domingo, 16 de agosto de 2015

Libro los 12 Trabajs de Hércules




 


1.- Dijo el Maestro:
- Diez veces ha girado la rueda, y ahora tú estás delante de otro
Portal. Por largo tiempo has perseguido la luz, que vacilaba,
primero, inciertamente, y luego crecía hasta ser un faro, y ya brilla
para ti como un sol en llamas. Ahora, vuelve la espalda a la claridad;
vuelve sobre tus pasos; regresa hacia aquéllos para los que la luz no
es sino un punto transitorio, y ayúdalos a hacerla crecer. Dirige tus
pasos hacia Augías, cuyo reino debe ser purificado de antiguos
males.”
2.- Pasó Hércules, pues, por el undécimo Portal en busca de
Augías, el rey.
Cuando se aproximó al reino de Augías se vio detenido por un
horrible hedor que lo hizo desfallecer. Porque el rey Augías no había
quitado el estiércol que su ganado dejaba dentro de los establos reales
desde hacía muchos años. Y las praderas estaban tan llenas de
estiércol que ninguna siembra podía crecer. En consecuencia, una
angustiosa pestilencia estaba recorriendo la región y haciendo estragos
en las vidas humanas.
Hércules se dirigió al palacio y buscó a Augías. Informado éste
de que Hércules limpiaría los hediondos establos, Augías se mostró
desconfiado y exclamó:
- ¿Que harás esta enorme labor sin recompensa? No tengo fe en
los que hacen tales alardes. Algún plan habrás tramado para
arrebatarme el trono. Yo no he oído hablar de hombres que busquen
servir al mundo sin recompensa, aunque le daría la bienvenida a
cualquier necio que quisiera ayudar. Cerraremos este trato: Si tú, en
un día, haces lo que has prometido, te daré la décima parte de mi
ganado; pero si fracasas, tu vida y tu fortuna serán mías. No creo que
puedas hacerlo, pero inténtalo si quieres.
3.- Hércules, entonces, dejó al Rey. Recorrió la asolada región y
vio pasar a una carreta cargada de cadáveres, víctimas de las
epidemias que la pestilencia producía. Y se sintió conmovido por ello.



Observó que había dos ríos, el Alfeo y el Peneo, que discurrían
cerca de las cuadras del rey. Y, sentado en la orilla de uno de ellos, la
respuesta a su problema relampagueó en su mente.
Trabajó con fuerza y entusiasmo y logró desviar ambas
corrientes de los cursos que habían seguido durante décadas. El Alfeo
y el Peneo vertieron, así, juntos, sus aguas a través de los establos
llenos de estiércol. Los impetuosos torrentes barrieron la inmundicia
largamente acumulada. El reino fue purificado de su fétida lobreguez.
En un sólo día, Hércules había realizado la tarea imposible.
Cuando, completamente satisfecho, regresó donde estaba
Augías, éste frunció el ceño.
- Has tenido éxito porque has usado un ardid. – le dijo lleno de
ira. - Los que hicieron el trabajo fueron los ríos y no tú. Fue una
artimaña para apoderarte de mi ganado, así que no tendrás la
recompensa. Vete de aquí antes de que rebaje tu estatura en una
cabeza.
Así desterró a Hércules el encolerizado rey, y le dijo que nunca
más pusiera el pie en su reino.
4.- Habiendo realizado la tarea asignada, el hijo del hombre, que
también era el hijo de Dios, volvió a aquel de quien había venido.
- Te has vuelto un servidor del mundo. - dijo el Maestro cuando
Hércules se acercó. - Has progresado retrocediendo; has llegado a la
Casa de la Luz por otro sendero; has empleado tu luz para que pueda
brillar la luz de los demás. La joya que otorga el undécimo trabajo es
tuya para siempre.
5.- Los dos ríos mencionados en la labor acuariana de Hércules
son una clave de los poderes de Acuario. Y el mismo significado
tienen las dos columnas en el relato de Sansón en la Biblia. La nota
clave de Acuario es “equilibrio”, significando la analogía o
equivalencia de los opuestos Las fuerzas masculina y femenina han
de estar totalmente equilibradas en cualquier plano de
manifestación.
Con la adquisición de ese equilibrio, desaparecerán los
cambios sucesivos de la riqueza a la pobreza, de la salud a la
enfermedad, de la esperanza al miedo. Ya estamos notando la
tendencia a ese equilibrio en la culturización de la mujer, en su acceso

