lunes, 12 de diciembre de 2016

LOS HIJOS DEL SOL-EL MANDATO

EL MANDATO
Fue al mes siguiente de su cuarenta cumpleaños cuando, Myriam volvió a vivir el terror de sus precogniciones. Fue al anochecer. Estaba en compañía de Juan, el discípulo amado del Cristo, cuando su mente comenzó a dar vueltas perdiendo el equilibrio y cayendo estrepitosamente al suelo. Marco; pues así se le llamaba también a Juan, se asustó y se arrodilló para auxiliar a su entrañable amiga. Los ojos de Myriam estaban fijos, en blanco y apuntando hacia el centro de la cabeza. Fría, rígida, como si de una verdadera muerte se tratara. Este estado se había repetido varias veces en Myriam, y aunque Marco estaba acostumbrado, no dejaba de preocuparse por si en una de esas ocasiones pudiera ser la definitiva.
Myriam se vio trasportada fuera de su cuerpo y vio a Musaray que la llevaba de la mano. ¡Sin duda esta vez podrá conmigo y moriré en sus brazos! se decía- Pero Musaray le dijo:
Te llevo ante mi Señor. Te está esperando. Y al instante vio a un ser poderoso, repleto de tristeza, de oscuridad, de dolor, de frío, de tensión. Y sin embargo, feliz de su estado, consciente de su misión: Yo soy Hades; El Señor de la Muerte y del Infierno.
Ha llegado mi hora. El Padre de todas las cosas, ha dispuesto que tu amado muera. Despídete por tanto de Él, pues sus horas están contadas. Myriam, comenzó a llorar amargamente, pero no con lágrimas del cuerpo, sino del espíritu, que son inmensamente más dolorosas que las de la materia.
Y veía, como se desgarraba su pecho.
Quería gritar, pero no podía. Fueron segundos, pero en un instante apareció frente a Hades, Lylith, que protegiendo a Myriam, dijo al Dios de la Muerte: - ¡Esta es mi protegida….déjala vivir y amar a su amado! Yo vivo de su placer, de su amor, de sus deseos.
Si matas a su amado, yo no podré vivir en ella. Pero Hades, no se compadeció y envió un rayo luminoso a Lylith, quien desapareció en la nada por obra de esta oposición divina.

LOS HIJOS DEL SOL VI - MARÍA MAGDALENA -3ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL VI - MARÍA MAGDALENA -3ª PARTE
EL GRIAL
- ¡Señor!...¿Por qué hemos de hacer caso a esta mujer?
- Simón, no debes juzgar desde la tradición de tus padres, pues también en la mujer vive la luz del espíritu. -
¿Pero qué dirán las gentes si saben que nos manda Myriam? -
Sólo si te vuelves como un niño podrás razonar desde la observación y no desde los prejuicios.
Ella ha sido bendecida por mi padre y es una más entre vosotros. Los doce se habían levantado al amanecer y habían caminado hasta las lomas más altas de Hebrón.
Myriam parecía guiada por una extraña fuerza inmaterial.
Sus ojos brillaban en una forma extraña. De vez en cuando se paraba observando una planta.
A los pocos segundos mandaba cortarla e introducirla en una saca que llevaba Tomás. Leví anotaba cada una de los nombres de cada hierba.
Jesús sonreía, viendo cómo su pequeña jauría de rudos varones, eran manejados con maestría por una mujer.
Esto además de ser una fantástica prueba de humildad para todos ellos, propiciaba un cierto juego lúdico.
Al cabo de dos horas, y después de haber recogido una veintena de hierbas, además de unos pocos polvos de arcilla roja, Andrés preguntó al Maestro: - Señor. ¿Qué esta haciendo Myriam?,
No sabíamos que ella supiera de plantas medicinales. - No Andrés, ella no conoce las plantas ni sus aplicaciones.
Pero puede dialogar con el Ángel de la Tierra y sus pequeñas criaturas. Y son ellos los que le guían para determinar cuál es adecuada o no para curar. -
Maestro, ¿Cuándo podremos nosotros ver como ella ve? - Myriam ve con los ojos del espíritu desde la cuna.
Pues fue señalada por los Ángeles de mi Padre en el vientre de su propia madre.
También algunos de los discípulos de Juan el Bautista pueden ver en la misma forma. Pues han abierto sus ojos mediante el ayuno, la purificación y el silencio.

LOS HIJOS DEL SOL VI - MARÍA MAGDALENA -2ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL VI - MARÍA MAGDALENA -2ª PARTE
CON JESÚS EL CRISTO
Una extraña mezcla de sensaciones contradictorias peleaba en el corazón de Myriam. Por un lado la tremenda tristeza de la despedida de Juan, a quien tanto había amado.
Por otro la tremenda atracción indescriptible que desde el día del bautismo, sentía por el Nazareno. Juan y Andrés fueron reclutados en las filas del joven profeta ahora cristificado. Los 144 discípulos del Bautista, no podían formar parte del clan.
La diferencia cultural, psicológica y espiritual de estos, con los discípulos de Jesús era muy grandes.
El Mesías no podía juntar ambos rebaños. Optó por tanto, en enviar a los discípulos del Bautista de dos en dos a recorrer el mundo anunciando la Buena Nueva de la llegada del Reino de Dios y la necesidad del bautismo y de la purificación.
Fueron estos los que exportaron la idea crística por toda la Europa conocida. Los doce que quedaron con el Maestro tenían una tremenda rivalidad con los del Bautista, al no aceptar su condición poco cultivada de pescadores, al contraste con los esenios, cuya virtud y disciplina estaba probada desde tiempos inmemoriales. Pedro, ardoroso y combativo aceptaba aún peor el que Myriam de Magdala permaneciera junto al Salvador.
Los reproches hacia su presencia eran constantes y junto a él, los otros apóstoles, tampoco compartían dicha presencia.
Sólo Juan el evangelista y Andrés, toleraban y amaban a Myriam de Magdala, puesto que habían sido todos ellos discípulos del Señor de la Tierra. Pero si no se toleraba su presencia, menos se toleraba aún los rumores de que Myriam había yacido con el Bautista, siendo por tanto dudosa su reputación y comportamiento .

