lunes, 12 de diciembre de 2016

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 5ª PARTE

LOS HIJOS DEL SOL V - JUAN BAUTISTA - 5ª PARTE
BAUTISMO DE JESÚS.
Por aquel entonces, Jesús, que había comenzado a destacar entre el pueblo por sus prodigios y por su capacidad de curar a los enfermos, oye de la predicación de Juan el Bautista por medio de Andrés, que además de ser el íntimo amigo del Bautista, comenzaba a frecuentar la predicación de Jesús.
A su vez, Andrés hablaba a Juan de los milagros y de la filosofía de vida de Jesús. De una u otra manera ambos sabían el uno del otro, pero ninguno deseaba establecer contacto, no por celo o por desconfianza, sino por que en ambos casos el "guía interior" les hacia dar los pasos precisos en el momento adecuado. No había prisa. Lo que tendría que llegar llegaría. Y efectivamente, fue el propio Jesús quien pidió ser llevado ante Juan del Bautista.
Juan estaba predicando en la fuente del Enghadi. Su carismático discurso hacia vibrar a propios y extraños. Nadie mejor que Juan para el diálogo. Él era la inteligencia activa, el discernimiento puro del conocimiento de la Ley.
Jesús escuchaba agazapado tras los visitantes ocasionales, que atentos al profeta no perdían ni una sola sílaba de su discurso. En un momento preciso, Jesús se encaminó silencioso hacia la figura de Juan y una vez a su altura dijo lo siguiente:
-Maestro; yo creo en todo cuanto dices y deseo ser bautizado.
Juan, le miró fijamente y se quedo petrificado, puesto que aquellos ojos no eran humanos. Algo absolutamente maravilloso salía a borbotones de aquel ser y golpeaba el duro corazón del profeta de Dios. Miró después a la parte alta de la cabeza del Nazareno y deslumbrado por lo que vio dijo:

-Señor, mío, y Dios mío; ¿Que tienes tu para que El Señor del Sol te acompañe?.
Juan veía y sentía al mismo tiempo lo que aquella figura transmitida y comprobó no solo que sus sueños y sus percepciones intuitivas eran ciertos, sino que su espera y su final estaban ya próximos. Juan, veía la gloria del Sol compenetrando a aquel ser.
Muchas veces en las sesiones que organizara su padre, y en las meditaciones y ayunos había vislumbrado la forma aproximada del Señor del Sol; del Cristo luminoso, pero no solo había visto, sino que había sentido el aroma de su presencia inmaculada en su espíritu. Sensaciones estas imposibles de explicar, si no se han vivido en el nivel perceptivo individual.
Aquel nazareno vestido con tela tosca y con cara lánguida, que habría pasado desapercibido para todos, era inmenso ante los ojos del Bautista. Tan solo pudo decir:
- Soy yo, el que necesita ser bautizado por ti ¿y tu vienes a mi?. Jesús le respondió:
-Déjame ahora, pues conviene que se cumpla así toda justicia. Tu eres el Señor de esta Morada y a ti corresponde franquear la entrada a quien viene de fuera.
Y diciendo esto Jesús se arrodillo ante Juan cumpliendo así con la ceremonia de los Iniciados de la "Casta de los Hijos del Sol". El señor de la Tierra, como monarca del planeta abrió con humildad las puertas al "Señor del Sol".
Pocos son los que conocen el misterio de lo que allí ocurrió, pero lo contaré paso a paso para sorpresa de algunos y estupor de otros tantos:
Juan estaba con los pies introducidos en el borde del Jordán. A su alrededor y encima de la loma que preside el paraje conocido como Enghadi, estaban los discípulos del Bautista, que en número de setenta y dos, habían sido convocados para celebrar la reunión periódica de la "Fraternidad Solar" que en su día dirigiera Zacarías y que ahora capitaneaba Juan. También estaba Andrés, y junto a él un muchacho joven sin barba todavía, cuyo nombre era asimismo Juan; (el que fuera discípulo amado de Jesús). También estaban algunos seguidores de Jesús y unos pocos esenios que periódicamente compartían con Juan la actividad de sanar a los enfermos.
Jesús entró en el agua, pero no a la orilla inmediata, sino al lado profundo del río, donde cubría entero a una persona. Simplemente, entró como si una fuerza invisible le guiará.
No salió inmediatamente. Algo pasó en los dos minutos largos que tardó en emergen del agua.
Juan quedó absolutamente parado, como si unas manos invisibles le impidieran moverse. El resto de los presentes también permanecían quietos y sin poder moverse. Encima de sus cabezas apareció una nube metálica de grandes dimensiones, que Juan conocía muy bien, pues en ella viajaba su amado Angel y hermano Link.
Jesús dentro del agua, simplemente se ahogó. De tal manera que su espíritu humano se desprendió de él y se alojó al instante en el joven (el Evangelista), que en la loma observaba cuanto allí ocurría. Fue casi un segundo, pero el pecho del muchacho sufrió un impacto tan fuerte, que comenzó a llorar de felicidad. Era una sensación que solo él podía sentir. El llanto del muchacho Juan, se contagió repentinamente a todos los presentes y al tardar tanto en salir el Maestro Jesús, pensaron algunos que quizás había tenido algún percance. Se disponían a entrar en el agua a rescatarle, cuando poco a poco, como movido por un resorte parsimonioso, la cara del Maestro primero, y el cuerpo después fue emergiendo del agua y acercándose a la orilla, pero en esta ocasión el espíritu que albergaba aquel mortal, ya no era el del hijo del hombre, sino el "Espíritu Crístico del Sol", la "Luz del Mundo". Sus ojos iluminados de un extraño resplandor estaban ausentes y su túnica parecía seca e irradiando un extraño color azul.
Repentinamente, la nube metálica que estaba sobre la cabeza de los presentes envió un rayo de luz al lugar, a la vez que una forma energética luminosa, semejante a una paloma se posaba sobre la cabeza del Maestro. En realidad era un sincronizador magnético o cámara vigilante de naturaleza astral que en todo momento siguió la Maestro y que trasladó imágenes hacia el centro de la Misión espacial, al igual que por este medio recibiera inspiración de palabra e intuición o don de profecía.
