientes campos:
• Dones.
• Desafíos.
• Niñez.
• Profesión.
• Salud.
• Relaciones.
• Recordar.
Los dos primeros, dones y desafíos, están expresados preferentemente en primera persona del plural, es decir “nosotros”.
Hemos elegido esta forma de expresión porque estos dones y desafíos nos afectan a todos, en varios momentos de nuestra vida, y no sólo al número del alma correspondiente.
En efecto, cuando exploremos los ciclos de nueve años y las etapas de la vida, veremos que para trazar nuestro camino, utilizamos la energía de todos los números.
La energía de nuestro numero del alma nos acompaña durante toda la vida, aunque a medida que nos alineamos con ella, menos la notamos.
Eso sucede porque lo que más nos llama la atención en el camino son los desafíos, que representan las piedras con las que tropezamos.
El camino pasa por aceptar y entregarse a los desafíos recogiendo el regalo que ofrece cada uno de ellos.
Por fin se manifiesta un equilibrio entre dones y desafíos, no en la dualidad positivo/negativo, sino en el aspecto de trascendencia o transmutación: cuando uno se entrega a un desafío, éste se convierte en un don.
Reuniendo dones y desafíos, que representan paletas de distintos colores y tonos, se pinta y expresa la obra de arte que es la vida de la persona.
La numerología nos va a permitir apreciar en toda su belleza esa gran obra.
DONES
Veremos los dones en la primera parte de cada número, en cada capítulo del 1 al 9.
Los dones son cualidades que manifestamos con naturalidad. Una de las dificultades en percibir nuestros dones es que no los valoramos, porque son cosas que hacemos fácilmente, casi sin darnos cuenta o sin darle importancia.
Al contrario, solemos llevar la atención preferentemente a los puntos donde tenemos dificultades, como si nos divirtiera sufrir y, de esta manera, olvidando nuestros dones, parece que toda nuestra vida se convierte en una gran dificultad. Paradójicamente sí percibimos los dones de las personas que están a nuestro alrededor y nos parece que son mejores que nosotros, que sus vidas son más fáciles y dichosas o que tienen más suerte.
En este sentido, esta exploración facilita el despertar personal hacia nuestros propios dones.
Los 9 números se configuran en tres triángulos ascendentes.
El primer triangulo, que es el escenario del YO, lo forman los números 1, 2 y 3,.
El segundo representa la ENTREGA, 4, 5 y 6 y el tercero conduce al DESAPEGO, 7, 8 y 9.
Otra forma de nombrar los triángulos es por su edad:
El primer triángulo es el niño, el segundo es el adulto, y el tercero es el viejo.
Explorando cada número de forma resumida, vemos que el 1 viene de la Unidad, que es una forma de decir que antes del uno está el Todo o la Nada.
Es como si tuviera a Dios detrás, que le anima y le da el impulso para empezar a andar sus primeros pasos.
Parte de su camino es separarse de ese Todo, ponerse por su cuenta y, para distinguirse, se reafirma en el YO, lo que le hace muy sensible a su ego.
Es externo y protagonista, actúa por instinto primario, atraído por la novedad, con la ingenuidad y la inocencia de ser un hijo de Dios.
El 1 es la estrella en el escenario cuando llega el 2.
Para el 2, el 1 representa “el otro” y le complementa buscando el equilibrio; encuentra su camino dando apoyo al otro sin protagonismo, sin pedir recompensas y sin necesidad de justificarse o justificarlo.
Como el 1 se manifiesta en el exterior, el equilibrio lleva al 2 al otro lado, hacia el interior, que representa también el mundo de los sueños y la imaginación.
El 3 llega al escenario después del 1 (exterior) y el 2 (interior). Está indeciso, no sabe con quién ir, no sabe si quedarse en el exterior o en el interior. Duda, porque no está cómodo ni dentro ni fuera; por fin, encuentra su camino desapegándose de ambos, en el puente entre uno y otro, en la oscilación entre interior y exterior. Este continuo viaje es la fuente del proceso creativo y su comunicación.
