lunes, 15 de agosto de 2016

Libro el Ojo del Yo (David R. Hawkins) CAPÍTULO 8 (Mas Allá De La Causalidad)


CAPITULO 8 
Mas Allá De La Causalidad 
Si observamos el fenómeno del funcionamiento de la mente veremos que sus mecanismos se hacen evidentes para luego desaparecer. 
Las presunciones de la mente son su separación, su creencia en una progresión del tiempo con sus comienzos y finales, y las categorías del pensamiento que constituyen y aseguran su supervivencia. Para sobrevivir, el ego ha de creer que es real, y que tiene una existencia separada e independiente. 
El otro motivo de su continuidad es la creencia de que, a través del ego y su mejora, se puede encontrar al fin la felicidad y quedar aseguradas las condiciones idóneas para esta. 
De ahí que el ego/mente busque constantemente el control y la ganancia en sus distintas formas y aspectos. 
Busca el éxito bajo cualquier criterio que utilice para medir ese objetivo ilusorio. La felicidad esta siempre al doblar la esquina, de tal manera que se esfuerza cada vez mas por alcanzar sus metas. En determinado punto, la ilusión se desmorona y se da la apertura necesaria para el inicio de la búsqueda espiritual. 
Esta búsqueda cambia su sentido de fuera a dentro y comienza la búsqueda de respuestas. Si hay suerte, te llegan las enseñanzas de la verdadera iluminación y no te desvías del núcleo de estas enseñanzas. 
Con el paso del tiempo, se han perdido muchas de las explicaciones que se ofrecieron junto con las enseñanzas originales, introduciéndose a cambio muchos malentendidos. 
A lo largo de los siglos, algunas de las grandes enseñanzas se han distorsionado hasta tal punto que, sorprendentemente, han adoptado exactamente su sentido opuesto, convirtiéndose en base de conflictos y de obstrucción a la verdad. 
No solo es útil, sino crucial, poder disponer de una fuente autorizada a través de la cual comprobar los propios rumbos y las direcciones a seguir. Nunca se insistirá demasiado en que debería obtenerse y confirmarse el nivel calibrado de verdad de cualquier maestro o enseñanza antes de convertirse en estudiante o seguidor de estos, y mucho menos en devoto o iniciado. 
Uno debería comprometerse solo ante Dios y la Verdad. 
Los maestros han de ser respetados, pero la devoción debería ser restringida solo a la Verdad. 
Como dijo Buda, “No pongas cabeza alguna por encima de la tuya”, dando a entender que el único gurú verdadero de uno es el Ser (la naturaleza búdica). 
El Ser del maestro y el propio Ser de uno son uno y lo mismo. 
El maestro se convierte en fuente de inspiración e información. Es la inspiración la que sostiene la búsqueda. ¿El compromiso espiritual implica que uno tiene que renunciar al mundo? No, evidentemente no. 
Significa simplemente, que la vida mundana requiere ser recontextualizada, reestructurada y contemplada de un modo diferente. La trampa no se halla en el mundo, sino en el propio apego a el y las observaciones que oscurecen la búsqueda de la Verdad. 
Algunas atracciones en si son meros pasatiempos, mientras que otras son verdaderas trampas de lúgubres consecuencias en las cuales se sumergen los inconscientes. 
Por otra parte, en ocasiones es solo gracias a la dura agonía que supone extraviarse como se consigue tocar fondo, dejarse ir y aceptar mejor las elecciones realizadas. 
De ahí que nunca se pueda decir que es un error para alguien seguir un camino en particular porque puede que a la postre le lleve a la salvación final, por doloroso que pueda resultarle. 
Lo que si podemos decir con certeza es que todo lo que no de una respuesta de fortaleza en la prueba muscular no es conveniente para el buscador comprometido de la iluminación. Una fuente de error es a menudo la aparentemente inocua capacidad humana para la curiosidad. 
La antesala de las puertas del desastre no es obviamente algo negativo, sino un cebo bastante mas sofisticado que nos oculta al lobo bajo la piel de cordero. Es por tanto necesario evitar todo lo que no de una respuesta de fortaleza en la prueba muscular ya que solo lo que te lleva a una respuesta de fortaleza sustenta la vida y lleva a la Verdad. ¿Puedes explorar los dominios que se hallan lejos de la Verdad y volver ileso? La respuesta, al menos por el momento, es que no es probable. 