De la nube metálica salió una voz que en forma atronadora dijo:
- Este es mi hijo amado, mi predilecto.
Casi al instante, Juan el Bautista al ver todo cuanto había acontecido, comenzó a elaborar un pensamiento por el cual, su trabajo y su misión habían llegado a su fin. No podía haber dos Señores en la misma casa y uno tenía que marchar para que el otro pudiera caminar a sus anchas.
Los dos hombres se miraron frente a frente. Los ojos de ambos eran como relámpagos de luz reflejando las dos almas más bellas que hayan pisado sobre el planeta. Por un lado Juan, el hombre rudo, llorando por dentro al saber que debía morir y dejar su trabajo sobre la tierra. Por el otro Jesús, que sentía la tristeza y la pena de aquel ser al que ya no vería más.
Jesús, comenzó a llorar con tristeza, mientras que Juan miraba a aquel enviado del cielo como un hermano próximo, que cual visita deseada, venía a consolar a tanto descarriado, pero el rostro de Juan ya hacia mucho tiempo que no derramaba lágrima alguna. Era un ser que ya tenía un pié sobre la otra orilla y nada ni nadie podía ya retener su partida.
Alzó Juan la mirada hacia la loma próxima al recodo del río y le dijo Andrés:
- Ve hermano mío y no dejes nunca a este nazareno, pues el futuro camina en sus pies y el amor en su corazón.
Reunió después Juan a los setenta y dos en el desierto y en la noche contó lo que había visto y lo que había sentido diciendo a sus hermanos:
- Mirad que este nazareno no camina sólo, puesto que detrás de él está El Señor del Sol. Creo, hermanos míos, que ya ha llegado la hora en que se nos anunciaba nuestro fin y el comienzo de la etapa de irradiación hacia los cuatro ángulos del mundo.
Mis días están contados. Yo debo disminuir para que él crezca. Él es ahora el Señor de la casa y debéis de seguirle sin condiciones.
Algunos de los presentes, que adoraban a Juan, se resistían a aceptar aquellas palabras y dijeron:
-Maestro, ¿Cómo nos puedes decir que os dejo solos?, ¿No ves que sin ti nuestro barco camina a la deriva?., ¿Quién nos guiará ahora?.
Juan respondió:
- Nunca os dejéis guiar por ningún hombre, que sea el espíritu que se revela en vosotros el guía perpetuo de vuestras acciones. Él; el Nazareno que hoy fue bautizado, tiene detrás un espíritu Santo que moverá sus pies y hablará por su boca. El está santificado por el Espíritu de la Luz.
Casi todos los presentes lloraban en silencio, a la vez que sin querer, poco a poco el círculo se cerraba en torno al rudo hombre del desierto, hasta el punto que más de una mano se agarraba inconsciente a los vestidos de aquel profeta, con la idea de retener la carne y el alma del gran ser, que anunciaba sin dolor su marcha.
- ¿Cómo marcharás, Maestro?. Dijo uno de los presentes. Juan respondió con un enigma.
- Yo soy el iniciador de un misterio que no se entenderá hasta que pasen mas de dos mil años. Y el que inicia tiene el corazón, no en el cuerpo, sino en la cabeza. Ya se han dado instrucciones al tirano para que separara la cabeza del tronco. El que se queda, tiene el poder en el corazón y en las manos y por ambos será conocido y redimirá a toda la Humanidad.
Ninguno de los presentes sabía e imaginaba que el destino estaba escrito y que pocos días después a Juan (el evangelista) le mataría Herodes decapitándole.
Por último tomó a Maria Magdalena de la mano y con la otra asió con fuerza la del joven Juan y unió al uno con el otro diciéndoles:
-Se escribirá la historia y se le alabará el esfuerzo y sacrificio mío y del Señor de la Luz que habita ya entre vosotros, pero todos ignorarán el tremendo dolor de vuestras almas.
Siguió diciendo Juan:
-Tu, mujer, sufrirás como nadie ha sufrido al desgarrar tu corazón viendo como tus esposos mueren y te dejan sola. Tu morirás varias veces en tu vida antes de que llegue el día final en que te reúnas con los tuyos en el cielo. Tu; querido hijo; eres el servidor predilecto del Altísimo y deberás estar siempre hasta el final, dando testimonio de cuanto veas, para que las generaciones venideras hagan justicia.
María Magdalena comenzó a llorar agarrándose a la cintura del profeta a la vez que el joven Juan desviaba la mirada a lo lejos deseando no ser ni estar allí, ante su maestro que les despedía ante su inminente muerte.
- Id ya y seguid a Jesús el Nazareno, puesto que su trabajo es más duro y más comprometido que el mío. Tu, mujer, entrégate a Él a pesar de lo que digan y piensen, y tu muchacho cuídala hasta el día de su muerte. A mi solo me queda la despedida gloriosa.
El anunciado, el profeta del desierto, el habitáculo del Señor de la tierra siempre murió por violencia en la cabeza. Así es el destino escrito desde el principio de los tiempos y así se cumplió después y así se cumplirá en su momento.
Lo que siguió después de aquel día fue escrito así:
Prendimiento de Juan.-( Lucas 3-19) El virrey Herodes, censurado por Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano, y por todos los crímenes que había cometido, añadió a todos ellos uno más y metió a Juan en la cárcel.
MUERTE DE JUAN
Los discípulos de Juan, se reunieron y decidieron formar una delegación que pudiera entrevistarse con Jesús, a fin de que les asegurara que era él el propio Mesías que había de venir.
Cinco de los setenta y dos se adentraron en Galilea y durante una semana entera siguieron y convivieron con el Nazareno, que no solo le acogió con amor y cariño, sino que les mostró las formas y maneras que empleaba con los enfermos y las pautas que seguía con los endemoniados. Pronto comprobaron que Jesús no estaba solo, sino que una fuerza extraña tan poderosa como la de Juan le seguía a todas partes y obraba verdaderos prodigios.
