martes, 14 de julio de 2020

EL CODIGO JESÚS : Lección 9 -CONTEMPLA LA MÁS ELEVADA VISIÓN


Puedes elegir la realidad que experimentarás, porque hay más de una puerta en la conciencia.
Cualquiera que sea tu elección, tu Ser te encontrará ahí, ya sea para ayudarte o aplaudirte. Permite que tu elección sea la de tus más altos ideales, y la visión será honrada.
Sabemos que cuando percibimos completamente a la Divina Presencia, nuestro único Ser, nuestro mundo será una expresión o imagen perfecta de la voluntad y el propósito del Ser de una vida más abundante. Hasta entonces, experimentaremos varios grados de comprensión, y con cada nuevo entendimiento, deberíamos tener la correspondiente  demostración de nuestra Verdad de Ser.

Pero quizá todavía no estaremos viviendo en completa felicidad y armonía. Aunque las abruptas vueltas y caídas de la montaña rusa se hayan suavizado, el paseo parecerá continuar.
¿Entonces cuál es nuestra responsabilidad hasta el momento en que sepamos que sabemos? Es mediante la práctica continua de los Ideales la vida ideal en todos sus componentes.

Es contemplar desde la visión más elevada que nos levanta hacia una frecuencia más alta, a través de la cual el Espíritu irradia como nuestra conciencia para manifestar condiciones y experiencias equivalentes en la vida.
Recuerdo el Programa de 60 días No-Humanos según lo describo en mi libro A Spiritual Philosohyfor the New World [Una filosofía espiritual para el Nuevo Mundo]. El programa producirá milagros conforme nos rindamos totalmente al Espíritu en un modo Yo-no-puedo-hacer-nada-por-mí-mismo, y continuemos con la expansión de la conciencia. Pero aquellos de ustedes que hayan pasado por el proceso de 60 días saben que la rendición no constituye el final, sólo el principio. La idea completa es romper la conexión del ego y el sentido de separación con el único Ser, y moverse a esa nueva altitud de conciencia donde puedes hacer todo a través de la conciencia del Ideal, y finalmente a la
experiencia de comprensión donde declaras: “Yo SOY todas las cosas; Yo soy ese YO SOY”.
Rendimos al Más Alto Poder y mantener nuestra mente enfocada en el Espíritu en el infinito Conocimiento y Actividad de nuestro único Ser proporciona un canal de conciencia a través del
cual se expresa el Espíritu. Sin embargo, ¿en qué frecuencia de conciencia estamos manteniendo ese conocimiento? Yo puedo estar en una frecuencia más baja siendo ésa mi realidad en ese momento y aun ser “intelectualmente” conciente de la Presencia interior, y mi Ser me ayudará en cualquier forma que sea apropiada a ese nivel.
El poder de Dios nos encuentra en cualquier nivel de conciencia que estemos experimentando en ese momento. Quizá otra forma de decir lo mismo es que nuestro mundo es siempre un reflejo de la forma en que pensamos y sentimos. Ésa es la forma en que trabaja la Ley. El poder trabajará contigo, y para ti, sólo cuando trabaja como tú.
Por ejemplo, un amigo mío fue despedido de su trabajo, y durante varios días meditó en la Presencia interior como la forma de encontrar la perfecta oportunidad de carrera y el Espíritu se encontró con él en el nivel que él estaba manteniendo en su conciencia. Fue capaz de encontrar un trabajo que pagaba las cuentas básicas, pero estaba muy por debajo de sus talentos y habilidades. En esencia, en cierto nivel de conciencia, eligió una realidad basada en su percepción de sí mismo como no merecedor y de poco valor para los demás. Pero incluso en este nivel de poca valía, sus necesidades básicas fueron satisfechas.
Una mujer trabajó con su conciencia del Espíritu como el canal para atraer a su vida al hombre correcto y atrajo a uno que le dio muchos regalos y un nuevo estilo de vida de glamour y
