domingo, 2 de agosto de 2015

Un viaje sin retorno; CAPITULO 7.- EL RECHAZO


Pocos minutos faltaban  ya para mediodía cuando Jesús entraba por la puerta principal del campamento “Estrella de David”. Todo estaba en calma. La mayoría de los que allí habían estado instalados durante seis meses, después de la experiencia colectiva de Jerusalén, habían partido ya hacia sus países de origen. Jesús atravesó a paso ligero el callejón central, y se dirigió directamente hacia la tienda de Felipe. Allí no había nadie. Pasó luego a la de Patricio, y allí estaba el muchacho, sentado en el suelo leyendo una novela de Julio Verne.

-¿Qué hay, Patricio?
-Hola. ¿Dónde está Raquel… no viene contigo?
-Ella está bien. La encontré muy cerca de donde yo vivo, pero quiere estar unos días sola. Necesita pensar y reflexionar. ¡Le irá muy bien! ¿Dónde están los demás?
-En el dispensario. Yo, como no entiendo de medicina, estoy aquí… matando un poco el tiempo.
-Te veo triste, ¿te ocurre algo, Patricio?
-No, no me pasa nada… solo estoy aburrido.
-Bueno, pues te dejo que sigas leyendo. Voy a ver qué hacen los muchachos y a darles el parte. ¡Hasta pronto, Patricio!
-Adiós…

Jesús se dirigía hacia el dispensario un poco pensativo y triste a la vez. No conseguía encontrar la forma ni el momento de introducirse en el corazón del muchacho. Era un caso difícil, pero no perdía la esperanza. Cuando llegó, Felipe, Juancho y Marga se encontraban sentados tomando un café. Estaban bastante nerviosos, con el aspecto de no haber dormido en toda la noche, y cuando vieron aparecer a Jesús, se abalanzaron hacia él.

-¿Cómo está Raquel, la has encontrado…? ¿Dónde está?
-Calma, muchachos… calma… todo está bien. Encontré a Raquel tiritando de frío, pero en buen estado. La acerqué a un pequeño refugio de montaña y allí terminó de reaccionar. Le he dejado víveres para varios días y ropa suficiente para el frío de la noche.
-¿Pero es que no ha bajado contigo?
-No, Felipe, quiere estar unos días sola para pensar… lo necesita.
-¿Pero cómo has podido dejarla allí sola? ¿Estás loco? ¿Y si le pasa algo?

-Felipe, cálmate, no le va a pasar nada. Si necesita algo, mi casa está a diez minutos del refugio y el camino no es peligroso. ¿Crees acaso que si hubiese visto el más mínimo riesgo la habría dejado allí?
-Pero es que tu no tenías ningún derecho a decidir nada en este asunto… eres un perfecto desconocido. Nosotros somos sus amigos, no tú.
-¡Basta ya, Felipe! No olvides que fue él quien se arriesgó y subió a buscarla. ¡Tú eres quien no debería haberla dejado marchar!
-Yo también lo habría hecho, Marga, de saber dónde estaba.
-Y nosotros también, nadie lo pone en duda. Pero Jesús nos ayudó y es tan amigo de Raquel como lo somos nosotros, y no tenemos ningún derecho a decidir sobre ella. Si quiere quedarse allí… que lo haga, perfecto…
-Felipe… Marga… no os pongáis así. Ella me dio un recado para vosotros: que la perdonéis, y que os quiere mucho. Lo está pasando bastante mal y todos sabéis por qué. Hemos estado hablando sobre la experiencia y le ha relajado mucho. Se ha quedado más serena.
-¿Qué ha hablado contigo de este tema? ¿Y conmigo… por qué no lo ha hecho nunca…? ¿Qué le has prometido tu o qué le has dado para que lo hiciera…? Yo soy su mejor amigo y nunca se ha confiado a mí, y viene un desconocido, la encandila y consigue de ella lo que yo nunca he logrado. ¿Qué más has conseguido de Raquel… dime…? ¿Ha sabido ser contigo la mujer que nunca lo fue conmigo?
-Felipe… ¿qué quieres decir?
-¿Qué si se ha dejado seducir por ti, maldito judío…? ¡Eso es lo que quiero decir!

Marga, indignada por la reacción de su amigo, le propinó a éste una sonada bofetada.

-¡Eres injusto y ruin! ¿Por qué te comportas así?
-Marga, déjale… no tiene importancia.
-No, no podemos dejarle, se está comportando como un imbécil. ¡No puedo permitir que te ofenda de esta manera, y tampoco a Raquel!
-Marga, no me siento ofendido, pero lo que sí es triste, Felipe, es que descargues tu ira en los demás. Puedes pensar de mí las barbaridades que quieras… pero aceptar la idea de que Raquel se hubiese dejado seducir por mí… ¿en qué concepto la tienes? A Raquel y a mí nos une un amor y un cariño muy fuerte, aunque ahora no podáis entenderlo, pero es más sublime que el amor que tú sientes por ella. Es distinto. Pero tú te empeñas en ver algo sucio donde no lo hay. Y el sexo, Felipe, que es a lo que tu, claramente te referías, no es sucio si se hace con amor. Es lo más hermoso que Dios ha entregado al ser humano. ¡Pero tranquilo… en ese sentido puedes relajarte!
-¡Yo solo se que me ha traicionado!
-¿Por qué… porque se ha sincerado conmigo y no contigo? Estás celoso, Felipe, celoso por nada. Si Raquel no se ha apoyado en ti, es porque no le has ofrecido ningún apoyo, ni le has tendido una mano, no porque no hayas querido, sino porque no has podido, no has sabido hacerlo, porque estabas y estás con la misma dolencia que ella.
-¿Enfermo yo? ¿De qué?
-Ella con la suya… pero tu, Felipe, de intransigencia, de orgullo, de ignorancia consciente… pero sobre todo de desconfianza hacia ti mismo. ¡No te perdonas!
-¿Y tu… eres perfecto acaso? ¡Claro, se me olvidaba que a Raquel solo le gustan los hombres perfectos!
-Yo no soy perfecto, Felipe. La única ventaja que tengo sobre ti es que todo este tipo de problemas que os afligen ahora a vosotros, yo los pasé hace mucho tiempo, y se que duelen mucho… por eso te entiendo y se que si estás reaccionando así, es porque no eres tú mismo en estos momentos.
-Mira… lo que menos soporto de ti es tu aire paternal y comprensivo. ¡Tú ocultas algo… a mí no me engañas! Y desde que hemos llegado a este campamento, no nos has quitado el ojo de encima. No se el motivo, pero no voy a permitir que Raquel siga presa en tus redes.
-Si quieres, Felipe, te aclaro ahora mismo esta duda. Lo estoy deseando… aunque dudo mucho que me creyeras. Yo estuve con vosotros en la experiencia hace casi doce años… ¿no os acordáis de mí?
-¡Yo no me acuerdo de tu cara, tu no viniste con nosotros, de eso estoy seguro!
-Con vosotros no entré a la Montaña Sagrada, no era necesario… porque yo ya estaba allí.
-¿Qué tu estabas allí…? ¿Eras el portero…? ¿Qué me quieres decir? ¿Pero es que no veis que os está tomando el pelo? La verdad es que Raquel te ha contado todo lo que recuerda de la experiencia, y ahora tú la aprovechas en tu propio beneficio. ¡”Yo ya estaba allí…”! ¡Vete con ese cuento a otra parte! Y ahora mismo... ¡dime dónde está Raquel! ¡Quiero verla, no me fío de ti!
-Lo siento, Felipe, lo siento por vosotros, si no confiáis en mí, porque lo estáis pasando mal por Raquel, pero no puedo traicionar su confianza. ¡Ella quiere estar sola!
-¡O me lo dices… o te mato!
  
Felipe había cogido a Jesús por el cuello. Estaba como loco de furia. Comenzó a soltar puñetazos sobre la cabeza del infortunado. La fuerza bruta de Felipe dejó inmediatamente fuera de circulación a Jesús, quien quedó tumbado, sin sentido en el suelo del dispensario. Felipe abandonó el recinto y desapareció.
-Juancho… ayúdame, por favor… hay que reanimarle… ¡está sangrando por la boca! ¿Por qué has permitido que Felipe le golpeara de esta forma?
-Pero si no ha dado tiempo a reaccionar Marga, este hombre tampoco se ha defendido, y no es un peso pluma, como podrás ver…
-¡Dios mío, Juancho… nunca había visto a Felipe así…!
-A ver si le controlamos la hemorragia del labio, ¡Pero como le ha puesto!