LOS HIJOS DEL SOL VI - MARÍA MAGDALENA - 1ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL VI - MARÍA MAGDALENA - 1ª PARTE
Yo Soy Homet-Nut; mi nombre iniciático concedido por mi maestro Homet-Ra, en el tiempo de Egipto.
Se me ha concedido asomarme a este tiempo, mediante el acceso a los registros del eterno presente. Hace más de tres mil años, el faraón Akenatón, creó La Fraternidad Solar de los Hijos del Sol.
Los seres que formaron parte de aquel proyecto comprometieron sus vidas haciendo un juramento de servicio del conocimiento. Desde entonces nada ha cambiado, los mismos espíritus con el mismo compromiso viven en diversos cuerpos en este tiempo, al igual que vivieron en los hitos del cambio histórico del proceso evolutivo del hombre. Algunos sabios de la antigüedad, conquistadores, santos, escritores, alquimistas y científicos fueron los mismos juramentados, que en forma más o menos conscientes, se revistieron de carne para servir su juramento y ayudar al hombre en su proceso evolutivo hacia el constante devenir de la perfección.
Cuando hablamos de los Hijos del Sol referidos a la tradición Judeo-Cristiana, tenemos que hablar en masculino.
Casi todas las figuras míticas, religiosas, héroes o santos son hombres. ¿Pero que pasa con las mujeres? ¿Acaso no son iguales o incluso superiores a los hombres? Desde el punto de vista espiritual, el hombre y la mujer son absolutamente iguales, aunque desde el punto de vista psicoemocional y anatómico tengas diferencias obvias. Es injusto crear un modelo ético, moral y espiritual basado en la experiencia del hombre excluyendo a la mujer. Es por esto que deseo reivindicar una figura magistral y poco conocida, como es la de Maria de Magdala. Es un relato que ya salió a la luz hace un tiempo, pero era de justicia retomarlo para refrescar nuestra memoria.

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 5ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 5ª PARTE
BAUTISMO DE JESÚS.
Por aquel entonces, Jesús, que había comenzado a destacar entre el pueblo por sus prodigios y por su capacidad de curar a los enfermos, oye de la predicación de Juan el Bautista por medio de Andrés, que además de ser el íntimo amigo del Bautista, comenzaba a frecuentar la predicación de Jesús.
A su vez, Andrés hablaba a Juan de los milagros y de la filosofía de vida de Jesús. De una u otra manera ambos sabían el uno del otro, pero ninguno deseaba establecer contacto, no por celo o por desconfianza, sino por que en ambos casos el "guía interior" les hacia dar los pasos precisos en el momento adecuado. No había prisa. Lo que tendría que llegar llegaría. Y efectivamente, fue el propio Jesús quien pidió ser llevado ante Juan del Bautista.
Juan estaba predicando en la fuente del Enghadi. Su carismático discurso hacia vibrar a propios y extraños. Nadie mejor que Juan para el diálogo. Él era la inteligencia activa, el discernimiento puro del conocimiento de la Ley.
Jesús escuchaba agazapado tras los visitantes ocasionales, que atentos al profeta no perdían ni una sola sílaba de su discurso. En un momento preciso, Jesús se encaminó silencioso hacia la figura de Juan y una vez a su altura dijo lo siguiente:
-Maestro; yo creo en todo cuanto dices y deseo ser bautizado.
Juan, le miró fijamente y se quedo petrificado, puesto que aquellos ojos no eran humanos. Algo absolutamente maravilloso salía a borbotones de aquel ser y golpeaba el duro corazón del profeta de Dios. Miró después a la parte alta de la cabeza del Nazareno y deslumbrado por lo que vio dijo:

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 4ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 4ª PARTE
EL MISTERIO DE MARIA MAGDALENA
En cada cambio de era, nace un gran avatar, pero también lo hace la parte femenina del mismo. Isis; la gran madre, toma carne y forma en una bella mujer. Esa parte femenina, maravillosa no era otra que Maria Magdalena, la gran olvidada de la Historia Sagrada antigua.
Pedro, Santiago y luego Pablo no aceptaron nunca ni comprendieron a aquella mujer que venía de varias relaciones a entrar en el corazón e interés del Maestro como la preferida. Tampoco aceptaron nunca, que cuando ella se ponía a recitar bellas fragancias melódicas en los amaneceres, se movieran las plantas para acariciarla. No entendía como aquella mujer podía hablar con los Ángeles de la Lluvia y del agua o de la Luz.
Primero Juan, el Maestro, luego Maria y finalmente Jesús, no eran sino seres que encarnaban a la Madre tierra y al Padre Sol. Eran seres que habrían vivido en la cuna esenia toda una filosofía de vida simple pero transcendente.
Nadie sabe el dolor que pasa un clarividente cuando donde ve vida, los otros no ven más que muerte; cuando en sus conversaciones con los duendes de la naturaleza, los demás ven paranoia; donde en los estados de trance se puede transportar a otro tiempo, a otros lugares y a otras presencias, cuando los ciegos en la materia no ven sino un ser adormilado y aparentemente torpe.
Juan, Jesús y Maria enseñaron a aquellos pescadores de Galilea lo que no podían entender de ninguna manera. Solo los discípulos de Juan el Bautista que eran clarividentes, sabían y callaban como iniciados. Pero los discípulos de Jesús, guiados por su machismo, despojaron a la Magdalena de su jerárquica dignidad relegándola a una “mujer pecaminosa”.
Pero este estigma de ignorancia no solo se quedó en aquellos, sino que los grandes padres de la Iglesia, elevaron hacia el tercer siglo después de Cristo a la categoría divina y por tanto como sujeto de adoración a la Virgen María, arrebatando lo que correspondió a otra mujer. Pero es que además, entraron en algo que sigue siendo impensable para un iniciado, es decir; adorar a un ser encarnado.

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 3ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 3ª PARTE
KABIR EL CURANDERO.
Kabir era un hombre de casi ochenta años, que mantenía en su mirada y en sus ademanes la aristocracia de un ser entregado al bien y al consuelo humano. No se sorprendió en absoluto cuando vio entrar a Juan en su destartalada casa. Le miró con calma y le dijo:
- Eres más joven en presencia física que en el mundo de los sueños. Ven. Te estaba esperando.
Juan le comentó a su vez:
- He oído por las caravanas que llegan a mi pueblo de tu medicina y de tu sabiduría y he venido a ti para que me enseñes. Yo soy un hombre entregado a la búsqueda de la verdad eterna y deseo aprender.
- Querido amigo; ¿A que verdad te refieres?....¿Es acaso mi verdad, igual a la tuya?.. yo tan solo puedo entregarte el legado de lo que aprendí y de lo que a su vez me enseñaron, para que no pierda la experiencia de otros tantos y sea trasladada en el tiempo para que el ser humano goce de la inteligencia de cuantos le han precedido.
Vio Juan que aquel hombre tenía muchos recipientes con infinidad de plantas y emplastos, así como vasijas de barro que tenían agua de distintos colores. Todo un sinfín de piedras y de cristales que estaban sumergidas a su vez en líquidos de distintas densidades y tonos. ¿Quién puede aprender de tanta variedad de formas? -Decía Juan. Pero el tiempo consigue rellenar las lagunas de la mente y allanar el camino de la impaciencia haciendo que según pasaran los meses Juan aprendiera muchos nuevos conceptos y conocimientos de un anciano que no solo se prodigó en enseñarle, sino que le entregó un poco de su corazón como si de un hijo se tratara.
Kabir le solía decir:
- Mira Juan a tu alrededor y verás como la misma hierba no crece igual de fuerte en este lugar que en el otro. Observa cómo reaccionan los cultivos en distintas fases de la Luna. Observa cómo cada estación trae consigo unos frutos y unos fluidos que son distintos y dispares de otros. Debes aprender a encerrar el cielo en la tierra y seguir la ley de los astros y del tiempo.
El anciano Kabir hacia dibujos extraños sobre telas, después de saber el día del nacimiento de los pacientes que venían a verle. Y las medicinas las hacía en función de la fecha de cada uno. Había recibido el conocimiento astrológico siendo joven en Egipto de manos de los sacerdotes y lo aplicaba con maestría. Cierto día se produjo un airado reproche con Juan respecto del concepto de la predestinación de cada ser por el hecho de nacer en un lugar y en un instante preciso. Juan no entendía como el futuro del ser humano puede estar escrito ya desde el momento de nacer y como nadie puede escaparse a su destino. El anciano le respondía con calma.

