sábado, 11 de julio de 2020

LIBRO EMMAMUEL.- CAP. 1 PANORAMA DE LA AVENTURA HUMANA: PRIMERA PARTE


El objeto de la vida es la exploración.
La aventura. El aprendizaje. El placer.
Y dar un paso más hacia el hogar.
Los cuerpos físicos son como trajes espaciales.
Vuestros cuerpos físicos pueden ser para vosotros símbolos de la limitación, del dolor definitivo y de la muerte, de necesidades sorprendentes y alarmantes y de la trivialidad inesperada que no conocen los límites de la denigración.
Pueden considerarse también como los vehículos elegidos que habitan vuestras almas pues, como si fueran trajes espaciales,
están forzosamente allí donde estáis vosotros.
En vuestra humanidad es donde aprenderéis a reconocer vuestra divinidad.
Lo espiritual y lo humano han de caminar a la par, de lo contrario lo espiritual no tendría fundamento donde apoyarse. 

Somos todos uno.
Nuestra realidad es una, una nuestra una nuestra energía, percepción.


La mente no puede captar este hecho ni aceptarlo sin lucha, pero el corazón ansía saberlo.
¿No es éste el propósito de la vida: saber que sois suyos, que estáis a salvo y sois eternos, saber que en vuestra realidad espiritual sois ya uno solo con Dios?
La condición humana no es la antítesis del cielo. Es su reproducción, dentro de una visión  limitada, manifestada en forma física.
No hay nada en la experiencia humana que no exista en el espíritu.
Por este motivo, la condición humana es bendita. Es un espejo, una réplica fiel de la situación espiritual.
La Divinidad existe en todas las cosas y para descubrir esa Divinidad hay que trabajar con los materiales a mano.
Despreciar el barro es dudar de la Energía Divina
que lo formó.
Vuestro texto ya se ha completado iTodo está aquí! Ya no hay nada más que la humanidad necesite oír para seguir creciendo.
No habrá nuevas enseñanzas, pues son innecesarias.
Lo que ahora tenemos que hacer, en espíritu,
es indicaros lo que ya os ha sido dado. 
Vivís en un universo de amor.
Todas las fuerzas están aquí para prestaros ayuda, para daros su apoyo.
Os admiramos enormemente.
Los que hemos sido humanos sabemos perfectamente el valor que ello requiere.
Las experiencias de la vida son el externo de símbolo lo que el alma desea saber.
Cada alma penetra en una realidad simbolizada físicamente de la resistencia consciente del alma hacia la Luz.

Así pues, cuando experimentáis  vuestra vida humana, consideradla una manifestación externa del anhelo y también de la negación de ese anhelo.
Toda alma que se encarna, comporta una carga negativa; de no ser así no naceria.
Cuando os introducís en una vida humana, entráis en una falsedad perceptiva.
Eso es lo que las tradiciones orientales llaman ilusión. iSi tratáis la ilusión como si fuera verdad, os volveréis amargados, timoratos y enfermos!
Por el contrario, entrad en la vida asumiendo las perspectivas del creador de dicha vida, y consideradlas como una maravillosa y rica experiencia de aprendizaje.
En toda circunstancia podéis ver cuándo habéis sido los alfareros de la arcilla, y en la realidad externa de vuestra creación podréis detectar la imagen especular de vuestro ser interior.
Seguís un camino de auto-responsabilidad desde el instante en que decidís reencarnaros, hasta el momento en que el alma decida que ya ha tenido bastante y opte por marcharse.
Sois responsables no sólo de vuestras acciones cotidianas sino del propio hecho de existir, que amplía vuestro compromiso más allá de vuestra concepción y vuestra sepultura.
Sois cada uno de vosotros una parte de Dios que dice: «Voy a crear».
Resulta imposible recordar en qué momento de vuestra existencia, como parte de Dios que sois, decidisteis haceros humanos.
La auto-realización es la realización de Dios Lo divino no puede imponerse a lo humano.
iEs lo humano!
No hay separación.
Conócete a ti mismo y conocerás a Dios.
Dado que vuestra esencia fundamental es la energía divina, que es creación: creáis.
Sois los creadores.
Sois la creación.
Creáis vuestras deformaciones y creáis vuestras verdades.
Tal es vuestro modo de aprender.
Elegisteis el ambiente infantil que constituía el catalizador más eficaz para centrar la atención en las distorsiones que seleccionasteis con objeto de elaborarlas en esta vida.
Constituye una obra maestra de planificación, de construcción y táctica, que habéis  conjuntado al formar vuestro cuerpo, vuestra mente y vuestras emociones.
Confiad en la sabiduría de vuestra alma, que eligió las circunstancias infantiles formadoras de vuestro concepto de vida.
Sois el creador de vuestro planeta y también de vuestra vida. Este es un planeta de opciones donde podéis ver tanto la oscuridad como la luz, y tenéis libertad de elección.
Una conciencia elevada es una parte integral de la sanación de vuestro planeta.
Vuestro mundo se halla en crisis física.
¿Pero qué es crisis?
Es un proceso de aprendizaje.
iTened fe en vuestros congéneres humanos,
son educables!
En vuestra esencia total ya estáis completos.
En la vasta realidad que todo lo abarca, todas vosotras, queridas almas que estáis en cuerpos físicos, seguís estando conectadas sin peligro con las Divinas Leyes del equilibrio, la verdad y la unidad.