excitación, pero no había amor verdadero en la relación, y el asunto no duró. La Ley de la Atracción trabajó perfectamente para corresponder a la vibración de su conciencia.
El Divino Yo dice: “Me paro ante la puerta y llamo”. Siendo omnipresente en la conciencia, nuestra Sacralidad está en cada puerta en todo campo-de-realidad posible en nuestra  frecuencia mundana. ¿Qué puerta abrirás? “Permite que tu elección sea la de tus más altos ideales, y la visión será honrada “.
¿Cómo es tu vida ideal? Aquello que veas, en eso te convertirás. Tuve una experiencia que me enseñó que hay muchas realidades diferentes revoloteando siempre en nuestros campos de energía.
Estaba sentado en mi sala hablando con Jan acerca de una película que íbamos a ver más tarde, cuando de pronto vi varios “discos de energía” flotando a mi alrededor, cada uno con su cola luminosa. Los vellos de mis brazos se erizaron, y pregunté silenciosamente qué eran. La respuesta vino de adentro: “Son los campos de la realidad… en la que estás ahora… algunos están más abajo, algunos más arriba”.
Inmediatamente pensé acerca de mi vida y sus diversos aspectos mi cuerpo físico, la profesión que estaba intentando, mis finanzas, hogar, amigos, y el grado de plenitud que sentía. Y me di cuenta que estaba viendo lo que consideraba mi “realidad presente”. ¿Era perfecta? No en todos sus detalles. Y entonces oí: “¿Cómo es tu realidad ideal?” Mientras, ésta comenzaba a tomar forma en mi mente, la voz dijo: “Elígela, vívela conscientemente”.
Desde ese momento he comprendido que cada decisión que tomamos en la vida inicia una reacción en cadena que teje una realidad alternativa, y que cuando cambiamos nuestras mentes y nos movemos en otra dirección, la realidad previa permanece. Así que en todo momento tenemos distintos “mundos de vida” adjuntos a nuestro campo de conciencia.
“Puedes elegir la realidad que experimentarás “. Estas palabras de vida pueden representar una realidad-deuda, una experiencia aparentemente casual de enfermedad, y lo que puede estar detrás de la realidad de fracaso, relaciones rotas, soledad y pena. También está la vida de “irla pasando” de manejar lo bueno y lo malo, de esperar y lidiar. Y la mayoría de la gente ha experimentado la existencia de “grandes saltos”, con sus festines y su hambruna, sus altas y bajas en salud, entradas y salidas del éxito, amor maravilloso y un final de amargos reproches. Es como moverse de una realidad a otra y de regreso otra vez.
¿Cuál es tu realidad ideal? Primero, hazte consciente, tan profundamente como puedas, de la Omnisciencia, entendiendo que el Yo interior lo sabe todo y siempre está en plenitud eterna. Ahora muévete a la verdad de la Omnipotencia que sólo existe un poder, el poder interior, y que todo lo que está en el mundo exterior es no-poder. Después considera la Omnipresencia, y entiende que la Sapiencia infinita y el Poder-para-el-bien están presentes en todas partes en tu vida.
Ahora deja que tu conciencia cambie a la verdad de lo que sea que veas en tu mente y de lo que sientas en tu corazón, ya como una parte de tu más elevada realidad.

Éste es el reconocimiento del Tener-en-el-momento-presente. Enseguida, vuélvete uno con la nueva realidad, dando al Espíritu el patrón perfecto para que se exprese. Captura la imagen del cuerpo perfecto energía radiante, vibrante, vital y completa. No trates de cambiar o mejorar el cuerpo de otra realidad mirándolo
diferente. En vez de eso, acepta que el Espíritu es el único Cuerpo, y que en tu nueva realidad sólo tienes perfección. Tengo el Cuerpo Ideal.

