lunes, 29 de agosto de 2016

Libro el Ojo del Yo (David R. Hawkins) CAPÍTULO XI (A Lo Largo Del Camino )


Sección Cuarta

Debates y Conferencias Transcripciones de charlas y reuniones en distintos países con grupos de estudiantes espirituales de diferentes procedencias espirituales. 
CAPITULO 11 
A Lo Largo Del Camino 
Los estudiantes plantean preguntas que no tratan específicamente del Ser o de la Realidad, pero son preocupaciones que surgen en el curso de la exploración espiritual. 
P: Vi un programa en televisión acerca de las experiencias extracorpóreas y las experiencias cercanas a la muerte y, según decían, se trataba de la misma experiencia. ¿Son diferentes? 
R: Son decidida y completamente diferentes. 
Se podría decir que una es trascendente y la otra es considerada paranormal. 
La experiencia extracorpórea puede tener lugar en cualquier momento, incluso durmiendo o soñando. 
Se desencadena frecuentemente debido a calamidades o enfermedades físicas, puede suceder durante un accidente o durante una operación quirúrgica. 
En la experiencia extracorpórea hay situación, posición y duración. Un cuerpo energético casi invisible abandona el cuerpo físico y viaja a diferentes lugares en la habitación, o quizá incluso a cierta distancia. 
La consciencia sensorial acompaña al cuerpo energético y deja de asociarse con el cuerpo físico, que se experimenta entonces como algo separado. El sentido del “Yo” se asocia también con el cuerpo energético y no con el físico. 
Eventualmente, el cuerpo energético retorna al cuerpo físico y la vida continua como antes de la experiencia. 
Esta aventura se puede recordar y se relata frecuentemente a otras personas. El nivel calibrado de conciencia de la persona no cambia significativamente. 
La personalidad no cambia; sin embargo, puede ser el primer atisbo que indica que el “Yo” no es solo el cuerpo físico. 
En cambio, la experiencia cercana a la muerte no es local en cuanto a posición. Uno entra en unos dominios mucho mas grandes y esplendidos. 
Un infinito y radiante amor está siempre presente. 
Se da una consciencia diferenciada de hallarse en un estado de revelación, y los niveles calibrados de conciencia muestran un fuerte incremento. 
Una de las características de la experiencia es que la personalidad cambia y se produce una transformación. 
Se trata de cambios bastante notables. 
Con frecuencia, hay un importante cambio de actitudes y una disminución del interés por las cosas del mundo. 
El miedo a la muerte desaparece. 
Incluso puede haber un cambio de vocación. 
En general, se da una atracción hacia los temas espirituales, así como una marcada disminución del nivel general de temor. 
Esto se refleja en una mayor paz, gracia, y en la sustitución de actitudes negativas por positivas. 
La transformación de la personalidad puede ser bastante profunda en algunos casos. En otros, solo se puede describir como de santidad. Hay personas que, tras estas experiencias, se hacen sanadoras y se sienten atraídas por profesiones relacionadas con la salud.
P: ¿Que practicas espirituales pueden ser eficaces en el ajetreado mundo de hoy? La mayoría de las personas tienen trabajo, familia y muchas distracciones. 
R: La búsqueda consciente de objetivos espirituales es el resultado de una opción y una decisión. 
En realidad, solo se requiere de voluntad y capacidad para salir adelante. Hasta el concepto espiritual mas sencillo puede resultar una herramienta sorprendentemente poderosa. 
La simple decisión de ser amable, perdonar y ser compasivo con toda forma de vida, incluyendo al propio yo de uno, es un bisturí capaz de extirpar importantes impedimentos para el desarrollo espiritual. 
Por la humildad, uno puede ver que la mente es limitada es incapaz de ver todas las circunstancias que envuelven cualquier acontecimiento. A partir de esto, surge la voluntad de dejar de lado a la condena y al juicio. 
Este proceso te lleva a la voluntad de entregar a Dios la propia experiencia del mundo. 
Se le hace evidente que el mundo no necesita para nada tus opiniones personales acerca de nada. 
Si decides asumir una visión caritativa de los acontecimientos de la vida, se abren formas alternativas de interpretación de las apariencias circunstanciales y se abren otras opciones. 