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 2ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 2ª PARTE
LA PIEDRA MÁGICA
Existen pequeñas anécdotas que afortunadamente el velo del tiempo nos ha dejado desvelar. Solo quien tiene la llave puede abrir la vieja puerta de su casa. Sólo quien sabe caminar por el laberinto no se pierde ni se ciega con las fantasmales luces del Maya. En este caso nos referiremos a un capítulo que nunca se escribió de Juan.
Era un día cualquiera de su impetuosa juventud; Juan había dejado la cueva donde habitualmente moraba y se había dirigido a la fuente del Engadí, donde periódicamente se bañaba antes de que saliera el Sol. Las viejas enseñanzas de Zaqueo eran para él como un código imperturbable de conocimiento. En estas enseñanzas, el baño ritual antes de saludar al Sol era obligado, además de higiénico. Pero esa mañana, un extraño y minúsculo sol artificial estaba iluminando con reflejos vistosos el agua de la fuente. Por un momento Juan se desconcertó e incluso comenzaba a pensar que el fin de los tiempos estaba próximo al ver como el sol de este amanecer estaba pálido de vida o bien todo se estaba apagando ante sus asombrados ojos. La luz continuó su evolución hasta que se puso matemáticamente sobre la vertical de su cabeza. Nuestro hombre levantó la cabeza y se quedo asombrado ante la cegadora luz que salía del mismo. Uno de esos rayos comenzó a descender desde el pequeño sol metálico y alcanzó a Juan, que con suavidad se vio ascendido hacia arriba, como si algún águila gigante le estuviera levantando desde la tierra. Comenzó a pensar que a lo mejor todavía estaba dormido y que en todo caso se trataba de su imaginación, pero no solo no fue así, sino que se vio impetuosamente introducido en una extraña tienda de un color jamás visto y con una luz maravillosa que iluminaba toda su figura. Dentro de aquella tienda de extraño metal era de día, pero mirando desde la puerta de la misma hacia abajo, era de noche. Enseguida comprendió que aquello no era obra del hombre, sino de Dios.

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 1ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 1ª PARTE
Yo Soy Homet-Nut; mi nombre iniciático concedido por mi maestro Homet-Ra, en el tiempo de Egipto. Se me ha concedido asomarme a este tiempo, mediante el acceso a los registros del eterno presente .Hace más de tres mil años, el faraón Akenatón, creó La Fraternidad Solar de los Hijos del Sol.
Los seres que formaron parte de aquel proyecto comprometieron sus vidas haciendo un juramento de servicio del conocimiento. Desde entonces nada ha cambiado, los mismos espíritus con el mismo compromiso viven en diversos
cuerpos en este tiempo, al igual que vivieron en los hitos del cambio histórico del proceso evolutivo del hombre. Algunos sabios de la antigüedad, conquistadores, santos, escritores, alquimistas y científicos fueron los mismos juramentados, que en forma más o menos conscientes, se revistieron de carne para servir su juramento y ayudar al hombre en su proceso evolutivo hacia el constante devenir de la perfección
El programa de Elijah fue preparado antes de su nacimiento por la Fraternidad Solar. Tuvieron que pasar un tiempo y medio tiempo (666+333) para que el mismo espíritu retornara en el momento preciso de la entrada de una Era y el final de Otra. Con otro cuerpo, con otra misión, con el nombre de Juan el Bautista, retomó su trabajo entre los humanos mientras que su viejo envoltorio permanecía durmiendo en la Luna Negra (1). El avatar de Piscis Jesús el Cristo debía interpretar su papel, pero difícilmente podía operar sin que el espíritu de Elijah le compenetrara y realizara su misión. No deja de ser significativo que el Mesías cristiano, en la hora de su muerte llamara a Elijah reprochándole su abandono entre sus torturadores.
Permitidme contar la historia de Juan y su profundo significado esotérico. Es importante leer entre líneas, aplicar la imaginación y ver que detrás de cada movimiento aparentemente fortuito, existe una Ley Suprema. Nada se escapa a una lógica superior. Todo tiene sentido. Todo ocurre cuando la Ley lo permite.

LOS HIJOS DEL SOL IV - ELIJAH - 5ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL IV - ELIJAH - 5ª PARTE
HABLEMOS DE REENCARNACION.
Como veremos posteriormente en el siguiente personaje, pretendo afirmar que Elijah, encarnó su espíritu en Juan el Bautista. Y que Eliseo, no fue sino Jesús; El que en su día fuera a su vez cristificado. Siempre Juan o Elijah fue el Maestro de Eliseo y de Jesús y siempre lo será, pues la jerarquía espiritual así lo exige. Cuando Elijah cedió las dos terceras partes del espíritu a Eliseo, le otorgó el poder del milagro y la capacidad de alcanzar la maestría. Por ello cuando se reencontraron de nuevo en el tiempo de Cristo, Juan actúo con modestia ante la figura tremenda de Jesús. Solo los iniciados supieron y aún saben lo que realmente ocurrió.
La parte esotérica se quedó en Juan y con él la sabiduría, la humildad y la operatividad. La parte exotérica se quedó en Jesús con el milagro, el prodigio y con seguidores que vivían del prodigio y de lo espectacular, sin reparar en la transcendencia superior.
Para Juan lo importante era la autorrealización a través de la inteligencia para llegar a Dios, pero los seguidores posteriores de Jesús el Cristo, como Pablo sólo solicitaban de la fe para engrosar la secta de los cristianos. No era importante para estos, si entendían ó no, si conocían ó no. Bastaba la fe para acceder a la parte exotérica de un misterio que aún hoy no se ha revelado del todo. Así pues, una iglesia nutrida por personas a las que solo se les exige la fe ciega y que cual rebaño son controladas por los representantes de Dios sobre la tierra, genera en todo caso falta de discernimiento y de lógica. "Aunque sea torpe y aunque no llegue, seguramente este sabe mas que yo y en todo caso, yo tengo fe". Estas reflexiones aleadas con la espectacularidad de los milagros de Jesús el Cristo atrajo a un público circense que de sensación en sensación se encandilaba por los sentidos, sin llegar a la verdad por madurez personal.

