domingo, 16 de octubre de 2016

Los Secretos Del Libro de La Naturaleza-Capitulo XII (Segunda Escrito) ULTIMO CAPITULO


LEER Y ESCRIBIR Capitulo XII Segundo Escrito)
Por todas partes adonde vais, en todos los objetos que tocáis, dejáis rastros, huellas benéficas o maléficas. 
Se dice que hay gente que donde pone el pie no crece la hierba, y no exageran. Por el contrario, hay otros seres que sólo piensan en iluminar, vivificar, dar calor, ayudar, y liberar a todas las criaturas, y por donde pasan dejan huellas tan marcadas que los que vienen después a este lugar son influídos favorablemente, beneficiándose de ello.
Yo conozco la realidad de estos fenómenos, y no os podéis imaginar la cantidad de experiencias que he vivido. 
Por cualquier parte por donde viajo, hasta por mares y océanos, entro en comunicación con las entidades que dirigen estas regiones, y les pido que todos los barcos que navegan por esas aguas, todos los hombres que se bañan en ellas reciban algo fraternal, luminoso,divino. 
Incluso he escrito ciertas fórmulas y he lanzado el mensaje al mar. Como estas regiones están habitadas por criaturas muy evolucionadas, conscientes, sensibles, este mensaje les llegaba y se ponían a trabajar.
Todos nosotros podemos aportar cambios al mundo. 
Es preciso conocer el lado sutil de la materia para comprender cómo es posible. 
Hace tiempo que en varios países, sobre todo en Estados Unidos .y en la Unión Soviética, tratan de hacerlo, y han empezado por estudiar las emanaciones sutiles de los hombres, de los animales, de las plantas y hasta de los objetos,fenómenos que se denominan «parapsicológicos». 
Por desgracia, estos conocimientos tan extraordinarios pueden llevar a la humanidad, una vez más, hacia la catástrofe, pues la naturaleza humana tiende a utilizar los nuevos descubrimientos para satisfacer su propio interés, sus caprichos, su deseo de dominación o de venganza.
Así pues, todos estos conocimientos corren el peligro de ser utilizados para perjudicar a los demás. 
Por otra parte, eso ya está ocurriendo: se han enviado objetos impregnados de influencias nocivas bajo la apariencia de regalos a ciertos dirigentes para perjudicarles. 
Claro que es un medio eficaz, pero es magia negra, y todos los que emplean estos medios deben saber que algún día serán castigados. Pues las leyes son terribles, todo lo que se envía a los demás, tanto si es bueno como si es malo, acaba por volver al que lo ha enviado, pero con más intensidad. 
Así que,¡cuidado si es algo malo! Sólo hay que utilizar estos conocimientos mágicos para ayudar a los seres humanos, para propagar la luz y la paz en el mundo; entonces os inscriben arriba como un mago blanco y las bendiciones del Cielo empiezan a descender sobre vosotros.
Vayáis donde vayáis pensad en hacer un trabajo positivo con el pensamiento, pues miles de criaturas inteligentes que viven en todas partes sienten este trabajo. 
Diréis: «¡Pero a estas criaturas no las vemos!». No es ningún argumento, y de cualquier forma existen. 
Y si aprendéis a trabajar con el lado invisible, sutil, podréis producir cambios formidables en el mundo entero.
Eso es tan cierto como la existencia de las leyes de la física y de la química. En la habitación donde vivís dejáis huellas fluídicas en las paredes, en los muebles, en los objetos, y si os viene a ver alguien que esté dotado de grandes cualidades mediúmnicas y toca un objeto, podrá revivir los sucesos que han ocurrido en esta habitación y describirlos con todo detalle.
Y hasta con un solo cabello, sí, con un solo cabello vuestro, un clarividente puede describir con todo detalle vuestro carácter, enfermedades, defectos y cualidades. ¿Cómo puede ser que todo esté registrado en un cabello? Pues así es. Quizás hayáis oído hablar de Vanga, esta extraordinaria clarividente búlgara,¿sabéis cómo actúa? A la persona que le viene a consultar le pide que coja un pedazo de azúcar con la mano durante unos minutos.
