sábado, 5 de noviembre de 2016

Libro Contando con tu Alma (Eric Rolf) Capitulo-4


MATERIA- Capitulo 4 (NUMERO 4)
El 4, 5 y 6 forman el segundo triángulo, el de la entrega, que simboliza la entrega a la materia, a la energía y al amor respectivamente. 
“El 4 es la base del 2º triángulo que representa la conexión con el aspecto físico del mundo. 
Percibe la materia como una manifestación divina y buscará su camino a través de ella. 
La materia se mueve más despacio que la no–materia y parece que da estabilidad y confianza. 
Cuando tiene prisa encuentra obstáculos, así que tendrá que desarrollar la paciencia, que es ver la vida paso a paso, un paso cada vez. 
La palabra “materia” viene del latín “mater” , la misma raíz de madre y también simboliza la familia.” 
El 4 se relaciona con la tierra y con su extensión que es la materia física. Simboliza la división/ reunión de los 4 elementos tierra, agua, aire, fuego, y de los 4 puntos cardinales. 
Materia tiene su raíz en madre, que simboliza el corazón de la familia, es quién los une y alimenta. 
Los desafíos con la materia se nos suelen presentar a través de la metáfora de la familia. Los 4 manifestamos la continuación del proceso creativo del 3, cuando la inspiración se convierte en la primera manifestación física: la materia. 
Representa el nacimiento de la materia, lo físico y la estabilidad. 
El 3 duda entre interior y exterior, nosotros no. 
Nuestra conexión es exterior buscando la manifestación de Dios en la materia y dándonos cuenta de cómo el mundo físico está aquí para apoyarnos. 
Somos los que nos encontramos con la primera piedra en el camino y no suele ser una piedrecita en el zapato, sino un bloque macizo que nos impide pasar. 
Esta piedra es la metáfora de la energía bruta manifestándose en materia como algo que apoya y da confianza, aunque nosotros la interpretamos también como el primer obstáculo que nos bloquea el paso. 
Todo lo que es estable se relaciona con nuestro camino, como la familia o la casa. Atención, el dinero ni es materia ni es estable, aunque a muchos nos gustaría incluirlo entre las cosas con las que nos relacionamos. 
Podemos tener dinero o no, pero eso no se relaciona directamente con nuestro camino, el valor del dinero es su metáfora y se relaciona con poder[9]. 
No es problema ser materialista, si se entiende lo que significa. Cuando se acusa a alguien de serlo es que en realidad lo es poco y debería serlo más. 
Se queda corto porque se ha quedado apegado a la parte más sólida de lo visible. La materia tiene una parte visible y otra invisible; cuando decimos que hay que ser más materialista, se trata de poner atención también a la parte no visible. 
Si profundizamos en estos dos aspectos, se nos revela el mensaje o la enseñanza: el camino nos lo muestra la parte no visible de la materia. 
Cuando encontramos un obstáculo, si sólo vemos la parte visible de la materia, habrá conflicto o lucha. 
Si miramos ese obstáculo como algo que hay que vencer, probablemente vamos a tener problemas, porque la materia puede ser muy dura, más que nosotros. 
Tenemos bastante experiencia golpeando la cabeza contra la pared. Puede que, entre uno y otro golpe, se nos haya ocurrido que puede haber otro camino, una alternativa. 
Si conseguimos ver el obstáculo como indicador de que la vida ha cambiado de dirección, esa misma materia tiene entonces una gran utilidad y no está ahí para hacernos la vida difícil: es una señal, un mensaje de la vida. 
Si tenemos la confianza de que la vida es amistosa, nos podemos parar y dar un paso atrás para ampliar la perspectiva. Entonces, podemos preguntarnos cuál podría ser la nueva dirección; esa es la clave, detenerse y confiar en que la vida nos señala el camino. 
Desde ahí es de donde sale el siguiente paso. 
Nos movemos en una relación entre amor - odio con la materia. No podemos rechazar la materia, porque es lo que somos y sería como rechazar una parte nuestra. 
Somos los más prácticos cuando estamos tranquilos. 
Lo práctico tiene el sabor a seguridad, uno se siente más seguro en tierra, da confianza. Esa práctica puede conectar con una parte excesivamente científica que nos puede limitar: la ciencia dice lo que es la realidad. 
Ser práctico y científico parece que son sinónimos y no es así. La ciencia tiene un aspecto práctico cuando se refiere a la materia sólo como materia. Si lo miramos así exclusivamente, eso no es ser práctico porque tiene otras posibilidades que nos estamos perdiendo, como, por ejemplo, las metáforas que representa la parte no visible de la realidad y el arte. 