LOS HIJOS DEL SOL IV - ELIJAH - 4ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL IV - ELIJAH - 4ª PARTE
ELIJAH ES ARREBATADO AL CIELO.
Elijah llamó a solas a Eliseo y le dijo:
- Eliseo, ve al Monte Carmelo y reúne a todos los hermanos en la fuente del Engadí. Dentro de tres días yo desapareceré de este mundo, pues el Señor me llama a su presencia .
- ¡Padre mío!. ¿Cómo puedes dejarnos solos?.
- El siervo tiene que obedecer a su amo y nada puede hacer, pues nació y vivió sabiendo que era un siervo. El llama y yo obedezco. No encontrarás en el mundo un oficio más duro que el de Profeta del Señor. Nadie sabe lo que es vivir sabiendo lo que pasará mañana o dentro de uno o diez años. Solos los inmortales viven sin tiempo. Sin apego a nada. Es duro amar, sabiendo que la persona que amas desaparecerá en tal o cual momento. Es duro apegarse a las cosas, cuando sabes que después desaparecerán.
Yo, Eliseo, siempre viviré en la morada del tiempo, sin casa, sin hogar físico. Mi casa es el tiempo y mi tortura es la inmortalidad. Veré pasar a mis hijos, y a los hijos de mis hijos, y con sus muertes y desgracias yo me iré muriendo cada día y cada año; pero aún deseándolo con todas mis fuerzas, no moriré, ni descansaré hasta el día en que el Señor me otorgue su licencia para hacerlo.
El Señor de la Tierra es inmortal y él habita en templos de carne y en muchos tiempos. Pero el espíritu de los seres que albergan o cohabitan con dicho Señor se impregnan de la inmortalidad y se hacen intemporales.
Viven, nacen y mueren como profetas, astrólogos, adivinos y sensitivos. Son seres errantes en el tiempo. Trabajan con el tiempo y lo venden en pequeñas parcelas a los reyes, a los enfermos o a los seres inquietos y temerosos de su destino.
Eliseo, el profeta calvo y de cuerpo breve no entendía nada de lo que Elijah le decía.

LOS HIJOS DEL SOL IV - ELIJAH - 3ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL IV - ELIJAH - 3ª PARTE
LAS VISIONES DE SHEISHA
Y ocurrió, por aquel entonces que Elijah fue reclamado por Zacarías; uno de sus devotos seguidores que vivía en Jafa, junto al Mar.
Zacarías, hombre justo y seguidor de la tradición de Yahvé, había sido premiado por Dios con una gran fortuna.
En sus campos araban casi veinte docenas de bueyes y sus jornaleros se contaban por medio centenar. Tenía a su vez, este hombre justo, una de las esposas más bellas de la comarca. Se llamaba Judith; mujer que se prodigaba en el cuidado de su cuerpo con mas fuerza y vehemencia que en el de su espíritu. Gastaba en vestidos y en oropeles muchos bienes y gozaba con las riquezas de la gran hacienda de su esposo. Zacarías, no obstante no podía sino rendirse ante el encanto de tanta belleza y se dejaba llevar.
Judith se hacia acompañar de varios criados para acercarse todos los días a la fuente del barrio próspero del norte de Jafa. Y muchas mujeres y jóvenes la esperaban para ver tanto encanto rodeado de tanto oropel. Cada día lucía un vestido nuevo y unas nuevas joyas adornaban su maravilloso pelo negro. Ella, sabedora de la admiración que levantaba, caminaba insinuante con una media sonrisa que hacia palidecer de deseo a los varones que la contemplaban.
Pero el destino que es imprevisible quiso que Judith enfermara con una extraña úlcera, que poco a poco fue haciendo mella en su delicada piel, para cubrir finalmente todo su rostro. En poco más de un mes, aquella bella mujer moría en los brazos del compungido Zacarías. Este, sabedor del poder de su maestro Elijah, reclamó a su mayordomo y le dijo:

LOS HIJOS DEL SOL IV - ELIJAH - 2ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL IV - ELIJAH - 2ª PARTE
LA TIERRA CASTIGA AL HOMBRE
Como cada mañana. Elijah y Sheisha recibían a los enfermos que periódicamente visitaban el campamento. El resto de las mujeres y los pocos aprendices que vivían con el Profeta de Dios elaboraban las hierbas y las pócimas que luego eran entregadas a los afectados, a cambio de grano, semillas, o animales que estos entregaban como pago por el servicio.
En esta ocasión era una mujer la que estaba tumbada en una burda mesa de madera, entre la mirada expectante de Sheisha y Elijah. Sus lamentosas palabras hablaban de que desde su esposo la había relegado por otra mujer joven, había engordado con exceso y un tremendo cansancio y atonía la embargaban hasta el punto de no poder moverse y de dejar las obligaciones de la casa abandonadas. Esta actitud le costaba por añadidura buenos azotes por parte de su esposo que retornaba del campo y se encontraba con una casa totalmente abandonada y desatendida. La mujer decía:
- Hombre de Dios, el diablo ha entrado en mi casa y ha poseído a la otra mujer. Mi esposo no me desea y yo poco a poco me muero. ¿Podrías tu expulsar el diablo de mi casa?....
Elijah la miró con una pequeña sonrisa y le dijo:
-¡Mujer.....el mismo diablo se asusta de la maldad del hombre!. Deja que el diablo se enfrente al Ángel y tu ocúpate de tu cuerpo y de tus obligaciones.

LOS HIJOS DEL SOL: ELIJAH - 1ª PARTE


LOS HIJOS DEL SOL: ELIJAH - 1ª PARTE 
EL SEÑOR DE LA TIERRA
Mi nombre iniciático fue Homet-Nut. Tuve el privilegio de ser admitido en la Fraternidad Solar que creara en su día el faraón Akenatón. Tanto yo, como mis setenta y un hermanos, juramos servir los valores de los Hijos del Sol, a través de los tiempos, en las diversas reencarnaciones que se nos asignaran en la Tierra, por los señores del Karma. Se me ofertó y adquirí el compromiso de revelar el conocimiento. Fui el guardián del Ojo Sagrado de Ra y se me programó con la facultad de mirar hacia atrás en los Registros del Tiempo.
Por esto me ha tocado asomarme a este momento, contando cuanto puede ver mi espíritu. En un determinado estado de conciencia, soy un ser atemporal. Y como en una gran pantalla, veo acontecimientos, percibo sensaciones y revivo situaciones, en las que los miembros de la Fraternidad Solar, se han visto envueltos, a través de la Historia.