Incluso otra persona desde Francia o desde otro país puede llevarle un trozo de azúcar tocado por vosotros, y Vanga - que además es ciega, como otros clarividentes importantes - lo coge y descifra vuestro carácter, vuestro presente, vuestro pasado y vuestro futuro. 
La huella que habéis dejado en el pedazo de azúcar es absolutamente imponderable, pero es suficiente para que se pueda leer en ella todo respecto a vosotros.
Con el paso de los siglos los humanos han ido perdiendo el contacto con el mundo invisible, y en nuestra época es difícil encontrar seres que posean estas cualidades mediúmnicas. 
En el pasado, los magos preparaban talismanes muy poderosos gracias al conocimiento de estas influencias.
Una vez que se conoce la realidad de esta ley - que todo se graba -, hay que pensar en orar y desear lo mejor allá por donde paséis: «Que la luz, la bondad, la fraternidad, impregnen a los que vengan aquí, que su vida sea transformada». ¿Por qué no os acostumbráis a pronunciar  bendiciones? Todo el mundo está dispuesto a maldecir, pero a bendecir... 
Si vais al bosque, ¿por qué no rezáis pidiendo que todos los que pasen por ese bosque mejoren, se conviertan en hijos de Dios, que trabajen por la paz? Diréis que no os han hablado nunca de estas prácticas. 
Pero, ¿por qué es necesario que os hablen de ello? Cuando tenéis un hijo o alguien a quien queréis mucho, ¿os tienen que sugerir que le deseéis lo mejor? No, lo hacéis espontáneamente, ya que vuestros sentimientos os llevan a formular ciertos votos, a pronunciar ciertas palabras. 
Entonces, ¿ por qué no pensáis también espontáneamente en formular deseos para todo el mundo? Observad a la gente que viaja: lo hace para divertirse o para matar el tiempo porque se aburre. ¿No podrían aprender a trabajar con el pensamiento para ayudar a los habitantes de las regiones por donde pasan, así como a aquellos que visitarán estas regiones?Y ahora quizás alguien diga: «¿Tenemos derecho a influir sobre la naturaleza, dejando huellas?» ¡Qué pregunta! La mayoría de los seres humanos se ocupan de ensuciar y de maltratar a la naturaleza, incluso haciendo magia negra con sus pensamientos y sentimientos abominables, y nosotros, ¿no tenemos derecho a trabajar por la luz, la paz y la fraternidad? 
¡Qué razonamiento!¿Nos preguntamos si la rosa tiene derecho a impregnar la atmósfera? Claro que tenéis derecho a actuar e influir sobre toda la naturaleza, pero con una sola condición: la de no dejar más que huellas benéficas, luminosas, para que todos los que pasen por ahí reciban partículas que les ayuden a pensar mejor, a sentir mejor, a actuar mejor.
Del mismo modo, cuando viajéis en barco, ya sea por lago, por mar o por río, podéis escribir algunas palabras dirigidas al que gobierna en el reino de las aguas. 
Vuestro deseo será considerado y miles de criaturas se pondrán a trabajar para realizarlo. Cualquiera puede pedirlo, pero para obtener resultados positivos es preciso que la persona que se dirija a ellos esté muy evolucionada. 
Se le concede el deseo gracias a su luz, a su pureza, a su dignidad. Todo lo que hagáis en el mundo invisible es ineficaz si no poseéis las cualidades y las virtudes para sostener vuestra acción. Lo mismo ocurre con los talismanes. 
Muchos se compran talismanes en una tienda y se imaginan que sólo con llevarlos ya tendrán suerte. Aunque un gran mago os prepare un talismán, para que siga siendo eficaz y poderoso es necesario que vosotros lo animéis, lo alimentéis con vuestros pensamientos, vuestros sentimientos, con una vida pura, de lo contrario al cabo de un tiempo pierde su fuerza y muere. 
No se ha preparado ningún talismán para que dure eternamente; su vida depende de la persona que lo lleva.
Es necesario, pues, acostumbrarse a pensar y a decir palabras benéficas; e incluso escribirlas.
Durante nuestras reuniones me veis siempre escribiendo algo en una hoja de papel. Por primera vez os diré lo que escribo. 