P: Buda dijo que el deseo es el origen del ego. ¿Como puedes superar este apego? 
R: Hay una meditación que podríamos denominar “¿Para que?”. Cuando uno siente un deseo, puede preguntarse ¿Para que?”. 
La respuesta es siempre, “...y entonces seré feliz”. 
Así, la felicidad se sitúa siempre fuera de uno mismo y en el futuro. Esto deriva en que te veas como una victima de las circunstancias externas. 
Esto es también una proyección del propio poder de uno. 
En realidad, la fuente de la felicidad se halla en el interior. 
No hay ningún otro tiempo ni lugar para la felicidad que el de este mismo instante. La verdadera fuente de la alegría y la felicidad consiste en darse cuenta de que la propia existencia es este mismo momento. La fuente del placer siempre proviene del interior, aun cuando pueda desencadenarse a través de acontecimientos o adquisiciones externas. 
En ningún instante determinado por el tiempo, no puede existir eso que llamamos problema. La infelicidad surge cuando vamos más allá de la realidad del Ahora y creamos una historia a partir del pasado o del futuro, los cuales, dada su inexistencia, carecen de realidad. 
P: ¿Que otras herramientas útiles hay? 
R: Hay otra meditación a la que podríamos denominar “¿Que pasaría si, y entonces que?”. 
Este ejercicio se basa en la voluntad de entregar las ilusiones del ego a la realidad de Dios. 
Comenzamos con “¿Que pasaría si dejáramos algo que deseamos o valoramos?” y preguntamos “Y, entonces, que?”. Eso nos pone ante el siguiente obstáculo. 
Preguntamos si estamos dispuestos a entregarlo a Dios, lo cual nos trae el siguiente obstáculo. 
Con el tiempo, la voluntad a entregar toda ilusión de que la felicidad esta “ahí afuera” lleva a la consciencia de que la existencia momento a momento es solamente por la gracia de Dios. La propia vida se sustenta en una función de la presencia de Dios, y la materialidad en la que nos creemos sustentados es de por si una expresión de la voluntad de Dios hacia nosotros. Nuestros esfuerzos para sustentar la vida nos vienen “dados”, y no son una invención personal. 
El ego cree que sobrevivirá a pesar de la voluntad de Dios y no por su causa.
P: ¿El progreso espiritual es repentino o gradual? 
R: En realidad, no hay contradicción alguna en esta pregunta, contradicción que se halla implícita en el “esto o lo otro” del estado de dualidad. 
Ambas circunstancias prevalecen simultáneamente. 
En la evolución espiritual, se dan pasos aparentemente pequeños de modo que pasan casi desapercibido, pero son los cambios pequeños que tienen lugar sin percibirse por debajo de la nieve en una montaña los que desencadenan la avalancha. 
Pueden darse saltos repentinos en la conciencia sin advertencia previa. Por tanto, conviene estar preparado para esa posible eventualidad. 
P: ¿Y que hay de la superación del gran bloqueo del intelecto? 
R: Este salto tiene lugar también como resultado de la voluntad y la inspiración. Solo el cuatro por ciento de la población mundial es capaz de trascender el nivel de conciencia del 500, el nivel del Amor. 
El Amor se aproxima a Amor Incondicional en el nivel 540, que es también el nivel de la Sanción. 
En el nivel calibrado en los 500s, el desarrollo se hace claro y obvio. 
Este nivel de conciencia se puede describir diciendo de el que supone un amor por toda forma de vida y la dedicación para sustentarla. Así, en los 500s, uno se vuelve condescendiente, caritativa, benigna, pacifica y tolerante. 
Tu felicidad no depende de Las circunstancias o los acontecimientos externos. El enjuiciamiento desaparece y es reemplazado por la comprensión y la compasión. 
La belleza innata y la perfección de todas las cosas comienzan a revelarse. Es habitual ponerse a llorar ante la belleza que se trasluce en todo cuanto existe. 
Y la repetición de cualquier tipo de pensamiento o sentimiento no amoroso se experimenta como algo doloroso o inoportuno. 