A nosotros nos funciona ser un poco artista y un poco científico. La parte artista nos ayuda a no apegarnos completamente a la materia y la parte científica a mantener los pies en el suelo. Llevamos dentro un científico, un artista y un alquimista que los integra; es una especie de trinidad. 
Para nosotros, la medida de las cosas es si funcionan o no funcionan. Nuestra intuición se relaciona con materia, el espacio nos habla; cuando nos conectamos con materia se nos ocurren cosas, las ideas nos vienen a través de objetos. 
Al decorar una casa parece que la lámpara nos dice que queda bien al lado de la mesa y nos extraña que otros no lo vean igual de claro. Nuestra lógica es sencilla, todas las cosas tienen su sitio. Tenemos facilidad para organizar cualquier cosa que podamos mover y actuamos de forma sistemática, cuando entramos en acción se nota. 
Para nosotros, hacer algo físico repetitivo no es aburrido, porque tenemos la capacidad de estar con la materia, que es como el estar presente. Sentimos una especie de cariño por los objetos que nos hace estar ahí y vivir el momento de una forma nueva. Aunque somos muy honestos, a veces tenemos una idea rígida o deformada sobre lo que esto significa. 
Esta honestidad está basada en unos principios y la entendemos como algo que funciona. No obstante, estos principios están enraizados en nuestra historia familiar y en consecuencia pueden ser poco flexibles. 
Esto nos hace ser pedantes y no nos escuchamos ni a nosotros ni tampoco a los demás, porque creemos que ya sabemos lo que nos van a decir. 
Esto nos convierte en personas atrapadas en el pasado, donde se formaron esos principios. 
Nuestra interpretación de la realidad familiar ha determinado mucho estos principios. 
Algunos de ellos no nos atrevemos a contarlos, porque mostrarían partes nuestras muy íntimas, o porque estamos seguros que no nos entenderían. 
Es curioso observar esta polaridad; por una parte estamos convencidos de que a nosotros las cosas nos funcionan de cierta manera, o sea, de que nuestros principios son ciertos, pero no solemos compartirlos porque creemos que no nos entenderían. Está bien plantearse que, si nuestros principios son ciertos para nosotros, ¿por qué no pueden serlo para otras personas? y al contrario, sin no son ciertos para otras personas, ¿por qué lo son para nosotros?. Eso nos puede servir para ser más flexibles con nosotros mismos y con los demás. 
De la familia hemos aprendido el concepto de hacer las cosas como “Dios manda”, ya sea de la misma manera como se hacía “en casa” o todo lo contrario. 
La familia nos puede servir de ejemplo de cómo no hacer las cosas. De una manera u otra lo tenemos claro, es como si nosotros supiéramos cómo se hacen las cosas bien hechas. 
De ahí surge una especie de control y juicio hacia familiares que se extiende hacia el mundo. En general, uno se encuentra en un ambiente amistoso cuando está en casa y en familia; esa no es nuestra realidad hasta que estar en casa no es un acontecimiento espiritual, es lo que los místicos llaman “la vuelta a casa”. 
Nuestro camino es encontrarnos en casa y en familia pero ampliando los conceptos y los límites físicos. 
Venimos a sentir que nuestra casa es la tierra y nuestra familia el mundo. 
DESAFÍOS 
Nuestro principal desafío es dejar que las cosas fluyan. 
El curso de un río es un buen ejemplo. El río nunca avanza en línea recta, aunque siempre avanza en dirección al mar. Cuando el río encuentra una montaña la bordea y continúa su curso hacia el mar. Eso es lo que más nos cuesta; cuando vamos en línea recta todo va bien, pero cuando encontramos un obstáculo, perdemos la idea de que seguimos yendo hacia delante. 
Entonces, nos resistimos a cambiar de dirección e insistimos en nuestro rumbo fijo. Somos personas que hacemos mucho esfuerzo y la mayoría de las veces no hace falta. 
No tenemos suficiente confianza en que la vida siempre apoya, desconfiamos y queremos continuar en línea recta. 
El resultado es que nos damos con la cabeza contra la pared. No nos damos cuenta de que la nueva dirección que nos señala el obstáculo, igual que la montaña señala el curso del río, nos lleva a donde vamos. 
La vida siempre apoya, por cada problema hay muchas soluciones. 
Si no hubiera problemas, no nos daríamos cuenta de lo creativa que es la vida para encontrar soluciones y de la gracia que tienen. 
