lunes, 17 de octubre de 2016
Libro YO SOY TÚ LA MENTE NO DUAL-Capitulo 1
ATENCIÓN A LOS SMITH* EN EL CAMINO-Capitulo 1 (Primer Escrito)
Para comprender este apartado del libro, es importante centrarse en la película Matrix.
Esta película es una alegoría del despertar. Nos hace tomar Consciencia de que vivimos en una realidad virtual que se halla en nuestra mente, y que nos tiene esclavizados en una manera de ver y entender el mundo: la dualidad.
Cuando Morfeo cuyo significado en griego es “el que hace ver maravillas” muestra a Neo las pastillas roja y azul, le da la opción de seguir en su realidad virtual o, por el contrario, de despertar y tomar con plena conciencia el timón de su vida.
A primera vista, Neo anagrama de one * parece ser el elegido; tiene que ser el primero y gracias a él los demás podremos despertar. De ser así, esto sería una incongruencia.
Como este libro pretende llevarnos a la Consciencia total, donde solamente existe el UNO, no habría dónde elegir.
Uno se elige a sí mismo y el que parece ser otro es solamente una parte de uno mismo proyectada hacia fuera para que podamos ser conscientes de nuestro propósito.
En el sueño, el Uno debe proyectarse en el dos para poder verse a sí mismo, sin ser consciente de que esto es así.
Aquí reside la fuerza de la dualidad, la fuerza de la separación. Para poder vivir en esta realidad virtual, el Uno se proyecta a sí mismo desde la Consciencia del SER, olvidándose de ello porque se encuentra sometido a una fuerza de división y separación que él mismo ha creado, pero que ya no recuerda. Estamos plenamente en el sueño, en el mundo material.
Para poder dar fuerza a esta realidad fabricada, hay que crear un ente, el ego, que nos mantenga en ella y luche por ella, y cuyo principal motivo sea no despertar, pues ello equivaldría a su destrucción. En Matrix, el agente Smith sería el ego, una especie de antivirus diseñado para evitar que el virus del despertar ataque al sistema: así permanecemos dormidos y seguimos al servicio de las máquinas.
Las máquinas son la clase dirigente, la verdad establecida y ortodoxa que dice cómo deben ser las cosas y cómo evitar que mentes abiertas a otras formas de pensar y de ver la vida se extiendan por el sistema y lo pongan en peligro.
La historia está llena de ejemplos similares, de pensadores que se han liberado del paradigma de la ortodoxia de que las cosas deben ser de cierta manera y no de otra y que han vislumbrado verdades más elevadas.
Por otra parte, también está llena de inquisidores que se permiten atacar a los demás en nombre de la verdad su verdad, y no dudan en calumniar y desprestigiar en nombre de la ciencia, sin ser conscientes de que esta ha tenido que corregir sus postulados infinidad de veces y, en muchas ocasiones, las casualidades han provocado cambios paradigmáticos.
Muchas veces, la ciencia se olvida de que su función principal es estudiar todo aquello que no comprende, ser objetiva a la hora de analizar las circunstancias, y dejar de dar explicaciones solo desde un punto de vista el dual, para adentrase en otra forma de ver.
La ciencia tiene la obligación de comprender lo que no puede explicar, pero no desde su mapa mental, sino desde la perspectiva de que se podrán obtener muchas explicaciones cuando este cambie. Cuanto más fuerte se hace Neo, cuanto más toma conciencia, más Smiths salen a su encuentro.
Smith no solo quiere evitar que Neo despierte, también desea apropiarse del sistema para que sea solo de una manera: el sistema Smith, un sistema que anule cualquier forma de pensar que no sea la de la dualidad.
En nuestro mundo, Smith se convierte en la Santa Inquisición: intenta convencer al sistema de que hay entes pensantes que lo ponen en peligro. Genera miedo e inseguridad, dando a entender al sistema que, si no anula el nuevo paradigma, él va a desaparecer, cuando en realidad es todo lo contrario.
Smith persigue el control por el control, que el sistema mismo se vea sometido a él para así cerrar toda posibilidad de cambio; así el sistema será suyo.
Hay muchas clases de Smith cada uno de ellos controla una parte del sistema para que, al final, todos los entes se queden dormidos gracias a una pastilla llamada miedo. Smith odia el cambio. Para él es un gran peligro que pone en entredicho sus mandamientos, sus verdades, que están sujetas a una premisa absoluta: solo existe la separación.
Tú no eres Yo, por ello te puedo atacar y destruir, y para ello me valdré de cualquier medio o excusa.
Y siempre en nombre de la verdad. A todo lo que no concuerde con esta verdad lo llamaré magia, pseudociencia, secta, pecado, etc. Smith es el guardián de un sistema de pensamiento anquilosado en estructuras caducas.