Estos embajadores tuvieron no obstante que adaptarse a otra forma de entender la realización divina, puesto que habiendo sido educados en la sobriedad y la humildad de sus acciones, procuraban pasar desapercibidos en la práctica del bien, mientras que en Jesús, cada acto adquiría rango de milagro o de prodigio que hacía airear más su figura y sus obras. Esta actitud les desconcertaba, pero aún así aceptaban que algo o alguien animaba el espíritu de Jesús el Cristo. Otra de las cuestiones que también le producía desasosiego, eran los propios seguidores de Jesús, totalmente desaliñados, rudos y torpes, poco cultivados y movidos por una fe ciega en aquel ser y un gran amor, pero con escasos conocimientos de las escrituras y de la Ley. En un momento determinado los cinco esenios preguntaron a Jesús:
- ¿Eres tú el Mesías que nos han prometido los profetas, o debemos esperar a otro?.
Jesús les miró profundamente a los ojos y les dijo:
-¿Acaso creéis que vuestro maestro Juan, os habría mandado venir a mi, si no conociera de antemano por revelación del espíritu que así se debía cumplir la Ley?. Id y decidle que de mis manos sale el poder para que los ciegos vean, los cojos anden, los leprosos queden limpios, los sordos oigan, los muertos resuciten.
Los delegados le replicaron:
- Es nuestra norma esconder los prodigios, pues atraen personas que solo ven el lado externo de los misterios y su fe se vuelve frágil. Nuestro maestro nos ha enseñado a realizarse en el silencio y a obrar con aristocracia.
Jesús entonces replicó:
- La verdad tiene muchas formas de expresión, y a cada uno le toca servir una de ellas. Decidle a Juan que se anuncia y enseña el evangelio a los pobres. Esto le hará reparar en que mis actos son justos y guiados por Dios.
Dicho esto, Jesús comenzó a llorar al saber que el Bautista estaba prisionero de Herodes y sin duda, no solo no lo vería más, sino que su sacrificio no era entendido por nadie. Cuando los seres programados por el cielo son conscientes, siguen con plena aristocracia los actos y los gestos, que no tienen sentido en la tercera dimensión y entre los humanos. Juan debía aceptar el sacrificio, puesto que así se lo imponía la Ley del devenir de los seres iluminados que cumplen con un plan preestablecido. Solo si él se marchaba podía operar Jesús. Sólo si él moría, la tierra cambiaría, y una vez que la tierra cambiase, el Sol emitiría una nueva onda psíquica que permitiría elevar el biorritmo del hombre. Con estas reflexiones en el corazón, Jesús habló de Juan con una tremenda ternura a la vez que con una fuerte rabia interior. Y así lo recogió el libro sagrado:
JESÚS ELOGIA AL BAUTISTA
(Lucas 7-24).- Cuando los mensajeros de Juan se fueron, comenzó a hablar de él a las gentes: "¿Que habéis ido a ver en el desierto?. ¿Una caña movida por el viento?. ¿Que fuisteis a ver?. ¿Un hombre vestido lujosamente?. Los que visten lujosamente y viven con regalo están en los palacios de los reyes. Entonces, ¿Que salisteis a ver ?.¿Un profeta? Si, yo os lo aseguro; y más que un profeta. Él es de quien está escrito: Yo envío delante de ti a mi mensajero para que te prepare el camino.
Os aseguro que no hay hombre alguno más grande que Juan; pero el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él".
(Mateo 11-12).Desde los tiempos de Juan Bautista hasta ahora el Reino de Dios sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. En efecto todos los profetas y la Ley anunciaron este reino hasta que vino Juan. Y si queréis admitirlo, él es Elías, el que había de venir. ¡El que tenga oídos que oiga!.
Herodes se había asegurado con el encarcelamiento de Juan el Bautista, la neutralización de cualquier movimiento de liberación. Si había alguien poderoso en Israel, este lo era sin duda Juan, al que el tirano no solo admiraba, sino que en determinadas ocasiones había escuchado con deleite. Juan el Bautista era el "Maestro de la palabra" el "Mensajero divino" "El anunciador perfecto", "El Señor del Verbo" y su voz realizaba la terapia del alma como ninguna otra medicina podía curar.
El movimiento celota no tenía líder con el deseo bélico de enfrentar al gran Imperio romano y Juan, no había caído en la tentación de vengar a sus padres. Herodes nunca había pensado en matar a Juan, pero su mujer Herodías, anidaba un gran odio contra el profeta de Dios, puesto que la había denunciado como una ramera en matrimonio ilegítimo y su figura y persona estaba muy criticada por las mujeres del reino. Por otra parte, mas de un consejero habían insistido ante Herodes en la necesidad de eliminar a Juan el Bautista, puesto que representaba un peligro político potencial que no convenía a los intereses de la corte.
Pero al final Herodes, como instrumento de dolor de los planes perfectos del Altísimo no pudo sustraerse a ser el verdugo del profeta y lo mandó matar. Así se contó por la historia:
MARTIRIO DEL BAUTISTA
(Mateo 14 -3). Y es que Herodes había detenido a Juan, lo había encadenado y lo había metido en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo; pues Juan le decía: "No te es permitido tenerla". Quiso matarlo, pero tuvo miedo del pueblo, que lo tenía por profeta. Al llegar el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó en presencia de todos, y tanto agradó a Herodes, que juró darle lo que pidiera. Ella instigada por su madre, le dijo: "Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista". El rey se entristeció , pero por el juramento y por los invitados ordenó que la dieran, y envío a cortar la cabeza de Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja y se la entregaron a la muchacha, la cual se la llevó a su madre. Sus discípulos fueron, recogieron el cadáver y lo sepultaron. Fueron después a decírselo a Jesús.
Poco antes de que los verdugos de Juan entrarán en la celda, el profeta vio nítidamente reflejado sobre la pared una figura elegante, con mirada fría y rostro extremadamente blanco que le miraba con una sonrisa y que se acercaba a él hasta casi tocarle. Juan sin miedo alguno mirándole le dijo:
-Tú eres el Señor de la muerte, que viene a llevarme al gran viaje; Pero tu poder no viene de ti, sino de lo Alto, por tanto realiza tu trabajo, como yo acepto mi destino.
