No le temas a esto, sino acéptalo como una visión etérica del reino subjetivo que existe detrás del físico.
No me sorprendería si un gran porcentaje de ustedes hubiera tenido experiencias altamente
inusuales que al principio no pudieron ser explicadas, pero que después fueron consideradas como parte integrante de su vida espiritual. Sé que Jan y yo ciertamente las hemos tenido, y lo que hemos aprendido con los s”, que nada es imposible, y para demostramos la existencia de múltiples mundos y dimensiones que “la vida” es mucho más de lo que nunca percibimos que fuera.
Por ejemplo, hemos visto globos de luz pulsante en nuestro dormitorio en la noche y, una vez, cuando desaparecieron súbitamente, Jan dijo: “Oh, no se vayan”. Instantáneamente reaparecieron para danzar por todo el cuarto. ¿Qué eran? Consideramos que eran energía angélica. Y aquellos de ustedes que hayan leído mi libro que lleva el mismo nombre, Angel Energy, saben acerca del gran ser de luz que apareció en nuestra recámara en el verano de 1985. Y sí, la experiencia me atemorizó. Quizá no lo hubiera hecho si yo hubiera sabido entonces “no temerle, sino aceptarla como una visión etérica“.
Al parecer, el tiempo también ha trabajado para nosotros, y me vienen a la mente dos ocasiones en particular. La primera fue la considerable demora de un vuelo que venía de Los Ángeles, lo que significaba que perderíamos nuestra conexión a Dallas y no estaríamos en casa cuando nos esperaban. De alguna manera el tiempo se comprimió, se quedó quieto, permitiéndonos llegar a casa de acuerdo con lo planeado. Después estábamos en el programa de Gerardo Rivera en diciembre de 1997, para hablar de los ángeles que habían aparecido en nuestro dormitorio, cuando Jan tuvo su experiencia cercana a la muerte. Nos divertimos mucho, pero la grabación estaba retrasada y supimos que perderíamos nuestro vuelo. Atorados en el tráfico de Manhattan, miré mi reloj de pulsera y lo mismo hizo Jan. No había forma de que lo lográramos. Cuando llegamos al
aeropuerto, nuestros relojes seguían en la misma hora y minuto que antes. Literalmente, el tiempo se había detenido.
“Albert Einstein, el padre de la física moderna, declaró que no existe el tiempo absoluto. En vez de eso, dijo él, el tiempo cambia con el movimiento de un observador en particular. Tratamos al tiempo como si fuera lineal, una cosa conduce a otra. Pero Einstein nos mostró que pasado, presente y futuro no necesariamente tienen un estatus fijo”.
Nuestra amiga Jean de Little Rock ciertamente ve lo paranormal como normal después de su experiencia. Viajaba como pasajera en un automóvil cuando (el conductor) se aproximó con luz verde a una intersección muy transitada, y procedió a cruzarla justo cuando otro carro se pasaba el alto. Jean escribió: “Una fracción de segundo antes del choque inevitable, nos pareció que el estado vibratorio en el que nos movíamos se había elevado, y los dos carros literalmente se cruzaron uno a través del otro como caminar a través de una pared. Todavía puedo ver al auto viniéndose contra nosotros, y aún así, tanto nosotros como los vehículos salimos ilesos”.
Todo es energía. La Conciencia espiritual sabe esto y es capaz de cambiar la vibración en determinada situación por el bien de todos. Mira lo que le pasó a Jesús en Lucas 4:27-30, cuando las personas “se levantaron y le echaron de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad, para despeñarle. Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue”. Ese estado “altamente vibratorio” está disponible para todos nosotros cuando estamos sintonizados con la Verdad.
En el Capítulo 4 se hizo referencia a las experiencias extra- corpóreas (EECs). Después de que mi padrastro murió a principios de los setentas, dejé mi cuerpo para visitarlo en el otro lado, y fui dirigido hacia un hospital. Cuando pregunté por él, me dijeron que era demasiado temprano para visitas, y que regresara después. Esa EEC no fue planeada; fue un evento totalmente espontáneo.
Algunos años más tarde, estaba una noche leyendo en cama y Jan estaba dormida. Con el rabillo del ojo, percibí que ella dejaba su cuerpo, flotaba a través de mí y salía cruzando la pared. Pensé: Se me está adelantando, y rápidamente traté de alcanzarla. No funcionó esa vez, pero entonces hemos descubierto que los viajes extra-corpóreos no son tan difíciles.
Jan también tiene el don de ver con el ojo interior. No sucede todo el tiempo, pero con frecuencia puede ver tan bien con sus ojos cerrados como cuando los tiene abiertos. En un entorno nuncaantes-visto, puede cerrar los ojos y describir cada detalle. Parece que su centro del tercer ojo ha sido despertado. Tal vez, mientras subimos en la conciencia por la escalera espiritual, el etérico se energetiza y abre la puerta a los reinos espirituales exteriores y más allá de los aparatos sensoriales comunes. Es cuando comenzamos a ver la energía detrás de las formas y a obtener un mayor entendimiento del universo no-físico.
Tan interesante como esto pueda ser, recordemos que las experiencias místicas no son el objetivo de la conciencia espiritual. Son sólo sub-productos, así que no volvamos a ponerlos en la carreta antes que el caballo. Nuestra meta en la vida es ser la Persona Completa que fuimos creados para ser, y experimentar la realidad viviendo en una frecuencia más elevada de la conciencia. Así, cuando vengan estas experiencias, estaremos adecuadamente equipados mental y emocionalmente para apreciarlas por lo que son un entendimiento de, o vistazos al, “reino subjetivo que está detrás del físico “.
A Course in Miracles dice:
Existen, por supuesto, poderes “anti-naturales”, y esto es obviamente sólo un apelativo a la magia para fabricar un poder que no existe.
Sin embargo, es igualmente obvio que cada individuo posee muchas habilidades de las que no está consciente. A medida que aumenta su conciencia, puede muy bien desarrollar habilidades que le parecerán muy sorprendentes. Pero nada de lo que él pueda hacer puede compararse incluso en la mínima medida con la gloriosa sorpresa de recordar Quién es.
John Randolph Price
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