P: ¿Y que puede decir del resentimiento justificado? 
R: La voluntad de apartarse del resentimiento revela que todo lo que llamamos justificaciones no son mas que racionalizaciones y excusas. 
Son proyecciones de la culpabilidad y representan posicionamientos narcisistas. 
El resentimiento es infantil, y se basa en unas nociones de justicia propias de jardín de infancia. 
Nada en el universo tiene nada que ver con la justicia. 
En cambio, todo representa la justicia universal fuera del tiempo presente y la localización. 
Todo resentimiento representa la justificación de la propia culpabilidad, la proyección de la responsabilidad y el verse uno mismo como victima. 
El estudiante espiritual aun cuando este “equivocado” ha de perdonar a la otra persona. Todo resentimiento calibra por debajo del nivel de 200 y no está en la integridad. 
No se gana nada albergando resentimiento. 
La moda actual de lo “políticamente correcto” es una fuente de conflictos, pugnas y sufrimientos (calibra en 190). 
Está basada en “derechos” imaginarios. 
En realidad, no existen tales “derechos”. 
Son todos imaginaciones de la sociedad. 
Nada en el universo tiene ningún “derecho”. Todo lo relativo a los “derechos” lleva a una actitud paranoide de “mosca cojonera”, a la confrontación, a los conflicto, a los conceptos de victima y verdugo, a las ilusiones de la causalidad y a la venganza. 
Todas estas demostraciones impiden asumir la responsabilidad personal de la propia experiencia vital, que es el nivel que uno ha de alcanzar para llegar a la integridad.
P: ¿De que forma se libera la humildad del dominio del intelecto? R: A través de la exploración valiente de la lógica y la razón, la misma ciencia llega a darse cuenta de sus limites y de sus dominios verdaderos. 
Con el tiempo, la razón y la lógica se hacen tortuosas hasta tal punto que uno termina explicando definiciones, categorías de pensamiento y modos de descripción desde puntos de observación preseleccionados. La lógica tiene aplicaciones practicas y útiles en el mundo material cotidiano que son saludables y beneficiosas, pero no llevan a la iluminación, que es una empresa completamente diferente. 
P: ¿Pero que hay de la moralidad? 
Acaso la renuncia a lo correcto y lo erróneo, y a enjuiciar a los demás, no lleva a la inmoralidad? 
R: Determinar lo correcto y lo erróneo constituye una guía practica de comportamiento para las personas que aún no se han desarrollado espiritualmente. 
Es un sustituto temporal de una consciencia mayor. 
Así, le enseñamos al niño que cruzar solo la calle es “malo” porque carece de la consciencia del peligro. 
Pero, para un adulto, la contextualización de correcto o erróneo respecto a cruzar la calle carece de sentido e importancia. 
Los adultos miramos a ambos lados antes de cruzar la calle y así evitamos que nos atropellen, pero no lo hacemos porque sea bueno o malo. 
Con el desarrollo espiritual, los valores éticos sustituyen a los dictados moralistas, del mismo modo que la consciencia de la verdad espiritual sustituye al dogma y a los sistemas de creencias coercitivos. 
Los comportamientos han de quedar fuera de la ley con el fin de suprimir su aparición entre la población general son comportamientos que han perdido todo sentido para aquellas personas que están bastante mas avanzadas. 
P: Si no existe un “objetivo” correcto o erróneo, ¿que guía entonces la conducta? 
R: Tomar consciencia de la Realidad re-contextualiza todo significado e importancia y también cualquier apariencia. 
Ya no se desea ganancia alguna, no hay errores que vengar, no hay vencedores ni vencidos, ni causas por las cuales sacrificarse. El amor incondicional, la bondad y la compasión se convierten en las guías de toda acción. 
Toda decisión tiene sus consecuencias, y en realidad cuando la propia visión deja de estar limitada por el tiempo, el espacio y la percepción, no hay injusticia que ver en ninguna parte. 
P: ¿que hay del karma? 
R: Podemos evitarnos controversias y discusiones si evitamos utilizar ese termino, que, en el mundo occidental, esta asociado a las religiones y las tradiciones espirituales orientales. 