Démonos cuenta del hecho de que el setenta y ocho por ciento de la población mundial se halla por debajo del nivel de Integridad (200).También hay que tener en cuenta la reacción social con la que hay que enfrentarse, algo que podríamos calificar como el “fenómeno del cangrejo”. 
En un cubo lleno de cangrejos, mientras uno o mas de ellos intentan alcanzar el borde del cubo, los otros se encaraman y les hacen caer; en algunas personas, se da una reacción en contra hacia aquellos que están buscando la luz. 
De hecho, si un miembro de una secta calibrada negativamente comienza a discernir la negatividad que está presente tras la fachada de santidad e intenta irse, son a menudo denunciados o sometidos a abusos e incluso a violencia. 
De ahí que los caminos mas tradicionales recomienden que las personas se congreguen con otros que tengan una dedicación espiritual similar. También resulta significativo que el nivel de conciencia de la humanidad, que se mantuvo en 190 durante muchos siglos, ha dado un salto recientemente al 207; Por tanto, el mar de la conciencia de la humanidad como un todo sustenta lo positivo en vez de lo negativo. La Dirección Espiritual. Conviene recordar que ni la Verdad ni la Iluminación son cosas que puedan ser encontradas, solicitadas, adquiridas, conseguidas o poseídas. 
Aquello que es Infinita Presencia siempre esta presente, y su realización sucede por si misma cuando los obstáculos para esa realización son eliminados. Por tanto, no es necesario estudiar la verdad sino simplemente apartarse de lo que es falso. 
El hecho de que se aparten las nubes no causa que el Sol brille sino simplemente nos revela lo que siempre estuvo oculto. 
El trabajo espiritual, por tanto, es principalmente, un dejar ir lo supuestamente conocido en favor de lo desconocido, con la promesa de otros que ya lo han hecho de que el esfuerzo será mucho mas que bien recompensado al final. 
En el nivel terrestre, el oro no es creado, sino simplemente revelado al desconchar todo lo que lo oscurece. 
Una de las principales herramientas espirituales es la intención, que establece prioridades y jerarquías de valores que vigorizan los esfuerzos de uno. 
El trabajo espiritual es un compromiso y además una exploración. 
El camino fue abierto por aquellos que lo recorrieron antes y prepararon en la consciencia de otros la posibilidad de seguirlo. Del mismo modo Roger Bannister quebró la idea del “Campo-M” de la milla en menos de cuatro minutos, de manera que han sido seres de avanzada consciencia los que superaron las marcas para que otros les siguieran. 
A su vez, cada avance que hacemos en nuestra consciencia beneficia a una multitud que no vemos y fortalece el siguiente paso para que otros lo sigan. 
Cada acto de bondad es notado por el universo y preservado eternamente. Cuando se ven las cosas como son, la gratitud reemplaza a la ambición espiritual. 
En el Budismo tradicional, uno busca la iluminación por el bien de toda la humanidad; todos los dones regresan a su fuente.
A su debido tiempo, la propia intención espiritual y enfoque llegan a reemplazar las ambiciones mundanas y deseos. 
Es como si los pensamientos de uno se fueran involucrando cada vez mas con el Ser, como si hubiera una fuerza de gravedad espiritual actuando por atracción. 
Un estilo de conocimiento interior reemplaza a la razón y la lógica, y la consciencia intuitiva se centra en la esencia de la vida y sus actividades mas que en las metas o en los detalles de la forma. La percepción empieza a cambiar y la belleza de la creación literalmente resplandece en toda persona y objeto. 
Una simple escena puede inesperada y repentinamente convertirse en algo abrumadoramente hermoso como un pensamiento revelándose en Technicolor tridimensional. 
Hay momentos en que súbitamente todo está en calma, y la experiencia de la cualidad de Todo Lo Que Es toma lugar dentro de una Presencia omnipresente. Es el Ojo del “Yo”, lo que da a la vida sensación de realidad. 
Es aquello que nos permite experimentar que lo que pensamos como un “Yo” individual es en realidad el “Yo”, Infinito. 
El resplandor de Dios es la luz de la consciencia que revela la divinidad de todo cuanto existe. En la serenidad de la Infinita Presencia, la mente está silente en la medida en que no hay nada que se pueda decir; todo habla por si mismo con plenitud y exactitud. Con esta realización, uno trasciende la dualidad final de la existencia frente a la no existencia porque solo la existencia es posible. 