¿Por qué estamos aquí?
Porque en el proceso que sigue la evolución para llegar de nuevo del alma a la Unicidad os habéis detenido en este nivel de conciencia para recordar quiénes sois.
¿Por qué otra razón habríais vuelto a tomar forma humana sino por ésta?
Para recordar a las partes de vosotros que han olvidado su destino, que se han perdido y han caído en la trampa de la expansión externa de su descubrimiento, que aparentemente se encuentran separadas, sin hallar vía alguna que las conduzca al Hogar.
Preguntaos a menudo en vuestras vidas:
«¿Qué es lo que he olvidado?» Y cuando sufráis, decid:
Qué es lo que no recuerdo?»
Cuando os sintáis perdidos: «¿Dónde he dejado
mi verdadera identidad. 

Queridos míos, es un paso imprescindible.
Es una escuela magnífica y gloriosa.
Y precisamente a ella pertenece vuestra  conciencia.
De no ser así, no estaríais aquí.
Yo estoy aquí para dirigiros hacia vuestro Hogar.

Ésta es una escuela que desvela la ilusión.
No otorguéis una realidad permanente a las cosas temporales.
Cuando hayáis aprendido lo que vinisteis a aprender, podréis abandonar la ilusión.
Cuando dejéis atrás vuestro libro, comprobad que se halla en las mejores condiciones posibles para que lo utilice la siguiente promoción.
Conocer el objeto de esa ilusión le confiere respetabilidad.
Al final todo es como es debido.

Cuando el deseo de volver a la luz el sabe dónde continúa habiendo resistencia y toma la de explorar responsabilidad esa resistencia.
Las leyes divinas protegen a los seres menos conscientes de la dificultad que supone la elección múltiple de las que serían capaces .

Las leyes de la semejanza sitúan a la realidad  humana físicamente manifiesta en un nivel de conocimiento que le sea compatible.
No pasamos de párvulos a la universidad sino lo que hacemos gradualmente.
A medida que la conciencia explora y se crea a sí misma, poco a poco va subiendo la escala del conocimiento. No es que quien se halla inmerso en la profunda oscuridád e Ignorancia se zambulla de pronto en una Luz deslumbrante y en una responsabilidad total, tal como surgen del cuerpo físico.