Luego mirando al pequeño ventanillo de su prisión gritó en voz alta:
- Maldito seas Herodes, que en ti vive el espíritu de tu antecesor Ajab, que persiguió con saña a nuestro padre Elías; pues de ti y de tu estirpe nacerán los malditos de la Tierra, pero serás recordado generación tras generación por tu maldad. ¿No sabes que con mi muerte se multiplica mi poder?....Yo vivo en el corazón de cada brizna del suelo que pisas y pienso a través de mis ciento cuarenta y cuatro servidores. Tu me liberas de la carne, pero me elevas al espíritu, donde está mi morada, donde se concilian las quimeras y donde se allanan los conflictos; dónde se acalla el rumor de la mente y donde el miedo se truca en fantasía.....Yo te perdono, pues me retornas al paraíso, pero ¿Te perdonará la Historia?
Estas fueron las últimas palabras y las últimas reflexiones que tuvo Juan, antes de arrodillarse y poner su cuello ante sus verdugos.
Cuando la espada segó su vida; por un segundo, la tierra lloró; y el chamán del otro lado de Palestina suspiró a la vez que el pájaro, el caimán o el saltamontes. La tierra estaba liberada y redimida. Todo estaba preparado para recibir al gran monarca Solar. Ahora si que la tierra estaba prometida para el ser humano. Ahora el espíritu de la continuidad biológica del planeta estaba preservada y a salvo. Ahora se había dado la mayor de las redenciones humanas y nadie, absolutamente nadie supo y aún hoy saben, el misterio que representó la muerte de Juan.
Muchos de los fanáticos seguidores del Maestro Jesús, trabajaron arduamente para disminuir la figura y obras del Señor de la Tierra encarnado en Juan, pero después de más de dos mil años, yo reclamo justicia y hago reverencia, al más grande los hombres parido por una mujer. Solo a quien le sea permitido entender entenderá, pero la verdad debía de ser contada y así la contamos.
Aún queda otra muerte por venir en estos días, pero solo quien debe de saber sabe. La obra se debe representar con los mismos actores, en el mismo escenario, pero en otro tiempo. Ahora él "El Señor del cántaro" se vestirá de fiesta, cuando de nuevo sea sepultado el drama patético de los "Peces" y los olivos sean abatidos de nuevo para que la tierra sea prometida al hombre de nuevo.
No tardó en comenzar a temblar Herodes, cuando le llegaron nuevas respecto de otro profeta que a semejanza de Juan estaba acaudillando al pueblo para llevarles a otra etapa de liberación.
OPINIÓN DE HERODES SOBRE JESÚS.
(Lucas 9-7).- El virrey Herodes se enteró de todas estas cosas y estaba desconcertado, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos, otros que había aparecido Elías y otros que uno de los antiguos profetas había vuelto a la vida. Pero Herodes decía: "A Juan yo le corté la cabeza; ¿quién es este de quien oigo tales cosas?" Y buscaba verlo.
Al enterarse Jesús el Cristo de la muerte de Juan, comenzó a temblar y a llorar con amargura. Andrés y el pequeño Juan dijeron a los otros apóstoles.
-Que duros son los corazones de Israel. Tan sólo nuestro Maestro comprende quien vivió y murió en Juan.
Estaban todos los apóstoles sentados en un huerto con olivos viejos y Jesús se levantó con lagrimas en los ojos y se dirigió a uno de dichos olivos. Se agarró con fuerza a dos de sus ramas, levantando los brazos en forma de aspa hacia sus ramas y los pies poniéndolos en el suelo abiertos, formando la figura de dos rombos invertidos con su propio cuerpo.
Los apóstoles de Jesús, pensaban que su maestro le había dado alguna fiebre o que su comportamiento no obedecía a la mesura de su persona. Pero Jesús, ignorándoles, clavó sus ojos en el cielo y grito con fuerza:
- "Elías, Elías, por que me dejas como oveja en medio de todos estos lobos".
Nadie podía entender el porqué el Nazareno llamaba a gritos a Elías, y mucho menos el hecho de que esta llamada la había provocado la muerte de Juan el Bautista. Pero en el corazón de Jesús solo había miedo, miedo al asumir que era ahora él quien tenía que morir, puesto que su Maestro Elijah, encarnado en Juan había dejado a su viejo discípulo Elíseo en el pellejo de Jesús.
La muerte del uno había provocado la redención del planeta; solo faltaba la muerte del otro para que el Sol bañara de nueva vida cada brizna de polvo y cada hálito de vida sobre la faz de la tierra.
En la fuente del Enghadi se celebraba casi al unísono otra reunión. Se trataba de la Fraternidad de los "Hijos del Sol" los seguidores de Juan que habían recibido a los cinco enviados a Jesús. La confusión entre todos ellos era patente y nadie sabía que se debía hacer. Decidieron por fin ponerse en meditación formando el acostumbrado círculo de sus iniciaciones y esperaros a que su maestro ahora "vivo" Juan el Bautista les hablara
desde la "otra orilla". Pasaron unos incansable minutos, hasta que uno de los más jóvenes del grupo llamado Marco, comenzó a convulsionarse, moviendo la cabeza rítmicamente en forma de espiral. Todos observaron en silencio y casi al instante comenzó a hablar diciendo con una voz dulce y conocida por todos:
- Hermanos míos, hasta aquí ha llegado el dolor de vuestro hermano y Maestro Jesús el Cristo. No lo dejéis solo. Id y poneos a su servicio, puesto que ahora él y yo somos una sola cosa. Cada lágrima de él es mía y cada suspiro que se de allí abajo se da aquí en lo alto.
Finalmente, Zabulón, tomó la palabra y dijo:
- Sea pues hecha la voluntad de nuestro Maestro de Justicia. Pongámonos al servicio de ese Nazareno.
Y tomaron todos el rumbo de Galilea para engrosar las filas de los seguidores de Jesús, que ya por aquel entonces eran numerosas.