El 4, 5 y 6 forman el segundo triángulo, el de la entrega, que simboliza la entrega a la materia, la energía y al amor respectivamente.
El 4 es la base del 2º triángulo que representa la conexión con el aspecto físico del mundo.
Percibe la materia como una manifestación divina y buscará su camino a través de ella. La materia se mueve más despacio que la no–materia y parece que da estabilidad y confianza.
Cuando tiene prisa encuentra obstáculos, así que tendrá que desarrollar la paciencia, que es ver la vida paso a paso, un paso cada vez. La palabra “materia” viene del latín “mater”, la misma raíz de madre y también simboliza la familia.
Y nacido en el centro, el 5, una fuente de la energía contenida en sí misma, como una batería inagotable que puede arrancar muchos coches, pero que cuando arrancan ya no la necesitan; su desafío es permitir que ellos circulen por su cuenta sin controlarlos.
El 5 puede entregar su energía a todos los números y así permitirles ser independientes, alcanzando su propia libertad a través de esa misma entrega.”
Para el 6 el amor es la auténtica manifestación divina, más allá de la materia (4) y de la energía (5).
La expresión de este amor le permite conectarse y es la fuente de su creatividad, de su comunicación y de su éxito.
Mantener esa conexión divina es tan importante para el 6, que le parece que le obliga a ser muy responsable y muy serio.
A partir de esta visión forma también su idea de perfección, que le dificulta su propia aceptación.
El 7, 8 y 9 forman el último triángulo, el del desapego y simbolizan el tránsito de la mente al silencio (7), del poder a la transmutación (8) y de la celebración al desapego (9) respectivamente.
La mente del 7 le conduce por el camino de la lógica hasta que llega al precipicio.
El salto que debe realizar es lo que llamamos trascendencia, el paso de la razón al corazón. A través de ese salto puede ver el mundo como la metáfora de que Dios está en todas partes, una realidad misteriosa que va mucho más allá de la razón.
Es entonces cuando puede regresar a la mente, ya silenciosa, un volver a casa cuando ésta se ha convertido en el mundo.” Después de pasar por el Mundo (7), el 8 llega al Poder, que representa el papel del creador o el mago, la esencia de vacío, silencio y espacio que es el origen de todo.
La fuente del poder es la nada; esa es la respuesta a la pregunta quién soy.
El 8 viene a administrar poder para quedarse vacío, que es su meta, su próximo paso al 9. Su desafío es la manipulación, que no es un acto de poder sino de sentirse sin poder.
“El 9 es el último número, que representa la esencia que celebra su realización, el volver a ser Uno, entregándose a la Totalidad. Puede vivir su vida como si estuviera en una “Fiesta de Final de Curso”. La “Fiesta” simboliza la celebración, el “Curso” simboliza la sabiduría y el “Final” representa el desapego.
El 9 disfruta de la fiesta mientras se lo permite y, de golpe, se resiste terriblemente a la soledad de la despedida.
Su vida no es nada aburrida, parece que va montado en una montaña rusa...
¡La vida nunca le tiene lástima a un 9!
DESAFÍOS
Los desafíos son como las piedras en las que tropezamos en nuestro camino. La primera impresión es que están ahí para dificultarnos el paso y molestarnos; algunas veces parece que sólo nos hacen perder tiempo pero otras es peor porque nos hacen sufrir.
Si observamos con atención como reaccionamos ante estos desafíos, descubrimos lo que está detrás de esa reacción y lo sacamos a la luz, esas piedras se convierten en diamantes.
Hay un regalo de inmenso valor detrás de cada uno de ellos. Los desafíos suelen crear “músculos”, hacen que la persona adquiera experiencia, habilidad y fuerza que puede acumular y utilizar.
Si a esto le añadimos el ingrediente mágico de la aceptación, el desafío se transforma en un don.
Entonces nuestro camino se transforma, en lugar de un camino de trabas y sufrimiento se convierte en el mapa del tesoro, una aventura para descubrir los regalos que la vida nos ofrece a cada paso.
La vida está tan bien organizada que tus dones, desafíos y el ciclo en el que te encuentras, encajan perfectamente para dar sentido a dónde y para qué estás ahí.