En vez de eso, podemos fijarnos en la relación que existe entre las acciones y las decisiones, tanto mentales como físicas son las consecuencias. 
En realidad, no son secuenciales, sino concordantes, y es la percepción la que las hace parecer separadas. Desde fuera de la dualidad de la percepción, un “acontecimiento” y sus “efectos” son una y la misma cosa. 
En realidad, nada se mueve, salvo el propio punto de percepción. Todas las religiones, sin excepción, afirman que las decisiones, las elecciones y las acciones están conectadas con las consecuencias, que parecen ocurrir mas tarde en el “tiempo”.
Si se ve la vida como un continuo de una esfera a la siguiente, se verá que todas las religiones dicen lo mismo en el sentido en que afirman que las acciones tienen consecuencias en otra esfera o estado del marco vital secuencial.
Todas las religiones enseñan que habrá una vida no física que excede la vida física. 
Pero aquí, la confusión surge del error de identificar esta vida como vida física y las otras vidas como no físicas, o periódicamente físicas. 
Para empezar, esta vida es una experiencia interna y subjetiva que incluye, aunque sea independiente de el, un cuerpo físico. Así, en realidad, la actual existencia tampoco es física. 
Esta vida es la aventura subjetiva de esa entidad misteriosa llamada “Yo”. 
La experiencia actual del “Yo” puede considerarse física, pero en si misma es una ilusión. 
Y tanto si las experiencias de vidas sucesivas incluyen la ilusión de lo físico como si no lo hacen, resulta ciertamente irrelevante para la inferencia e importancia del desarrollo secuencial de las condiciones. Todas las “vidas” son subjetivas, no físicas, están interrelacionadas y son en realidad contiguas. 
Cada una esta condicionada y determinada por decisiones, posicionamientos, y sus consecuencias. 
En la evolución de la conciencia se incluyen todas las posibilidades. 
En el momento en que la conciencia deja de identificarse con la forma, es cuando está mas allá del karma. 
Resulta de sumo interés el hecho de que los recién nacidos tengan ya un nivel de conciencia calibrada desde el mismo instante de nacer, y que este nivel, en la mayoría de las personas, tienda a mantenerse a lo largo de toda su vida. 
El desarrollo de la conciencia durante el lapso de vida del ser humano medio puede mostrar un avance de alrededor de cinco puntos. Sin embargo, paradójicamente, el nivel de conciencia de la humanidad como un todo se mantuvo en el 190 durante muchos siglos, y solo recientemente cruzó la línea critica de 200 para llegar al nivel actual de 207. 
La tasa de incremento del nivel general de conciencia se ve retenido por tan inmenso numero de personas que siguen tomando decisiones y elecciones negativas. 
P: ¿Entonces, el karma esta relacionado con la forma? 
R: Las condiciones preexistentes de la conciencia las constituyen patrones expresados como campos de energía predominantes con poder relativo. 
Cada nivel contiene en su interior los temas no resueltos y las limitaciones que caracterizan ese nivel y ante los que se tiene que enfrentar el individuo. 
Vemos que, si en el momento de nacer, el campo de energía de un bebe calibrara en 150, la confrontación principal de esta persona sería ciertamente la ira. 
Puede ser el tema central de toda su vida, o incluso de muchas vidas, con la ira como tema central. 
Las personas que tienen un campo de energía calibrado en los 50s se enfrentaran a una vida de pobreza y penurias, y quizás hayan nacido en algún lugar devastado por la hambruna, o asolado por las enfermedades o la guerra. 
P: ¿Las circunstancias en las que nace uno, ¿no son pura casualidad que están en función de los genes, los cromosomas, los accidentes geográficos y el tiempo? 
R: Nada en el universo sucede por casualidad o por accidente. 
El universo es una combinación coherente donde interactúan innumerables circunstancias concomitantes con un numero infinito de patrones de energía. 
En el estado de Consciencia, todo esto es obvio y se puede ver y entender con claridad. Fuera de ese nivel de consciencia, el universo parecería estar compuesto por innumerables campos magnéticos invisibles que nos atraen o nos repelen automáticamente, y que interactúan entre si, en función de sus posiciones y sus fuerzas relativas y sus polaridades. 