Es una oración: «Señor, bendito sea tu Nombre y eternamente santificado». Pero lo escribo en búlgaro: «Da bendé blagosloveno i svéto Iméto ti v'veka,Gospodi », pues así es como lo pronunciaba en Bulgaria cuando era joven.
¿Por qué lo hago? ¡Porque me hace sentir bien! ...y vosotros pensad también en santificar el Nombre de Dios a lo largo del día, pronunciándolo, escribiéndolo. Claro está que el nombre de Dios ya lo santifican en lo alto los Angeles, no seréis vosotros quienes añadáis gran cosa a la santidad del nombre de Dios. 
Pero os ayudará a vosotros y también a los demás a estar bien, pues estas palabras sagradas purificarán la atmósfera del entorno. Diréis: «Sí, pero, ¿ son duraderas las huellas que dejan?». Todo depende de la intensidad del pensamiento y de la voluntad. Cuántas verdades acabáis de aprender hoy! Si las tenéis en cuenta, toda vuestra vida mejorará, pues sólo estas verdades esenciales pueden iluminar, vivificar y resucitar todo en vosotros.
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Los Secretos Del Libro de La Naturaleza-Capitulo XII ( Primer Escrito)


LEER Y ESCRIBIR Capitulo XII (Primer Escrito)
Cuando paseáis y encontráis piedras, rocas, por el camino... 
¿se os ha ocurrido alguna vez pararos para cogerlas con la mano, hablarles?.. 
No, porque os dejáis engañar por las apariencias:creéis que las piedras están muertas, que no tienen alma. 
¡No os podéis imaginar la cantidad de anécdotas extraordinarias que os contarían si supierais escucharlas! 
Pues todo está vivo y la historia del universo está inscrita en las piedras, en las rocas y en toda la naturaleza. 
Sí, todo queda grabado. Los seres humanos siempre tan presuntuosos, se imaginan que son los primeros,los únicos que han descubierto la técnica de la grabación. 
Es cierto que han realizado maravillas en el campo de la fotografía, cine, discos, cintas magnetofónicas... Pero no se dan cuenta de que si han realizado todo esto, se debe a que el fenómeno de la grabación ya existe en la naturaleza:toda la naturaleza es sensible, reacciona.
Ciertos experimentos hechos por investigadores en EE.UU. con la ayuda de aparatos, han puesto de manifiesto que las plantas tienen una especie de sensibilidad que las hace reaccionar ante la presencia de agentes benéficos o maléficos: han constatado que si alguien que las había maltratado entraba donde estaban, mostraban su temor moviéndose. 
Así pues, también poseen memoria. 
Las plantas son sensibles y las piedras también lo son a su manera. Si las queréis, si las tocáis con amor, os pueden responder y revelaros muchas cosas. El amor es el lenguaje universal que toda la creación, todas las criaturas pueden comprender.
Tocad una piedra con amor y vibrará inmediatamente de otra manera, e incluso puede responderos con amor; sin embargo hay que ser muy sensible para constatarlo, hay que aprender a descifrar su lenguaje. Pero, ¿quién quiere aprender el lenguaje de las piedras, de las plantas, de los animales? 
Los seres humanos aprenderán a leer y a escribir en todas las lenguas del mundo, pero el lenguaje de la naturaleza, el único que vale la pena conocer, éste no lo aprenderán.
En el mundo civilizado la lectura y la escritura se han convertido en actividades indispensables, pero ello no significa que el hombre no puede progresar sin ellas. 
Saber leer y escribir ofrece sin duda ciertas ventajas, pero la importancia que se le ha dado al papel también trae consigo muchos inconvenientes. Se da toda la inportancia a los papeles, se confía sólo en ellos. 
Cuando un papel dice que sois culpable, aunque seáis inocente, se es incapaz de leer la inocencia en vosotros; entonces se lee el papel y os meten en la cárcel. El hombre no es nada, el papel lo es todo.Vivimos en una civilización que nos exige saber leer y escribir, - lo cual está muy bien -, pero quiero insistir en las otras formas de lectura y de escritura. 
