Proyecto “Despertar”
Capitulo- 3
Si llegaste hasta esta parte del libro, significa que ya conocés cuá- les fueron los pasos más significativos que dieron origen a mi propio despertar.
Es cierto, al menos este tramo de mi camino, que comprende desde finales del 2001 hasta noviembre del 2007 no fue para nada convencional.
Entre el tiempo transcurrido en que escribí “La Búsqueda” y “El Encuentro”, también fui dando diversos pasos para intentar bajar al plano físico el proyecto “Despertar”.
En agosto del 2006 creé en internet un sitio que se llama www. proyecto–despertar. com. ar
Allí impulso un llamado a la co–creación para pode anclar en la dimensión física esta moderna unidad de conciencia que surgió de una manera tan atípica. ¿Por que digo que es un llamado a la co–creación? Porque a lo largo de estos años comprendí que lo que había recibido por medio de la visión, no fue más que los lineamientos generales para que muestre cómo sería esta moderna escuela de vida, que tiene la apariencia de un parque temático.
Por más que desarrollé algunas de las áreas, mi función es mostrar el bosquejo general, para que aquellos que resuenen con esa vibración sumen sus dones y talentos para hacerlo realidad. Las respuestas no residen en mí, sino en cada uno de los que decidan sumarse, de ahí que se trate de un proceso de co–creación.
La web también muestra una aldea multidisciplinaria, que tiene la misma esencia que el parque temático, pero a una escala más fácil de realizar.
Quienes ingresen al sitio podrán ver, además, un video explicativo que realicé para que se pueda comprender cómo sería “Despertar”. La web es visitada mensualmente desde más de cincuenta países.
La gente agradece la iniciativa, envía sus mejores intenciones para que se pueda realizar y muchos escriben para intentar sumarse.
Aún no se ha conformado un grupo de trabajo, ya todavía no han aparecido las empresas socialmente responsables dispuestas a financiar la estructura inicial.
En México, Chile, España y también en la Argentina, hay personas de gran corazón que me están ayudando a difundir el video explicativo y también se están moviendo para que, en sus respectivos países, “Despertar” pueda ser una realidad.
Lo mágico de todo esto es que en su gran mayoría son personas a las que sólo conozco por mail, pero sé que poseen el don de gente y muchas ganas de ayudar a humanizar la realidad. Si no te hubiese contado todas estas cosas y navegando por la web hubieses dado con el sitio, tal vez no hubieses sospechado la forma tan insólita en que surgió lo que allí muestro.
Cuando leo los comentarios de la gente, que en líneas generales sostienen que es un proyecto por demás razonable y necesario para impulsar cambios en bien de la humanidad, sonrío al recordar cómo nació “Despertar”. Por más que ahora pueda parecer que las cosas van encarrillándose de manera más coherente, la verdad es que “Despertar” sigue desplegándose con una “lógica inversa”, en el sentido que aún sigo dando pasos en el vacío. Sin embargo, cuando miro hacia atrás, veo cómo cada una de las cosas que fui haciendo encajan de manera envidiable. Es por eso que continúo avanzando más allá de la razón y confío, plenamente, en la guía de la existencia. Hay un orden subyacente que todo lo conduce de manera inteligente, sólo debemos tener fe en que las cosas acontecen para nuestro mayor bien, incluso aquellas que en un primer momento parecerían no ser favorables o incluso disgustarnos.
Puede que mientras te esté diciendo todo esto, aún en tu cabeza esté resonando el tema de los avistamientos, las ciudades intraterrenas o los seres de otras dimensiones, etc. No importa que no creas en esa realidad.
Lo que verdaderamente cuenta es que puedas darte el permiso interno de cambiar en función de aquello que sientas que te hace vibrar, porque más allá de lo que acontezca en el plano externo, lo verdaderamente significativo es aquello que acontece en nuestro interior.
Creíble o no, así fue cómo comencé a dar mis propios pasos para poder despertar. Esto no significa que vos tengas que atravesar por las mismas situaciones.
Cada uno tiene su propio camino que recorrer, de acuerdo con aquello que tu espíritu necesite experimentar a través de la materia.