Así se crea el contexto para que suceda el próximo paso en la evolución del alma.
Esperamos que puedas darte cuenta de cómo está sucediendo en cada paso o en cada nueva experiencia que la vida te trae y que este libro te aporte nuevas claves para hacerte más consciente de este proceso.
Hemos vivido toda nuestra vida, con todos sus desafíos, para estar aquí en este momento; visto desde ahora cada paso que hemos dado nos ha dirigido hasta donde estamos, como una preparación para vivir este momento único; esto sucede momento a momento, a cada instante y si nos damos cuenta podemos vivirlo.
LA NIÑEZ
La vida es un proceso de exploración de cualidades.
Estas cualidades se exploran totalmente, de un extremo a otro. Es como un arco que se tensa en un extremo para llevarnos al otro cuando se suelta.
Eso nos permite explorar esa cualidad en su totalidad para así poder integrarla y aceptarla.
La niñez puede verse también como el proceso de tensar ese arco hacia uno de los extremos. Para que se cree esa tensión, el niño vivirá experiencias, a través de sus padres y de todo su entorno, que le permitirán situarse en uno de los extremos de cada cualidad que ha venido a explorar.
En la niñez es donde nos encontramos con las resistencias que luego, quizá a lo largo de toda la vida, vamos a superar.
En este apartado veremos características del escenario que cada uno elige para su niñez, las circunstancias concretas que necesita para desarrollar su camino.
PROFESIÓN
Los trabajos que aparecen en esta sección son indicaciones o ejemplos que metafóricamente se relacionan con el propósito de vida de cada número. Cuando relacionamos los trabajos y profesiones con los propósitos de vida, todos tienen el mismo valor y éste se relaciona con la metáfora de la ocupación y no con su categoría profesional.
Hay que explorar esta afirmación en términos que van más allá de un contexto social, en el que parece que el director tiene más valor que el que recoge la basura.
Por ejemplo, en una gran empresa el director puede ausentarse un mes y todo sigue funcionando, pero si no aparece la persona que recoge la basura, en tres o cuatro días se produce el caos. ¿Quién es más importante? Ambos tienen su valor, ambos son necesarios para el funcionamiento de la empresa.
Cuando nos damos cuenta de que todos somos necesarios ya no tiene sentido quién es más importante.
En términos espirituales todas estas comparaciones carecen de sentido, no se trata de criterios sociales ni económicos; metafóricamente dedicarse a limpiar tiene mucho valor, ya que se puede decir que nos pasamos una buena parte de la vida limpiando nuestras ideas sobre el pasado y nuestras visiones sobre el futuro.
Los trabajos que realizamos son otra de las metáforas claras de nuestro propósito o misión en la vida.
Esta aportación es mucho más amplia que el concepto social de “trabajo”. En este sentido no importa que tengamos o no, un trabajo reconocido o retribuido.
Nos dedicamos a nuestro propósito desde que nacemos y durante toda la vida. Realizamos esta entrega también a través de cómo ocupamos nuestro tiempo libre, en forma de hobbies, intereses y sobre todo en términos de como nos relacionamos con otras personas y cual es nuestra aportación en sus vidas. SALUD
El alma ya ha elegido explorar una serie de cualidades en esta vida, de forma que dirige a la persona para que realice su propósito. Cuando por algún motivo el “yo” se resiste a ello, cuando no afronta conscientemente sus desafíos, el alma trata de llamarle la atención.
Si sigue sin escuchar le habla a través del cuerpo y si la situación se prolonga el tiempo suficiente, la voz se convierte en grito y puede manifestarse a través de enfermedades y problemas físicos específicos; cada uno de esos síntomas tiene un mensaje para la persona.
En este apartado relacionamos algunas zonas del cuerpo y enfermedades con cada número, de forma que conectamos la Numerología con la Medicina del Alma.
Si tienes mayor interés en cómo se relaciona concretamente cada síntoma con las resistencias que se presentan en el camino, puedes ampliar esta información en el libro publicado con el título “Medicina del Alma”.