Jesús, después de unos segundos, empezó a reaccionar…

-Jesús, ahora no te muevas… espera un poco… ¡ya está! Estaba terminando de ponerte unas grapas en el labio, ahora le pongo un apósito… y ya está… Mañana habrá que cambiar la cura, que no se te olvide, bueno…¡que tonta soy...! Como si no te doliera para que no te acordases… Es deformación personal, ya sabes…
-Gracias, Marga, de vez en cuando a uno le gusta que le cuiden y le mimen…
-¿Todavía te queda humor?
-¡Nunca hay que perderlo, Marga!
-¿Te duele?
-Dentro de una hora te lo diré. Ahora no me siento la cara
-Jesús, este incidente ha sido muy desagradable. Perdona a Felipe. El nunca se ha portado como lo ha hecho hoy. Es un buen hombre y un inmejorable amigo a pesar de su mal carácter. Daría su vida por cualquiera de nosotros, incluso por ti, pero desde que vinimos aquí… no se que ha pasado, pero desde luego, estamos todos histéricos y muy nerviosos. Y el incidente de ahora lo confirma. Pero es que tú eres tan cabezota como él. Si le hubieras dicho dónde estaba Raquel, no habría recelado de ti, y todo esto se habría evitado.
-Juancho… Felipe está celoso de mí, y deseaba desahogarse de esta manera. Espero que con esto se haya desfogado por un tiempo.
-¡Pero mira como te ha puesto… como un cristo… es un salvaje!
-No te preocupes, Marga. Tengo la cara muy dura. Además, si le hubiese dicho a Felipe dónde está Raquel, estoy seguro de que habría ido a verla, y lo que menos necesita ahora Raquel es a Felipe. Ninguno de los dos puede ayudarse mutuamente, porque primero necesitan ayudarse a sí mismos. De todas formas, si tú, Marga, te quedas más tranquila si ves a tu amiga, puedes venir conmigo esta tarde. Subiré un rato de paso que voy a casa.
-No, Jesús. Respeto el deseo de Raquel de estar sola. Yo confío plenamente en ti, y si tú nos dices que está bien, no lo pongo en duda. Me quedo tranquila.
-¿Y tu, Juancho, también confías en mí?
-Sería una cortesía para salir del paso si te dijera que sí… y a mí me gusta ser sincero: No, no confío todavía… pero no es por nada personal. Yo, apenas te conozco, y no es que desconfíe, tampoco es eso… sencillamente, necesito un poco más de tiempo, y no creo que tengamos mucho para profundizar en esta relación. En cuanto al tema de Raquel, creo que eres un hombre íntegro. Lo has demostrado hace un momento. Soy un experto en artes marciales y sé perfectamente que, si hubieses querido, podrías haber hecho papilla a Felipe. Y no lo has hecho…
-No se habría resuelto nada. Además… yo no practico la violencia… sí, soy experto como tu en artes marciales, pero solo lo hago como deporte. Me gusta.
-¿Es que de esta forma se ha resuelto algo? Porque ya no puede ir la cosa peor de lo que está.
-¿Cuanto tiempo pensáis quedaros en Jerusalén?
-Pues yo quisiera irme cuanto antes, porque ya no pintamos nada aquí, pero ahora a Marga se le ha antojado permanecer aquí hasta que se resuelvan las cosas… y no llevan camino de arreglarse. Además, la situación en esta zona no es muy buena, y los extranjeros no estamos seguros, pero sobre todo nosotros… que somos tan morenos…jajaja
-¿Qué tiene que ver el color de la piel para que os tengáis que marchar?
-Pues mucho, Jesús. Yo he salido un poco fuera del campamento y he pateado un poco la ciudad, y cuando no me confundían con un palestino, lo hacían con un judío, todo dependía de la zona donde estuviera. Llevamos las de perder por ambos frentes.
-¿Y tu Marga, por qué, realmente, no quieres irte?
-Porque no quiero seguir huyendo. Se que en Jerusalén está la respuesta, la solución  o el por qué de todo esto. Llevamos doce años acarreando este problema sin resolver y ya es hora de enfrentarnos a él. Yo, desde luego, no me muevo de aquí hasta que vea claro. Raquel tiene razón. La Montaña Sagrada es la clave de todo, pero tampoco me voy a aventurar como ella en busca del extraterrestre que me de la respuesta. Ya las hemos pasado muy crudas, como para tener que comenzar ahora otro camino de iniciación y de sacrificio. ¡Por ahí no paso!
-¿Te das cuenta Jesús, de que este ambiente nos subleva la sangre? Hasta yo me he cabreado, y es muy raro en mí.
-Todo esto tiene una explicación, Marga, el momento del encuentro se acerca y vuestro subconsciente lo sabe. Estáis nerviosos, eso es todo, y es normal.
-Pero si todo esto es cierto, Jesús… tendríamos que estar alegres, entusiasmados. Todos nosotros recordamos que la primera experiencia fue bonita, no recordamos más, pero lo fue. Pero es que ahora sentimos todo lo contrario. Es como si nos diera angustia, preocupación… ¡no lo entiendo!
-Marga… es que en esta ocasión vais a tener que tomar una decisión única, muy importante, y nada fácil.
-Sí… eso es lo que nos dijiste aquella vez… con esas mismas palabras…¡cielos! Sí… si, tu… si, tu eres… ¡eres Sananda! Ahora recuerdo.
-¿Pero también alucinas, tú, Marga? ¡Venga ya… lo que nos faltaba!
-Juancho… estoy segura… ¡segurísima!
-Marga… vamos a dar un paseo por favor, necesitas airearte un poco.
-¡Yo no necesito airearme! ¡Estoy segura de lo que digo!
-¡Pues si no quieres, no vengas…me voy yo solo! ¡Adiós!
-Y encima… se cabrea…
-Marga, hermana… escucha, ¿tú quieres a Juancho?
-Si, pero… ¿Qué tiene que ver eso ahora? Eres Sananda, lo se. Nos hemos encontrado otra vez contigo, y eso quiere decir que estamos aquí por algo…¡¡Tienen que saberlo todos!!
-Marga, si… soy Sananda, y me encontrarás aquí mañana, pasado mañana y al otro, y al otro, si tú lo deseas, pero es Juancho el que te necesita ahora. Ve a acompañarle en el paseo y no le intentes convencer. Déjale tranquilo… El que me reconozca es un trabajo personal que tiene que hacer él solo. Simplemente… dale tu amor y tu cariño… es lo que más necesita ahora.
-Pero…
-¡Todo se arreglará, Marga, no te preocupes!
-¿Puedo darte un abrazo, Jesús?
-Un momento ¿Juancho es celoso?
-¡Que más quisiera yo…!
-Entonces, ¡dame ese abrazo, hermana… bienvenida seas!

Un viaje sin retorno; CAPITULO 6.- EL REFUGIO


Habían pasado ya cuatro horas desde que Raquel y Felipe discutieran por última vez. Ahora, una muchacha de aspecto cansado y con el paso tambaleante, hacía lo imposible por llegar a un refugio que había divisado a pocos metros de ella. Habían sido cuatro horas de subida en círculo por una pendiente pedregosa y muy accidentada, y la noche era ya muy cerrada. La fuerza no le asistía, y en el último intento por llegar, se deshizo de la mochila. Pero fue en vano. Raquel cayó desvanecida al suelo. Hacía mucho frío y la humedad del ambiente muy intensa.
Cuando Raquel volvió a abrir sus ojos, la luz del día entraba con fuerza a través de la pequeña ventana de aquel refugio. Una pieza rectangular, sólida, con paredes de piedra y suelo de madera. Una litera oxidada y desencajada y una mesa redonda de madera de grandes dimensiones en el centro de aquel habitáculo, que estaba muy castigada por la carcoma. Asustada, se levantó bruscamente de la litera.

-Pero… ¿qué hago aquí? Aseguraría que no pude llegar por mí misma. No me acuerdo de nada. ¿Y esta manta… quien me habrá cubierto con ella…? ¡Dios mío!
-¿Otra vez temerosa?


Raquel vio aparecer en ese mismo instante por la puerta a un hombre. La luz de la mañana le reflejaba en el rostro y no podía ver claramente a su visitante.

-Soy yo, Jesús. ¿Es que no te acuerdas de mí?
-Ah… eres tú. Es que no podía verte bien. ¡Que susto me has dado! ¿Has sido tú, verdad, el que me ha traído hasta aquí? ¿Pero por qué me has seguido? ¿Por qué has venido a buscarme si yo no quiero ser encontrada?
-Me parece muy bien… pero supongo que si has venido hasta aquí será porque, al menos, si quieres encontrarte a ti misma. Anda… toma esto, porque además de tener muy mal genio, tendrás también hambre.
-¿Y eso qué es? Tiene un aspecto nauseabundo.
-Es una mezcla de leche, arroz y miel. Es muy energético y te dará mucha fuerza.
-No creo que me guste…
-¡Pues te guste o no… cómetelo!  ¡Es una orden!
-¿Es que los hombres vais a estar siempre dándonos órdenes…?
-Raquel, por favor, abandona ya esta forma de ser que tienes tan desagradable y negativa. Tú no eres así… ¿por qué lo haces? ¿Te has preocupado de coger alimentos y ropa adecuada y suficiente para estar aquí?
-No, no pensé en ello.
-¿Qué esperabas encontrar en esta montaña?
-¡A mí misma… eso si encuentro el punto de partida!
-¿Y a parte de eso… qué más esperas encontrar?
-A unos fantasmas que me acompañan desde hace doce años…
-¿Y crees que huyendo de tus amigos y de ti misma vas a conseguirlo?
-Yo solo se que allá abajo me estaba volviendo loca.
-Tienes a todos muy preocupados. Vinieron a pedirme ayuda, y me ha costado mucho dar contigo. Has estado a punto de matarte por una rabieta absurda.
-¿A punto de matarme? Pero si la subida fue fácil… un poco cuesta arriba, si, pero sólo eso.
-Subir por una montaña que no conoces, cuando estaba ya oscureciendo, sin luna… sólo a ti se te podría ocurrir semejante locura. Has estado muy protegida… solo así se entiende el que te encontrase con vida. Estabas desvanecida en el mismo borde de un precipicio. Esta vez el agotamiento te ha salvado de una muerte segura. Cuando bajes lo que subiste… y de día… te convencerás de que no exagero.
-Entonces… si tan seguro estabas de que estaba protegida… ¿por qué ese miedo por mí? La noche estaba igual de negra para los dos. También tú hiciste el loco subiendo detrás de mí.
-Tus amigos me pidieron que viniera a buscarte, estaban preocupados por lo que te pudiera ocurrir, pero yo lo estaba más por lo que pudieras hacer… por tu estado de ánimo. ¡Por eso subí!
-¿Tan importante soy para ti?
-¿Somos amigos, no? ¿No habrías hecho tú lo mismo por mí?
-Perdona, Jesús, mi actitud, he sido una arrogante antipática.
-Entre amigos de verdad, la palabra “perdón” no debe existir. Una sonrisa, una mirada, es suficiente… Aquí te dejo comida y ropa de abrigo. Puedes estar los días que quieras si ello te hace bien. Ahora tengo que irme.
-Jesús, por favor… ¡no te vayas! Tu presencia me hace mucho bien, y en estos momentos necesito tener un buen amigo a mi lado.

Jesús cogiéndola por los hombros, la ayudó a acomodarse en un banco de piedra que había fuera, en la puerta del refugio. Raquel no dejó ni un solo instante de mirarle… ese rostro le era familiar. Lo había visto antes, había algo en ese hombre que la estremecía, pero que a la vez, la invadía de paz, alegría… Jesús, percatándose de que era observado por ella, la traspasó con su mirada queriendo llegar hasta lo más profundo de su pensamiento, de su corazón… y una amplia sonrisa iluminó su rostro.
-¿Jesús… quien eres de verdad?
-¿Raquel… por qué has venido a Jerusalén?

Las miradas de ambos se cruzaron y reinó el silencio durante unos segundos.