Siempre habrá que saber leer y escribir, pero son dos actividades que hay que ejercerlas en otros planos. 
Para un Iniciado leer significa ser capaz de descifrar el lado sutil y oculto de los objetos y de las criaturas, ser capaz de interpretar los símbolos y los signos que la Inteligencia cósmica ha colocado por todas partes, en el gran libro del Universo. y escribir es marcar este gran libro con la propia huella, actuar sobre las piedras, las plantas, los animales y los hombres con la fuerza mágica de su espíritu. 
No sólo hay que saber leer y escribir sobre el papel, sino también en todas las regiones del universo.
He llegado a decir a personas que tienen diplomas, que son profesores, sabios: Pero, ¿todavía no habéis empezado? - ¿Cómo que no hemos empezado? - Sí, no sabéis ni leer ni escribir ¿Qué dice? ¿que no sabemos leer ni escribir? - 
No, todo lo que leéis y escribís no tiene ningún valor.
Lo que hay que hacer es leer en el libro de la naturaleza viva. ¿Sabéis leer y escribir en él?¿Sabéis escribir sobre las almas, los corazones, los espíritus, las cosas divinas? ¿Sabéis hacerlo?
Consideremos únicamente el ejemplo de un hombre: con su estilográfica escribe sobre cierto libro que posee a una mujer, y he ahí que nace un hijo... un niño enfermo, un futuro hombre debil. Eso prueba que el hombre no sabía escribir.
La segunda carta del Tarot representa a la Papisa: una mujer sentada con una expresión de poder y de autoridad, sosteniendo un libro abierto en sus rodillas. 
En realidad este libro es el símbolo del sexo de la mujer. 
Y el hombre con su pluma escribe en este libro. Está claro que el libro es pasivo. Y, sin embargo, lo que permanecerá será lo que esté escrito en él. El que escriba tiene que ser un poco inteligente, debe saber lo que escribe. Si es estúpido, débil o está borracho,¿cómo queréis que la letra sea bonita, sensible, profunda, inteligente? 
El hijo, puesto que la escritura es el hijo, será enfermizo, desquilibrado. Antiguamente era muy difícil instruir a todo el mundo. Los padres se oponían a que sus hijos fueran a la escuela: ¿de qué les podía servir aprender a leer y a escribir si tenían que ocuparse del rebaño, del gallinero, del campo? 
En cambio ved que ahora los niños de todo el mundo van a la escuela, incluso los de los pueblos más primitivos, porque han comprendido que reporta ciertas ventajas. Del mismo modo que ha sido difícil que los seres humanos admitan en el pasado la necesidad de instruirse, también será difícil enseñarles ahora lo que representa la verdadera lectura, la verdadera escritura, y estimularles a ejecutarlas.
Los seres humanos no saben leer... No saben leer el gran libro de la naturaleza para encontrar la solución de los problemas que les preocupan. Consultarán libros de autores famosos en los que encontrarán respuestas contradictorias, pero no consultarán a la naturaleza, en donde, desde hace tiempo, están resueltos todos los problemas de la vida. Sí, las soluciones están ahí, por todas partes, en el mundo mineral, en el vegetal, en el animal y hasta en el hombre, en su estructura y en las diferentes funciones del organismo.
Los seres humanos no saben leer, pero tampoco saben escribir. ¡Oh, evidentemente escriben! Cada pensamiento, cada sentimiento es una escritura que se graba en cualquier parte, en los objetos, o en la cabeza y en el corazón de los hombres y de las mujeres, pero nadie lo puede aprovechar porque es un garabato. 
Escribir es un acto de voluntad y de desprendimiento. 
Escribir es remover y exponer algo de sí mismo, sacarlo y darlo a los demás. Escribir también es dejar una huella, y ciertos filósofos,determinados artistas han dejado huellas que aún se estudian, después de miles de años. 
Pero, por encima de los filósofos y de los artistas, han habido grandes Iniciados, los cuales son los verdaderos creadores, porque trabajan con la magia divina. 
La magia divina consiste en ser capaz de trazar en el espacio únicamente algunas palabras, unas letras de fuego que se inscribirán por todas partes en los cerebros, en los corazones.