Las breves referencias que aquí incluimos tienen valor sólo como posibilidad. Está bastante claro que no porque seas un 1 debes tener problemas de ojos.
Ahora bien, si eres un 1 y tienes algún síntoma en los ojos, es posible que metafóricamente ellos te estén hablando de una resistencia al camino que es común en las personas 1, como por ejemplo, la relación con el ego y la dependencia de las opiniones de los demás.
En cualquier caso creemos que vale la pena proponer esta exploración para que obtengas tus propias conclusiones.
Los síntomas, sean los que sean, representan indicaciones de resistencias en el camino; cuando uno no escucha o no sigue su aventura, el cuerpo se queja.
RELACIONES
Ser de uno u otro número no es un inconveniente para tener una relación con cualquier persona. La única dificultad para relacionarse con otro, es resistirse a conocerse uno mismo, a dejarse conocer y a conocer al otro.
Utilices la numerología para ver si tu pareja es de un número compatible con el tuyo, no es de mucha utilidad. ¿Quién va a saber o sentir mejor que tú si tu pareja se lleva bien contigo? Tu pareja está contigo porque tiene algo que aportarte y tú algo que aportarle.
Tú elegiste tu pareja, igual que las otras circunstancias de tu vida. El problema es que uno está insatisfecho consigo mismo y lo suele proyectar sobre su pareja.
Esa insatisfacción personal, que ya estaba ahí antes de empezar la relación, es uno de los principales obstáculos para la convivencia.
Uno cree que le faltan cosas, que tiene carencias, agujeros y cree que la otra persona se los va a llenar; no se da cuenta que no le falta ningún pedazo.
Si queremos mejorar la relación con nuestra pareja hay que empezar por conocerse mejor a uno mismo; si nos cuesta querernos, aceptarnos y entendernos a nosotros mismos, ¿cómo vamos a poder aceptar y entender al otro? ¿cómo nos van a aceptar si no nos aceptamos nosotros antes?
Cada persona tiene su aspecto energético y en cualquier relación hay que estar muy consciente de no dirigir la energía contra la otra persona, como por ejemplo sucede en una discusión.
Cualquier relación puede funcionar si ambos utilizan su energía para mirar en la misma dirección, es decir, si uno puede ver el mundo desde donde lo mira el otro y viceversa.
En este sentido la numerología puede ser muy útil para aprender a mirar al mundo desde donde mira el otro.
Una relación con fricción no es una mala relación, al contrario, cuantos más desafíos se presentan, más permiten evolucionar a ambos.
Los dos miembros de la pareja son como dos diamantes que se pulen uno al otro; cuanto más se frotan más brillan y una luz más clara puede pasar a través de ellos.
Entrando en detalle, hay dos aspectos a tener en cuenta a la hora de relacionar números en parejas o en grupos.
Uno es la compatibilidad y el otro es el número que forma la suma entre ellos, porque la suma total representa los aspectos que caracterizan a la relación.
Es decir un 3 y un 5 dan una relación 8, de forma que esa relación, globalmente, responde a las características del número 8.
En cuanto a compatibilidad y en general, las combinaciones que suman un número par, son más estables que si suman impar; es decir, pares con pares e impares con impares. También son estables las combinaciones que suman 9.
Hay que tener en cuenta que lo expuesto en este apartado es válido para cualquier relación personal y no sólo para relaciones de pareja.
La energía global de un grupo de personas se halla sumando los números del alma de los miembros que lo componen. RECORDAR
Este apartado final es un resumen de las cualidades del camino elegido.
También aportamos una clave muy útil para cada número del alma o para cada periodo por el que pasamos.
Es una clave para convertir las resistencias en dones. Mantenemos esa clave presente nos va ayudar a integrar y alinearnos con los acontecimientos del día.
EXPLORANDO EL CAMINO
Ya hemos visto cómo a través de la fecha del nacimiento hallamos nuestro número del alma.
Las principales cualidades que venimos a explorar en nuestro camino son las que se asocian a este número.
http://elnuevodespertardelser.blogspot.com.es/
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