-¿Tan importante es para ti mi respuesta, Jesús?
-Sí, mucho.
-¿Dónde te he visto antes? Apenas nos conocemos y te aprecio y te siento como si hubiésemos sido amigos toda la vida. Quiero recordar… pero cuando lo intento, la cabeza quiere estallarme y el dolor es insoportable.
-Raquel… ¿quien es para ti Sananda? Es un nombre que tienes muy grabado en tu cabeza.
-¿No te das por vencido, verdad…?
-Yo nunca me doy por vencido. Créeme, Raquel, necesito saber todo lo que recuerdas de aquella experiencia. Confía en mí…Yo no voy a escucharte con el interés de un psiquiatra. Lo haré con el corazón, y lo que no haría nunca es reírme por muy absurdo que parezca el relato. Deja ya de tener miedo… ¿de qué te avergüenzas? ¿Temes que no te crea? ¿Qué te considere una lunática?
-¡Si!
-Pues entonces es que ni tu misma te crees la veracidad de aquella experiencia. Para ti no fue más que una pesadilla a juzgar por lo mal que lo has pasado. Si estuvieras segura, ni tendrías miedo a enfrentarte a ti misma ni a defender tu sueño ante los demás.
-¡Pues claro que fue real! Si no fuera así, yo no habría hipotecado toda mi vida por un simple sueño o fantasía, ni estaría aquí dispuesta a jugármela si es necesario por hacerla realidad. Lo que pasa es que me siento abandonada.  No me atrevo a decir que engañada… porque es muy fuerte, pero algo parecido. Sananda fue el guía espiritual que nos recibió a mis amigos y a mí hace ya más de 12 años, y el que nos habló… Confié en él, y le cogí mucho cariño, aunque era muy reservado. Le pregunté en un momento determinado sobre Jesús de Nazaret, si le conocía… si podría tener la posibilidad de verle y hablar con él. El y los demás guías sonrieron, pero no respondieron. Y en realidad era, habría sido la única respuesta que me interesaba. Y de nuevo el silencio fue la respuesta… ¡Cuantas veces le he pedido que me ayudara en momentos amargos… que me diera alguna respuesta, un indicio, una esperanza…! Pero nada, nada de nada. Esta experiencia solo me ha hecho sufrir y sentir la soledad que produce la incomprensión de los amigos, de las personas que más amas. Y a pesar de todo… aquí estoy como una boba intentando encontrar otra vez esa puerta dimensional que nos llevó entonces hacia ellos… y esta es la montaña… de eso estoy segura. ¿Entiendes por qué estoy así, Jesús? En mi corazón se mezcla la rabia y el amor, la ilusión y la apatía, la esperanza y el desasosiego. Siento unas ganas enormes de amar… necesito amar, sin medida… pero en mi corazón todavía hay rebeldía y resentimiento.
-Piensa, Raquel, que toda esta espera silenciosa y solitaria para ti… y que crees tan injusta, ha sido necesaria. Cuando tuvisteis la experiencia, erais unos críos que asomaban a la pubertad. Os habéis tenido que forjar, fortalecer como seres humanos, equilibrar de mente y espíritu, pero sobre todo se os ha tenido que sopesar la capacidad de entrega, de voluntad, de constancia… pero sobre todo de amar. Los cinco habéis llegado hasta aquí. Cada uno con el peso de sus propias experiencias y trabajos personales, pero estáis aquí. Estamos todos… menos uno, que no tardará en llegar.
-Oye… ¿por qué sabes tu todo esto? ¿En este rompecabezas… qué pieza eres tú?
-Soy una más, como vosotros. ¡Yo también estuve allí!
-Entonces… si eres uno como nosotros, te acordarás seguramente de lo que aquí nos dijeron. Era Sananda el que dirigía todo aquello, ¿no…?
-Si, me acuerdo perfectamente de lo que se habló aquí, y de cual fue vuestra respuesta y reacción: fue maravillosa. Erais unos chavales llenos de ideales, de optimismo, de alegría… pero la respuesta más importante es la que podáis dar ahora, después de los años, cuando ya sois personas adultas y es más difícil mantener intactos los ideales y todo lo demás…
-¿Por qué no te incluyes tú en todo esto… hablas de nosotros, pero no de ti?
-Te voy a dar una pista. Sananda es un hombre cósmico que significa “médico de almas”. Bien… el nombre de Jesús en hebreo significa “El que viene a sanar al Espíritu”¿me sigues?
-Si, claro, ¿pero a dónde quieres ir a parar?
-Pues que Sananda, del que estás muy dolida, y Jesús de Nazaret, a quien tanto amas… ¡son la misma persona, el mismo ser!
-¿Y tu por qué lo sabes?
-Pues porque lo se… yo estuve allí, Raquel.
-Pues te pasarían a otra sala distinta… porque ni me acuerdo de ti, ni de que estuvieras con nosotros, y encima… por lo que oigo, a ti te dijeron cosas que a mí me suenan a chino.
-¡Dejémoslo por hoy, Raquel!
-¿Pero por qué te ríes ahora, Jesús?
-Que se me hace tarde… Quiero bajar al campamento y tranquilizar a tus amigos. Les diré que estarás aquí unos días. Mañana seguiremos hablando. Estarás más descansada y tranquila… y por favor… no andes por aquí si no es de día.
-¿Y si necesito algo… que hago?
-Mira, ¿ves ese sendero que empieza entre esas dos rocas?
-Sí, lo veo.
-Es un camino que utilizan los pastores muy a menudo. Es seguro. No tienes más que andar unos diez minutos hacia abajo, y encontrarás una pequeña aldea. En él hay cinco casas, pues la segunda, la de color blanco y verde es la mía. Vivo allí con algunos de mis hermanos. En la casa siempre hay alguien. Pero aunque no necesites nada… si quieres ir a hacernos una visita, serás muy bien recibida.  Si ocurre algo por la noche, y tienes que bajar, lo haces tranquila, pero con esta linterna que te dejo aquí con estas pilas de recambio. ¿De acuerdo?
-Muy bien… perfecto. Y me alegro mucho de que tú también estés en el mismo barco que nosotros.
-Y yo también de que estemos todos juntos. ¡Hasta mañana, Raquel!

Un viaje sin retorno: CAPITULO 5.- EL CONTACTO Y LA HUÍDA


Raquel se encerró en su tienda. Se sentía mal. Cuando se despidió de Jesús, algo muy dentro de ella se derrumbó. Una encrucijada de emociones y sentimientos la ahogaban, hasta que rompió a llorar.
“¡Dios mío…! ¿Qué me está sucediendo? Me siento terriblemente cansada y ya no puedo más. Mi cuerpo es joven, pero me siento tan vieja… Ya no me quedan fuerzas para seguir buscándote, Señor… o Sananda… o como te llames ahora. Ayúdame a encontrarte, por favor… estoy perdida y desorientada, y sola… terriblemente sola. Son muchos años de búsqueda y esta aventura parece no tener fin. ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Una pesadilla? ¿Un sueño? ¿Fue real… y si así fue… por qué no te encuentro, mi Amor… me oyes… me oyes…?
                              
Raquel se encontraba con el rostro hundido entres sus manos. La soledad y el dolor eran sus únicos compañeros. Solo la presencia de su amiga Marga le sacó de aquel estado.

-Eh… ¿qué te ocurre, Raquel? ¿Te encuentras mal?
-¿Qué hay, Marga, cómo os ha ido? ¿Habéis vuelto todos?
-¿Pero qué te pasa… estás llorando?
-No, no pasa nada…Ya sabes que cuando me entra la depre me pongo un poco tonta.
-Ya, la depre… En esto no puedo ayudarte, Raquel. Te quiero mucho y eres mi mejor amiga, pero no te comprendo. A veces te siento como una extraña para mí. Tanto tú como Felipe escapáis a mi entendimiento, y aquí no sirve de nada la buena voluntad que pone una.
-Vamos… vamos, Marga, no dramatices ahora, y cuéntame qué es lo que ha pasado.
-Tú y tu dichosa manía de desaparecer sin avisar. Hemos estado buscándote por todo el campamento. Felipe se ha enfadado contigo.
-Pues peor para él, dos trabajos tiene… además, yo no imaginaba que iba a haber este despliegue nocturno.
-Ha sido alucinante. Nos disponíamos todos a dormir, cuando de pronto oímos unos gritos. Salió Felipe en calzoncillos de la tienda y pudo verlo con sus propios ojos. Es la primera vez que vemos un avistamiento tan descarado.

-¿Pero qué es lo que visteis?
-Dos naves gigantescas que se dirigían a unas velocidades increíbles hacia la ciudad. Felipe calculó que venían del norte.
-¡La Montaña Sagrada…! Jesús comentó que estaba al norte.
-Bueno, sigo… cogimos todos los utensilios y las cámaras, y como no te encontrábamos, nos fuimos. Cuando llegamos a la ciudad todo el mundo estaba en la calle mirando hacia el cielo. Las dos naves ya habían aterrizado, muy cerca del Huerto de los Olivos, pero en el cielo todavía se veían luces de un lado para otro.
-Bien, ¿y qué paso?
-Fue maravilloso, Raquel, y pensar que yo era reacia a todas estas cosas…
-Vamos… vamos, Marga, que no es para tanto. Te deslumbras enseguida.
-¿Me dejas seguir o me callo?
-Bueno, perdona, sigue contando.
-Estuvimos unas dos horas aproximadamente esperando ver salir a alguien de esas dos naves, hasta que por fin, dos seres, que por su físico parecían humanos pero mucho más altos y llevando un casco en la cabeza, aparecieron flotando en el aire. Sus ojos eran azules y muy rubios sus cabellos.
-Pero bueno, Marga… ¿no dices que llevaban cascos?
-Sí, claro, ya te lo he dicho.
-Entonces, ¿me quieres decir cómo pudiste verles los ojos y el pelo?
-Es fácil imaginárselo… eran tan altos… y todos los altos son guapísimos.
-¿Ah si… pues has ido a enamorarte de un canijo?
-¡Que mala leche tienes a veces, Raquelita!
-¡Y tu no tienes remedio, hija!

En aquel momento Felipe hizo su aparición junto con Juancho y Patricio en la tienda de Raquel.

-¡Alabado sea el Cielo! Por fin apareció la oveja perdida…
-Felipe, por favor, ahora no. Si quieres discutir, lo dejamos para mañana. Ahora no lo soportaría.
-Está bien, aunque aquí, la que más has perdido has sido tú.
-Felipe… ¿qué ha pasado en realidad?
-¿No te lo ha contado ya Marga?
-Si… pero la versión romántica. Yo quiero la real. Solo quiero que me cuentes desde que esos seres salieron de las naves flotando…
-Pues una vez que hicieron acto de presencia, hubo unos instantes de silencio, y ellos empezaron a saludar con un acento metalizado en varios idiomas. Fue muy curioso, pues ellos hablaban en una lengua extraña, pero cada uno de los que estábamos allí, les oíamos en nuestro propio idioma.
-¿Pero que dijeron?
Mira… conforme íbamos oyendo el mensaje, Patricio y yo, cada uno con su grabadora, intentamos grabarlo conforme lo escuchábamos. Creo que lo hemos conseguido. Vamos a oírles.
-Algo que me llamó mucho la atención fue en su saludo, cuando dijeron que no habían podido hacer acto de presencia hasta que no hubieran llegado los que faltaban, porque no todos los que había allí, habían sido citados, y los que sí habían sido llamados, se habían retrasado.
-Pues me temo que los últimos en llegar hemos sido nosotros… ¿no…?
-Pues parece que sí, Patricio.
-¡Mira por donde… a nosotros precisamente nos estaban esperando… que casualidad…!
-Raquel tiene razón, si todos hemos venido aquí de chiripa. Nadie nos había citado.

En aquel momento un cómplice silencio reinó en la tienda. Todos se miraban. Todos recordaban lo sucedido hace doce años… todos sospechaban algo, pero quizás por miedo a lo que hubiera detrás de todo ello, nadie se atrevió a dar su versión. Felipe fue el que salió con un arranque típico de él.

-¿Y quien no nos dice que han sido ellos los que han programado nuestro viaje?
-Y lo dices tan convencido… Hablas de programaciones con una facilidad espantosa. Yo no se que pensaréis los demás, pero yo no me siento una computadora.
-Ni tú, Marga, ni ninguno de nosotros. Bueno… dejémonos de conjeturas y oigamos la cinta.

Felipe conectó el aparato. Al principio se oían ruidos raros y la cinta se paró algunas veces, pero al final se consiguió escuchar lo más importante del mensaje:

“Bienvenidos seáis todos vosotros a esta tierra sagrada del Padre. Somos vuestros hermanos de universos paralelos. Venimos de muy lejos según la medida de vuestra tiempo, pero estamos muy cerca en la Luz.  Hemos venido por el amor que tenemos hacia vosotros, que es un fiel reflejo del de nuestro Padre, del de todos. Venimos para avisaros del grave peligro al que estáis expuestos. Ha llegado el momento del cambio, del juicio y balance de esta generación, y el señor de las tinieblas habita entre vosotros con el propósito de hundir al ser humano para siempre en la miseria espiritual y de la ignorancia. Pero nuestro amado hermano Sananda, que os ama profundamente, ha querido combatirle a vuestro lado. Ahora os corresponde a vosotros identificarlo. Si el corazón del hombre todavía puede reconocerle, es que el Amor sigue todavía latente en vuestro planeta y en vuestra humanidad, y la recuperación sería posible en la Tierra”.