Herodes, por otra parte, sabía de estos movimientos y en su corazón se mezclaban expectación y miedo al mismo tiempo, puesto que había matado a uno y ahora este se multiplicaba por cientos.
Cuando llegaron los setenta y dos donde Jesús, se creo un tremendo choque emocional y cultural. Pues ante sí tenía hombres santos, disciplinados, sabios y obedientes y tras de sí, rudos pescadores, ignorantes e indisciplinados.
El Maestro comprendió entonces que era imposible crear una familia de aquel maremágnum de personajes y por un momento se vio desbordado e indeciso. Se retiró un momento a meditar y llamó a Zabulón aparte.
- Zabulón; tu eres el que más y mejor conoció a nuestro Maestro Juan y el que mejor conoce a cada uno de tus hermanos. ¿Que debo hacer?.
-Señor, nosotros no somos sino enviados y servidores de tu voluntad. Tu manda y nosotros obedecemos, pues sabemos que nuestro maestro está en tí y todo cuanto digas es bueno para nosotros y para el pueblo.
Cerro los ojos Jesús, y como si de repente hubiera escuchado una voz interior dijo:
-No quiero que haya conflicto entre vosotros y los míos. No observe el pueblo que existen dos ideas enfrentadas. Mis discípulos han llegado después que vosotros y por tanto su acción será más tardía. Así como la muerte de Juan os ha dado la fuerza de su espíritu para obrar. Es necesario que yo muera para que los míos reciban el Espíritu Santo. Solo cuando no tenemos cuerpo, el espíritu puede vivir al unísono entre los seres que amamos.
Id por tanto delante de mi y anunciad mi llegada. Los terapeutas que curen, los maestros que enseñen, los mansos que allanen la senda de los que vienen detrás. Ahora el poder del espíritu está en mí y también os acompañará a todos vosotros. Ahora no sois solo uno, sino dos en uno, ahora El y yo, desde arriba y desde abajo os guiaremos al conocimiento.
Id delante de mi hasta el día de mi muerte. Luego tomad la senda del mundo conocido, dirigiéndoos a oriente y occidente, al norte y al sur, preparando la senda de los míos que os seguirán. Vosotros sois los "Hijos de la Luz". Id por tanto a iluminad el camino.
Se levantaron ambos y cada uno con un grupo salieron a dar la buena nueva.
Así fue contado por el texto sagrado:
MISIÓN DE LOS SETENTA Y DOS DISCIPULOS.
(Lucas 10-12). Después de esto, el Señor designó otros setenta y dos , y los envió delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares donde él pensaba ir. Y les dijo: "La mies es mucha pero los obreros son pocos. Rogad al dueño de la mies, que envíe obreros a su mies. ¡Andad!. Mirad que yo os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; no saludéis a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: Paz a esta casa. Si allí vive gente de paz, vuestra paz reposará sobre ellos; si no se volverá a vosotros. Quedaos en esa casa comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero tiene derecho a su salario. No andéis de casa en casa. Si llegáis a un pueblo y os reciben bien, comed lo que os sirvan; curad a los enfermos que haya y decidles. El reino de Dios está cerca de vosotros. Pero si llegáis a un pueblo y no os reciben, id por las calles diciendo: Hasta el polvo de vuestro pueblo que se nos pegó a los pies nos lo sacudimos. Yo os digo, que en el día del juicio habrá mas tolerancia para Sodoma que para este pueblo.
Y sigue diciendo el texto sagrado:
(Lucas, 10-17) REGRESO DE LOS SETENTA Y DOS. Los setenta y dos volvieron llenos de alegría diciendo: "Señor, hasta los demonios se nos someten a tu nombre" Y Jesús les dijo: "Yo veía a Satanás cayendo del cielo como un rayo. Ved que os he dado poder de pisar serpientes y escorpiones, y sobre todas las fuerzas del enemigo, sin que nada os dañe. Pero no os alegréis de que los espíritus os estén sometidos, alegraros más bien de que vuestros nombres están escritos en el cielo".
Setenta y dos espíritus andrógenos en su dimensión pilotando ciento cuarenta y cuatro cuerpos en la nuestra son los que vivifican la naturaleza, la tierra, las especies, el planeta en si mismo con todos sus dinamismos. Y dirigiéndoles a todos, el Señor de la Tierra, que para este tiempo cohabitó en Juan el Bautista. Como bien dice el libro sagrado, los designados tienen sus nombres escritos en el libro celeste desde el principio de los tiempos y en cada época, con distintas estancias de carne nos visitan e impulsan la evolución del planeta.
Junto a esta jerarquía actúa la Solar, que se compone de doce espíritus planetarios, representados por los doce apóstoles de Jesús, que a su vez representan el poder de los doce planetas de nuestro sistema Solar. Sobre ellos, el Señor de la Luz, El Cristo Solar, y por debajo de ellos, doce mil hombres por cada tribu. En total ciento cuarenta y cuatro mil espíritus que encarnan la sal y la levadura de la Humanidad.
Las matemáticas sagradas hacen el número de la macromolécula que forma el código biológico y espiritual de la Tierra y por ende del macrosistema que nos envuelve. Pitágoras conocía estas matemáticas y accedió al conocimiento que solo unos pocos han logrado penetrar a lo largo de la historia del hombre.
Estos setenta y dos espíritus, con sus discípulos, sus familias y allegados fueron los que realmente sembraron el conocimiento por el mundo conocido a la muerte de Jesús. Ellos formaron las comunidades gnósticas de los primeros tiempos del cristianismo, pero la llegada de Pablo y la dirección de unos pocos apóstoles de Jesús, mutaron el mensaje de Jesús el Cristo y se apartaron de la línea de la sabiduría y de la autorrealización personal como vehículo de conocimiento, propugnando la fe y solo la fe para acceder a un estatus sectario dirigido por hombres equivocados. Jesús jamás fundó una Iglesia ni estableció jerarquías entre los hombres.
LO QUE NO SE CONTO NUNCA.