De nada serviría que maquillara lo acontecido para evitar que socialmente se me juzgue. Los hechos se fueron dando tal cual te los conté. Mi conciencia está tranquila y mi corazón bien contento, porque aprendió a volar. ¿Suena muy loco todo lo narrado? En mi caso, loco me resulta la violencia y la degradación del hombre que reflejan las noticias a cada instante. Loco es ver cómo los políticos mienten para alcanzar puestos de poder.
Loco es que los conflictos armados sigan formando parte de nuestra realidad y que millones de personas mueran de hambre. Loco es no escuchar nuestra voz interior y dejar que nuestra vida esté a merced de los deseos de los otros. Esas son cosas locas para mí. Lo expuesto no es más que una forma de aprender de manera no tradicional, con el propósito de seguir evolucionando.
En su momento bromeé con que tal vez todo lo que estaba viviendo formaría parte de un libro. Ahora que esto es una realidad, y que de algún modo “Despertar” está comenzando a materializarse en el plano físico, sólo me resta tener fe en que llegará el momento en que nos encontraremos en el parque temático o en la aldea multidisciplinaria para seguir aprendiendo y disfrutar de la vida.
Mensajes para el alma
Cada uno de estos cuarenta y siete mensajes para el alma, que reflejan la esencia de “Despertar”, fueron escritos para vos. Confiá en lo que te digo. Las palabras son cofres mágicos que guardan diferentes frecuencias, que se activan dependiendo del corazón de quien las lea. Para escribir estos mensajes, invoqué la asistencia de todos aquellos seres de luz que quisieran ayudarme a poner en palabras vibraciones sutiles y con música de ángeles, de fondo, comencé a escuchar la voz de mi propio corazón.
Por más que todos lean los mismos textos, lo que percibirán será distinto. Cada uno tiene su particular manera de activar las vibraciones que portan las palabras. Por eso es que te digo que estos mensajes te tienen, a vos, como único destinatario.
Así que abrí tu corazón y dejá que las palabras lleguen hasta el centro de tu alma. Si lo que leés te resuena, no lo dudes ni un instante, estos mensajes vinieron a tu encuentro por amor.
A modo de despedida, sólo quiero decirte que no desistas en seguir haciendo aquello que tu corazón te dicta. Confiá.
El mundo necesita de tu invalorable aporte para que reine la armonía, la belleza y el encanto. Dejá a un lado los prejuicios. Volvete más humano. Florecé. Sonreí. Hacé realidad tus mejores sueños. Más allá de que puedas compartir, o no, todo lo que leíste, lo importante es que te des el permiso interno de extraer las enseñanzas claves de este texto. Por eso, si de algún modo te ayudé a que de ahora en más prestes atención a las señales, si de algún modo pude inspirarte para que escuche tu corazón o des crédito a las sincronicidades y la intuición, mi tarea estará cumplida. Te envío un abrazo, muy grande y fuerte, de corazón a corazón.
Una gota más
Unas tras otras, las gotas van cayendo.
Nada parece transformarse. El goteo es casi imperceptible.
El cansancio y la desolación dicen presente. El paisaje desértico de esperanzas crea la falsa ilusión de que nada va a cambiar.
El vacío interior se agiganta. Las gotas siguen cayendo. Expanden su vibración. La mente sostiene que todo está perdido. El corazón no se deja engañar, escucha cómo las gotas continúan brotando y ríe de felicidad. Su sabiduría le anuncia que el río está emergiendo. Libere sus compuertas. Ayude a que el agua corra. Sume para que el río de la conciencia espiritual irrumpa y limpie el valle de lágrimas que embarra nuestros pies.
Las gotas son todas aquellas cosas que nos ayudan a ser más humanos y nos permiten armonizar con la existencia.
Los buenos actos son gotas. Las caricias son gotas.