-Felipe… para… para y retrocede la cinta.
-¿Qué es lo que te ha llamado la atención?
-Quiero volver a oír el nombre del hermano de ellos que está aquí.
-No hace falta. Su nombre es Sananda.
-Sananda… Sananda…
-Ahora que me acuerdo, Raquel, cuando te diste el golpe y recuperabas el conocimiento, decías una y otra vez ese nombre… hablabas de una puerta y algo relacionado con el tiempo.
-Dime, Felipe, ¿te has parado a pensar por un instante en el contenido y en el alcance del mensaje de los comunicantes…? Vamos, me dirijo a ti, pero la pregunta va por todos.
-Bueno, Raquel, tampoco hay que tomarse las cosas tan a pecho. No hay que pasarse. Mensajes como éste han pasado por nuestras manos a cientos y nunca ha pasado nada. Ha sido una bonita experiencia, y solo por lo que hemos visto, ha merecido la pena venir a Jerusalén. Ya nos podríamos ir tan contentos. Contactos como éste seguirán invadiendo la asociación.
-¡Que bien, Felipe… ya me está gustando el tema… Me apasiona el misterio!
-Pues mira a ver si le contagias algo a tu querida amiga, Marga, que ya le llega la cara a los pies.
-No te preocupes, Felipe, ya me encargo yo de ella. Lo que pasa es que está con depre.
-¡Basta ya, Marga, te lo ruego! Salid todos de aquí, por favor, quiero hablar a solas con Felipe.
-Chicos… va a haber bronca. Es mejor que nos vayamos.

Cuando Juancho, Marga y Patricio salieron de la tienda, el rostro de Felipe cambió radicalmente de expresión. Sus ojos miraban fijamente a los de Raquel. Era una mirada dura y expectante.

-¿Pero qué es lo que quieres, que te pasa… maldita sea?
-No quiero nada extraordinario, solo hablar contigo.
-¡Hablar contigo es discutir!
-Eso no es ninguna novedad, somos expertos. Que yo recuerde lo llevamos haciendo desde que nos conocemos.
-¡Deja en paz a nuestro pasado! Si tu vives todavía estancada en el pasado, yo no. Soy un hombre lo suficientemente maduro y responsable para tomar mis propias decisiones y forma de hablar sin que tú tengas que estar incordiándome y amonestándome siempre.
-¿Qué tu eres responsable y maduro? ¿Y tú quieres arreglar las mentes de los demás…? ¡Empieza por ti mismo!
-Estás histérica, Raquel, completamente perdida y sin rumbo…
-Sí, lo reconozco, pero tú en cambio juegas a ser un hombre cuando en realidad te comportas como un niño.
-En vez de criticarme, podrías tomar lecciones de cómo comportarte como una verdadera mujer. En ese aspecto dejas mucho que desear.
-Si según tú no soy una mujer… ¿Qué soy entonces… una mona?
-Mucho peor… eres una niña mimada, caprichosa, que no permite que nadie la contraríe.
-Sí, soy una miserable, una histérica y no tengo ni puñetera idea ni ganas de portarme como una mujer, pero no me lo reproches tanto… porque cuando acudí a ti buscando ayuda, comprensión, atención y sobre todo consideración, ni te encontré a ti, ni a los demás. Nunca me habéis tomado en serio. Para ti he sido una lunática que no superó aquella experiencia y que vive traumatizada por ello, pero tú no te libras de culpa. Tú eres el peor. Eras el más indicado para ayudarme, me querías, al menos eso me decías, pero me ridiculizabas. Se que estás detrás de mí intentando averiguar algo. Sabes que te oculto algo que quieres saber, pero no eres capaz de quitarte esa máscara de sabelotodo y autosuficiente, y de hablar conmigo de lo que nos preocupa a los dos. Eres orgulloso, Felipe, y muy superficial con los sentimientos. Tú también tienes una tormenta en tu cabeza. Te sientes perdido, tú como yo, sabes o intuyes cosas, hechos, pero tienes miedo, porque tendrías que enfrentarte primero contigo mismo, y no eres capaz, porque eres cobarde… como yo. A veces, Felipe, pienso que me odias, porque me ves como a la viva imagen de tu fracaso.
-Si de verdad piensas eso Raquel… es que estás ciega. ¡Yo te quiero!
-Y yo también Felipe, yo también… pero llevamos siempre un diálogo de sordos y de mudos. Nunca nos escuchamos ni intentamos comprendernos. Lo único que hacemos es descargarnos mutuamente la rabia y decepción que llevamos dentro, y nos hacemos mucho daño.
-Y pensar que todo esto ha sido por el maldito mensaje…
-No ha sido el mensaje solamente, Felipe, y lo sabes. Todos pasamos por aquella experiencia, y no fue gratuita. Que cada cual escoja su propio camino y busque su propia respuesta. Desconozco hasta que punto estás implicado conscientemente en este asunto. Eres muy libre de hacer lo que quieras. Yo también, y voy a ponerme en marcha. Ya no quiero depender de vuestra comprensión ni de vuestro apoyo, ni os haré culpables de mi problema. He decidido enfrentarme a él yo sola. Desde este momento considérame fuera de esta expedición que no lleva a ninguna parte.
-Y ahora… ¿a dónde vas? ¿Qué haces con esa mochila? ¿Dónde vas maldita sea?
-Si, Felipe… sigue maldiciendo… es lo único que sabes hacer muy bien. Puede que nunca llegue a ser una mujer como a las que a ti te gustan, pero lo que no seré nunca, seguro, es la marioneta de nadie, sea de abajo o de arriba… ¿me entiendes? Y ahora… ¡déjame pasar!
-Al menos dime donde piensas ir
-¡¡AL INFIERNO!!

Y ante la mirada atónita del joven, Raquel, cogiendo bruscamente la mochila y echándosela al hombro, salió precipitadamente de la tienda.
Felipe no comprendía nada. Quiso marchar tras ella, pero algo le detuvo. La quería más que a nadie en el mundo, pero nunca supo demostrárselo. Eran dos almas gemelas que no habían tenido la oportunidad de encontrarse. Los dos necesitaban aislarse del mundo para encontrarse a sí mismos. No la seguía porque confiaba que en la huída de Raquel, encontraría aquello que él no supo darle. Felipe quedó inmóvil, en la puerta, pero su corazón marchó con ella.

-¿Pero qué pasa aquí? ¿Hay heridos?
-Dos heridos muy graves, Marga, que necesitan de cuidados intensivos.
-Pues este tipo de cuidados, hermano, no puedo dártelos.
-Esta clase de heridas no las puede curar un médico de este maldito mundo.
-¡Huy… huy…! ¿Pero qué ha pasado aquí… dónde está Raquel?
-Se ha marchado.
-¿Pero a dónde?
-¡Al infierno!
-Vamos, déjate de tonterías y dime dónde ha ido.
-¿Tontería… no es acaso este puñetero mundo un infierno? ¡Dime…!
-¡Ay, Felipe, que mi brazo no tiene la culpa!
-¡Perdóname, Marga, perdóname… no he querido hacerte daño, perdona…!
-Esta vez la discusión, ha sido dura, ¿verdad?

En aquel momento Juancho entró jadeante. Había salido corriendo del campamento con la esperanza de localizar y alcanzar a Raquel, pero no lo había conseguido.

-Chicos, no ha habido manera. No hay ni rastro de ella, y por la puerta del campamento no ha pasado.
-Y aunque lo haya hecho… con el alboroto que hay en estos momentos, es imposible dar con ella.

-Pero algo hay que hacer, aquí estamos relativamente seguros, pero fuera la cosa está muy chunga… y ahora que caigo… se ha ido sin el pasaporte y sin el visado… ¡Madre mía… pero Felipe, como has podido dejarla marchar!
-No he sabido reaccionar, pero no tengo miedo por su integridad física, sino por lo que pueda estar tramando en estos momentos.
-Juancho, ¡acompáñame un momento!
-¿A dónde quieres ir, Marga?
-Ven conmigo… mientras vamos te lo digo.

Juancho y Marga salieron de la tienda con dirección al dispensario sanitario.

-¿Pero dónde vamos?
-Vamos a decirle lo que pasa a Jesús.
-¿Y quien es ese Jesús?
-Tu no le conoces, pero nosotras sí, y le hemos hablado de vosotros. Es el compañero que está a cargo del dispensario del campamento, el que ha atendido a Raquel esta mañana cuando el accidente. Es un colega muy majo y él es de esta zona. Podrá ayudarnos.

Cuando llegaron ante la puerta de la tienda roja, quedaron asombrados. Una veintena de personas aguardaban fuera, bien sentadas en sillas, o echadas sobre el césped. Cuando entraron en el interior, vieron a Jesús intentando reanimar a una muchacha que tenía dificultades para recuperar su respiración. Cuando éste les vio aparecer, la desesperación desapareció de su rostro.

-En buena hora habéis llegado, colegas. Echarme una mano porque esta muchacha se nos va.

Después de unos minutos de intensos ejercicios de respiración y de masajes en el pecho de la joven, ésta comenzó a respirar y la tensión muscular fue desapareciendo. El pulso se iba normalizando.

-Lo hemos conseguido… en buen momento habéis venido, hermanos.
-¿Pero qué ha pasado… ha habido alguna epidemia de algo?
-Sí, la epidemia de la locura colectiva. La causa ha sido lo que habéis visto en Jerusalén: histerias, neurosis, infartos, e incluso ataques epilépticos en algunos casos. Pero os veo preocupados… ¿a qué veníais?
-Jesús, Raquel se ha marchado, mejor dicho, ha huido de nosotros.
-¿Qué ha huido o, sencillamente, se ha ido a dar una vuelta?
-No, Jesús, es en serio. Tuvo una discusión muy fuerte con Felipe a causa del mensaje de los del ovni, y cogió su mochila y se largó. Lo peor de todo es que he comprobado que en su mochila no llevaba nada. Todo su equipaje estaba en la tienda, pero lo más preocupante es que se ha ido sin el pasaporte y sin el visado.
-¿Y no tenéis idea de a dónde ha podido ir?
-No. Yo me he acordado de ti, eres el único que conocemos aquí y sabes de esta zona. Si te sirve de algo… cuando oíamos el mensaje en la grabadora, volvió a oír el nombre de Sananda, y recordó de nuevo lo de la Montaña Sagrada. Comentó que tú le habías dicho que estaba al norte…
-Sí… creo que se hacia dónde se dirige. Y esa zona es muy peligrosa.
-¡Jesús, hay que hacer algo!
-Está bien… ¿vosotros tenéis experiencia en puestos de urgencia?
-Como no… estuvimos casi dos años cubriendo urgencias en un hospital de Madrid.
-Entonces, vosotros quedaros aquí. Encontraréis batas blancas en ese armario, y llamar sin falta a una ambulancia para que trasladen sin demora a esta muchacha al hospital. Aquí tenéis el teléfono. Pero usad el inglés.
-Jesús… si es peligroso… ¿quieres que te acompañe yo?
-No, Juancho. Tú haces más falta aquí. Si vinieras conmigo tendría que estar también pendiente de ti. Además, esto no puede ser abandonado. Llamar a vuestros compañeros para que os echen una mano. ¿Entre vosotros hay alguno especializado en pediatría? Hay un matrimonio ahí fuera con su bebé que tiene problemas en su alimentación.
-Si, claro… pero es Raquel.
-Bueno, en ese caso, cuando venga la ambulancia, que se lleven también al niño. Si veis que tardo, nos os preocupéis. Hay muchos caminos para llegar allí, pero ignoro cual ha podido coger. Puedo tardar incluso días.
-Seguro que Raquel ha cogido el más difícil y tortuoso… ella es así…
-Muy bien, Marga, me has dado una pista muy buena. La seguiré.
-¡Por favor… ten cuidado… y tráela pronto!
-No os preocupéis. Todos vosotros estáis protegidos. Lo que más me preocupa es cómo estará ella psíquicamente y emocionalmente. Y si no se ha llevado ropa de abrigo… lo va a pasar mal. ¡Hasta pronto, chicos!
-Pide ayuda a los de arriba… a ver si te echan una mano… para variar….
-Pero Marga, ¿también tú alucinas?
-¡Cállate, Juancho, Raquel tiene razón sobre vosotros… sois unos orgullosos sabeloto!