sábado, 10 de diciembre de 2016

LOS HIJOS DEL SOL: LOS ESENIOS.- 2ª parte


LOS HIJOS DEL SOL: LOS ESENIOS.- 2ª parte
EL VERDADERO PODER DEL HOMBRE.
La campana tocaba a capítulo de trabajo en la sinagoga. Por la tarde se reanudaba la traducción y elaboración de los documentos sagrados traídos por Maser desde Amarna, Karnak y Menfis. Algunos de esos documentos eran luego llevados al otro lado del desierto, a Canaán, donde los hebreos estaban asentándose en la Tierra Prometida. Luego se recitaban y se debatía sobre dichos textos, y en la misma reunión se entonaban los mantras sagrados para elevar la vibración de la comunidad y expulsar los malos espíritus.
El Maestro de Justicia, parecía ahora uno más de ellos, su pelo había crecido, su barba ahora más larga y bien recortada, le otorgaba un porte aristocrático que denotaba su autoridad moral. Sus ojos eran tiernos y bellos. Pero todos observaban que la edad dibujaba arrugas en las caras y los cuellos de los hermanos, mientras que en la del Maestro de Justicia no existía ninguna huella del paso del tiempo. Esen, el Jefe de la Orden, caminaba ya algo encorvado. Tenía cerca de los cien años. Muchos habían muerto. Y los hijos de las familias esenias del interior hacía años, que venían enviado a sus hijos a formar parte de la comunidad. Savia nueva había renovado a los esenios, pero el Maestro de Justicia permanecía igual que el primer día que saliera de Shambhalla. Solo Esen sabía que era inmortal.
Fue el propio Esen, quien llegada la hora de su muerte inminente dijo al Maestro de Justicia:
- Hermano, mi cuerpo está cansado, mi trabajo ya se ha hecho. Debo reunirme con Maser y los hermanos del cielo. Deseo marchar en paz. Debo nombrar un sucesor que guié al rebaño hacia el futuro. ¿Qué debo hacer?
- Mi querido hermano, grande ha sido tu obra y tu sacrificio. Contigo muere una generación de héroes. Yo también debo marchar al Retiro Interior. Los hermanos deben asumir su mayoría de edad.
Se reunieron todos y cada uno de la comunidad. Se trataba de nombrar un Jefe, pues Esen estaba a las puertas de la muerte. El Maestro de Justicia se dirigió a todos con voz solemne.
- Habéis adquirido la mayoría de edad. No será Esen quien designe a su sucesor, sino vosotros mismos. Tal es la costumbre de los hermanos del Retiro Interior y de las comunidades celestes. No se levantará esta asamblea, hasta que veáis por vosotros mismos al nuevo Jefe de la Orden.

LOS HIJOS DEL SOL: LOS ESENIOS (Primera parte)


LOS HIJOS DEL SOL: LOS ESENIOS (Primera parte) 
Yo Soy Homet-Nut; mi nombre iniciático concedido por mi maestro Homet-Ra, en el tiempo de Egipto. Se me ha concedido asomarme a este tiempo, mediante el acceso a los registros del eterno presente. Hace más de tres mil años, el faraón Akenatón, creó La Fraternidad Solar de los Hijos del Sol. Los seres que formaron parte de aquel proyecto comprometieron sus vidas haciendo un juramento de servicio del conocimiento. Desde entonces nada ha cambiado, los mismos espíritus con el mismo compromiso viven en diversos cuerpos en este tiempo, al igual que vivieron en los hitos del cambio histórico del proceso evolutivo del hombre. Algunos sabios de la antigüedad, conquistadores, santos, escritores, alquimistas y científicos fueron los mismos juramentados, que en forma más o menos conscientes, se revistieron de carne para servir su juramento y ayudar al hombre en su proceso evolutivo hacia el constante devenir de la perfección.
La historia que voy ahora a contar fue la tercera etapa y quizás la más arcana y desconocida de los protocolos de los Hijos del Sol. El relato puede parecer fantástico, incluso paranoico, puesto que vamos a hablar de hombres santos, de seres que realizaron el mal llamado “tercer ojo” o bien las facultades del espíritu. Este relato por tanto no va dirigido hacia vosotros que leéis, sino a vuestro hijos, pues en ellos existe la siembra de los “Jardineros Celestes” siembra que dará en el futuro a un ser consciente, con herramientas y atributos impensables para este tiempo.
La cultura del mal, ha conseguido cegar y alejar del ser humano los valores de la autorrealización espiritual. Debo por tanto verter esta información, para que el niño dotado de una genética con una impronta psíquica más elevada, pueda reconocer su cultura, su origen, a su familia. Debo verter estos conocimientos para que el niño de hoy, que será hombre mañana, pueda contrastar sus vivencias con las de los Bodhisattvas del Himalaya y los monjes esenios del desierto. No sea que la ignorancia de sus padres, o de sus educadores termine por considerarlo enajenado y sea ingresado en alguna institución psiquiátrica o sea atiborrado a pastillas venenosas, capaces de destruir el sistema nervioso haciendo seres vegetales, incapaces de pensar o de sentir.
Al tiempo de escribir estas líneas, me asomo a una de las ciudades secretas, donde los seres auto-realizados conviven con los “señores del cielo” La Shambhalla submarina del Atlántico, la popularmente conocida como la Isla de San Borondón. La antigua ciudad de Sartáx en el viejo continente atlantídeo. He venido hasta aquí para que el flujo del conocimiento no se vea obstruido por los parásitos astrales de las entidades nocivas de las ciudades.