A veces la información que llega por la vía del espíritu puede ser terriblemente compleja e incluso el comentarla o evidenciarla puede llevar consigo una toma de responsabilidad que puede generar dudas y algo de miedo. Pero nos hemos propuesto contar la verdad y aunque suene extraña, no me resisto a dejarlo en el tintero. Me estoy refiriendo a ciertos comentarios que los íntimos de este gran profeta comentaran los días siguientes de su ejecución.
Unos meses antes de que Juan fuera apresado comenzó a recibir la visita en el desierto no solo de humildes hombres del pueblo, sino de nobles y del propio Herodes junto con su familia. Salomé, la hija de Herodías; esposa de Herodes, era una de estas visitas tan distinguidas.
Esta joven de una belleza inusitada, se quedaba cautivada por las palabras del profeta y seducida por sus ademanes. Fueron unos cuantos los días que juntos pasearan por el desierto hablando de las cosas del cielo, pero la mujer no solo deseaba conocer sino sentir la fuerza del espíritu del profeta. Querías saber si su carne era como las carnes de los otros hombres que la rondaban en palacio y de los que disfrutaba. Deseaba, por otra parte, comprobar si su fama de virtuoso podía ser rendida ante sus encantos femeninos.
Cesaron en un momento determinado las visitas de la joven y los compañeros de Juan se preguntaron cuál había sido la causa por la que Salomé, la hija del Rey, había dejado de acudir a los encuentros espirituales que con tanto celo había procurado. Por otra parte, el profeta, nada habría comentado de esta repentina ausencia.
El acto siguiente se vivió en el palacio cuando Salomé bailó ante el monarca y su madre y pidió la cabeza del Bautista. Aquella danza no la hacía sola, pues una pequeña vida latía ya en su vientre. Nadie sabía que estaba embarazada, tan solo su madre era portadora del secreto. Nadie sabía quien era el padre y mucho menos convenía a Herodías revelar que en la sangre de su familia, había un parentesco ciertamente incómodo con un loco profeta del desierto y con fama de ser enemigo del Imperio que habría engendrado un hijo en el vientre de su hija Salomé.
Estos fueron los comentarios que en voz baja realizaran los compañeros de Juan más allegados. Pero al igual que la familia real, una conspiración de silencio, conveniente para todos, selló sus labios y nada transcendió. Pero la verdad que no ven los hombres queda en el registro del espacio y el tiempo y quién puede ver con la luz del espíritu puede romper el secreto tan celosamente guardado. ¿Era Juan el padre del hijo de Salomé?.....
Salomé realizó un karma de dependencia por el cual, siempre se vería obligada vida tras vida, a ayudar a Juan, y Juan debía pagar el karma en los hijos que debería tener en las vidas sucesivas mediante la pérdida de los mismos, sin poder vivir su amor, al haber dejado en el tiempo de nuestra historia su semilla abandonada, sin padre de quien aprender y a quien imitar.
Comentar estas cosas pueden resultar indecorosas, pero el misterio no está tanto en la vida normal de los personajes, a su vez seres humanos, sino en que sobre ellos cabalgaba un misterio. Por otra parte el sexo, no era, ni es, ni será pecado cuando se ama de verdad. Solo los condicionamientos humanos califican de pecado lo que no entienden o les supera.
Juan el Bautista fue un ser dedicado casi toda su vida a Dios. Pero los mandatos de Dios no son iguales que los de los hombres y en el final de su vida, por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo, vivió el amor y el sexo femenino, para que se realizara el misterio tántrico que solo unos pocos iniciados conocen.
Ahora había que preguntar al lector: ¿Puede ser verdad cuanto contamos aquí?......¡Cada uno tendrá que darse la respuesta, puesto que no se nos ha concedido decir más.
LOS DOS TESTIGOS
¿Son ciertas las profecías? ¿Se llegarán a cumplir? ¿Interactúa el ser humano en el desarrollo de las mismas? ¿Podemos cambiarlas o por lo contrario estamos en el punto y final de una de ellas?
Voy a citar el capítulo 11 del Apocalipsis, para los profanos, el Apocalipsis son profecías de la Biblia atribuidas a Juan el Evangelista:
Con la séptima trompeta se abre otra serie de visiones. Surge un canto de alabanza en el cielo por la irrupción del reino de Dios y el castigo de los enemigos.
Yo haré que mis dos testigos profeticen vestidos de saco durante mil doscientos sesenta días. Estos son los dos olivos puestos delante del señor de la tierra. Cuando hayan acabado de dar su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará. Su cadáver quedará tendido en la plaza de la gran ciudad que simbólicamente se llama Sodoma y Egipto En aquel momento se produjo un gran terremoto y se derrumbará la décima parte de la ciudad, y en el cataclismo perecieron siete mil personas.
El séptimo ángel tocó la trompeta, y se oyeron en el cielo voces potentes que decían:
El imperio del mundo ha pasado a nuestro señor y a su mesías; Él reinará por los siglos de los siglos
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados en sus tronos delante de Dios cayeron de rodillas diciendo:
Te damos gracias, Señor, Dios todopoderoso, el que es, el que era, porque has tomado posesión de tu gran poder y has entrado en tu reino.
Desde otra cultura, totalmente diferente a la judeo-cristiana, se cita otra profecía que coincide con la reflexión que quiero hacer. Los Mayas en su último Baktum dicen:
Baktun 12. Baktun de la Transformación de la Materia 1618 - 2012 D.C. 12.0.0.0.0
Surgimiento y triunfo del materialismo científico, conquista del mundo por parte de Europa, Revolución Industrial. Revoluciones democráticas en América y Europa; colonización de África, Latinoamérica, Asia; industrialización de Japón; Karl Marx y el surgimiento del comunismo; las revoluciones comunistas de Rusia, China; primera y Segunda Guerras Mundiales; la bomba atómica y la era nuclear; surgimiento de las potencias del Tercer Mundo, Islam, México e India; terrorismo global y desmoronamiento de la civilización tecnológica; purificación de la Tierra y era final de la regeneración global; era de la información y tecnología solar de cristal; sincronización galáctica.
El calendario Maya, se acaba en el 2012 . No con ello el planeta, ni la vida en el mismo, Los Mayas esperaban la vuelta de los dioses y la entrega del próximo calendario.