Un viaje sin retorno: CAPÍTULO 4.- UNA SILUETA EN LA NOCHE



Pasado el susto del accidente, hechas las pruebas hospitalarias oportunas y después de despedirse del compañero sanitario, hicieron una buena cena. Los muchachos se dispusieron a retirarse en sus respectivas tiendas. Raquel dio un pequeño paseo. La noche era muy cerrada, pero agradable de temperatura. El campamento estaba en silencio. No se veían luces. Todo el mundo estaba dormido.
Al dirigirse hacia su tienda, vio cerca de ella la silueta de un hombre. Se estremeció. Sintió miedo. Apresuró el paso y se metió corriendo en la tienda. No había sucedido nada. Encendió la luz de su linterna y se sentó sobre su cama. Cogió un libro entre sus manos intentando concentrarse un poco, pero su pensamiento estaba en aquella silueta, que todavía seguía reflejándose en la lona de su tienda.

-¿Pero por qué tengo que tener miedo? Soy una estúpida.

Raquel se levantó cautelosamente, corrió la cortina y se dirigió hacia el lugar donde aquella silueta permanecía inmóvil. Había andado escasamente cinco metros, cuando distinguió a un hombre sentado sobre unas cajas viejas que, pensativo, daba vueltas entre sus manos a una pequeña linterna que a penas daba luz.


-Buenas noches… ¿entiendes mi idioma?

El hombre levantó su rostro y la muchacha pudo ver que se trataba del médico compañero que le había atendido horas antes. Es un hombre joven, de unos 35 años, moreno y pelo un poco moldeado. Su rostro es limpio y transparente, y su aspecto inspiraba ternura y confianza.

-Buenas noches colega… ¿qué tal estás? ¿Se te ha pasado el susto?
-La del susto es Marga. La del dolor de trasero, soy yo, pero no de la caída, sino de montar al animalito. Y… gracias de nuevo por lo que has hecho, te lo agradezco.
-No me tienes que agradecer nada, es nuestro deber como médicos, y tú lo sabes de sobra.
-Si… pero a lo que no estamos obligados como médicos es a parar las caídas de los demás. Pude hacerte daño… lo siento mucho.
-Como médicos, ninguna ley nos obliga a arriesgar nuestra vida por la de los demás… pero el Amor… como tal… siempre nos invita a ello, a cada instante, aunque en tu caso, tampoco tuvo mucho que ver… jajaja, pues me caíste encima en un abrir y cerrar de ojos.
-¿Seguro que no te he hecho daño?
-Tranquila… solo un pequeño rasguño en la mano, ¿lo ves…? y ya está curado.
-¿Qué haces aquí tan solo?
-Estaba disfrutando del encanto de esta noche tan maravillosa.
-Pero si es una noche muy cerrada… y no hay estrellas…
-¡Es igual… me las imagino!
-¡Huy, otro romántico!
-¿No te gustan los románticos?
-No, no es eso… es que yo los gano a todos. Oye… es la segunda vez que nos encontramos y no nos hemos presentado… bueno, tu a nosotras ya nos conoces, supongo que Marga te habrá puesto al corriente, pero ¿y tu, a parte de ser el médico del campamento, cómo te llamas?
-Mi nombre en hebreo, traducido al castellano es Jesús.
-Es un nombre precioso.
-Es popular, muy normal, aquí este nombre es como Pepe o Maruja en tu país.
-También el nombre de Jesús es muy corriente en España, pero no por eso deja de ser precioso para mí. Tiene muy buenas vibraciones… Y dime, a parte de ser médico, ¿qué haces?
-Trabajo en el campamento de refugiados palestinos que hay aquí cerca. Cuando no se precisa de la atención médica, ejerzo de muchas cosas…
-¿Cómo por ejemplo…? Oye, perdona si resulto indiscreta, es que cuando estoy nerviosa no paro de hablar. Si no lo deseas, no tienes por qué darme ninguna respuesta.
-No Raquel, no eres indiscreta. Es una cordial conversación entre dos colegas, pero… ¿tú que haces aquí sola en el campamento, por qué no te has ido con los demás?
-Pues porque no tenia sueño y me apetecía muchísimo ir a estirar las piernas por ahí.
-¿Y de dónde vienes que no te has enterado de nada?
-Pues de ahí… de aquel pequeño montículo. Me tumbé sobre la poca hierba que hay y me puse una pieza de Vivaldi, la de las Cuatro Estaciones… es muy bonita y relajante.
-Ni has visto… ni has oído… ¿pero tu normalmente… en dónde estás?
-¿Qué es lo que tenía que oír y ver? ¿Pero qué ha pasado?
-Yo tampoco sabría decirte exactamente lo que pasó, bueno… sí, pero no me entenderías. Cuando vuelvan tus amigos te lo contarán todo. Anduvieron buscándote y llamándote a voz en grito, pero no aparecías, así que marcharon todos.
-Pero algo si podrás adelantarme, ¿no…?
-La Montaña Sagrada se iluminó y en el cielo hubo un baile de luces de mil colores.
-¿Dónde está esa montaña?
-Desde aquí no la podemos ver. Tendríamos que ir más al norte.
-Me imagino a Felipe… saldría disparado.
-Como todo el mundo. Había gente aquí instalada desde hace meses esperando que ocurriese algo y mira…
-Que casualidad y que suerte hemos tenido… hombre… venir nosotros y empezar la función.
-Si quieres te llevo con los demás. Se donde están y te puedo acercar en el utilitario. El pobre coche se está cayendo a cachitos, pero todavía arranca.
-No, gracias, Jesús… no me interesa mucho. Me encuentro mejor aquí.
-¡Me equivoqué… jajaja! Por un momento creí que ibas a aceptar mi invitación. ¿Ya no te interesan estos temas?
-No. Ya no me preocupan ni despiertan en mí ningún interés. Hubo un tiempo en que estuve muy lanzada. Investigué mucho, creyendo que así podría encontrar respuestas a muchas incógnitas, pero no fue como yo creí. Lo más seguro es que lo de la luz de la montaña se trate de la apertura de alguna puerta dimensional, y lo de las lucecitas… pues los típicos ovnis de siempre. Bueno, a todo esto… espero que tu en estos temas estés puesto… ¿no…? si no… ¡vaya plancha!, creerás que estás hablando con una loca.
-Piensas bien, Raquel. Estoy muy puesto en este tema, y lo domino perfectamente… al menos, eso creo, pero lo que me extraña mucho es tu indiferencia.
-Verás, yo creo en los extraterrestres, en la reencarnación, creo que Jesús… bueno, me refiero a otro…jejeje, maneja todo esto, pero supongo que si tú eres judío, para ti será otro… Yavhé, por ejemplo. ¿De qué te ríes…he dicho algo gracioso?
-Si… es la forma que tienes de enfocar las cosas. Es divertida. Para tu información, en una lejana vida anterior fui judío, pero yo asumo y me compenetro con la Luz Crística.
-Ah, bueno… entonces eres cristiano… más o menos… por definir algo…
-Dejémoslo así, por ahora… Mi oferta sigue en pié. Todavía estás a tiempo de que te lleve.
-No cambio de opinión tan fácilmente. No, no quiero ir. ¿He oído bien antes cuando me has dicho que tú en otra vida habías sido judío?
-Sí, eso he dicho.
-¿Y cómo lo sabes?
-¿Y tu, Raquel, cómo sabes que lo de la Montaña Sagrada es una puerta dimensional…?
-Ya veo que en esta ocasión… no quieres responderme.
-Y tu, Raquel… ¿por qué no me hablas de lo que realmente te preocupa?
-Mira, Jesús…me caes muy bien y podríamos ser buenos amigos, pero cosas que ni mis amigos de toda la vida las saben, y a ti te acabo de conocer… eres para mí un desconocido. Fíjate que hace un momento, cuando te vi al pasar, tuve miedo de tu silueta. No sabía quien era…
-¿Miedo de mí?
-De ti no… sino de tu sombra, de lo desconocido.
-¿Y sabes por qué? Porque tienes el miedo dentro de ti, en lo más profundo de tu ser.
-¿Me estás diciendo que soy una miedosa?
-Yo no te digo eso, sino que el miedo está en tu mente. Puede que seas una mujer valiente, y de hecho lo eres, aunque un poco impulsiva y decidida en todo lo que te gusta de verdad, pero también te crees muy segura de ti misma y así intentas demostrarlo a los demás, pero lo triste es que vives engañándote a ti misma.
-Huy…huy…huy…por lo que veo, Jesús, a ti también… también te gusta hablar demasiado, y creo que vas muy deprisa. ¿Cómo puedes hablarme así si no me conoces?
-Acabas de decirme que podríamos llegar a ser buenos amigos, ¿acaso has cambiado de opinión?
-Era una forma de hablar.
-Con los sentimientos no se juega ni se habla por hablar, cuando se trata de lo más hermoso que tiene el ser humano.
-Siento haberte molestado, Jesús, no era mi intención. Creo que lo de ser amigos deberíamos dejarlo para más adelante. Eres un hombre simpático, sincero y me gustas, en cuanto a tu personalidad, no malinterpretes ahora lo que te digo.
-Dices que soy sincero, y que por ello te gusto. Es la cualidad que más aprecias, pero la que peor encajas.
-¿Qué quieres decir?
-Que te sienta muy mal cuando alguien dice una verdad sobre ti que no te gusta oír, y más aún cuando tu misma sabes que es cierta. Te duele y echas tu ira disfrazada de ironía hacia la persona o el amigo que te está hablando con el corazón y con cariño, sin malicia alguna.
-¿Eres acaso psicólogo o adivino?
-No, no soy ninguna de esas dos cosas. Eres tu la que te delatas sin darte cuenta con tu actitud y forma de hablar, de mirar… No quisiera haberte herido. A veces cuando soy sincero con mis amigos y hermanos, hago daño, pero no lo puedo evitar, querida Raquel. Lo triste es que casi nunca me dan la oportunidad de demostrarles que también les amo.
-¡Claro… y tendrás muy pocos amigos… me imagino!
-Es triste reconocerlo, pero… aunque los tengo… menos de los que quisiera.
-Es que no me extraña, porque si con todo el mundo eres igual… pero en esta ocasión va a ser distinto, porque yo sí que te voy a dar la oportunidad de ser amigos, porque ya que me has echado semejante rapapolvo, me quedaré para disfrutar de lo que venga después, que imagino, será más dulce.
-¡Gracias, Raquel, y perdona si he sido brusco! Y perdona si insisto… ¿quieres que te lleve con los demás? Todavía estamos a tiempo.
-¡Que no quiero, que no me apetece… que pesadito!
-Entonces… ¿a qué has venido hasta aquí?
-No lo se.
-Si lo sabes, Raquel, y es muy importante que hables de ello.
-No, no lo se…y aunque lo supiera… ¿por qué tendría que decírtelo a ti precisamente? Es mi vida privada y hago partícipe de ella a quien quiero.
-De nuevo te pido disculpas, Raquel. Perdona mi intromisión.