Ello sería ir en contra del contrato divino por el cual, la conciencia crea su propia realidad.
Existen muchos niveles de verdad.
Todos ellos contribuyen a vuestra consciencia total.
Seguid cada hilo en su propio nivel de percepción y no os dejéis confundir por la conjunción de lo que aparentemente son circunstancias contrapuestas.
Al final se verá que esas dualidades son partes imprescindibles del todo.
Por contra, es precisamente en esa ilusión donde yace la semilla de vuestra verdad.
Cuando exploréis el dolor que hay en vuestra vida y aceptéis que ese dolor es creación vuestra, os encaminaréis directamente al engaño, a la oscuridad que habita en vuestro interior.
Comprendiendo y asumiendo plenamente la responsabilidad de esa oscuridad, seréis entonces capaces de deshacer la confusión
de esa parte en concreto, y de devolverla a la corriente de la vida, a la verdad.

Vuestra verdad es vuestro poder.
La verdad es el descubrimiento más liberador que podéis hacer.
Estar libre del miedo a la muerte, estar libre de la desconfianza, de la estar limitación, libre para ser quienes realmente sois..., éstos son los dones que recibiréis al precio de la introspección y la honestidad.
La vida humana es la lección más difícil, hasta que aprendéis el simple hecho de que vuestra verdad es vuestro poder, vuestra salvación, vuestra plenitud, vuestra finalidad y vuestro camino.
Cuando verdaderamente creéis esto, la vida se convierte en el alegre y abundante jardín que se supone que es.
La alegría es el sonido cuyo eco resuena por todo el universo.
Vosotros oís ese sonido cuando reconocéis en vuestras luchas el equívoco que en realidad son.
Entonces, todas las confusiones, (la condición humana, por supuesto) en lo que de mejor y de peor tiene, son vistas como la creación ilusoria de la conciencia del alma en su búsqueda de la Unicidad que ya posee.

La libertad no es una ilusión.
La libertad es la forma natural de ser.
Es un derecho hereditario que poseéis.
Es vuestro hogar.
Estad dispuestos a aceptar las sombras que cruzan por delante del sol.
Si este mundo fuera un lugar perfecto, ¿a qué escuela irían las almas?
No lloréis por las limitaciones que veis que existen en vuestro mundo.
Esas limitaciones están ahí con un motivo.
¿Dónde iba a haber ocasión de aprender, si no es en un mundo imperfecto?
No os lamentéis por quienes sufren, por los sometidos a condiciones de vida limitadas.
Contemplad vuestro mundo como lugar de paso donde las almas eligen venir, y que ellas lo eligieron como modo de aprendizaje; hasta el más mínimo detalle.

Todas las cosas son de Dios y toda conciencia
acaba por saber que es Una con Dios.
El fluir natural de la conciencia se dirige hacia la Luz.
La sola resistencia a la Unicidad se halla dentro de vuestra conciencia.
iAhí está la lucha!
A medida que crece el conocimiento, no puede contraerse.
Puede distorsionarse, pero no contraerse.
Al conocerse uno como conciencia humana, de poco sirve continuar siendo una brizna de hierba, pues la estructura kármica del ser humano es mucho más compleja y sabia.
Las experiencias manifestadas en vuestra vida por la resistencia que aún poseéis existen en interés de la verdad y la Luz.
Os muestran el daño que hacen estas  obstrucciones, para que los atraveséis.
En la creencia del saber que todo se dirige hacia Dios, los obstáculos adquieren un significado y una forma distintos.
A nivel humano parecen obstruir pero en última instancia, instruyen.

Todas las cosas, tanto las temporales es como las infinitas, hermosas.
Algunos quereis ver únicamente lo que ya está iluminado, y esperáis evitar lo que aún está oscuro en vuestro mundo.
La vida no necesita ser blanqueada para ser hermosa. Si tuvierais que diseccionar a un ser humano, y descomponerlo en todos sus elementos, no sería necesaria pedir disculpas por ninguna de sus partes. Hay vida en todo, y hay consciencia en todo. Si la consciencia alcanza el nivel de una brizna de hierba, está donde está. Cuando la consciencia aumenta y se ve a sí  mismo en un estado más elevado, se manifiesta entonces en un estado más consciente.

Continua..

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