miércoles, 7 de septiembre de 2016

LIBRO MAESTRIA EN FELICIDAD (Chamalu) Carta-29


CARTA-29

El plan es que cada uno tenga su plan de vida, la sensibilidad a flor de piel, la mente abierta y el alerta sereno en buen estado. 
Es lunes, la gente regresa a su rutina laboral, casi nadie se cuestiona; existen cantidades crecientes de voluntarios, dispuestos a sacrificar su vida. 
No falta mucho para que los jóvenes sepan todo lo necesario para destruirse, mi amigo ya está desposado, ¡vive tan ocupado! que será el último en darse cuenta que la vida es otra cosa. 
Me observo, siento lo que siento, me queda muy lejos la infelicidad. Ella se quedó en casa anoche, regresó hace poco de México, podría ser su vida espectacular, prefiere acurrucarse en la resignación. Cuando la conocí, tenia toda su vitalidad al galope, pero su ingenuidad le generó las primeras cicatrices. Hablé un rato conmigo mismo, hace unos días que vengo planeando dejar de escribirte, hoy será el último día, no es que ya me conozcas, pero he compartido contigo las claves fundamentales que posibilitaron que desde joven les pusiera ladrillos a mis sueños. 
Si relees estas confesiones, encontrarás el sonido del silencio, las claves susurradas al oído de tu corazón, mis secretos saliendo de su escondite, las llaves con que abrirás las puertas que te llevarán al futuro elegido. Esta caminata no tiene pausas, el suelo, no siempre está alfombrado. La vida me dijo un día: «¿Quieres ser feliz? Entrégate a mí, no pierdas tiempo aprendiendo lo que no te sirve, no gastes tu energía buscando en el lugar equivocado, tampoco vale la pena esperar, porque lo que necesitas deberás fabricarlo, nadie puede hacer lo que tú no hagas. No siempre es fácil, qué importa que sea difícil». Me limité a escucharla, agradecí la enseñanza, crucé el patio adoquinado con preguntas, atravesé la puerta de la duda, recordé lo que me dijo y me lancá al vacío de lo nuevo. 
Mis miedos salieron huyendo, se sintieron expulsados. 
Esa fue la primera vez que desperté en el jardín de mi corazón, alguien había dejado unas flores rojas a mi lado, sentí que la vida me dio la bienvenida. La clave es la entrega y ello incluye la renuncia. Renunciar es liberarse, su aprendizaje es prioritario. Quien sabe renunciar se vacunó contra el sufrimiento. 
El primer paso: comprometerte con la vida, comprometerte con tu crecimiento, entonces tu día comenzará levantándote con entusiasmo, ¿y si pasa lo peor? 
No pasa nada, tu compromiso con la vida incluye un nivel vibratorio inmodificable. No busques la felicidad, con que te entregues a lo que haces y dejes de huir de ella, suficiente. 
La felicidad alcanza a quien deja de buscarla, ella te volverá bueno en lo que haces, porque quien ama lo que hace, inevitablemente se vuelve experto en ello. 
Sin embargo, antes de todo deberás buscar lo que te apasiona, preguntarte, visualizarte a ti, en uno o dos años, imaginarte cómo te sientes haciendo lo que estás haciendo, recuerda que el primer salario es el placer que te reporta hacer lo que haces. 
Apasiónate desapegadamente, esa es una clave fundamental. Entrégate a lo que haces, conviértete en ello pero cuando concluya, sal completamente como quien sale de la piscina donde se lanzó. Después de cruzar el río, deja la canoa, no la lleves por si acaso, entregarse y salir, darse y renunciar, es parte de una vida inteligentemente planteada, entonces, la felicidad volverá a ser natural, a ser síntoma de estar vivos. 
Reaprópiate de esa condición natural de vivir, llamada felicidad. ¿Ya descubriste lo que te apasiona? Ese es un descubrimiento fundamental y debe ser resuelto con urgencia; al descubrirlo, solo tendrás que organizar tu vida de tal manera que hagas lo que amas, que lo hagas con pasión y desapego, sin quedarte nunca más con las ganas. Tienes la responsabilidad de vivir bien, de dar el cien por ciento porque una vida vivida sin felicidad no es vida. No existe un secreto para ser feliz, pero sí los pasos. 
De eso me ocupé en estas cartas. También quiero decirte que ser feliz no tiene que ser una obsesión, con que sea una pasión es suficiente; ser feliz es vivir bien, lo otro es mera supervivencia intrascendente. Recuerda que la felicidad programada es falsa, porque está enganchada a placeres inducidos vía alcohol, drogas, sexo o consumo indiscriminado de elementos recreativos. 
La felicidad es consecuencia de una mezcla adecuada entre lo que somos, lo que pensamos, lo que sentimos, lo que hacemos y las relaciones interpersonales. 
La felicidad incluye como recompensa a ella misma. 
Se trata de lograr una simplicidad próspera, de cultivar la felicidad día a día con nuestra forma de vivir. 
Enfócate en avanzar en el camino más que en llegar a la meta, eso multiplicará tu felicidad, porque en definitiva la felicidad solo está constituida de una secuencia de experiencias relevantes. 
En cambio, el consumismo nos roba energía, el materialismo confunde los medios con los objetivos, la rutina mata el sentido de las cosas y apadrina el aburrimiento. 
En una vida pasiva, es difícil encontrar felicidad, por ello, te pido, involúcrate totalmente en lo que haces y tu felicidad se multiplicará. Entrégate a la vida, vive con pasión el presente, lucha por tus sueños y cuando toque partir o dejar ir, hazlo con agradecimiento y alegría, nunca podrá llegar quien no se atrevió un día a partir. Llegado al punto de pasión y desapego, sentirás cómo tu vida comienza a latir con más intensidad, mientras todo comienza a adquirir más sentido. Entonces la gota de agua será un compendio apretado del océano, los árboles te hablarán de la luna, los mejores recuerdos te saludarán desde tus otros cuerpos y el color de las flores será tu mejor medicina. 
El tiempo continuará escurriéndose, pero te dejará a cambio mayor crecimiento. Sentirás cómo tu evolución, sigilosamente, camina indetenible; te sentirás vivo, el aroma de tus instantes delatará tu vida plena. Las adversidades pasarán a ser amigables y la distancia entre lo interno y lo externo habrá sido abolida. «Apasionarte desapegadamente», más que una frase, es una referencia de avance, una señal que marca la ruta de la vida. 
De repente, tu vida serán muchas vidas y tus días, relucientes, mirarán más lejos, más alto. Hago una excepción, me encanta el sobrepeso de mi esperanza; la veo ágil, con la cara lavada y la disponibilidad a mano, me gusta su pelo de flores y su aliento de brisa. Robar el tiempo a alguien es fácil, pero no hay como guardarlo en nuestro propio espacio. Pasión y desapego y que el río de la vida te lleve hasta la desembocadura de la plenitud. ¿Vamos? La prosperidad integral tiene sus caminos secretos. Quiero hablarte de los míos en la próxima carta, en la cual serás mi invitado especial. Un abrazo.
http://elnuevodespertardelser.blogspot.com.es/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...