La muchacha, como siempre, había torcido el morro. Una vez más creyó que aquel hombre quería “quedarse con ella” y no estaba dispuesta a seguir aquella conversación. Hizo un gesto para soltarse, pero Jesús, cogiéndola con fuerza las manos le levantó el rostro hacia el suyo, y le habló en silencio, silencio que esta vez Raquel no quiso romper porque vio tanta ternura y nobleza en su mirada y en sus manos, que el telón de acero que la protegía del mundo exterior se derrumbó. Su corazón latía más deprisa de lo normal, a la vez que una sensación de paz, de infinita alegría, invadió su cuerpo de pies a cabeza.

-Creo que debo retirarme, Jesús. Ya es tarde. Ha sido un día muy agitado y necesito descansar.
-Bien. Si me necesitas, estaré en el dispensario. Estoy de guardia.
-Gracias, Jesús. Hasta mañana.

Cuerpos Integrados: Integrando los Cuerpos. Capítulo 6


Repasando las funciones de cada Cuerpo
Espiritual – Energético.
Amados...
Hoy 31 de Julio de 2015, realmente me siento muy feliz de editar el último capítulo de mi primer libro llamado: "Cuerpo Integrados", que lo comencé a escribir en febrero del año 2013 y hoy lo doy por finalizado.
Siento que cumple con el objetivo inicial, por el cual lo escribí ,que es difundir de un modo completo y sencillo, la responsabilidad que posee cada Ser Humano con todos sus cuerpos, tanto el visible, cuerpo físico, como aquellos que no vemos con nuestros ojos físicos, pero que existen y desde ellos construímos cada día nuestra realidad cotidiana, siendo la misma la respuesta de otras encarnaciones.
Solicito que quien difunda el material de este libro tanto parcial como de modo completo, consignes las fuentes que menciono, así como mi autoría y el Blog por el cual lo edito: "Ashamel Lemagsa". Gracias!!!
Con Amor Ashamel Lemagsa.
Capítulo 6
*Cuerpo Doble Etérico.
1.-Absorbe el Prana o vitalidad: atrae las energías del Sol a través del Chakra Plexo solar y de la Tierra a través del Chakra Raíz. La energía es acumulada y distribuida por los chakras y la red de nadis.
Los chakras del cuerpo Etérico funcionan como:
a) intermediarios entre el cuerpo físico y los otros cuerpos energéticos.
b) absorben y distribuyen el prana.
c) Atraen a la conciencia física las cualidades correspondientes a cada centro astral.
El Cuerpo Doble Etérico, carece de consciencia, solo cumple con la función de vehículo transportador de energía de todas las dimensiones del Ser.
2.-Actúa de intermediario: transmite la conciencia de los contactos físicos a través del cerebro etérico en el cuerpo Astral, asimismo la conciencia Astral y Mental se transmiten al cerebro físico y al sistema nervioso.
*Cuerpo Astral.
1.- Hacer posible las sensaciones: El deseo o Kâma se manifiestan en el cuerpo Astral, siendo las sensaciones de placer o dolor las manifestaciones de las emociones, que sentimos.
El deseo hacia un objeto nos atrae por placer o por el dolor que nos produce.
2.-Ser puente entre la mente y la materia física: Los sentidos físicos reciben el impacto exterior, el Prana los recibe y lo transmite al interior de los cuerpos, se convierte en sensación en los centros del Kâma o Deseo, percibiéndolo la Mente o Manas.
3.-Actuar como vehículo independiente de consciencia y de acción:
A través de la consciencia despierta, junto con el cerebro y sus sentidos, se puede poner en actividad los poderes de los sentidos astrales, que se corresponden a los sentidos y poderes del cuerpo físico y los correspondientes chakras.
Durante el sueño, el cuerpo astral puede separarse del cuerpo físico y actuar libremente en su propio plano, asimismo se debe aclarar que en estado de vigilia, se puede abandonar el cuerpo físico, en forma consciente y pasar al Plano Astral.
Con la muerte física, la conciencia se recoge en el cuerpo Astral, pasando un período de tiempo en he dicho plano, según la evolución espiritual.
4.-Kundalini: situado en la base de la columna vertebral, es el fuego serpentino que asciende vivificando los cuerpos espirituales, recorriendo cada Chakra. Su principal función es la circular la energía por los chakras del cuerpo etérico, los vivifica, convirtiéndolos en puertas de comunicación entre los cuerpos Astral y Físico.
Cuando llega al cuerpo pituitario, entra en actividad, constituyendo el puente con el vehículo astral y a través de él recibir los mensajes del Ser interior.
*Cuerpo Mental.
1.-Servir de vehículo del Yo Superior, para expresar el pensamiento concreto.
2.-Expresar tales pensamientos concretos por medio del cuerpo físico, actuando por mediación del cuerpo astral, el cerebro etérico y el sistema cerebro espinal.
3-Desarrollar los poderes de la memoria y de imaginación.
4.-Servir, a medida que la evolución avanza como vehículo de la conciencia en el Plano mental.
5.-Elucidación: asimilar la experiencia adquirida en cada vida terrena y transmitir la esencia de la misma al Ego, el Hombre real que mora en su cuerpo causal.
6.-Recoger información de las verdades universales que llegan del cuerpo espiritual e integrarlas al conocimiento mental, de esta forma se lograría resolver los problemas a través de las grandes verdades universales.
*Cuerpo Causal.
1.-Servir de vehículo al Ser Superior. Es el cuerpo del Manas (Mente), la individualidad del hombre real, el Pensador.
2.-Servir de receptáculo o depósito para la esencia de las experiencias del hombre en sus varias encarnaciones.
Factores que detienen el desarrollo de los Cuerpos energéticos.
1.-Emociones descontroladas, pensamientos negativos.
2.-Sobresfuerzo físico o emocional.
3.-Alimentación inadecuada por: consumos de alcohol, drogas, tabaco, alimentos saturados en grasas animales, acidez, colesterol.
Alimentación basada en la carne, con escasas frutas y verduras.
Consumo de café, teína en exceso.
4.-Permanecer, por largos períodos, en lugares con altos niveles de ruidos físicos, como son las ciudades, provoca altos niveles de fatiga, irritación, falta de concentración, perturbación mental y emocional.
5.-Influencias externas de bajo orden como las groserías, el odio, cólera, envidia, son las llamadas vibraciones flotantes, que chocan en nuestras auras.
6.-Mantenernos aferrados a satisfacer los deseos generados por las pasiones propias de la dualidad.
7.-Encerrar en nuestro interior emociones de ira y violencia, a pesar de los pensamientos conscientes de paz y amor que lleguemos a desarrollar en ciertos momentos.
8.-Consumir alimentos contaminados, impuros, dieta carnívora, tabaco y alcohol. Afecta a los cuerpos físico, Astral y mental, además atrae a entidades de bajo nivel vibratorio, que buscan la dependencia del Ser humano a ese tipo de ingestas, creando un vínculo con los niveles más bajos de la densidad.
9.-Falta de higiene en nuestro cuerpo físico, especialmente en manos y pies, atraen a elementales de bajas frecuencias, también llamados espíritus de la naturaleza.
10.- Rodearnos de elementos, objetos, recuerdos materiales como cuadros, muebles, ropa, de otras personas. Todos estos elementos están impregnados de energía que no siempre es positiva, influyendo en nuestra aura energética.
11.-Mantener pensamientos negativos como el egoísmo y sentimientos similares, crea vibraciones de bajas frecuencias que se manifiestas en el Plano Mental y Astral respectivamente, provocando lentitud en el progreso espiritual.
12.-Todo lo negativo tanto en pensamientos como en emociones se acumula en lo átomos permanentes astral y mental, por lo cual deberá disolver esta negatividad en todos sus vehículos en su vida actual o en las próximas encarnaciones.
13.-El cuerpo Astral y Mental responde a las emociones y pensamientos tanto propios como del entorno, si nos habituamos a los pensamientos negativos y groseros, creamos material negativo y grosero que atrae como un imán material de similar vibración, con lo cual nosotros mismos detenemos el progreso espiritual.
Recordemos: La material astral responde a las vibraciones mentales más rápidamente que a la materia física, por lo cual, los resultados de la vibraciones mentales sobre el cuerpo astral son más intensas que en cuerpo físico.
14.-Tela protectora: es la envoltura o tela de textura apretada, compuesta por una sola capa de átomos físicos muy comprimidos e impregnados de una clase especial de prana, ella cumple la función de protección de comunicación prematura entre los planos, sin ella cualquier entidad astral podría someternos a sus influencias.
Pueden dañar esta Tela Protectora:
*Emociones muy fuertes como la ira, o cualquier emoción maligna, que produce una explosión en el cuerpo Astral, pudiendo originar lo que comúnmente denominamos como locura.
*El uso de alcohol, narcóticos, tabaco, incluso el consumos en grandes cantidades de café, té y por un largo tiempo.
Estos elementos se precipitan por los chakras en dirección opuesta a la que debieran, dañando seriamente, endureciéndola o destruyendo dicha tela.
Las consecuencias son: apertura a las entidades malignas, originando delirium tremens, obsesión, locura.
Cuando se endurece, dicha tela, se detiene o entorpecen las funciones de pulsación de los átomos, no pudiendo ser vitalizados, por el prana que forma dicha tela, lo cual se osifican, pasa escasa energía entre los Planos Superiores (Etério al físico y al Astral).
Como consecuencia la persona sufre de una tendencia a la minusvalía, materialismo, agresividad, pierde su capacidad de conectarse con sus sentimientos más elevados, no logra dominarse a sí misma en las circunstancias difíciles o frustrantes.
Otra consecuencia que produce en endurecimiento de dicha Tela Protectora es no lograr recordar los sueños cuando se despierta, también puede deberse por no poseer un puente etérico adecuado entre la materia atómica entretejida, por la cual pasan las vibraciones.
Integración y conexión de los cuerpos energéticos.
*Una de las primeras conexión que debemos tener en cuenta es la que realiza el Prana, circulando entrando y saliendo de los chakras, conectando los cuerpos sutiles.
El Prana es una energía integradora, pues ella es la encargada de mantener unida y coordinada las moléculas, células y sistemas del cuerpo físico.
El Prana astral en unión con el Prana físico da origen a la materias nerviosa.
Transmite la conciencia de los contactos físicos a través del cerebro etérico al cuerpo Astral, asimismo la conciencia Astral y Mental se transmite al cerebro físico y al sistema nervioso.
*El Cuerpo Etérico es el encargado de distribuir el Prana, lo atrae a través del Chakra Plexo Solar y del Chakra Raíz atrae el Prana Telúrico, que en realidad es Prana Solar modificado, pues la Tierra asimila la Luz Solar.
Si el Cuerpo Etérico se lesiona, se manifestará en el Cuerpo Denso o físico.
Una emoción de ira violenta o pensamientos negativos (Cuerpo Mental) pueden producir lesiones en el Cuerpo Etérico que se transmiten al Cuerpo Físico, así nos encontraremos por ejemplo, con disfunciones del hígado, como consecuencia de nuestra ira no resuelta.
*Las lesiones en el cuerpo Etérico, son puertas de entrada de, por ejemplo, a bacterias que llegan al cuerpo físico contaminándolo.