También cada ser humano es un libro, un libro que él mismo está tratando de escribir. Pero a menudo ¡qué galimatias, qué cacofonía! 
En él aparecen todo tipo de anomalías y aberraciones. 
Y cuando dos de estos libros se encuentran y se encapricha uno del otro, día y noche se ocupan de leerse mutualemente, y entonces, ¿qué aprenden? A menudo cosas infernales. 
Pues los seres humanos no han empezado aún a escribir conscientemente su propio libro; desde siempre se les ha instruido para trabajar con lo externo, y entonces lo interno queda como un terreno sin cultivar. 
Y eso es cierto incluso para los artistas.
Los artistas crean belleza, pero ésta permanece fuera de ellos mismos, porque no trabajans obre su propia materia. 
Por ser externas a ellos, estas obras que han creado desaparecerán un día,y ellos mismos, cuando vuelvan de nuevo a la tierra, tendrán que comenzar de nuevo. 
Mientras que un verdadero pintor, un verdadero escultor, un verdadero poeta, un verdadero músico trabaja  sobre sí mismo, y así nunca se separará de sus cuadros, de sus estatuas, de sus libros, de sus sinfonías; se las llevará con él al otro lado y las traerá de nuevo cuando vuelva en una próxima vida. 
Esta es la verdadera evolución. 
No niego que los artistas hayan dejado obras maestras, inmortales, que inspiran y ayudan a evolucionar a toda la humanidad, pero según la Ciencia iniciática, según la Inteligencia Cósmica que me ha revelado el fin de la creación, creo que no hay que detenerse aquí, pues en el arte aún hay que alcanzar grados superiores. 
Admiro las catedrales, las sinfonías y las estatuas, pero el verdadero ideal consiste en realizar todos estos esplendores en sí mismo, que los cuadros sean uno mismo, que las estatuas, la poesía, la música, la danza sean uno mismo. 
Diréis: «¡Pero no se beneficiará nadie de estas obras maestras!» Os equivocáis. Los verdaderos instructores de la humanidad se creaban, se escribían y se esculpían a sí mismos, conmoviendo a toda la tierra con su sola presencia, porque a través suyo se veían y se escuchaban todos los colores, todas la formas, todos los poemas y todas la músicas del mundo. 
Un ser que se crea a sí mismo, que se forma a sí mismo como una obra de arte, hace mucho más por la humanidad que todas las bibliotecas, todos los museos y todas las obras maestras, porque todo esto está muerto mientras que él está vivo.
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Los Secretos Del Libro de La Naturaleza-Capitulo XI ( Segundo Escrito)



LA NUEVA JERUSALÉN Y EL HOMBRE PERFECTO
CAPITULO XI
Los cimientos de la nueva Jerusalén: las piedras preciosas (segundo Escrito)
Desde la antigüedad, se ha considerado que las piedras preciosas están dotadas de poderes maravillosos, y que son símbolos de virtudes divinas.
Se lee en el Antiguo Testamento que Aarón, hermano de Moisés, después de haber sido elegido Sumo Sacerdote, recibió las ropas sacerdotales entre los que se hallaba el pectoral, pedazo de tela adornada de cuatro hileras de pedrería. 
La primera hilera estaba formada por una sardónica, un topacio, y una esmeralda; la segunda por un carbundo, un zafiro, y un diamante; la tercera por un ópalo, un jacinto, y una amatista; la cuarta, por una crisólita, un coral, y un jade.
Doce piedras en total.
Cuando en el Apocalipsis san Juan describe la Jerusalén celestial, la presenta como una ciudad en forma de cuadrado asentada sobre doce cimientos de piedras preciosas: la primera de jaspe, la segunda de zafiro, la tercera de calcedonia, la cuarta de esmeralda, la quinta de sardónica, la sexta de cornalina, la séptima de crisólita, la octava de berilo, la novena de topacio,la décima de crisoprasa, la onceava de jacinto y la doceava de amatista.
Si las piedras preciosas tienen tanto valor se debe a que son la quintaesencia más pura de la tierra. 