Nuestra parte negativa se manifiesta cuando el hecho de que haya muchas soluciones, representa el nuevo problema de tener que decidir entre ellas; cuando nos ponemos a "pensar" y analizar cuál será la mejor solución, llegamos a un estado de parálisis mental que nos impide tomar una decisión. 
Una de las repercusiones de esta parálisis mental es que deriva en parálisis física que nos incapacita para realizar una acción. A veces, esperamos que alguien tome la decisión por nosotros, así, si sale mal, tendremos a alguien para echarle la culpa de la situación, y además podremos hacernos la víctima, que es una postura muy cómoda. 
Tenemos, a menudo, opiniones cerradas sobre las cosas. 
Una opinión es una forma de juzgar algo, la mayoría de las veces las opiniones no sirven, al contrario, limitan nuestro punto de vista porque lo hacen fijo y nos impiden ver las cosas de otra manera. Una opinión fija es un buen ingrediente para crear un problema. Ser conscientes de que no sabemos lo que va a pasar y no tener opiniones de antemano o juicios sobre las cosas, nos permite estar abiertos. 
Cuando estamos abiertos, nos damos cuenta de que hay más soluciones que problemas y se desatan un montón de posibilidades. 
En cuanto nos dejamos llevar por la intuición y no intentamos justificarnos, las cosas salen bien. 
El pasado tiene para nosotros mucho peso. 
Tenemos dificultad en olvidar relaciones y acontecimientos pasados. Le damos mucha importancia al pasado y nos olvidamos de que ya no está ahí, sólo está vivo en nuestra imaginación y pensamientos. Nos solemos quejar bastante y acabamos por creernos nuestras quejas. 
También tendemos a exageración, en términos de la importancia de las cosas. 
Eso no nos favorece, porque acabamos creando un problema donde no lo había. A veces, parece que lo queremos hacer todo de la forma más complicada. Tenemos el “don” de encontrar problemas a las cosas. Eso también se puede hacer al revés, convirtiendo el don de crear problemas en el don de crear soluciones. 
Para eso, debemos dar un paso atrás y mirarlo con ojos nuevos, desde otra perspectiva. En general somos prácticos y como el refrán “no nos gustan los pájaros volando”, aunque podemos encontrar algún 4 que está voladísimo. 
El motivo suele ser que ha rechazado la parte material del mundo porque le atraía demasiado. Probablemente, se trate de personas bastante materialistas que no han querido aceptar esa parte suya ni se ha permitido expresarla. 
Cuando uno está tan enganchado a la materia, es normal que la parte material no le funcione, porque el alma siempre se las arregla para que enfrentemos nuestras resistencias. 
Es posible que este 4 del que hablamos, en uno de sus disgustos materiales, decide no jugar más a ese juego, rechazando la materia e intentando vivir al margen. 
Intenta lo imposible, que es vivir sin materia; eso tampoco le va a funcionar y, si insiste, le causará desequilibrios en otros aspectos de su vida. 
Llevado al extremo, puede volverse esquizofrénico o paranoico. No es grave, nada es grave porque le permite evolucionar a través de ello e integrarlo. 
Después de un extremo, siempre viene otro; la clave para encontrar un equilibrio viene a través de hacerse consciente de todo este proceso. 
NIÑEZ 
El niño 4 vive con intensidad las experiencias relacionadas con la familia, que pueden interpretarse como muy positivas o muy negativas. 
Es decir, puede tener una familia aparentemente fantástica o todo lo contrario. En general se sentirá, muy controlado por los padres, las costumbres o tradiciones familiares. 
El niño se siente a gusto en casa, pero sin poder frente a sus padres. Ellos casi nunca le dejan hacer las cosas cuando él cree que está preparado, y, al revés, cuando los padres creen que el niño está listo, el niño no. 
Puede haber metáforas de cambio de casa en su infancia. 
Parte de su camino es expandir su visión de casa y de familia, es decir, sentirse como en su casa en otras partes y sentirse como en familia sin ser necesariamente su familia carnal. 
Los cambios que se producen dentro de la casa o de la familia le marcan mucho: cambio de casa, o por dentro de la casa, separaciones, muertes, enfermedades de familiares, etc. 
La familia es siempre un desafío para el niño. Puede pasar por una etapa de rechazo a la propia familia, que lo lleva a buscarla fuera. 
Se mueve en espacios, lugares o casas en los que se disfruta mucho de la familia, de la relación con hermanos o de otra gente muy próxima, como si fueran de la familia. 
La parte física le llama mucho la atención: tiene un cuerpo muy sanos o al contrario, muchísimos problemas físicos de todas clases; a un 4 niño, físicamente, externamente, le puede pasar de todo, enfermedades no tanto. 