Se muestra opresor ante cualquier cambio en la mente, y evita que esta sea plenamente consciente de su poder y de que es absolutamente libre de pensar, puesto que, desde su propia apertura, puede acceder a todas las posibilidades que se hallen a su alcance. La mente libre se retroalimenta a medida que va alcanzando a comprender que TÚ y YO somos UNO.
One, anagrama de Neo, significa el uno, el único.
Su vida es el arquetipo de Jesús, Buda, el Mesías y de la misión universal: salvar a la humanidad.
Pero nadie puede salvar a nadie si no existe el dos la dualidad. El Uno sabe que su despertar es el de todos.
El Uno abre la posibilidad de que la diversidad, la dualidad, tome conciencia de que vive en una realidad virtual, y de que renuncie a cualquier valor que la alimente, por muy elevado que parezca. Esta es la trampa: creer que somos buenos cuando sufrimos con los demás, cuando creemos que podemos salvarlos.
No hay nadie a quien salvar, salvo a uno mismo; esta es la verdad suprema. Neo nos enseña a despertar del sueño de la dualidad y nos recuerda que el poder del Uno es el de Todos. Quiero hacer hincapié en el nombre de pila de Neo, que es Thomas Anderson. El apellido Anderson proviene de Ander + son = hijo del hombre. Matrix es una analogía de todo aquello que nos sucede cuando decidimos pensar de otra manera.
Mi historia.
En este relato no pretendo explicar mi historia en su totalidad, pero sí quiero hacer referencia a una parte que tiene que ver con el propósito de este capítulo.
Como algunos saben, llevo bastantes años buscando y, en esta búsqueda, que es la de muchos, pretendo encontrar la simplicidad que subyace detrás de todo cuanto acontece en nuestras vidas. En este proceso, que yo llamo el arte de desaprender, he ido tomando conciencia de que la verdad es muy simple y de que nuestro ego, que vive en la dualidad, trata de hacerla complicada y dificil. Recuerdo perfectamente que pedí a la divinidad hacer un curso de autoconocimiento, pero quería que fuera el curso de cursos.
Estaba cansado de leer libros y más libros que no me llevaban a nada concreto, salvo a practicar un sinnúmero de técnicas y rutinas. “Todo debe ser más simple”, pensaba una y otra vez. Este llamado interior fue respondido a través del regalo de una de mis pacientes que alternaba su vida entre España y Venezuela. Sintiéndose agradecida por el trabajo que yo había realizado con ella, quería hacerme un regalo y me preguntó qué me haría más ilusión. Deja que tu intuición y que tu guía interior te digan lo que es mejor para mí le respondí.
A los pocos meses de esta conversación se presentó en mi consulta con un libro y me dijo: Sintiơ un impulso cuando pasaba cerca de una librería. Entré y mis pasos fueron como guiados hasta llegar a la estantería donde se encontraba este libro, y lo compré sabiendo que es la respuesta.
El libro en cuestión se titulaba y se titula Un curso de milagros. Cuando tomé el libro en mis manos, senti que la respuesta había llegado y empecé a leerlo por el “Manual para el maestro”. Mi corazón vibró y pensé: “¡Por fin!”
El libro era una revelación, un nuevo perfume, aire fresco que había entrado en mi vida; ahora todo recobraba su sentido y dirección. Supe en mi fuero interno que mi búsqueda había terminado. Ahora empezaba el cambio, la transformación, la materialización de un camino que siempre había sabido que estaba allí y que mi mente no alcanzaba a encontrar.
Siempre se ha dicho que cuando el alumno está preparado, aparece el maestro. Yo senti que esto se cumplía y puse todo mi empeño en su lectura y aplicación.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando, al empezar a leerlo, todo me resonaba, todo estaba ya en mi interior; solo tenía que enseñarlo para poder aprenderlo, tal como dice en sus páginas. Me molestaba el titulo, molestia que era fruto de la programación fundamentalista cristiano-católica que había recibido. Hoy sé sin lugar a dudas que todo tiene una razón de ser y que todo es perfecto.
Empecé llamándole curso de autoconocimiento, hasta que llegué a comprender que lo que realmente importaba eran los conceptos y no las palabras; que estas escondían las percepciones de cada cual y que el cambio no estaba en la forma, sino en el concepto.
Así lo explica el Curso: cambia los conceptos y el mundo cambiara, pues detrás de ellos se encuentra la percepción, que es lo único que debe sanarse.
La percepción conforma nuestro mundo, que siempre se basa en interpretaciones y no en hechos. En mi deambular por este proceso empecé a vislumbrar la posibilidad de llevar la filosofia y la metafísica de este libro a situaciones más cotidianas y, por así decirlo, más palpables.