Ahora voy a contar dos hechos reales, que encajan de manera terrorífica en estas dos profecías.
El primero ocurrió hace unas semanas. Meditando tuve una visión:
Ví, como hace miles y miles de años el núcleo de la tierra se solidificaba. Era el único planeta con núcleo líquido que quedaba en nuestro sistema solar. Marte, Venus, Júpiter y los demás habían solidificado y enfriado su núcleo con la consiguiente carencia de vida en la superficie del planeta.
Los seres que vivían en la tierra, todavía no tenían la evolución suficiente como para seguir su progresión espiritual en otros planetas.
En nuestro Sol, hubo una reunión. Almas sabías y evolucionadas de diferentes partes del Universo, se juntan en una sola (lo que yo llamo Dios), para encontrar una solución. En su magnánima bondad, deciden ayudar al planeta para dar más tiempo a la evolución del ser humano y llevan a cabo un plan.
Ofrecen un préstamo al planeta Tierra, el cual va a actuar en cuatro niveles, para animar energéticamente al núcleo.
Mandan 4 emanaciones energéticas o rayos solares a la tierra, las cuales se materializan en 4 sectores:
1º- Una emanación o rayo Solar impregna a un animal existente. En este caso incide en el dinosaurio. Dándole una vibración más sutil y haciendo que estos animales sean más sensibles e inteligentes ayudando así al planeta.
2º - Otra emanación o rayo impregna una planta. En este caso es el olivo. Provocando que las propiedades terapéuticas de su fruto, sus raíces y hojas ayuden a la evolución del sistema.
3º - Otra emanación impregna un mineral. El Cuarzo o los diamantes. Actuando como depuradores energéticos del planeta, tendrán más capacidad de limpiar las vibraciones bajas para mejorar la vida.
4º- El último rayo impregna al hombre. Con la ayuda divina y con el sacrificio de entidades o hermanos más evolucionados que nosotros, el hombre será animado de sabiduría y compenetrado espiritualmente por seres que hoy en día llamamos extraterrestres, para subir la vibración del planeta ayudando así a alargar la vida del núcleo.
Se pacta así, en el Sol un préstamo con la Tierra. Se le da más tiempo. Dos espíritus evolucionados de una galaxia muy lejana ofrecen sus almas para compenetrar al ser humano (Enviaré a mis dos testigos… dice el apocalipsis anteriormente citado). Para realizar esta misión, tienen que mantener su cuerpo material en un sueño profundo, el cual tiene que durar miles y miles de años. Sin poder despertar hasta que el préstamo finalice. Su sacrificio, no tiene límites, tienen que compenetrar infinitas reencarnaciones del ser humano, con la inevitable vinculación a la tierra que eso supone, para sus espíritus. La recompensa al sacrificio la cobrarán de golpe. No reencarnación tras reencarnación como sucede en la tierra. Sino toda a la vez, al término de la misión. Cuando finalice el préstamo, sus espíritus volverán a sus cuerpos y se desvincularan de la Tierra. Su ayuda será reconocida con una evolución sin límites. Sus cuerpos materiales, completos con sus espíritus se despertarán, se levantaran y seguirán su evolución con mayor elevación. Tardarán miles de años en recoger los frutos, pero la cantidad compensara el sacrificio.
En la visión, oí una voz que decía:
- Es el final del préstamo, la Tierra tiene que devolver lo que se le dejó. Las almas tienen que volver (El calendario Maya acaba su era en el 2012).
Cuando volví al estado consciente, me alegré de que los préstamos en el Universo no se hagan con intereses, pues pagarlos con tantos miles de años de retraso resultaría un poco caro. Pero, se me encendió una lucecita en mi inconsciente. De repente recordé un hecho real, que le ocurrió a mi prima. Este es el segundo hecho real que describo al principio y que avala mi teoría.
Hace quince años, cuando mi prima tenía más o menos veinte años tuvo una experiencia paranormal que encaja espeluznantemente en estas profecías. Voy a contarlo y que el lector juzgue si es casualidad o causalidad.
Vivía mi prima en casa de sus padres, cuando en una siesta sintió algo inexplicable. Justo antes de despertar sintió como una gran energía entraba por su cabeza (7º chakra) la emanación era tan grande que todo su cuerpo vibró fuertemente, hasta el punto de transmitir esa vibración al colchón y la cama.
Su tendencia jaquecosa de la infancia, después de esto, empezó a agudizarse. De simples migrañas pasó a tener principios de ataques epilépticos. La comida no le sentaba bien, por lo que vomitaba con facilidad. Empezó a cambiar su dieta, evitando todo aquello que le provocara reacción, con lo cual, desaparecieron de su ingesta todo tipo de carnes y pescados, grasas saturadas, refresco gaseosos y colas, azúcares y productos hidrogenados. En definitiva se volvió vegetariana por eliminación.
Empezó a tener problemas de convivencia en su casa. Su familia se dio cuenta de que la impregnación energética que tenían las cosas donde ella se encontraba, hacia estar incómodo al resto de la familia. La silla donde se sentaba a comer se quedaba con un ligero movimiento. En su cama no se quería tumbar nadie por lo mismo, y además su cambió dietético agredía fuertemente las convicciones nutricionales familiares.
Seguía enfermando, se le cayó el pelo y sus ataques epilépticos se hicieron más recurrentes. Sin embargo, para compensar toda esta desgracia, oía de vez en cuando una voz que le daba fuerza y poder.
- “Ánimo” – Oía- “ Es la última vez”.
Inexplicablemente empezó a recordar de una forma involuntaria vidas y reencarnaciones anteriores, destruyendo así todos sus cimientos agnósticos que había tardado veinte años en formar.
El sufrimiento del recuerdo, de las pérdidas, de fracasos, fallos y equivocaciones en vidas anteriores la llevo de cabeza al psiquiatra.
Se confundió en el espacio-tiempo. No sabía en qué época o vida vivía y lo peor de todo, no entendía porque le estaba pasando todo eso.