Todo influye sobre todo lo demás y se encuentra en perfecto equilibrio.
En la Consciencia, los sutiles mecanismos internos del universo se nos muestran como en una magnifica danza cuyo diseño y ejecución son increíblemente complejos. 
Queda claro que lo que el mundo llama milagro tiene lugar como consecuencia de un cambio de energía, como el que se puede crear por el amor o la oración. 
También es posible elegir arbitrariamente cualquier aspecto de las actividades e interacciones de los seres humanos y calibrar el poder de las energías implicadas. 
Las energías intrínsecas asociadas a cualquier cosa que exista determinan su destino, en función de las condiciones prevalentes en todo un universo. 
En todo el universo, esas energías se expresan localmente como condiciones prevalentes. 
Ningún accidente o injusticia es posible. 
Toda acción, decisión, pensamiento o elección altera el equilibrio de las interacciones y sus consecuencias. 
P: ¿Entonces, el karma es una condición general? 
R: Todo desarrollo e interacción en la evolución de cualquier cosa en el universo es totalmente kármico. 
Y la vida humana no es una excepción. 
Del mismo modo, todas las posibilidades son determinadas por el conjunto del universo en su totalidad y todo lo que hay en el. 
Un gato no se convierte de repente en un perro. 
Es el “karma” el que da lugar a la selección de los genes y los cromosomas de uno cuando nace, así como el lugar, la situación y las condiciones. 
El campo de energía potencial de un gato no es atraído para entrar en el cuerpo de un perro. 
Con la prueba muscular, uno puede rastrear el “karma” de cualquier entidad. Dentro de cada entidad, el karma es un campo de elecciones posibles, así como de consecuencias de elecciones hechas en el pasado. En general, a este conjunto de condiciones predominantes se les da el nombre de destino, hado o suerte. 
P: ¿Que interacción hay entre los dominios visibles y los invisibles? 
R: Cualquier separación entre ambos es arbitraria y únicamente perceptiva. Tanto lo manifiesto como lo no manifiesto forman un todo integrado. 
El mundo físico de la percepción es un mundo de efectos. 
El mundo ordinario no dispone de poder para ser causa de nada. El poder de la causalidad existe solo en los dominios invisibles. 
El edificio del Empire State vino a la existencia, en primer lugar, como un pensamiento y un diseño en la mente de su creador; que luego por el poder de la voluntad apareció como una consecuencia en el mundo visible. 
En tanto que edificio físico, no tiene poder alguno de causalidad, no puede ser causa de que ocurra nada. 
Su presencia no es más que una circunstancia local que tiene determinadas consecuencias, como son las corrientes de aire o las sombras que genera, pero el poder de causalidad no es algo intrínseco a su estructura o a sus partes. 
P: ¿Que es lo que justifica o da cuenta de la existencia de algo? R: La Gracia Divina determina toda la Creación en todas sus expresiones y aspectos. 
Decimos que lo no manifiesto viene a expresarse como manifestación por ordenanza de la voluntad Divina. 
Y es la Presencia la que lo hace posible y lo activa, dado que su cualidad es potenciar la evolución de lo posible en la Realidad. Podríamos decir, por ejemplo, que una semilla esta dormida e inactiva, pero que con la Presencia Divina, comienza a crecer. Los patrones potenciales para la aparición de lo material residen en los dominios invisibles como patrones de energía. 
La cualidad de la “realidad” no es mas que el resplandor del Ser, que imbuye la cualidad que llamamos realidad. 
La mente ordinaria atribuye esta cualidad de la realidad a cualquier materia o imagen que la realidad emana de la materia en si. Lo único que es real es el Ser, que, por la propia naturaleza de su divinidad, irradia las cualidades de la vida, la realidad y la existencia. La vida está presente o no. 
No hay ninguna realidad auto-existente como la muerte, del mismo modo que no hay ningún “apagado” en una conducción eléctrica que no lleva corriente. 
La Divinidad se expresa como forma y/o vida, en función de las condiciones locales y las potencialidades. 
Sin la potencialidad previa (“karma”) para la vida, nadie podría llegar a nacer. 