Y aquello que veas en el interior, te volverás en el exterior.
Ve la perfecta libertad económica, viviendo completamente libre de deudas y disfrutando de la plenitud de la abundancia. No te enfoques en los efectos; mantén tu imaginación creativa en la
pantalla de tu mente, recordando que éste es un mundo de energía y que estás trabajando con las fuerzas electromagnéticas de la conciencia. En vez de contar dinero o verte a ti mismo gastando lo que quieras, sé uno con la energía de la abundancia pródiga y omnipresente, enfocándote en el punto de contacto interior que representa las finanzas perfectas. ¡Y vive en la Riqueza Ideal!
Contempla tu ideal más elevado de éxito creativo. Enfócate sólo en la perfección de las relaciones.
Siente el entorno perfecto del hogar ideal. Busca la más elevada visión de la vida en todos sus aspectos, mantén esta visión, y deja que sea absorbida en tu Conciencia como el patrón de
perfección.
Más arriba mencioné el hogar ideal, lo que me recuerda una historia interesante. Justo antes de mudarnos nosotros y el equipo de Quartus de Austín a Boerne, Jan y yo dedicábamos un tiempo diario al Programa No-Humano de 60 días, lo que significa que habíamos rendido toda la experiencia de la mudanza al Espíritu. Todo transcurrió suave como la seda, excepto que al principio no podíamos encontrar la casa adecuada para nosotros. Así que Jan entró en meditación y escuchó las palabras: “Me iré antes para preparar un lugar para ustedes”. ¿Qué tipo de lugar? Jan no especificó una forma particular de arquitectura, estilo, disposición de  habitaciones, ni el aspecto de los alrededores. Desde que escuchó esa afirmación,  simplemente supo que ya teníamos el Hogar Ideal, y en su facultad imaginativa nos vio viviendo dichosos y jugando con nuestro perro Maggi en la morada perfecta y dejó que el ideal fuera absorbido en su conciencia.
Antes de ir a Boeme para volver a buscar, Jan llamó al agente de Bienes Raíces de ahí y le preguntó acerca de cierta área a las afueras del pueblo. Queríamos rentar una casa, y el agente le dijo que en ese sitio sólo había casas en venta, y después le describió una en particular.
Jan dijo: “Queremos verla”. El agente accedió, pero dijo que el propietario preferiría dejar que la casa se pudriera antes que rentarla. Fuimos a verla de todas maneras, y cuando entramos, supimos que era nuestra casa. Había un estudio privado para mí, un cuarto para que Jan trabajara cuando no estaba en la oficina, dos áreas comunes, y estaba situada en un hermoso terreno de tres acres, lleno de árboles y con una piscina. Le dije al agente que hiciera una oferta de arrendamiento por la casa, y le especifiqué lo que estábamos preparados a pagar. Así lo hizo, y se sorprendió cuando el propietario aceptó. Un par de años después, compramos la casa por 75,000 dólares menos que su precio estimado. ¡Los Ideales en la conciencia hacen milagros!
El 1° de enero de 1997, Jan escribió en su diario:
‘Moviéndome en el espacio interior contemplo el año que termina. ¿Qué quiero dejar ir, dejar atrás
en 1996, mientras piso la nieve fresca del ‘97? Veo que lo que debo dejar ir es ‘la creencia en ‘cualquier cosa que elija dejar atrás, porque la ‘creencia en ‘es lo que causa ‘la manifestación de’.
Así que dejo ir la creencia de que hay o puede haber cualquier tipo de limitación. Dejo irla creencia de que alguien está mal, de que alguien carece de amor y plenitud. Dejo ir la creencia en el estrés, la tensión, la discordia, la enfermedad, el envejecimiento; de que hay falta de tiempo o energía. Dejo ir la creencia de que no vivo en un mundo perfecto, armonioso, dichoso’ próspero, amoroso. 

VIVO EN UN MUNDO PERFECTO.
No se necesita decir más “
Deja ir los falsos “creo en” y encuentra tu mundo perfecto, y sabe que todo aquello que ves y sientes en tu mente y en tu corazón es real. Es tuyo ahora en la conciencia profunda, y no permitas que nadie te aparte de esta visión. Es tu realidad presente, un campo de fuerza para la perfección en cada detalle. Vívelo. Sé ese campo de fuerza. Y el Espíritu hará el resto.
Una meditación
Me muevo ahora en una Nueva Realidad, mi Vida Ideal, donde todo es perfecto.