a prácticamente todos los puestos de la sociedad, incluso en el reparto
de las tareas domésticas. Las que han de sostener la nueva estructura
de la Era de Acuario son, pues, las columnas de la Justicia y de la
Igualdad, tanto para los hombres como para las naciones.
6.- Hay una frase muy interesante en el Nuevo Testamento, la de
"El fin del mundo o el fin de los tiempos". Y, si reflexionamos un
poco, podremos empezar a comprender que lo que realmente quería
decir era que el signo Piscis, en el cual llegó Cristo, el Salvador del
Mundo, terminaría en un tiempo concreto que es, precisamente, el
momento en que nos encontramos ahorra.
Nos estamos enfrentando a un día del juicio, en el cual las
ovejas y las cabras serán separadas y unas irán al ciclo y las otras
al infierno. Se ha pensado siempre que las que irían al cielo serían
las ovejas y las cabras al infierno. Pero, bien mirado, debe ser lo
contrario. Porque la cabra, en Capricornio, es el Iniciado y, desde
un cierto ángulo esotérico, las cabras van al cielo porque
funcionan en el reino espiritual, que es el cielo, mientras que las
ovejas permanecen en la tierra (que, después de todo, es el único
infierno que uno puede posiblemente predicar) hasta que dejen de
ser ovejas, es decir, hasta que aprendan a tener pensamientos
propios e individuales, hasta que se transformen en cabras,
escalen la montaña y cambien su carácter de seguidores por la de
buscadores independientes.
La entrada en el cielo es la entrada en la era de Acuario, que
empezará dentro de unos quinientos años, pero en cuya zona de
influencia y de penumbra ya nos encontramos. Las fuerzas de Piscis se
están retirando rápidamente. Todo lo que sucede en el plano físico se
debe a fuerzas superiores, como se expone a continuación:
a) ¿Qué quería decir el culto del toro en Tauro? No
significaba la deificación de la naturaleza animal en el hombre, sino
que éste, bajo el símbolo del toro, tenía que luchar con el animal
que hay dentro de él.
b) Luego, nuestro sol pasó a Aries, el Carnero, y teníamos el
sacrificio del cordero, mostrando que el sacrificio de la naturaleza

animal estaba empezando a representar la lucha con la naturaleza
animal.
c) Luego, el sol pasó a Piscis, los peces. Las fuerzas que
actuaron – y siguen actuando – sobre nuestro planeta presentan
ante la conciencia del hombre su dualidad esencial. Y el hombre
ha empezado a darse cuenta de que es, a la vez, espíritu y cuerpo.
Cristo apareció en Piscis para demostrarnos cuál sería nuestro último
logro cuando hubiéramos unido al pez símbolo de la segunda
persona, y al pez nadando en la materia, símbolo del ser humano
encarnado.
d) Estamos pasando ahora al signo de Acuario donde, a través
del simbolismo del agua y la purificación, aprenderemos cómo ser el
espíritu y no el ser humano. Eso es lo que ocurrirá en Acuario.
Al final de la era de Acuario, aproximadamente de aquí a
dos mil setecientos años, la naturaleza animal, la naturaleza
emocional y la mentalidad serán secundarias, y ese impulso
universal en cada uno de nosotros que nos pone en armonía con
Dios, habrá pasado a primera línea; habremos dejado atrás el
reino humano y, aunque podamos estar habitando cuerpos,
nuestra conciencia estará enfocada en el quinto reino de la
naturaleza, el reino espiritual.
El signo opuesto a Acuario es Leo, el signo del individuo, del
hombre que se ha encontrado a sí mismo como ser humano. Él se
sostenía sobre sus propios pies; era el centro de su universo, las
estrellas giraban a su alrededor, todo ocurría con relación a él. Por eso
aprendió ciertas grandes lecciones: que era posible que él no fuera tan
importante como pensaba y que, sujetándose a cierta disciplina, podría
encontrar un yo más amplio. En Acuario, el discípulo se convierte en
un maestro servidor. Ése es el principio fundamental que hay que
mantener in mente. Puede ser un maestro porque ha aprendido a
servir, y puede servir porque es un maestro.
7.- Siendo Hércules un Iniciado, ha de de hacer tres cosas,
características de todo verdadero iniciado y que, si no están presentes
en alguna medida, no se le puede denominar así:

a. Servicio desinteresado. No es el que se presta porque el es un
camino hacia la liberación, sino el que se presta porque nuestra
conciencia ya no es egocéntrica sino universal y no hay nada que
podamos hacer sino asimilar las aflicciones de nuestro prójimo y
ayudarlo. No es ningún esfuerzo para el verdadero maestro acuariano
actuar así.
b. Trabajo en grupo. El mundo está lleno de organizaciones y
sociedades, hermandades que son felices preparando terrenos para la
era de Acuario. Desgraciadamente, esos grupos, hoy en día, son sólo
focos de celos, de gente tratando de impresionar a los otros con sus
conocimientos y su vida de autosacrificio. Pero esto no es trabajo
grupal.El trabajo grupal consiste en permanecer solo espiritualmente en
el manejo de los propios asuntos, con completo olvido del propio yo, y
siempre en beneficio de la parte de la humanidad con la que estamos
relacionados. El verdadero grupo niega la ambición; niega el progreso
ascendente en la organización y niega toda presunción de
prerrogativas oficiales.
c. Autosacrificio. La finalidad del autosacrificio es purificar el
yo.
Desde la cima de la montaña en Capricornio, Hércules tiene que
bajar, literalmente, a la suciedad material, y limpiar los establos de
Augías. La lección que en ello se contiene es fácil de comprender: Él,
que había trepado a la cima de la montaña, que había triunfado en
todas las grandes pruebas, que había pasado de Capricornio al reino
espiritual y conocido algo del significado del éxtasis místico, estando
en el disfrute de ese estado altamente espiritual, recibe la orden, no de
hacer un gran trabajo para el mundo sino, simplemente, la de limpiar
unos establos.
El objeto de la prueba puede ser resumido de esta manera:
Hércules tenía que ayudar a la purificación del mundo por la recta
dirección de las fuerzas de la vida a través de él.
Estamos entrando en la era de Acuario, al final de la cual, el
materialismo habrá desaparecido completamente, ya que toda la vida
se interpretará en términos de energía. Estamos tratando íntegramente
con fuerzas. Y somos fuerzas. Tendremos un nuevo lenguaje, el
lenguaje simbólico de la energía misma. Seremos todos ocultistas de
hecho porque el ocultista vive y trabaja en un mundo de fuerzas, y

empieza con las fuerzas de dentro de sí mismo. Ahora estamos
tratando con energías y estamos malgastándolas.
Este signo inaugura la escuela de los Salvadores del Mundo.
Es un signo de preparación para lo que el próximo signo de Piscis nos
traerá.
Acuario se representa como un hombre sosteniendo un cántaro
invertido. El hombre invierte el cántaro y de él salen dos chorros de
agua, el río de la vida, y el río del amor, y esas dos palabras, vida y
amor, son las dos palabras que encarnan la técnica de la era de
Acuario; no la forma ni la mente, sino la vida y el amor. Dos
palabras que usamos constantemente, pero tras las cuales no tenemos
ningún concepto claro.
8.- Estamos, como se ha dicho, en la zona de penumbra de
Acuario, de su primer decanato, regido por Saturno y de ahí
nuestras presentes dificultades, nuestro trastorno político, la división
del escenario del mundo en grandes grupos, con gente que es
patriótica, y gente que está empezando a vislumbrar el espíritu
internacional.
En las iglesias hay asimismo división entre los que están
obteniendo una imagen de la universalidad del amor de Dios, y los
que se inclinan ante la autoridad y el dogma.
En el campo de la economía – Saturno - hay una división entre
los que se inclinan ante las cosas materiales y los que las dejan pasar
para conseguir cosas mejores; entre los que toman las posesiones por
ellas mismas, los que acumulan y guardan, y los que las dejan para
adquirir lo que Cristo llama "los tesoros en el cielo".
En cualquier campo del pensamiento encontramos estas dos
fuerzas dominantes a causa del impacto de las energías pisceanas
y acuarianas. Hay dos grupos distintos: los que están atados al
pasado y al aspecto material, y los que están adquiriendo la
clarividencia y están viendo la vida, la conciencia, el propósito y el
plan, emergiendo por medio de todos ellos.
Lo maravilloso es que, a pesar de los disturbios superficiales y
de deplorables acontecimientos, el espíritu del hombre, que es sano y
puro, se está elevando y estamos saliendo bien, pero no hemos de
pensar que esto será trabajo de una semana o de un año. Depende de
nosotros cuán rápido aprendamos la lección de cómo conducirnos para