Por ejemplo, puede ser muy atlético y tener muchas lesiones. Cuando intenta hacerse el listo y tomar un atajo, no le suele funcionar. El niño se encuentra con obstáculos para avanzar por donde quiere ir. Son impedimentos materiales y cuanto más insiste peor. Puede ver problemas donde no los hay, cuando es mejor cambiar de dirección y el insiste en que no. 
Como metáfora de estar bloqueado por una situación, puede quedarse encerrado en algún sitio. 
Es bastante ordenado e impaciente; si se pone nervioso por esa impaciencia es un desastre, lo hace todo mal. 
PROFESIÓN 
Sus cualidades para el trabajo ajeno son la honestidad, el orden y la capacidad de hacer tareas con repetición. 
Eso les permite realizar trabajos laboriosos y de responsabilidad, que requieran confianza. 
Éstas son cualidades muy apreciadas en el campo de la administración de empresas, contabilidad o compras. 
Son personas que insisten y eso les convierte en tenaces y perseverantes. No necesitan ser controlados muy de cerca, al contrario, les molesta porque creen que no se confía en ellos. 
En la rama de la medicina pueden ser buenos médicos, en áreas relacionadas con problemas más físicos y no tanto mentales. 
Se relacionan muy bien con la materia, tienen habilidad para poner cosas a funcionar y claro, también para estropearlas, pero eso forma parte del proceso de comprender la materia. 
Se relacionan bien con procesos de lógica mecánica, cuando están relajados son prácticos. Pueden inventar o reparar con habilidad cualquier aparato, desde un ordenador a un televisor. Profesiones en esa línea son las relacionadas con la mecánica, carpintería, electricidad o el hardware. 
Pueden ser buenos industriales, constructores, o especialistas en procesos de fabricación. 
También buenos decoradores: El 8 se relaciona con el espacio y el 4 se relaciona con el contenido, tienen habilidad para poner las cosas en su sitio. 
SALUD 
Los 4 son aprensivos y pueden ser hipocondríacos, oyen hablar de los síntomas de una enfermedad y se creen que ellos la tienen. Suelen manifestar más problemas físicos y no tanto enfermedades. Son los que más cosas somatizan, porque le dan cuerpo a las cosas, materializan los síntomas de lo que llamamos problemas físicos o enfermedades. 
Los 4, como el resto de números, resisten su propio camino, que en su caso es especialmente fluir y dejarse llevar. 
La resistencia a fluir es quedarse parado; si ven muchos problemas en una situación, les pueden servir de excusa para no actuar. 
La metáfora de esa resistencia puede manifestarse en problemas digestivos, intestinales y de retención de líquidos. Los problemas musculares y de huesos representarían la metáfora del movimiento y de la estructura rígida, como podrían ser las ideas rígidas sobre la familia o las de sus principios; por ejemplo los problemas de rodillas por la relación con la familia y lumbares por sentirse poco apoyados. Los problemas en la vista representarían querer ver las cosas de lejos, en lugar de entender que la acción viene a través de lo que tienes delante. 
RELACIONES 
Los números que se relacionan mejor con el 4 son el 2, 4, 6 y 8. El 4 es un número exterior que se relaciona bien con la materia y el 2 es interior y tiene sus desafíos con ella; juntos se compensan bien. El 4 y el 2 crean una combinación estable de números pares que suman pares (6) y en numerología no siempre es así; por ejemplo, 4 y 6 que son pares, dan una suma 1 (4+6=10; 1+0=1), que es impar. 
Recordemos que en general las combinaciones que suman par son más estables que las que suman impar. 
La relación que se forma es la suma de los que participan; en una pareja 4 y 6 la relación tiene las características del 1; entre el 4 y el 2, se establece una relación 6 que puede ser muy bonita. El 4 y el 8 también combinan bien aunque el problema es que se crean las quejas uno del otro, porque quejándose son los mejores y entonces pueden perderse parte de la gracia de la vida. También se relacionan bien con otros 4 aunque en ese caso el desafío puede ser la compatibilidad no tanto entre ellos, sino entre los principios que cada uno aprendió en sus distintos ambientes. 
RECORDAR 
Nuestro camino es… Vivir el proceso, dar un paso tras otro, apreciando los obstáculos materiales como indicadores de cambio de dirección y disolviendo la impaciencia con presencia y alegría. Una clave es… Que siempre hay más soluciones que problemas.  
http://elnuevodespertardelser.blogspot.com.es/

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