Son el resultado de todo un trabajo de transformación que realiza la tierra sobre la materia bruta que lleva en su seno. Con su ciencia, con su paciencia, la tierra llega a transformar esta materia, a hacerla madurar, a convertirla en piedras preciosas, rubíes, turquesas, esmeraldas,zafiros, diamantes... ¿Qué sabemos de la tierra? Sólo sabemos que es un ser vivo, inteligente, que tiene un alma, un espíritu y que realiza un inmenso trabajo.
La tierra prepara todos sus tesoros en sus talleres, porque tiene un deseo: quiere conseguir materializar las cualidades y las virtudes del mundo celestial; quiere reflejarlas, presentarlas aquí abajo, de forma concreta y tangible. 
Son los seres humanos quienes tienen después que imitarla para realizar ellos mismos este trabajo, transformando su materia bruta en piedras preciosas, es decir, en virtudes. 
La costumbre de colocar piedras preciosas en los adornos sacerdotales o en las coronas de los reyes proviene del conocimiento de que las piedras preciosas representan las cualidades y las virtudes de los seres más evolucionados. 
Cada piedra representa una virtud diferente: el topacio, la sabiduría; el zafiro, la verdad; el rubí, el amor. 
Si se colocan piedras preciosas en las coronas de los reyes de la tierra es porque la corona del Creador ya las tiene.
Sí, el Creador está adornado con una corona, en la que brillan piedras preciosas: las virtudes de todas las jerarquías angélicas. Los seres humanos se sienten atraídos por las piedras preciosas y desean poseerlas, debido a que saben, intuitivamente, que representan las virtudes y las cualidades del cielo. 
Sí, pero las piedras preciosas no son más que una manifestación externa de las riquezas celestiales; los seres humanos deben extraer estas riquezas de las piedras para que penetren en su alma y en su corazón. 
Las piedras son símbolos materiales que deben convertirse en algo vivo, es decir,transformarse en virtudes en las almas de los seres humanos. Cuando éstos consigan dar vida a las piedras preciosas, se convertirán en divinidades. 
No es malo amar a las piedras preciosas y desear poseerlas. 
Al contrario: ¿por qué menospreciar o subestimar elementos que la tierra y las estrellas han modelado y en los que el mismo Dios ha depositado una ciencia y unas virtudes inmensas? 
Es normal quererlas y admirarlas, aunque ello no nos permite tratar de conseguirlas a cualquier precio... 
Hay que estudiar, comprender y poner cada cosa en su sitio con el fin de que todo lo utilicemos para la evolución, para un trabajo benéfico con vistas al Reino de Dios en la tierra. 
En este momento recibimos un impulso, una alegría, un anhelo que nos ayudan a comprender la belleza, la sabiduría divina, así como el trabajo de Dios en todo el universo. 
El que se lanza sin miramientos sobre las piedras preciosas para enriquecerse, por vanidad o para seducir a pobres criaturas, será privado de esta ciencia y sobre todo de la extraordinaria alegría de hacer un trabajo espiritual.
El trabajo de un discípulo es el de convertirse en una piedra preciosa, tan pura, tan bella, tan transparente que sorprenda incluso a Dios haciéndole que se incline y mande a sus servidores,diciendo: «Id a buscar esta piedra y traédmela para que la ponga en mi corona». 
Claro está que para este trabajo no le está prohibido al discípulo utilizar piedras; porque el trabajo espiritual puede tener un punto de partida, un soporte material y una piedra. Por ejemplo, puede convertirse en un lazo de unión con la realidad invisible que le corresponde. 
No hay que decir: «¡Oh, sólo me interesa el espíritu, todo lo material, físico, no cuenta para mí!» Es un error, y así no iréis muy lejos. La naturaleza trabaja con la materia, el hombre no tienen ningún derecho a olvidarla: está ahí para instruirle, para mostrarle el camino.
Una piedra preciosa, por pequeña que sea, es una partícula de materia capaz de fijar y retener una fuerza cósmica. 
Hay que aprender pues a utilizar esta propiedad, aunque ello no sea motivo para detenerse delante de una piedra y decir: 
«Es ella la que va a transformarme, a darme virtudes, a curarme...» No; si no hacéis un trabajo espiritual, no contéis con ella, no os servirá de nada. 