Aparecieron seminarios como Curación Emocional, en los que quería transmitir a las personas que la curación no estaba en tratar el cuerpo, sino la mente, tal como explica Un curso de milagros. También quería dejar muy claro que hay que cuidar, alimentar y curar el cuerpo con los remedios materiales que todos conocemos, pero que la auténtica curación está en la mente y en el cambio de percepción de los hechos cotidianos, empleando para ello un recurso fundamental: el perdón.
Se trata de comprender que no hay nada que perdonar ni nadie a quien perdonar, salvo a uno mismo.
Cada cual es la causa de los efectos que experimenta en la vida. En este mi proceso conocí a una serie de personas y las enseñanzas de diversos pensadores y buscadores de otra forma de ver y entender la enfermedad.
Ellos conformaron mi mente de libre pensador y desde estas páginas quiero darles las gracias, a cada uno en particular y a todos en general: desde aquellos que me desprecian, pasando por los que me ignoran y terminando por aquellos que se alegran de mi proceder y de mi proceso de toma de conciencia, y que de alguna manera lo comparten.
He ido creciendo hasta empezar a ser conocido y mediático.
Los vídeos en los que enseño esta forma de ver y entender la vida han sido vistos millones de veces la última estimación era de más de trece millones. Mi Facebook tiene más de ciento sesenta y cinco mil seguidores, y crece a razón de entre mil y dos mil por semana. En mis últimas conferencias, los asistentes han superado con creces el millar de personas.
He tenido que digerir toda esta locura, que nunca busqué ni perseguí, no sin dolor, porque no me considero una persona a la que le guste la popularidad. Todo lo que me ha sucedido y me sucede supera con creces cualquier pensamiento calenturiento que haya podido tener con relación a mi trabajo y a mis objetivos. Mantengo la ecuanimidad, la sencillez en mi vida, y no dejo de estar rodeado de personas que aquietan mi espíritu y me proporcionan la calma y el sosiego necesario para tomar decisiones acordes con el mensaje que quiero llevar al mundo. Aporto mi granito de arena en este despertar que preconiza Un curso de milagros, que nos dice que, si quieres hacer tuya alguna cosa, empieza por enseñarla.
Si quieres la libertad que anhelas, enseña a tus hermanos a ser libres, porque solo dando es como puedes recibir.
Dar para recibir no tiene nada que ver con dar para obtener; lo primero es inevitable y la consecuencia de que TÚ y YO somos UNO, lo segundo es la consecuencia de que tú y yo somos dos. Por eso, recibimos tal como damos.
El Curso nos enseña: si no te gusta lo que recibes, cambia lo que estás dando. Y también nos dice que esta ley no puede cambiarse ni en el cielo ni en el infierno.
Sobre este despertar, que es el de todos, el Curso nos dice que sabremos cuál es nuestro despertar cuando veamos despertar a nuestros hermanos. Con este despertar, que va formando una masa crítica, el ego empieza a ponerse nervioso porque sabe que es su destrucción.
En mi vida, de momento el proceso de enseñanza se desarrolla se cristaliza en un método llamado Bioneuroemoción (BNE).
Es la evolución de sus antecesores más duales y biológicos
hacia otro método más holístico, con una visión cuántica, no-local y no-lineal de la realidad, que se apoya en investigaciones y estudios cientificos, tal como indico en mi libro El arte de desaprender. El método de la BNE empieza a conocerse en todo el mundo y ya hay tres universidades que lo avalan: la Iberoamérica de Torreón, México, la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario y la Facultad de Medicina de Mendoza, ambas en Argentina.
Asimismo, estamos en negociaciones con diversas universidades de Chile. Hay que añadir que en otras partes del mundo también están interesados en nuestra metodología, y todos estamos haciendo el esfuerzo de llevar este conocimiento esta forma de abordar la enfermedad, los problemas sociales, las desarmonías en las parejas a todos los lugares que lo requieran y que muestren suficiente interés por su difusión.
En España es donde surge mi Smith: los guardianes de la verdad más ortodoxa que, curiosamente, siempre son los que menos saben sobre lo que estamos haciendo. Smith es el guardián de una forma de pensar y de ver la vida.
En nuestro caso, de la “verdad“ de que todos somos víctimas de las circunstancias externas y de que tenemos que protegernos de ellas. Incapaces de cambiar su forma de ver y de vivir, sus premisas mantienen a las personas atadas a la creencia de que la causa de todas las circunstancias que nos acontecen, las buenas y las malas, está fuera de nosotros.
“No puedes convencer a un creyente de nada, porque sus creencias están basadas en una enraizada necesidad de creer.”
1 “Una creencia no es solamente una idea que la mente posee, sino una idea que posee a la mente.”
2 El miedo atenaza las mentes de las personas asentadas en una forma de ver, que anteponen el juicio de unos pocos los cuales esgrimen la excusa de que lo que se hace es pseudociencia, paparruchadas… al desarrollo del libre pensamiento, a la apertura de mente y al estudio de la nueva propuesta.