Los pensamientos positivos son gotas. Los abrazos, las palabras de aliento, los rostros felices… Gotas… Las acciones con conciencia, las oraciones, las meditaciones, la ayuda desinteresada, los gestos de sensibilidad… Gotas…
El saber compartir, aprender a valorar, el respeto por uno mismo… Gotas… La fe, la humildad, la confianza, la esperanza, el amor… Gotas…
Todas son gotas que reflejan una nueva humanidad. Son gotas que acrecientan y vivifican el río de la conciencia espiritual que está transformando la vibración del planeta. El futuro nace del presente. Nuestras decisiones de hoy co–crean nuestro mañana. Si en nuestra cotidianidad sólo sembramos discordia, odio, pesimismo, sufrimiento y frustración ¿qué cree que cosecharemos? Sus gotas, aunque parezcan simples, aunque las perciba insignificantes o débiles, hacen la diferencia.
Son como semillas crísticas que aportan transformación. Irradian luz. Ayudan a que el futuro no se manifieste de manera desalmada. Fluir con esta corriente, que conduce al océano de la existencia, entraña desafíos que nos permiten crecer y nos impulsan a continuar evolucionando.
Implica aventurarse en terrenos desconocidos. El río nos invita a desaprender para seguir aprendiendo, porque sólo lo que se vacía puede volver a llenarse. Sus piedras no son dificultades, sino oportunidades disfrazadas que nos ayudan a elevar.
¿Comprende lo que le estoy diciendo o simplemente piensa que se trata de palabras armónicamente entrelazadas para que puedan sonar bien? Sepa que las casualidades no existen. Si usted está leyendo esta nota es porque su espíritu necesitaba recordar.
No permita que estas frases queden sólo en el plano mental. Tírese al agua. Arriésguese. Cuando se sumerja en este río de conciencia verá cómo las vivencias se transforman en maestras multidimensionales que le ayudarán a experimentar una realidad que transformará su vida.
Existen innumerables formas de contribuir a que este incipiente caudal se torne aún más cristalino. Si nos animamos a reconocer nuestro lado más oscuro, si trascendemos nuestras limitaciones y transmutamos los miedos que nos mantienen cautivos ya estamos ayudando. Lo mismo si ponemos conciencia en cada uno de nuestros actos y desplegamos, sin reservas, nuestro potencial para materializar una realidad que esté acorde con lo más puro de nuestro ser. ¿Por qué se preocupa tanto? Haga lo que haga, los demás siempre hablarán. Recuerde que a este mundo vino solo y se irá del mismo modo. Absolutamente solo.
Rompa la careta social, tírela. Deje que su ser interno lo guíe y lo instruya. Escuche la voz que emana desde el centro de su pecho. Siga sus consejos, son inmaculados. No importa que algunas personas se le rían en la cara y lo desacrediten.
Muchos disfrazan de ese modo el temor que les provoca el cambio. No saben lo que hacen. El tiempo les mostrará quién terminó riendo último. Vamos… Anímese. Juegue. Suéltese. Disfrute. Recupere su inocencia. Mire a la vida con ojos nuevos. Explore su interior. Conózcase. Restablezca su vínculo con la naturaleza. Aliviane su mochila. Expanda su divinidad. Despierte. Redescubra su magia interna. Equilíbrese.
Ayúdese a cambiar. Permítase soñar. Sáquele el polvo a sus talentos. Multiplique sus dones. Respete su sentir. Empiece a sanar. Viva. No se distraiga. Preste atención. Sienta cómo el río de la conciencia late con cada pensamiento de luz que recorre su cuerpo. El agua renueva y purifica. Inhale su perfume, es pulsión de vida. Observe con el corazón y comprobará que no existen las divisiones. El río se compone de millones y millones de gotas que danzan en la unidad, más allá de todo ego.
Transforme su desierto. No deje que sus gotas se esfumen bajo el sol abrasador de la indiferencia y el desgano. Viértalas en el río de la existencia. Cierre sus ojos y facilite que el murmullo de las aguas guíe sus pasos. Descubra que nunca puede encontrar afuera lo que siempre estuvo dentro. Sí, ya lo sabía, es cierto. Simplemente lo había olvidado. El río está en su interior.
Permita que el agua corra. Derrumbe sus compuertas. No tema. Abra su corazón de par en par. Deje que el agua penetre y lave sus heridas. Renazca. La existencia, agradecida: una gota más.
Continuara.....
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