Pasaron tres años y el problema no mejoraba, por no decir que la tendencia iba rozando cada vez más el empeoramiento. Oía voces, de entidades astrales que también veía. El plano astral elevado lo llevaba mejor (guías espirituales, Dioses), pero el bajo (Las larvas, parásitos astrales, entidades demoníacas, muertos) la hicieron planificar una salida.
El suicidio, sería su salvación. Puso fecha y lugar a la ejecución, su tensión se liberó porque encontró un final.
Dos meses antes de la fecha impuesta, tuvo una experiencia que la haría retroceder en su meta final y plantearse seguir viviendo.
Una noche, después de finalizar su trabajo, se dirigió a casa de sus padres donde todavía seguía viviendo con mucha tensión. Antes de llegar al portal, había un descampado por el cual tenía que pasar inevitablemente.
Le llamaron la atención dos grandes aparatos flotando en el cielo llenos de luces de colores, estaban desafiando la fuerza de la gravedad, sin movimiento alguno y sin ruido parecían como si alguien los hubiera pintado en el cielo. No se movían ni un centímetro de su posición.
Mi prima pensó, que la tecnología en aviones y helicópteros del gobierno había avanzado hasta límites inverosímiles. Decidió, seguir su camino, aunque este la llevara a pasar por debajo de estos dos artefactos.
El silencio era sepulcral, no había ni una sola alma viviente en el lugar. Eso la hizo ponerse en alerta, pero el cansancio del día laboral, era más fuerte que el miedo y la hizo seguir avanzando. Cuando pasó inevitablemente por debajo de esos dos aparatos, vio lo que ella describe como purpurina blanca. Bolitas brillantes blancas, se desprendieron de una de las naves y ducho a mi prima entera. Esa ducha la hizo elevarse, y como si de un campo de atracción se tratara, entró dentro de uno de esos aparatos.
Conoció a entidades que no eran de este planeta, la tumbaron en una plataforma como de acero y con un diminuto laser le retocaron el orbital de los ojos, las fontanelas y el occipital. Después, la llevaron a una plataforma detrás de la luna. La luna negra, una gran base circular extraterrestre orbitando detrás de nuestra luna.
Habitada esta base por extraterrestres de diversos mundos y planetas, es como la nave nodriza de una gran misión.
Entró dentro de este lugar, acompañada de los visitantes del platillo volante. La llevaron a una gran sala, en la que se encontraban dos enormes tubos de cristal. Dentro de cada una había un ser, alto, fuerte, con poco y escaso pelo blanco (enviaré a mis dos testigos vestidos de saco). Curiosamente llevaban una túnica blanca que podría confundirse con un saco, lo sorprendente de la vestimenta era los abalorios que llevaban en el cuello, grandes gargantillas de piedras preciosas parecidas minuciosamente a las egipcias, da que pensar que estos durmientes compenetraron a faraones egipcios (Su cadáver quedará tendido en la plaza que se llama Sodoma y Egipto), dice e Apocalipsis. "Cuando el compenetrado muere, el espíritu del durmiente muere también para ser liberado". Dormían durante siglos en esos modernos ataúdes. Uno de los seres parecía más masculino y otro más femenino.
- Esa fuerza que sientes, es el espíritu de uno de estos seres. Es su última misión. Busca tu alma gemela. Sabes quién es - Dijo un extraterrestre-
En la mente de mi prima aparecieron imágenes de cómo estos espíritus habían compenetrado a la Humanidad.
Pitágoras, Sócrates, Alexander Von Humboldt (Famoso naturalista que descubrió probando venenos muchos antídotos que hoy tenemos), Carl Friedrich Gauss ( brillante astrónomo, príncipe de las matemáticas, intentó demostrar que el espacio es curvo y descubrió las medidas de los campos magnéticos), Cristo, Buda, etc, etc.
Cada durmiente, compenetra dos seres en la tierra, lo que conocemos como almas gemelas, para poder realizar su misión. Su vibración es tan grande que un sólo cuerpo terrestre no puede asumirla.
He de decir, que mi prima es un cúmulo de defectos como todo ser humano encarnado en la Tierra, pero de vez en cuando puede sentir la fuerza del universo y la grandeza divina.
Gracias a la operación que le hicieron los extraterrestres se le desarrollaron más sus capacidades extrasensoriales, me imagino que para que el espíritu de esos durmientes pudiera tener un mejor cuerpo donde actuar.
Siguió con su línea alimenticia y encontró su alma gemela. De momento, sigue con su vida como si nada hubiera pasado, dándome ideas y conocimientos para que yo realice este diario.
Pero mi prima no es importante, lo verdaderamente importante es la coincidencia del final del calendario Maya, La profecía de los dos testigos (o dos extraterrestres a los que llamo durmientes) en el apocalipsis y el mensaje, que es la última misión para que se acabe el préstamo.
Si a esto le sumamos el estudio que hizo un famoso ufólogo y parapsicólogo llamado Lice moreno, demostrando la vuelta de los Dioses en el 2011 bajo documentación recopilada en el libro que se encuentra en esta página (http://www.concienciaplanetaria.es) llamado Clave 33. No queda la menor duda que tanto judíos como mayas defienden que los Dioses volverán en el final de los tiempos.
Estamos en el 2007, nos quedan cinco años escasos para el final de todas estas profecías. Estamos de lleno en ellas. El préstamo dado por los dioses acaba, pero no con ello su ayuda.
Viene un tiempo mejor, una mayor ayuda divina, una fuerte energía que activará el conocimiento y la evolución. El núcleo de la tierra se empezará a solidificar en su cuenta atrás, se incrementaran los terremotos y los desastres naturales, el efecto invernadero será imparable. Pero el espíritu es inmortal y la reencarnación se puede hacer en otros mundos, universos o planetas. Sólo pido tener la sabiduría suficiente para seguir mi camino hacia la luz y no dejarme atrapar en mis miedos y defectos de naturaleza humana.
No se cuando esos espíritus durmientes abandonarán el planeta, puede ser en el 2012, 2020 ó 2039, pero lo que sí sé es que esta es su última compenetración y ayuda en este planeta.
http://lasendahacialaluz.blogspot.com.es/

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