*Cada célula que nace en nuestro cuerpo físico está constituida por un campo etérico, Astral y Mental, en ellos se refleja la salud o las lesiones que nosotros imprimimos según los que “consumimos” tanto en alimentos para el cuerpo físico, como las emociones y la actividad mental.
*La célula física es un espejo del Cuerpo Etérico (C.E.)y este recibe los mensajes del Cuerpo Astral (C.A.)y del Cuerpo Mental (C.M.)
Los pensamientos negativos (C.M.) afectan al (C. E.), generándole grietas en el mismo, por ellas se filtran bacterias o virus que finalmente se asientan en el Cuerpo Físico (C.F.)
*Los Seres Humanos negativos como los fatalistas, depresivos, de culpa (C.M.) se acompañan con emociones de ira, orgullo, soberbia (C.A.), afectando al (C.E), se concentra la energía negativa, debilitando la capa protectora de Prana, esta se debilita y se quiebra, dejando la puerta abierta a las enfermedades.
*Ejemplo: según el Diccionario de enfermedades emocionales (www.sanateysana.com)
HÍGADO – CIRROSIS (…del hígado)
La cirrosis es una crisis global de las funciones fisiológicas del hígado. El alcoholismo es el factor principal (en promedio, 90% en el hombre y 75% en la mujer). Al principio, los trastornos son de orden digestivo (pérdida del apetito, digestión lenta y pesada, ardor gástrico) y de orden general (fatiga, adelgazamiento). Después los problemas se vuelven más graves y de orden vascular. Véase la descripción en problemas del hígado.
Sin embargo, como la cirrosis es la enfermedad hepática más importante, debe tenerse en cuenta que quien la sufre ha llegado a un estado de urgencia y debe corregirse. Su cuerpo le habla de una manera muy clara. Le dice que ha llegado a sus límites físico, emocional y mental, y que sólo él puede remediarlo. Su manera de ver la vida está a punto de destruirlo. Debe dejar de rebelarse y de creer que la vida es muy injusta.
La cirrosis es una enfermedad inflamatoria del hígado causada, entre otras cosas, por el consumo abusivo de alcohol. La CIRROSIS se encuentra en el que se siente empujado por la vida, por acontecimientos o ciertas situaciones que le obligan a avanzar. Sintiéndome empujado contra mi voluntad, resisto y me agarro a mis opiniones. Vivo con rencor y agresividad.
Esta enfermedad es el reflejo de mi ira, mi resentimiento frente a la vida y a lo que me sucede. Estoy lleno de una agresividad interior latente y me culpo constantemente porque tengo la convicción de haber “equivocado” mi vida. Paso mi tiempo culpándome y criticando a los demás. Me endurezco tanto que ya no consigo ver la luz al final del túnel.
Para ayudarme a reanudar con la vida, acepto vivir el instante presente y ver todo lo bueno que me está sucediendo “ahora”. Abro mi corazón y presto atención a cada gesto, en cada acción aquí y ahora y aprendo a no ser tampoco un juez severo. Siendo más tolerante conmigo mismo, lo seré también hacía los demás, lo cual me traerá mucho más armonía y felicidad en mi vida. Compruebo mis intenciones verdaderas, me mantengo abierto al amor y me perdono en lo que soy.
*Como observamos la ira, nació de un estado de rebeldía ante las situaciones que no se podían modificar, siendo el consumo de alcohol una forma de salirse de esa situación hostil que se debe vivir, contra la voluntad.
Ver la vida desde una perspectiva negativa, donde la ira y el resentimiento son los motores para juzgarse tanto a sí mismo como a los otros es abrir un camino hacia una salida poco saludable como es el consumo excesivo del alcohol y en ese hábito negativo el (C.F.) responde con una enfermedad como la cirrosis.
*Cuando nace una célula en nuestro (C.F.), está constituida por nuestras emociones, pensamientos, por lo cual podemos afirmar que ella será un espejo de los cuerpos energéticos, Astral y Mental.
Recordemos que una célula física presenta un cuerpo Etérico, Astral y Mental.
Según nuestras emociones, pensamientos y los alimentos que consumimos, será la constitución de las futuras células y de la evolución general de nuestro organismo físico.
*La materia Astral rodea e interpenetra al átomo físico, esto explica que en un mismo espacio el plano físico y astral existan sin que se estorben entre sí, ni sean conscientes el uno del otro de su existencia.
*La materia Astral se corresponde con exactitud a la materia física que interpenetra, es así que la materia densa de baja vibraciones, le corresponderá materia astral de bajas calidades, poco delineadas, tosca de colores oscuros.
Por el contrario en hombre con despertar de consciencia espiritual, tendrá un cuerpo Astral de partículas más finas de cada grado predominando las de los planos más elevados, con colores muy sutiles y brillantes.
*El cuerpo Astral es el cuerpo de las sensaciones y de las emociones (tanto positivas como negativas) y es el puente entre el cuerpo Mental y el Cuerpo físico.
*Las emociones como los celos, la ira o el orgullo, general pensamientos de la misma índole, que finalmente impactan en el cuerpo físico generando estados emocionales desequilibrantes, reflejados en enfermedades.
*Los estados emocionales de amor, compasión, gratitud, contribuyen a la Paz Interior, al equilibrio emocional y a un buen estado de salud física y mental.
*Los sentidos físicos son los que conectan al cuerpo Astral o emocional con el cuerpo físico.
Así si escuchamos una melodía suave, nos generara emociones de alegría, paz, bienestar, lo que implicará un estado de relajación física en todo nuestro organismo.
Recordemos que es el Prana el que recibe las vibraciones de la música, y lo transmite a través del cuerpo etérico, llegando a los centros sensorios situados en el Cuerpo Astral, que además se conectan al Cuerpo mental percibiendo esta sensación generando pensamientos elevados de paz, tranquilidad y armonía.
*La mente genera pensamientos, estos vibran en distintas frecuencias, que lo percibe el Cuerpo Astral, afectando a la materia etérica y esta actúa sobre el cuerpo físico, en la materia gris del cerebro.
*El Cuerpo Astral o Kama o Deseo, está condicionado por los deseos, que se manifiestan en los sentimientos o emociones de variados niveles, estos pueden generar placer o dolor, como por ejemplo, la búsqueda de alimentos para satisface el hambre o la búsqueda de satisfacer el orgullo, los celos o el odio.
*El Proceso se inicia con el impacto en el cuerpo físico, un estímulo exterior, estas vibraciones se transmiten a través del Prana, el Cuerpo Astral, desde la sensación las transforma en sentimientos que pueden ser de placer o dolor en el Cuerpo Astral.
*Los órganos del cuero físico vinculados a la actividad del Kama o Cuerpo de los Deseos son el hígado y el bazo.
*Sintetizando el proceso:
Estímulo sensorio---- lo recibe el Prana y lo transmite al Cuerpo Astral--- se convierte en sensación, por los centros sensorios situados en el Cuerpo Astral---- Lo percibe la Mente o Manas---- La mente se pone en movimiento al pensar--- las vibraciones generadas por los pensamientos ----son transmitidas y captadas por el Cuerpo Astral---- Este afecta el Cuerpo Etérico---- Afectando el cuerpo físico en la materia gris del cerebro.
*Así encontramos que:
Kama nos conecta con los deseos y la pasión, el Manas (inferior) razona sobre ellas, agregándoles facultades intelectuales.
Kama-Manas es el Yo personal del hombre y el libre albedrío reside en Manas Inferior.
*El Cuerpo mental no logra liberar las emociones negativas del cuerpo Astral, pues su función es expresarlas en el comportamiento exterior, solo a través de emociones positivas de amor, compasión y paz se puede “limpiar” el Cuerpo emocional de las emociones negativas.
*Si en forma consciente generamos pensamientos de Amor, pero inconscientemente retenemos ira, odio o falta de amor, estamos irradiando a través del cuerpo Astral dichas emociones, a pesar de intelectualizar pensamientos de Amor y la respuesta del mundo exterior será violenta.
*Las emociones se concentran en el Plexo Solar y desde el mismo se deben liberar a través del Amor hacia nosotros mismos.
Recordemos que tras la muerte física el cuerpo emocional retiene tanto las esencias de las emociones negativas como las positivas.
*Para retener a través del cerebro físico, lo acontecido en el Plano Astral, debemos tener desarrollado correctamente dicho cuerpo, estar despiertos los chakras etéricos, para que actúen como puentes de conexión entre el Astral y el Plano Físico, además de tener en actividad el cuerpo pituitario, pues este enfoca las actividades astrales.
*El Kundalini es el poder ígneo que circula desde el primer chackra situado en la base de la columna vertebral.
Vivifica los chakras del cuerpo etérico, abriendo las conexiones entre el mundo Astral y físico.
Cuando se despierta a través de nuestro progreso espiritual, los pensamientos, emociones y acciones son conducidos a través del Amor Ilimitado, la energía primitiva asciende, purificando nuestros cuerpos y conectándonos a los Planos Superiores del Ser Interno.
*Las conexiones de nuestra vida espiritual no se refieren a esta vida exclusivamente, pues esta vida, actual, se enlaza con las vidas anteriores a la misma y modifica las vidas futuras.
Nunca se inicia una vida como una página en blanco, pues ella tiene los gérmenes del pasado, a sanar, liberar y avanzar, como asimismo, está diseñando nuestras futuras vidas.
*Los procesos de purificación y desarrollo son continuos y tienen que desenvolverse por medio de las vidas sucesivas.
*El Cuerpo Mental pertenece a los cuatro planos inferiores del Mental Inferior, es un vehículo de conciencia, el cual está conectado con el Cuerpo Astral y el Cuerpo Físico.
*En el Cuerpo Mental se expresa el Yo Superior en el intelecto concreto, a través de la memoria y la imaginación.
*El Cuerpo mental se compenetra con el cuerpo Astral y el Físico, los rodea, expandiéndose a medida que evoluciona, logrando moverse por separado del cuerpo Astral y Físico.
*Los tres grados superiores de la materia mental forman el cuerpo Causal o cuerpo mental Superior.
*El crecimiento del Cuerpo Mental depende de la calidad de los pensamientos que el Ser Humano logra establecer , si son de amor, paz, crea materia fina y aflora en la parte superior del ovoide del dicho cuerpo.
De ser pensamientos negativos, como egoísmo, avaricia, odio, es materia grosera, la cual gravitará en la parte inferior del ovoide.
*Cada pensamiento produce vibraciones en el Cuerpo Mental que se manifiesta en colores, como rayos del sol al chocar en la pulverización de una cascada de agua, según la “calidad” o elevación de los pensamientos serán los colores y las frecuencias de las vibraciones de los mismos.
*El Cuerpo mental posee una sola molécula o también llamada unidad Mental, donde se reúnen la síntesis de todas nuestras reencarnaciones y pertenece a un tipo de rayo específico, así como los átomos permanentes del cuerpo causal, astral y etérico.
La función de todos ellos es conservar en sí mismos los resultados de todas nuestras experiencias.
