¿Piensas que muy pronto el mundo vivirá en dicha y fraternidad? Así será... para ti. Porque tú eliges la historia que quieres vivir. Por eso, el mundo en el que vives es elección tuya.
Cada uno en lo suyo; la pantera en la jungla; el cerdo en el chiquero; el cisne en la laguna; el águila en las alturas; el humano, depende...
Para algunos, el mundo es horrible. Para otros, el mundo es hermoso.
Elige. ¿Piensas que cierta persona no te ama? Tú así lo decidiste. ¡Sea!
¿Piensas que tienes mucha suerte? ¡Sea!
¿Piensas que estas lecciones son mentira y que el universo no puede ser tan flexible y que Dios no puede ser tan bueno?. ¡Sea!... para ti. Porque tú eres el Dios de tu mundo personal.
El universo es tan flexible o inflexible como tu mente. Tu Dios es tan bueno o malo como tú mismo.
Si sufres mucho, no eres tan bueno... Pero puedes cambiar tu suerte en todo instante.
¿Qué tal si te decides a ser feliz a partir de este mismo momento? ¿No puedes?
Ah, no quieres optar por la felicidad. Esa estructura mental es la que debes quebrar, nada más.
Allí está "el enemigo", y no fuera de ti. ¿Puedes ver que los obstáculos a tu felicidad están en tu mente?
Porque si crees que necesitas ciertas situaciones o cosas para ser feliz, también debes comenzar por cambiar tu mente para obtenerlas.
Si no hay un cambio allí, puedes pasarte siete o mil vidas implorando a Dios, pero lo que quieres no llegará.
Y si hay un cambio en ti, hoy mismo te puede llegar "aquello". Cuando tú decidas.
Dios está siempre dispuesto a darte lo que quieres. No olvides que fue El quien puso en ti esos deseos.
Me refiero a deseos sanos y constructivos, provenientes del Dios Amor. El siempre está dispuesto.
Quien no está dispuesto eres tú. No cambias.
El cambio que se necesita no es dejar atrás malos hábitos, por ejemplo, sino un cambio en tu mente. El resto será consecuencia. Elimina de ti los "no puedo" y actúa conforme al Amor.
Eso es todo. El "no puedo" es una elección tuya. El "sí puedo" es otra elección tuya.
Elige. ¿El Reino o un plato de lentejas? Decídete de una buena vez a ser como tú quieres.
SI PUEDES. Y si este libro ha llegado a ti, estás muy cerca... Dios te ama.
¿Y tú, te amas o no? Ama a tu prójimo igual que a ti mismo, no más, no menos. Pero ámate.
Bríndate la oportunidad de ser tan feliz como desees.
SI PUEDES. Convéncete, por favor, de que esos deseos tuyos están muy cerca de su realización.
Porque es verdad. Es eso lo que quiere para ti el buen Dios Amor.
Si le pides un pan, no te dará una serpiente. Pero si le pides una serpiente, no te dará un pan...
¿Qué pides entonces?
Tu libertad se respeta. Atrévete a pedir "aquello". SI PUEDES. Porque tú eres el Dios de tu mundo personal. Y porque tú eliges la historia que quieres vivir. Atrévete a elegir una hermosa historia. Nuevamente: ¡SI PUEDES! Pero muchos de los que están en los más altos lugares de ese mismo mundo saben que "sí se puede" y por eso están allí...
¿Y tú, hasta dónde te atreves a aspirar llegar? Los límites de lo posible o imposible los estableces tú mismo. Porque tú eres el Dios de tu mundo personal.
Así como Dios dice "HÁGASE LA LUZ", y ella se hace, así tú estás decretando a cada momento, pero no lo sabes.
Has vivido utilizando los poderes y potestades de tu Divinidad Interior, pero sin darte cuenta.
Y el "darse cuenta" separa al Mago del que no sabe que lo es.
Pero, conscientemente o no, tú eliges la historia que quieres vivir.
Entre las cosas que imaginas, algunas se cumplen; otras, no.
Algunas de esas cosas son rechazadas por ti porque las consideras imposibles. Esas no se cumplen.
En otras tienes CERTEZA. Esas se cumplen; tú las elegiste.
Aceptas lo que "todo el mundo" acepta; rechazas lo demás.
Por eso, no puedes doblar metales con sólo desearlo, mientras que otro sí puede.
ENRIQUE BARRIOS
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