LOS HIJOS DEL SOL II - MOISES - 3ª PARTE


LOS HIJOS DEL SOL II - MOISES - 3ª PARTE 
(Discos Solares)
PRIMER MANDATO
DIOS ESTA EN TODAS LAS COSAS Y ES TODAS LAS COSAS.
EL ESTÁ PRESENTE EN TODO Y EN CADA ELEMENTO.
AMA CADA COSA Y ESTARÁS AMANDO A DIOS.
En cada pueblo, religión o cultura se adora a una estatua, un principio o a una imagen. Ignoramos al árbol, al niño que muere de hambre, al aire contaminado que respiramos y con ello ignoramos a Dios. Tristemente para la mayoría de los humanos Dios se limita a la estatua antropomórfica de barro, o al templo realizado para tal efecto ignorándolo a El en su esencia. Casi todos adoran al mensajero en vez del mensaje. Y Dios que vive en todo, incluso en el mosquito más insignificante, es ignorado. Se degrada la vida, y la dignidad que merece cada elemento creado. Dios vive en el amor incondicional e inteligente hacia todo lo que existe. Dios vive en todo lo visible e invisible.
SEGUNDO MANDATO
DIOS NO SE DEBE, NI PUEDE SER REPRESENTADO EN FORMA HUMANA. EL NO NECESITA REPRESENTANTES, Y NINGÚN SER ENCARNADO PUEDE SER ADORADO, PUES SERIA IDOLATRÍA.
Dios no vive en los templos sino en el corazón de cada cosa, de cada elemento y de cada latido de vida. Siendo la luz, el principio creador de la materia, veamos en Aton (al Sol) la representación del principio creador, pues todos los pueblos, todos los ríos, todas las plantas y todos los animales ven salir a Aton en el horizonte.
Esto no era entendible por una casta sacerdotal corrompida, afeminada y violenta, donde se manipulaba y se cizañaba para enfrentar a ricos y pobres, una casta donde se influía y enviaban seres humanos a guerras santas, donde a su vez se bendecía sus armas de terror y destrucción.
Cada ser humano ha creado a su propio Dios acomodándolo a sus necesidades, para justificar sus delirios, sus hábitos, sus delitos y sus imperfecciones.
Solo humanizando a Dios y divinizando al hombre podremos entender al Dios verdadero.
TERCER MANDATO
UN DÍA DE LA SEMANA SERÁ RESERVADO A DIOS. LO RECIBIRÁS AL AMANECER PURIFICÁNDOTE ANTE ATON, LIMPIARÁS TU CORAZÓN DE VENGANZA, DE AVARICIA, DE ENVIDIA Y PEREZA.
Ese día será empleado para visitar a los enfermos, consolar a la viuda, educar al huérfano, plantar el árbol, limpiar el río o sembrar el campo de la comunidad. Ese día no amasarás para ti, ni contarás tu dinero, ni servirás a tus intereses.
Hoy día el domingo lo empleamos para no hacer absolutamente nada constructivo y edificante. Se podría decir que es el día del diablo, más que del Señor, puesto que comemos más, zanganeamos más, ignoramos más al pobre y al enfermo y nos atrincheramos mas en nuestro feudo para dar rienda suelta a nuestras inclinaciones menos dignas.
CUARTO MANDATO
EL ACTO MÁS SAGRADO DE LA VIDA ES EL NACIMIENTO, POR ELLO DEBEN SER HIJOS CONCEBIDOS EN EL AMOR, EN LA SABIDURÍA Y EN LA VIRTUD DE LOS PADRES. TUS HIJOS NO SON TUYOS, SINO DE LA VIDA Y DE ATON.
¡Y TU HIJO! SIGUE LA SENDA DE TUS PADRES HONRÁNDOLES CON LA PRÁCTICA DE LA VIRTUD. HONRA LUEGO TU VEJEZ CON LA DEDICACIÓN A ATON, AL PUEBLO, A LOS JÓVENES QUE ENTRAN EN LA SENDA DEL KARMA.

LOS HIJOS DEL SOL: MOISÉS (Segunda parte)


LOS HIJOS DEL SOL: MOISÉS (Segunda parte)
LA BASE DE SINAÍ
Jetró desapareció inexplicablemente. Después de una semana apareció en el poblado rodeado de una extraña luminosidad sobre su cabeza. Enseguida buscó a Maser y en forma imperiosa le dijo:
- Toma el camino de la montaña. Ha llegado el momento.
- ¿Qué camino debo seguir?
- Durante estos meses has visto cómo las luces que vienen del cielo se meten en la montaña. Asciende hacia ese lado.
- ¿Pero que tengo que hacer allí?
- Simplemente sube. Todo está dispuesto. Ha llegado el momento. La Ley se debe cumplir. Tu mente es torpe y está prisionera de los sentidos, pero tu espíritu está dispuesto. Sube a la montaña y espera.
Con más miedo que espanto, Maser subió a la montaña. Sus nervios le hacían sudar y respirar por agotamiento. Jetró le había dicho que comenzaba su trabajo y esto le hacía temblar de miedo. ¿Estaría preparado?
Después de cinco horas de ascensión llegó a la cumbre, en la cara oriental. Allí no crecía casi vegetación. En el suelo pardo y duro de la cumbre se veían círculos de terreno quemado de gran tamaño. ¿Quién habría quemado el terreno? –Se preguntaba- Todo rezumaba silencio. Estaba anocheciendo. El frío comenzaba a mover involuntariamente sus mandíbulas. Cerraba sus brazos sobre su cuerpo y se movía de lado a lado de la cornisa donde se había ubicado.
Finalmente comenzó a visualizar un pequeño resplandor de color rojo que salía de unos arbustos. Al poco rato este resplandor se hizo más vivo y ascendía en columna luminosa hacia las estrellas. El círculo por donde salía la luz, se hizo más grande hasta que alcanzó el metro y medio de diámetro. Maser estaba atónito sin poder mover un solo músculo de su cuerpo. Luego una voz que se oía en su cabeza como si de un trueno se tratara le dijo:
- Maser; entra en el círculo y no temas.
Las mismas palabras se repetían en su cabeza a la vez que inútilmente buscaba la procedencia de la voz.
Se acercó al círculo y se metió en su interior. A los pocos segundos comenzó a descender por un pasillo circular lleno de luz. Fue casi un minuto en el que el vértigo y el miedo le acompañaban en el angosto y solitario pasillo.
El susto casi le hace caer de espaldas. Bajo la montaña había una enorme cavidad repleta de vida, extraños objetos y artefactos inmundos. El sabía que esas máquinas eran las nubes metálicas que siendo niño le habían raptado y llevado a la presencia de su padre, pero en aquella montaña parecía que se habían reunido la mitad de la Galaxia. Fue recibido por dos seres que llevaban traje de vuelo y que le escoltaron hasta adentrarle en una sala circular repleta de luz. Allí estaban los viejos conocidos de su infancia. Allí estaban los “Dioses” adorados desde el principio de los tiempos por los egipcios.
En la sala había una docena de personas sentadas en forma circular. Todos le miraban. No pronunciaban palabra alguna, pero Maser escuchó en su cerebro:
- Esta es la morada de Isis, Osiris, Ra Neftis. Esta es la morada de los que vosotros llamas Dioses. Esta es una base de visita a vuestro planeta. Los seres que estamos aquí pertenecemos a una confederación de mundos. Venimos a la Tierra desde hace miles de años. Nosotros somos vuestros padres genéticos. Llegará un día en que vuestra evolución os permitirá acceder a dicha confederación. Entonces, esta base y otras tantas que se ubican en los diversos continentes de vuestro planeta saldrán a la luz.
Maser estaba alucinado puesto que no veía mover los labios de ninguno de los presentes y no obstante oía su voz en su cerebro con fuerza. Maser no sabía que estos seres han conseguido dominar la telepatía.