*Tanto el Cuerpo Emocional como el Cuerpo Mental poseen una octava superior y una octava inferior, dependiendo del tipo de pensamiento o emoción.
*El circuito “exterior” de los efectos entre los cuerpos podría resumirse de la siguiente forma:
-Se inicia por los sentidos sensoriales (vista, oído, olfato, sabor, tacto) esta información del Cuerpo Físico pasa al Cuerpo Etérico.
-Desde el cuerpo Etérico afecta al Cuerpo Emocional, que lo traduce en sentimientos, los cuales pasan al Cuerpo Mental.
-Desde el cuerpo Mental se expresan pensamientos verbales o escritos.
*El circuito inverso, “interior”, desde el Cuerpo mental hacia el Cuerpo Físico, se inicia con pensamientos que regresan de manera insistente pasando por los otros cuerpos hasta llegar al cuerpo físico, generando alguna reacción en el mismo. Por ejemplo:
Un pensamiento centrado en la existencia de una posibilidad que seamos desgraciados en nuestro matrimonio, genera emociones de miedo o celos, los mismos pasan al cuerpo etérico y de este se condensan en el cuerpo físico, como una enfermedad, que puede ser, infección renal.
*El pensamiento se modifica por las emociones personales y desde ellos se realizan juicios de valor, por lo cual aquello que se percibe a través de nuestras emociones no liberadas, deja de ser un pensamiento objetivo para ser parcial, afectando los normales funcionamientos energéticos de los cuerpos, tanto físicos como espirituales.
*Recordemos que la función del Cuerpo mental es recoger información de las verdades universales que llegan del cuerpo espiritual e integrarlas al conocimiento mental, de esta forma las soluciones que debemos encontrar ante las problemáticas, serán a través de las grandes verdades universales.
*La intuición es la encargada de conectar e integrar las verdades universales del Cuerpo Espiritual (octava superior) con el cuerpo Mental, pero si utilizamos la racionalidad, para centrarnos en la supervivencia, por ejemplo, entonces utilizamos el Cuerpo mental, pero en su octava inferior.
*El pensamiento abstracto es una función del Yo Superior, que se expresa a través del Cuerpo Causal, siendo el pensamiento concreto lo realiza el Yo Superior a través del cuerpo Mental inferior.
*Los pensamientos concretos son los que activan al Cuerpo Mental, estos activan una octava inferior a la materia del Cuerpo Astral del pensador, las que afectan a su vez a las partículas etéricas del cerebro y desde estas partículas etéricas se pone en acción la materia gris más densa del cuerpo físico, para finalmente traducirse en conciencia activa en el cerebro físico.
*Cada partícula del cerebro físico tiene su contraparte astral, mental y etérica, todas ellas interconectadas por canales de comunicación, cuando algunos de estos canales no están debidamente desarrollados, encontramos la información se debía buscando otros canales, hasta encontrar un canal o conducto que puede no ser el apropiado, por ello encontramos personas que no logran comprender la matemática, o el arte, pues aún no desarrollaron esa parte de su cerebro con las interconexiones correspondientes de sus cuerpos energéticos.
*Un Adepto, posee cada partícula su conducto en conexión con todas las porciones del cerebro y cada pensamiento tiene su canal adecuado, por lo cual desciende a la porción de cerebro adecuado.
*Circuito de generar pensamientos:
Un estimulo exterior (cuerpo físico), se convierte en sensación (cuerpo Astral), la cual se transforma en percepción (Cuerpo Mental) la cual se combina en conceptos, originando ideas, las cuales serán material para pensamientos futuros, para lo cual utiliza la memoria y la anticipación.
*La materia nerviosa vibra según el pensamiento que generó la corriente de energía que fue afectado el Cuerpo Astral, etérico y finalmente llega al físico. Estas descargas de energía eléctrica y corrientes magnéticas, son las que producen interrelaciones, abriendo un cauce nervioso, por el mismo otra corriente de energía circulará con mayor facilidad, pues ya fue abierto el canal, es entonces que un pensamiento logrará fluir con facilidad y logrará despertar otras partículas logrando crear ideas asociadas.
*Un pensamiento produce en el Cuerpo Mental: forma, color y sonido, en una vibración muy compleja de materia mental, es decir que el pensamiento se expresa de esa forma a causa del tipo de vibraciones que genera a través de sus pensamientos.
*El Cuerpo Mental crece en la medida que los pensamientos que generamos o Creamos son del altas vibraciones de Amor, paz y alegría, son los llamados pensamientos positivos, los mismos se logran cuando elevamos las vibraciones y conectamos con la Mente Universal.
*El Cuerpo Mental Superior o Causal es el receptáculo de las causas de aquellos efectos de los cuerpo Metal, Emocional y físico de cada reencarnación, pero solo en sus manifestaciones más puras, sutiles y positivas, pues el Cuerpo Causal no tiene materia para expresar cualidades malas o negativas.
*El desarrollo del Cuerpo Causal se manifiesta a través de la materia sutil constituida por del pensamiento abstracto y de las emociones altruistas, nobles y amorosas.
*Las esencias de los pensamientos y de las emociones más elevadas forman parte del Cuerpo Causal, por ellos se considera que dicho cuerpo es el registro del crecimiento espiritual del Ser Humano.
*Los poderes propios del Cuerpo Causal son: la memoria, la intuición y la Voluntad.
La experiencia de cada reencarnación se sintetiza en la esencia Divina, para formar parte de la Sabiduría, pues las experiencias son distribuidas a través del discernimiento, sin tener en cuenta las ideas concretas, pues el Cuerpo Causal trabaja con las ideas abstractas.
*A través del poder creador del Cuerpo Causal el ser Humano se eleva en la meditación, conectándose a la mente Universal y desde el poder imaginativo, reflejo del universo, puede crear una nueva realidad.
*En la Creación, primero nace la idea, después se concreta en acción y una acción repetida se transforma en hábito.
*La acción de Atma en el Cuerpo Causal es voluntad, que no acepta decisiones desde afuera, pues ella las genera desde su propio proceso de reflexión discernidora, mientras que en los cuerpos inferiores las ideas son atraídas desde afuera.
*La voluntad es una cualidad del Ser Superior, mientras que el deseo lo es de la personalidad o Ego inferior.
*El Ser Humano desarrolla en primera instancia la facultad analizadora o Chi, a través de ella percibe multiciplidad y diferencias, propio de la Inteligencia.
Posteriormente, llega la Sabiduría, que le otorga la noción de la unidad de las cosas, Ananda, de esta forma logra la unión en la beatitud que mora en el corazón de la vida.
Finalmente, el tercer aspecto es Sat, auto-existencia, la Unidad que está más allá aún de la unión.
*En la medida que el Ser Humano progresa el canal de conexión con las Esferas Superiores, comienza a expandirse, permitiendo mayor flujo de energía Divina circulante, lo que implica mayor capacidad para servir y ayudar, transformándose en canal viviente de conexión entre la Fuente Divina y la Terrena.
*El Cuerpo Causal es el que posee la mayor frecuencia de vibraciones de todos los cuerpos energéticos, variando su extensión según la calidad de las emociones, pensamientos, pues cuanto más elevados y puros son, mayores posibilidades de irradiar frecuencias más elevadas y extensas en su radio, pueden llegar a varios kilómetros, para lograr esta calidad de cuerpo Causal, se debe experimentar la unidad con la vida, Dios en nosotros mismos y con toda la creación.
*El Cuerpo Causal perdura en todas las reencarnaciones, pues se perfecciona, mientras que con los otros cuerpos energéticos, en la medida que ascendemos se disuelven, pues en las Leyes Cósmicas Universales, solo perdura el Amor.
*El acceso a los grandes conocimientos de nuestra existencia, de la creación se logra en conexión de nuestro Ser Superior a través del Cuerpo Causal, así logramos una mirada de la existencia centrada en el amor ilimitado de la Fuente Divina y logramos sentirnos UNO con la Creación de Dios.
*Todos los actos bondadosos, todos los pensamientos de altruismo, todo el bien y el amor que desarrollamos en cada vida terrena, se acumula en el Cuerpo Causal, por eso se lo llama “el Depósito del Bien”.
*En la medida que el Ser Humano reemplaza su Karma, por la ejercitación de la meditación centrada en el auto conocimiento, logrará disolver karma, para adquirir dones para el Cuerpo Causal.
*Cuando el Ser Humano se esfuerza en centrarse en pensar desinteresadamente y contribuir a su crecimiento personal y al bien común, está obrando a través de la Voluntad Divina, que pasa a Ser la propia, entonces, lentamente se logra la unificación de Dios en Nosotros mismos.
Consideraciones Finales:
En esta síntesis, sobre las conexiones, intercambios de energía y puentes que unen nuestros cuerpos energéticos, comprendemos que somos un TODO INTEGRADO, nada de lo que sentimos, pensamos, consumimos o hacemos queda sin registrar en nuestros cuerpos energéticos.
Entonces…
Somos ciento por ciento responsables de cada acto por más pequeño que sea, desde tomar un café a la mañana y salir corriendo para cumplir con nuestras responsabilidades diarias, como el comer alimentos de alto contenidos de grasas animales, o con alto contenido de azúcar, sin considerar que nos estamos acidificando nuestro cuerpo físico.
También somos responsables de almacenar envidia, celos, orgullo, ira, a pesar de tratar de aparentar buenas intenciones, podemos, quizás engañar a otros, pero en nuestros cuerpos energéticos queda registrado TODO, tanto lo noble y puro desde su origen Divino, como lo negativo y kármico.
Cuando comprendemos que un pensamiento, da origen a una emoción de frecuencias similares, las cuales se manifestarán en acciones en armonía con lo que se piensa y siente…
Entonces, nos estamos despertando a nuestra verdadera responsabilidad de construir cada día una vida integrada en nosotros mismos.
Ser precavidos con nosotros mismos, honestos, sinceros, sin auto engaños y aceptar que vivimos una cadena de vidas entrelazadas y que la actual es la gran oportunidad para nuestra liberación definitiva de toda “carga” kármica, para sanar definitivamente y ascender desde nuestra Divinidad.
Somos el resultado de un todo integrado…
Mente, emociones y actos.
Hoy podemos iniciar el Gran Cambio…
Ascender soltando el karma acumulado…
Para completarnos en el Amor Ilimitado!!!
Somos Luz…
Somos Paz…
Somos un pedacito de Dios,
En nosotros mismos.
Con Amor, Ashamel Lemagsa.
Fuentes consultadas:
*Internet.
*”Doble Etérico” de Artur o Powell.
*”El Cuerpo Astral “de Arturo Powell.
*”El Cuerpo Mental” de Arturo Powell.
*”El Cuerpo Causal y el Ego” de Arturo Powell.
*”El Hombre visible e invisible” de C.W. Leadbeater.
*” Los Chakras” de C.W. Leadbeater.
*” El Gran Libro de los Chakras” de Shaliia Sha&Don y Bodo J. Baginski.
*”Chakras Secundarios o Menores” Trascripción de Norma C. Castelblanco Grraus.
*”El Hombre y sus cuerpos” de Annnie Besant.
*Imágenes Google.



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