La piedra es como una antena, hay que darle órdenes y mensajes para transmitir; en este momento será fiel, trabajará, realizará, ya que detrás de ella hay fuerzas que dan vueltas, que vibran.
Sólo podéis hacer un buen trabajo si tenéis conocimientos exactos de cada cosa; pero si no lo comprendéis, será sólo superstición. 
La gente confía en los talismanes, en los pentáculos, en las pulseras, en los anillos de metal, y también en las raíces de las plantas... Es por ello que no faltan engañabobos y tramposos para hacerles toda clase de proposiciones:
«Por tal cantidad de dinero,os mandaremos este ejemplar único, la mandrágora. Ante ella, todas las cajas de caudales, todas las puertas de los palacios, todas las mujeres caerán a vuestros brazos». Ya podéis imaginaros la efervescencia de gente estúpida ante esas proposiciones. 
¡Tendremos la mandrágora y por consiguiente tendremos riquezas, libertad, amor! Y, ¿sabéis lo que se les envía a los que piden esta maravilla? 
Una muñeca de madera en miniatura con la imagen de una raíz de mandrágora.Verdaderamente, la credulidad de la gente... Pero dejemos esto, pues no es interesante.
Así pues, ¿de qué forma hay que considerar las cosas? 
Está claro que la piedra preciosa no hará el trabajo en vuestro lugar. Estamos de acuerdo, la naturaleza la ha preparado para captar ciertas energías del cosmos y difundirlas, propagarlas... Pero no es suficiente confiar en una piedra preciosa y dormirse tranquilamente. 
Hay que utilizarla para un trabajo determinado. 
Si tenéis una piedra, os podéis unir a las virtudes que representa, pero es preciso que esta piedra llegue a vosotros, debe nacer y cultivarse en vosotros. 
Está bien adornarse con piedras preciosas, pero si no comprendéis el espíritu de la nueva Enseñanza para formarlas en vosotros mismos, todo resulta inútil. 
La piedra física sólo debe ser un modelo que os inspire y que os enseñe cómo reproducida en vuestro interior, a semejanza del modelo con el que trabaja un pintor o un escultor. 
Mirad esas piedras, admiradas, pero sobre todo tratad de crearlas en vuestro interior...como si estuvieran vivas. 
En este sentido es positivo tener piedras; lo contrario es vanidad o superstición.
¿Sabéis porqué se aprecian y se quieren tanto a las piedras preciosas? Por su luz. Sí, vibran tan al unísono con las fuerzas de la naturaleza que se han vuelto transparentes, dejan pasar la luz y ésta se manifiesta con todas sus tonalidades. 
El discípulo de la nueva vida también es una piedra preciosa: ha comprendido que para estar radiante y bello debe dejar que el Señor, la luz, habiten en él, pasen a través de él, hasta que su cuerpo físico se convierta en luz.
Pues el cuerpo físico puede convertirse en luz; Jesús nos lo enseñó cuando se transfiguró en el monte Tabor. 
Se dice en los Evangelios que en ese momento su rostro se volvió más brillante que el sol y sus vestiduras blancas como la luz. 
Ahora bien, ¿es posible esta transfiguración para todos los hombres? Sí, es posible para todos. Es posible para todos aquellos que han llegado a purificar y a sublimar su cuerpo físico. 
Cuando el hombre trabaja durante mucho tiempo,conscientemente, con fe, esperanza y amor, su cuerpo físico está tan sublimado, tan purificado,todas sus partículas vibran con tal intensidad que en ese momento es posible la transfiguración,como fue posible para Jesús. 
Y esto es, precisamente, la Nueva Jerusalén.
La nueva Jerusalén se prepara para venir al mundo, desciende del cielo, es decir, que los ángeles trabajan sobre los seres humanos decididos a hacer este trabajo de transformación, de purificación. 
Cada día, cada noche, las partículas oscuras que no vibran en armonía se van, siendo reemplazadas por otras más ligeras, flexibles y luminosas.. Son miles de Jerusalenes nuevas que se preparan y que formarán juntas esta nueva Jerusalén en la que Dios vendrá a habitar.
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