LOS HIJOS DEL SOL II - MOISES - 1ª PARTE


LOS HIJOS DEL SOL II - MOISES - 1ª PARTE
“Los Hijos del Sol emplean el verbo para cambiar el mundo y el silencio para cambiarse a si mismos”
Imaginad que entráis en un comedor mediante la apertura de una puerta. En ese comedor, además de una mesa, sillas, adornos y cuadros hay también varias personas. En un instante puedes integrar cada imagen. Puedes sentir, alegría, tristeza, rechazo, traición o cualquier otro sentimiento con el cual se fue tu espíritu en la muerte que corresponde a la reencarnación que estás viendo. Luego en la medida que pasa el tiempo, vas recordando las experiencias de esa vida con cada persona, renovando situaciones, anécdotas y sentimientos. Así es como puedo recordar muchas de mis vidas sobre el planeta Tierra.
Reinaba en Egipto, Ramsés II. Yo vivía en la escuela del templo de Isis de Menphis. Contaba aproximadamente con cincuenta y dos años, cuando me alcanzó la muerte. La noche anterior a mi fallecimiento vino a visitarme mi venerable maestro Homet-Ra.
- Ha llegado tu hora, hijo mío. Tus hermanos te esperan para continuar con tu trabajo.
Mis ojos se llenaron de lágrimas. Me dio un poco rubor, puesto que la visión se dio en el preciso momento que mis alumnos estaban escribiendo en las tablillas de cera, resolviendo un pequeño problema. Al verme llorar los jóvenes aprendices se inquietaron, preguntándose interiormente cual era la causa de mis lágrimas.
- No os preocupéis. He recordado con amor a mi viejo maestro y se ha movido mi corazón con ese dichoso recuerdo.
No quise hablarles de mi partida. Ellos conocían mi sentimiento ante la muerte. Les había enseñado que el alma nunca muere y que vivimos de nuevo en el otro lado. Y a unos pocos de dichos alumnos les había hablado del retorno o reencarnación. No todos estaban preparados para aceptar esta información y por otra parte, divulgar determinados conocimientos podría costarme caro.
La Hermandad de los Hijos del Sol, creada por Akenaton me había encargado la preparación e instrucción de un joven llamado Josué. Fue mi hermano Maser, quien me lo envió para que le instruyera. Al ser de origen judío no pudo ingresar en el templo, por lo que le había empleado en mi hogar como ayudante personal. Hacía un año que Josué había abandonado mi presencia. Simplemente había retornado al servicio de Maser y mi misión había concluido. Desde entonces sabía que la cuestión de la muerte era cosa de días o meses.
Finalmente podía retornar al paraíso para abrazar a mi maestro y para participar en la verdadera vida del más allá.
El ojo de Ra estaba a buen recaudo. Lo había escondido en un lugar secreto y había confiado su cuidado a otro de los hermanos iniciados en los valores de la Fraternidad.

LOS HIJOS DEL SOL I - HOMET - NUT - HABLA EL LOGOS SOLAR - 3ª PARTE


HIJOS DEL SOL I - HOMET - NUT - HABLA EL LOGOS SOLAR - 3ª PARTE
Yo soy el Cristo luminoso que cada mañana alumbra la vida.
Te recordaré tus deberes para conmigo y te entregaré tus derechos. Tú y yo somos la misma cosa; el mismo latido cósmico que vibra en la melodía armónica de la existencia.
"Yo soy la Idea; vosotros mi expresión. Si amáis, amo yo en vosotros y todo crece; si odiáis, odio yo en vosotros y mermamos los dos.
"Sed uno conmigo y así el edificio cósmico se fortalecerá en justicia, paz y amor."
ARIES
v Yo irradiaré fuerte energía en tu voluntad para que­ seas emprendedor y protagonista de mis deseos, pero debes aprender a ordenar ese impulso en función de los otros y del medio donde desarrolles tus anhelos.
v Aprende a amar la quimera y a desear los sueños que hago nacer en tu corazón, pero no olvides que vives en un mundo de realidades materiales y que debes encontrar la línea armónica de lo preciso y lo coherente.
v Como hijo del Sol sentirás fuego en tu interior y calor en tu mente expansiva, pero debes evitar la temeridad y la desconsideración hacia ti mismo y hacia los demás.
v Cuando comiences un proyecto, primero debes elaborarlo con paciencia y ayudarte de la calma y la cordura, pero una vez iniciado, no lo dejes sin terminar porque tu mente se lanza intrépida a otros logros. Aprende a caminar paso a paso y golpe a golpe de pensamiento. No vayas más veloz con tus deseos que con tus realidades.
v Te entregaré el valor para enfrentarte con los mayores obstáculos, pero recuerda que estos obstáculos son mayores en ti que en el medio donde te mueves y expresas. Aprende a tener valor contigo mismo y a enfrentarte con tus defectos.
v Te mostraré el amor a tu propio ego, pero recuerda que hay que amarse a sí mismo como a los demás. Aprende a ser uno en todos y a integrar todos en ti. Nada en mi naturaleza está separado. Sólo eres tú que te separas por tu ego no educado y ambicioso.
v Aprende a ser líder pero sin mandar, y a imponerte sin forzar ni reprimir. Cuando te hayas vencido a ti mismo irradiarás la fuerza que someterá sin violencia a los demás.
v A veces por el ideal te pediré sacrificios y te daré la fuerza para superar las pruebas más difíciles, pero no olvides que mis deseos son de distinta naturaleza que los tuyos y es cuando yo lo ordeno y no cuando tú quieres. Sé paciente y cuando te empuje no te frenes en la entrega.

LOS HIJOS DEL SOL I / HOMET - NUT - 2ª PARTE AMUT Y SUS MALDADES.


HIJOS DEL SOL I / HOMET - NUT - 2ª PARTE AMUT Y SUS MALDADES.
Si contara los miles de detalles, vivencias y anécdotas que vienen a mi mente en el recuerdo de aquella vida, podría escribir una enciclopedia. Aunque lo paradójico era que el tiempo de mi recuerdo había sido de escasos minutos, mientras que en ese espacio percibía las vivencias de un montón de años.
Pero hay recuerdos traumáticos y complejos que no puedo obviar. Me refiero a las malvadas actuaciones de Amut.
Ocurrió que cierto día en que debíamos ir al templo de Osiris para aprender parte de las ceremonias que emplean sus sacerdotes en el culto funerario. Amut y su grupo no solo no acudió, sino que se marcharon a un burdel de prostitutas y se emborracharon con cerveza.
Esto que era en cierta forma habitual para este diablillo, no tenía nada de particular. Pero los efectos de la borrachera fueron dolorosos para mí. Al parecer Amut, comunicó a uno de los sacerdotes del templo de Amón, próximo al Sumo Sacerdote, que Yo frecuentaba el burdel y que por supuesto me emborrachaba a menudo.
La disciplina y la virtud, eran elementos que los sacerdotes no pasaban por alto y por supuesto estas faltas constituían la expulsión de la escuela del templo.
Se me hizo comparecer ante una comisión para presentar pruebas ante la acusación que pesaba sobre mí. Pero los testimonios de los testigos, amigos de Amut, habían creado una atmósfera de tremendas dudas. Yo presenté a los testigos que habíamos estado en el templo de Osiris y que certificaron mi presencia entre ellos durante toda aquella jornada. Pero la duda había sido sembrada y la queja fue trasladada a mi maestro.
Homet-Ra me llamó a su presencia y me dijo:
- Acudirás durante tres semanas al Nilo antes de la meditación de la mañana y purificarás tu cuerpo en sus aguas.
- ¡Pero Maestro! Yo no soy culpable de nada. Jamás he acudido a un burdel y no he bebido cerveza en mi vida.
- O cumples el castigo o serás expulsado muy a mi pesar. Pondré dos testigos a tu lado que comprobarán si te purificas con el baño.
Grite, lloré y me sentí morir. Podía pasar por los insultos de Amut, por las vejaciones de todos los compañeros y por el castigo de todos y cada uno de los sacerdotes. Pero no podía comprender como mi venerable Maestro no me escuchaba, no me creía y no confiaba en mí. Esto era como la muerte de un padre. Como si me quedara huérfano.