Hemos de comprender que en la recuperación de la salud de las personas hay muchas cosas que funcionan y que no pueden ser explicadas por lo formalmente establecido y aceptado por la ciencia. Estas mentes no se abren a las evidencias de que hay algo más, de que, quizás, la mente humana tenga más importancia en la ecuación de la enfermedad, de la vida y de la muerte.
Al ser, a la persona, hay que ponerla en su justo lugar: tenemos que buscar la fuente de muchos efectos en las causas subjetivas y en la realidad de cada uno de nosotros.
El cómo nuestra forma de afrontar los acontecimientos de la vida tiene mucho que ver con la salud y la enfermedad.
La ecuación es A (acontecimientos) + B (pensamientos, creencias y programas) = C (consecuencias conductuales o emocionales). La clave no es eliminar A, sino que B nos permita trascender su impacto mediante el cambio de creencias y valores, y el paso de una percepción dual a otra holística.
Hay personas que se creen superiores al resto de los mortales y con la sapiencia necesaria para decidir en su nombre, como si los demás fueran tontos o estuvieran faltos de criterio para saber lo que más les conviene.
Ellos, los salvadores del mundo y de las patrias, los fundamentalistas de que el mundo solo puede verse de una forma, los nuevos nazis todos deben ser rubios, con ojos azules y todo lo que no esté en su mapa mental debe sufrir su holocausto , no quieren explicaciones ni razonamientos, solo quieren ver destruido aquello que piensan que les amenaza.
Y eso que creen que les amenaza es algo muy simple: el cambio. El cambio es lo que más le molesta al ego, a Smith.
El cambio siempre conlleva no poder controlar a las masas.
Si estas liberan sus mentes, el sistema se desmorona y Ɵene que ser sustituido por otro más libre, donde el miedo no campe a sus anchas y el respeto a la diversidad sea el primer mandamiento de una nueva sociedad.
Propongo el nacimiento de la Nueva Sión, la Nueva Jerusalén, donde el respeto al pensamiento sea algo fundamental, sustentado en la plena conciencia de que el dos no existe.
Lo que llamamos el dos es la explosión de la inmensa energía que almacena el Uno, que se experimenta a sí mismo en la pluralidad y en la diversidad.
En la Nueva Jerusalén, el factor común será la diversidad, y el primer mandamiento será el respeto por las creencias de los demás. Solo así se podrá alcanzar la paz de espíritu necesaria para la curación de los males que se expresan en nuestras mentes, en nuestros cuerpos y en nuestras vidas.
Que aparezcan los Smiths nos indica que nuestro camino florece, que vamos bien, que el cambio se está produciendo.
Si no viene a través de nosotros, se expresará a través de otros porque, sencillamente, no hay ni unos ni otros, solo existe el UNO expresándose en polaridades aparentemente encontradas, opuestas, que son la fuerza motriz para que el cambio sea posible.
La oposición es el motor para que todo se mueva y, aunque a veces parece que triunfa una polaridad, al final la que ha permanecido oculta se manifiesta en plenitud, provocando el cambio que tanto quería impedir la otra.
Esto es lo que ocurre cuando estás en la unidad; no ves dos polos opuestos, sino complementarios.
Entonces es cuando los puedes trascender y permitir que la Consciencia se manifieste plenamente en la situación, la Presencia que no ve ganadores ni perdedores.
Su enseñanza se transmite a través de los opuestos porque creemos que vivimos en un mundo de cuerpos y mentes separados. Como dice Un curso de milagros: “Todo aquel que está involucrado en una situación, está haciendo el papel que le corresponde”. Bienvenido seas a mi vida, Smith.
Si me preguntas por qué sigo mi camino, te respondo: “Porque lo elegí”. Este es el poder de nuestro mundo dual.
No somos conscientes de que aquello que se rechaza recibe fuerza del propio rechazo, produciendo así el impulso que hace que todo cambie. Esto es así porque el UNO integra al dos y se alimenta de su energía, de su experiencia, de su dolor, de su apego, de su fuerza por expresarse en la separación, en la proyección.
Eres el espejo en el que puedo ver mi sombra, de la que puedo obtener la energía para desarrollar mi vida. Gracias por la energía que me envías, que me da fuerza para ser más humilde y tomar conciencia de que lo que debe ser, simplemente ES.
Tus gritos, tus calumnias, tus insultos son la fuerza para que avance. Gracias por todo ello, porque tú formas parte de mí, como yo de ti. No podríamos existir el uno sin el otro.
Tu fuerza es mi desarrollo, tu oposición me hace más fuerte, da energía a mi mente y me permite expresar mi pensamiento, que lo envuelve todo y a todos. Gracias, querido Smith.
Continua...
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