viernes, 29 de julio de 2016

LIBRO MAESTRIA EN FELICIDAD (Chamalu) Carta 21


CARTA-21

El cielo se oscurece, comienza a llover, se amontonan mis ideas, se empujan unas a otras. Me dijeron que un libro muy extenso corre el riesgo de no ser leído, decido reducir la extensión de las próximas cartas. Al final del pasillo, duerme con las patas arriba Panda, un viejo pastor inglés que comparte su soledad conmigo; tiene tanto pelo, que a veces me toca informarle que está lloviendo, su piel demora unos minutos en recibir la notificación acuosa de las gotas de lluvia. 
Afuera, la vecina en pantuflas mata su tiempo, mientras intenta pescar algún chisme para aderezar su aburrimiento. 
Hay gente que grita porque no tiene nada que decir; un perro cercano no deja de ladrar. Cierro los ojos, me imagino elefantes circulando por la calle de casa, jirafas dialogando incómodas con los cables telefónicos, rinocerontes atravesando esquinas en semáforo rojo, hipopótamos buscando piscinas donde humectar su piel. Los trabajadores del edifico en construcción concluyen su jornada, regresan a casa llevándose a cuestas su cansancio. 
Al llegar, podrán comer y luego aplicarse una dosis prolongada de televisión, hasta quedar dormidos frente a la pantalla. 
A media noche, quien no viva solo, podrá ser despertado para mudar su descanso a la cama, y al despertar, la rutina laboral se repetirá, los días son clonados con minuciosa precisión. 
Siento náuseas. Mejor, cambiemos de tema. Tengo ganas de llevar mi cuerpo a la bañera, una voz interna me dice que debo terminar estas cartas, colisionan lo que pienso con lo que siento, no será la última discrepancia, decido seguir adelante. Llegué a pensar que compartirte mis secretos podría ser importante. En ese sentido te sugiero que ames lo que te toca hacer. Antes te había dicho: «Entrégate completamente a lo que haces, reconcíliate con la disciplina, si es necesario», porque es mejor amarla y disfrutarla, porque la disciplina es la fábrica de milagros. Ya sabes que la suerte no existe. ¿Sabías que la genialidad heredada no abarca ni el veinte por ciento y que el restante ochenta por ciento es disciplina y perseverancia? Ama y disfruta la disciplina, ese es otro de mis secretos; conviértete en experto en automotivación, no dependas de que otros te motiven. Cualquier actividad realizada con motivación, incrementa la felicidad; recuerda que los talentos no se desarrollan completos hasta que despertamos. 
A partir de ese momento, cultívalos pacientemente, sin olvidar que la intención enfoca la energía, que si quieres ser feliz, debes aprender a controlar, es decir, direccionar tu energía; que ser útil a los demás incrementa tu felicidad, que la gente inteligente acepta sus derrotas con optimismo y aprendiendo de cada una de ellas. Algo muy importante que debes saber a esta altura de tu formación, es que nunca debes resistirte a los cambios, solo asegurarte que sean para mejorar que estén alineados con tus objetivos y compatibilizados con tus principios. 
También es bueno saber que es mejor no tomar las ofensas como algo personal, son simplemente la vociferación de alguien que tiene un mal día. Tampoco te permitas ningún apego, ellos son totalmente prescindibles. Pregúntate qué pasa si no te enfadas. 
¿Y si no me decepciono? Te darás cuenta de que no pasa nada, entonces comprenderás que tu paz interior es más importante. Recuerda esto: si cambia tu percepción, cambia todo. En esta perspectiva, es recomendable soltar el pasado, prepararse para el futuro y simultáneamente vivir intensamente el presente. 
La vida ocurre solo en el presente, pero en un presente de varios niveles, porque vivir despiertos es dialogar con las otras realidades. Te propongo también que tomes en cuenta el lugar, la cultura, la familia y la época en la que naciste. 
Ellas son las circunstancias que marcan los rasgos de la vida de cada uno y, en muchos casos, los desafíos que tenemos que superar. La calidad de la vida no depende solo de la felicidad, sino también de la manera de obtenerla, de la forma de conservarla y vivenciarla. 
La gente que vive solo para satisfacer sus necesidades básicas nunca llega a generar autentica felicidad. También es bueno saber que muchas cosas que buscas, en realidad, ya las tienes de una u otra manera. ¿Sabes que la vida activa genera felicidad? ¿Que toda la vida, toda sin excepción, es una escuela desde que posibilitaste tu despertar? ¿Que la gente lúcida no se avergüenza de sus errores? ¿Que vivir por un salario es haber perdido la dignidad? ¿Que casi todos buscan la felicidad en el lugar equivocado? Necesitas retos para superarte, de esa manera la felicidad se incrementa. 
El aburrimiento viene como consecuencia de la ausencia de desafíos; inteligencia es capacidad de vivir bien, formándose y transformándose, asegurándose para que ningún error sea en vano, construyéndose pacientemente, sin olvidar que el camino a la felicidad es el mismo camino del autoconocimiento. Entre la genética y la cultura, florecerá tu felicidad, sin embargo, casi nada está determinado de forma inmodificable, de manera que tú puedes hacer con tu vida casi todo, incluso descartar definitivamente la infelicidad y trenzar las circunstancias de tal manera, que el placer sea tu país y el crecimiento tu manera de vivir. Es hora de partir, de descubrir que la vida era otra cosa, de reemplazar la hojarasca por las flores y bordar los instantes con hilos de luz. Te propongo también que te asomes a la plenitud, que empujes tu crecimiento, que abandones la provincia de lo conocido para instalarte, sin perder tu identidad, con vocación universal, alimentando unidades en la diversidad, forjando mentalidades con alto nivel de lealtad a la vida, encarando las tempestades con valor y creatividad. Te propongo afrontar la vida con todas sus consecuencia, sin más refugio que la felicidad ni más protección que el amor, entonces el Universo te dará la bienvenida. Una clave fundamental quiero compartir contigo: aprender a fluir. Este tema nos reunirá en la próxima carta.
Chamalú

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