que la era pisceana del materialismo y la autoridad, la posesión y la
mentalidad, pueda ser reemplazada por la era de la espiritualidad, la
intuición y la conciencia universal.
El segundo decanato de Acuario está gobernado por
Mercurio, y de aquí vendrá la iluminación. La iluminación que
llegó en Leo, el opuesto de Acuario, era "yo soy el yo", la
iluminación que llamamos autoconciencia. Pero la iluminación
que llega en Acuario es "yo soy Eso", yo soy la conciencia del
grupo. Mi autoconciencia ha desaparecido, mi individualidad no es
importante, mi personalidad es sólo un mecanismo, pero mi
conciencia es una con todo lo que existe.
En el tercer decanato, gobernado por Venus, tendremos el
predominio del amor inclusivo. Dentro de dos mil años, podremos
expresar realmente el amor fraternal. Deberá ser un hecho
manifestado antes de que la humanidad en su conjunto pueda
pasar a la Era de Capricornio.
El aspirante individual no puede recibir la Iniciación hasta
que aprende a amar desinteresadamente, a amar a todos y no sólo
a los que piensan como él y actúan como él desea.
9.- Cuanto más refinadas son las formas a través de las que
actúa la vida, más rápida es la reacción a los estímulos. Ésta es la
razón por la cual llevamos esta inmensa velocidad en cada etapa
de la vida, por la cual estamos todos tan constreñidos. Tenemos
cuerpos pisceanos, materializados, y estamos tratando de vibrar a
la velocidad de la era de Acuario. Y todavía no somos acuarianos.
Cristo proclamó su mensaje "para el fin de los tiempos" cuando
dijo, “Un nuevo mandamiento os doy; que os améis unos a otros como
yo os he amado”.
El undécimo mandamiento, el undécimo signo. Cristo sabía
que el ciclo que inauguraba pasaría, que surgiría un nuevo método de
trabajo por medio del cual los Maestros emplearían un nuevo modo de
llegar a la humanidad, pero Él preparó el camino para Su propio
trabajo posterior.

10.- Augías, el hijo de Neptuno, el dios de las aguas, guardaba
manadas de animales y, durante treinta años, los establos no habían
sido limpiados; de modo que la suciedad se había acumulado. A
Hércules se le dijo que hiciera algo acerca de eso; muchos habían
intentado limpiar los establos y fracasaron: eso era siempre superior a
ellos.
Siendo Hércules un Iniciado y teniendo mucho sentido común,
lo que los verdaderos Iniciados siempre tienen, bajó de la cima de la
montaña y estudió el problema.
Primero destruyó el muro que rodeaba los establos, haciendo
dos grandes agujeros en sus lados opuestos, y luego desvió los dos
ríos a través de ellos. No trató de barrer y limpiar, como habían
hecho otros, sino que destruyó barreras usando los ríos. Los establos
fueron limpiados sin esfuerzo por su parte.
Cada uno de nosotros somos uno de los animales de la manada
guardada por Augías, y los establos en los que vivían no habían sido
limpiados en treinta años (3 x 10), siendo 3 el número de la
personalidad y 10 el de la consumación).
¿Y qué hizo Hércules? Derribó las barreras. Y eso es lo
primero que tiene que ocurrir en la era de Acuario.
Estamos apenas empezando a pensar en términos amplios, a
dejar de ser exclusivos. Eso ocurrirá en Acuario y, para eso,
habremos de destruir el prejuicio y aprender a pensar en términos
generales, de totalidad. Derribar las barreras en gran escala ha de ser
llevado a cabo por la opinión pública, y esto es de desarrollo lento y
grandemente emocional; ésa es la dificultad.
En la era de Acuario, especialmente en el segundo decanato,
gobernado Mercurio, tendremos la opinión pública moldeada por
el pensamiento y no por la emoción, y tendremos el mundo lleno
de pensadores. El cometido de los que escriben en este sentido, es
empezar a pensar constructivamente, para que los fundamentos
estén bien colocados por las fuerzas así emitidas; construyendo
para el futuro.
Cultivemos el espíritu acuariano de dejar libre a la gente, la
capacidad de tener confianza. Y, cuando hayamos hecho todo lo
posible para derribar los muros y para expresar la vida y el amor,
ayudados por nuestro espíritu, cuya naturaleza es amor-sabiduría, no
busquemos reconocimiento; no lo conseguiremos. Lo duro de la

tarea del pionero en cualquier campo del pensamiento, de
cualquier persona que se está esforzando para expresar los nuevos
ideales, es siempre la falta de reconocimiento, y a veces peor. No
seremos elogiados, ni compadecidos, tendremos momentos
difíciles, pero estaremos preparando el terreno para que, en el
futuro, el odio y la separación desaparezcan.

Francisco Manuel Nácher

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