LIBRO HIJOS DEL SOL (AKHENATON: SU HIMNO AL DIOS ATÓN-Parte 2ª)


AKHENATON: SU HIMNO AL DIOS ATÓN
"¡Espléndido te alzas en el horizonte,
Oh Aton viviente, creador de vida!
Cuando amaneces en el horizonte oriental,
llenas todas las tierras con tu belleza.
Eres bello, grande, deslumbrante,
Elevado sobre todas las tierras;
Tus rayos abrazan las tierras,
hasta el límite de todo lo que has creado.
Porque siendo Ra, alcanzas sus límites,
y los has doblegado para tu amado hijo;
Aunque estás lejos, tus rayos brillan sobre la
tierra,
aunque cualquiera sienta tu presencia, tus
rayos son invisibles.
Cuando te pones en el horizonte occidental,
la tierra queda en tinieblas, como en la
muerte;
Todos yacen las en habitaciones, sus cabezas
cubiertas,
Un ojo no puede ver a su compañero.
Ellos podrían ser despojados de sus
propiedades,
aunque estén sobre sus cabezas,
La gente no se daría cuenta.
Todos los leones salen de sus guaridas,
Todas las serpientes muerden;
La oscuridad se cierne, la tierra está en
silencio,
Así como su creador descansa en el
horizonte.
La tierra brilla cuando amaneces en el
horizonte,
Mientras resplandeces como el Aton durante
el día;
Cuando disipas la oscuridad,
Cuando ofreces tus rayos,
Las Dos Tierras están en fiesta
Despiertas y erguidas sobre sus pies,
Tú las has levantado.
Sus cuerpos están purificados, vestidos,
Su brazos adoran tu aparición.
Toda la tierra se dispone a trabajar,
Todos los rebaños pacen en sus pastos;
Los árboles y las hierbas florecen,
Los pájaros echan a volar de sus nidos,
Sus alas saludan a tu ka.
Todo rebaño brinca sobre sus patas.
Todo lo que vuela y se posa,
Vive cuando amaneces para ellos.
Los barcos van corriente arriba, y corriente
abajo,
Todos los caminos se abren cuando te alzas.
Los peces del río saltan ante de ti,
Tus rayos están en el centro del mar.
Tú quien haces crecer la semilla dentro de las
mujeres,
Tú, quien creas las personas del esperma;
Quien alimentas al hijo en el vientre de su
madre,
Quien calmas apagando sus lágrimas.
Nodriza en el vientre,
Dador de aliento,
Para animar todo lo que creas.
Cuando sale del vientre para respirar,
El día de su nacimiento
Tú atiendes sus necesidades.
Cuando el pollo está en el huevo, piando
dentro de la cáscara,
Tú le das aliento dentro de ella para insuflarle
vida;
Cuando lo has terminado,
Para que pueda romper el huevo,
Sale de su interior,
Para anunciar su terminación,
Caminando sobre sus dos patas sale de él.
¡Cuán grande es tu obra,
Aunque escondido a la vista,
¡Oh, Dios Único junto a quien nadie existe!
Tú creaste la tierra según tu voluntad, tu sólo,
Todos los hombres, todos los grandes y
pequeños animales,
Todas las cosas que hay sobre la tierra que
caminan sobre sus piernas,
Todo lo que vuela por medio de sus alas,
Las tierras de Khor y Kush,
La tierra de Egipto.
Tú pones a cada hombre en su lugar,
Tú satisfaces sus necesidades,
Cada uno tiene su alimento,
Calculas la duración de sus vidas.
Sus lenguas difieren en el idioma,
Así también sus caracteres;
Sus pieles son distintas,
Para distinguir a las personas.
Tú provocas la inundación desde la Duat
Tú la llevas cuando deseas,
Dar vida a los hombres,
Pues tú los has creado para ti.
Señor de todo, quien trabaja para ellos,
Señor de todas las tierras, quien brilla para
ellas,
El Aton del día, ¡grande en su gloria!.
A todas las tierras lejanas, que haces vivir,
Tú les has concedido el descenso de la
inundación desde los cielos;
El crea olas sobre las montañas, como lo
hace el mar,
Para empapar sus campos y sus ciudades.
¡Cuán excelentes son tus obras, Oh, Señor
de eternidad!
Una inundación desde el cielo para los
extranjeros
Y para todas las criaturas de la tierra que
caminan sobre sus patas,
Para Egipto la inundación viene desde la
Duat.
Tus rayos alimentan todos los campos,
Cuando brillas, ellos viven, ellos crecen para
tí.
Tú creas las estaciones para desarrollar toda
tu obra:
El invierno para refrescarlos, calor para que te
sientan.
Tú has creado el lejano cielo para brillar allí,
Para contemplar toda tu obra,
Tú solo, brillando en tu forma de Aton,
Elevado, radiante, distante, cercano.
Tú creas de ti mismo millones de formas,
Ciudades, pueblos, campos, el curso del río;
Todos los ojos te observan por encima de
ellos,
Pues tú eres el Aton de las horas del día
sobre lo alto.
Tú estás en mi corazón,
No hay nadie que te conozca,
Excepto tu hijo, Neferjeperura, el Único de
Ra,
A quien has mostrado tus sendas y tu poder.
Todos aquéllos en la tierra salen de tus
manos cuando los creas,
Cuando amaneces ellos viven,
Cuando te pones ellos mueren;
Tú eres el tiempo vital en todos tus miembros,
todos viven gracias a ti.
Todos los ojos están puestos en tu belleza
hasta que te acuestas,
Todas las labores cesan cuando descansas
en occidente;
Cuando te levantas haces que todos se
apresuren por el Rey,
Todas las piernas están en movimiento desde
que fundaste la tierra.
Tú los alzas para tu hijo quien proviene de tu
cuerpo,
El Rey que vive en Maat, el Señor de las Dos
Tierras,
Neferjeperura, el Único de Ra,
El Hijo de Ra, quien vive en Maat, Señor de
las coronas, Ajenaton,
grande durante su vida;
Y la gran Reina a quien él ama, la señora de
las Dos Tierras, Nefernefruaton-Nefertiti, que
viva eternamente".
TU APARECES EN PERFECCION EN EL
HORIZONTE, ATON VIVO.
http://lasendahacialaluz.blogspot.com.es/
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