El universo en su totalidad y todo lo que hay en el es ciertamente una exposición karmica sincrónica y un acontecimiento único. 
P: Da la sensación de que todas las vidas estuvieran mas o menos determinadas. ¿No es eso predestinación? 
R: No. La predestinación es algo bastante diferente. 
Como termino, la predestinación implica limitaciones y resultados, mientras que el karma establece oportunidades y áreas de libertad para la toma de decisiones. 
El rango de decisiones disponibles esta limitado por las condiciones imperantes que son atraídas o establecidas el propio campo de energía de uno, que tiene un patrón kármico. 
La elección hecha reemplaza al karma y puede anularlo o cambiarlo mediante un acto de voluntad. 
P: ¿Qué hay del libre albedrío? 
R: Como parte del patrón energético que uno hereda al nacer, disponemos de una capacidad innata para la elección y la decisión. Y, en función del campo de energía calibrado de cada cual, la capacidad de elección será mejor o peor tanto en calidad como en cantidad. 
En el marco de la herencia y la evolución de la persona en el mundo, nos damos cuenta de que uno tiene la oportunidad de perdonar, o bien de odiar y condenar. 
Se podría decir que la flotabilidad espiritual de la persona aumenta si elige perdonar, y disminuye si opta por el odio. 
Cada decisión le lleva a uno a un “lugar” diferente en el campo de energía general de la vida humana. 
Decimos, “Cada mochuelo a su olivo”; “Lo semejante atrae a lo semejante”; “Dios los cría y ellos se juntan”; “Quien mal anda, mal acaba”; “Cosechamos lo que sembramos”. 
Buda decía que no hay necesidad de atacar o de castigar a nuestros enemigos porque caerán de todas formas como consecuencia de sus propias naturalezas. 
Todas las religiones enseñan que esta vida influye en la siguiente; que la siguiente vida sea realmente física o no lo sea resulta por tanto irrelevante. 
La vida no se puede convertir en no vida; solo puede cambiar de forma y de expresión. 
P: ¿No es “mejor” un campo de energía de calibración alta que uno de calibración baja? 
R: No es “mejor”, solo es diferente. Cada entidad tiene su trabajo que hacer en su contribución al todo. 
Un ladrillo no es mejor que otro porque sea mas grande o este mas alto en el edificio. “Mayor”, “menor” o “mejor” son términos que enjuician y que surgen de la toma de posiciones. Cada entidad viva disfruta por igual de la consciencia de la existencia La Presencia Divina en Todo Lo Que Es imbuye esa cualidad como consecuencia de la Creación. 
El animal, la planta o el ser humano son iguales en su alegría por la existencia. La mente humana puede pensar y ponderar. 
La planta, si tuviera mente, probablemente consideraría el pensamiento como algo superfluo y entupido. 
Cada entidad viviente ama su existencia, no por una cuestión de emotividad, sino porque la alegría de la consciencia es intrínseca a la vida y a toda existencia. 
El conocimiento no requiere de pensamiento ni de sentimiento porque la existencia contiene la cualidad de la consciencia Divina. La vida en si misma sabe que existe, pero se dejo atrapar en la identificación que muestra con su forma actual. 
Desde el nivel de consciencia de la Verdad y la Realidad, la muerte es imposible porque carece de realidad, del mismo modo que la ausencia no es un estado del ser sino una descripción mental. Para que hubiera muerte, esta tendría que ser parte de la potencialidad kármica del universo. 
Si no es posible potencialmente, no hay nada que pueda suceder. La nada no es algo que pueda suceder. La vida, al igual que la existencia, no tiene opuesto, del mismo modo que la verdad no tiene una pseudo-realidad auto-existente y opuesta, tal como la falsedad. La verdad esta presente o no lo esta. 
La Divinidad, Dios, la Totalidad, la Unidad y lo Absoluto son Todo Lo Que Es; no puede existir ningún opuesto a Dios. 
Solo lo verdadero es verdadero; no existe nada más. 
Así pues, todo temor surge del apego a la forma debido a la ilusión que nos hace pensar que la forma es un requisito necesario para la existencia.
http://elnuevodespertardelser.blogspot.com.es/

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