Me vuelvo hacia dentro y veo y conozco y siento el Cuerpo Ideal de pura energía, completo, radiante y lleno con la única Vida del Espíritu. Vivo el Ideal del Cuerpo.
Vivo y me muevo y tengo mi ser en pródiga abundancia, y veo sólo desde la más elevada visión de la plenitud y la integridad de mis asuntos financieros. 

Vivo el Ideal de la Abundancia.
Veo mi Ideal del perfecto éxito creativo, y en el espíritu de Tener, sé que aquello que veo es en lo que me convertiré. 

Soy la plenitud del logro perfecto, de la victoria total y del
triunfo. 

Vivo el Ideal del Éxito.
Mis relaciones son perfectas, porque amo y me aman, y me veo a mí mismo como todos.
Doy a todos la felicidad y la armonía que SOY y TENGO, que inunda y es interminable.
Vivo el Ideal de la Relación.
Cualquier otro detalle en mi vida es perfecto. Ésta es ahora mi Realidad, y observo, cómo mi mundo refleja esta perfección. Vivo el Ideal de la Vida.


John Randolph Price

EL CODIGO JESÚS : Lección 8- ENTIENDE LA VERDADERA PLEGARIA


Su Santidad, el Cristo, lo sabe todo y se expresa eternamente como perfección en las vidas individuales. Alinéate con esta expresión, que es la verdadera plegaria. No demandes. Acepta el conocimiento y la actividad del Espíritu, y vive en paz.
El mensaje aquí es omnisciencia la verdad de que sólo el Yo lo sabe todo, y que la actividad del Yo está en constante y continua prodigalidad sin que se le pida. Esto vuelve al proceso natural del universo, donde todo se mantiene en el Divino Estándar en todo momento plenitud, abundancia, buenas relaciones y verdadero éxito. Y eso incluye a cada ser  individual.  El Espíritu sabe de tus necesidades y es con gran amor y alegría que cada necesidad es satisfecha, incluso antes de que sintamos la presión emocional del mundo exterior. 
Cuando estamos plenamente conscientes de esta verdad, nos alineamos con el Espíritu, y nuestra mente y nuestra naturaleza sensitiva registran el sentido de tener. Esta plenitud irradia entonces hacia dentro, a través y como nuestra conciencia, sin tener que pedir u orar en la forma tradicional.
De hecho, la plegaria de petición puede incluso bloquear el orden natural, porque estamos enfocándonos en el problema y no en la solución. Creemos que Dios no conoce nuestra situación, y que tenemos que informar a la Presencia de nuestras necesidades. Asimismo, estamos pidiendo que algo sea sanado en el mundo exterior, cuando la curación sólo debe tener lugar dentro, en la conciencia.


EL CODIGO JESÚS : Lección 7 -ENTIENDE LAS SOLUCIONES A LOS PROBLEMAS


No puedes encontrar en la mente humana la solución a un problema, porque ninguno existe, la mente ni el problema. Sin embargo eso que parece amenazador, cuando es ENTI
Piensa en un problema o reto que puedas estar experimentando en este momento. ¿Dónde se originó? En la creencia en dos poderes la creencia de que el Espíritu de Dios interior está en competencia con el mundo externo de la forma, un adversario tan poderoso como la misma Omnipotencia.
Crecimos con esta creencia. Cuando éramos niños, teníamos batallas que pelear, dolores que aliviar, pérdidas que compensar y condiciones que superar. A medida que maduramos hacia la adultez, estas creencias cobraron aún más fuerza. Oh, rezábamos para que fuéramos librados de “la trampa del cazador y de la fétida pestilencia” pero en general, tuvimos que enfrentar el reto y buscar nuestro camino a través de él con nuestras mejores habilidades.


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