No existe ningún opuesto a la Verdad porque la Realidad excluye la no realidad. En esta realización reside la paz de Dios. Evolución Frente A Creación. 
Esta es una de las fuentes de controversia favoritas para políticos, consejos escolares y tribunales. 
En realidad, no hay ningún conflicto. 
La evolución y la creación son uno y lo mismo. 
La creación es la fuente misma y la esencia de la evolución. 
La evolución es el proceso por el cual la creación se vuelve manifiesta. 
El mundo físico es un mundo de efectos y no hay ningún poder de causalidad en el. Por la paleontología, sabemos que las especies y las formas de vida han ido cambiando a lo largo de millones de años. Del mismo modo, las primeras versiones y formas del genero humano que se han podido estudiar demuestran una progresión de la forma. 
La evolución sucede como progresión dentro de la conciencia misma hacia la forma mediante una mayor adaptación al entorno. La evolución sucede en el plano de la conciencia, que incluye la inteligencia y la intención y también la consciencia estética. Así, la evolución sucede dentro del dominio invisible de la potencialidad infinita y luego se vuelve manifestada como consecuencia de la creación, que es intrínseca a la esencia del mismo universo y que es constante y continua. 
Si la Creación fuera un acto solitario de Dios en algún punto del pasado distante, todos los seres vivos serian exactamente iguales a como eran hace millones de años. 
Pero, en la medida en que ni Dios ni la Realidad tienen principio ni fin y existen mas allá del tiempo, no resulta razonable un único acto de Dios en el tiempo y el espacio. La creación constante por un Dios continuo y siempre-presente encaja con lo aparente. Básicamente, no hay conflicto entre evolución y creación dado que una es simplemente una expresión de la otra en los dominios visibles. La evolución no niega a Dios, sino que refleja la presencia de Dios, por siempre presente en todo cuanto existe. 
Y debido a la creación, todo cuanto existe se regocija de su existencia debido a su innata Divinidad, que es la conciencia de Dios.
La Conciencia: El Camino Hacia Dios El Intelecto. 
El riesgo que se corre cuando se proporciona información es que el ego del oyente intente asimilar la información como datos para el intelecto, deteniéndose ahí. Hay estudiantes espirituales que han asistido literalmente a centenares de talleres y conferencias y tienen habitaciones llenas de libros espirituales, pero que no han hecho progreso alguno en su consciencia; se encuentran en un punto muerto. Su búsqueda consiste en ir de taller en taller, de libro en libro, de gurú en gurú , y seguir así. 
El trabajo espiritual no es un trabajo del intelecto (que llevar al doctorado en Religiones Comparadas o Teología). La verdadera metafísica es una abstracción que facilita el lenguaje y la verbalización con el fin de comunicar eso que, en verdad, no puede ser comunicado con palabras. 
Las palabras no son cosas a ser realizadas. 
Las verdades aprendidas han de ser puestas en práctica en la vida diaria para que sean efectivas, pues esas verdades se hallan mas allá de las palabras. Si esto se hace los cambios tienen lugar. 
El propósito de la información es que sea absorbida con familiaridad y luego madure en comprensión. 
La Comprensión En el trabajo espiritual, la comprensión en si misma tiene la capacidad de provocar el cambio. 
Actúa como un catalizador y abre nuevos modos de observación de las cosas. Provocando crecimiento y avance espiritual. 
A medida que el crecimiento espiritual continua, los viejos estilos de pensamiento y contextualización son entregados y acompañados por la alegría de nuevos descubrimientos. los nuevos descubrimientos. 
La ira ante los absurdos de la vida se reemplazan ahora por la risa, y todo aquello por lo que el mundo gime y convierte en melodrama se ve ahora como algo cómico. 
Las enseñanzas espirituales tienen que ser aceptadas para poder integrarlas. La resistencia proviene del ego, que carece de humildad, y que, por orgullo, se resiente de estar “equivocado”. Es mejor darse cuenta de que uno no está renunciando a planteamientos erróneos, sino que esta adoptando planteamientos mejores. Para el intelecto tiene sentido que la paz sea mejor que la guerra y que el amor sea mejor que el odio, pero el ego puede negarse a renunciar a sus odios preferidos y a sus resentimientos justificados. 
Hay una multitud de millones de personas en el planeta, culturas y sociedades enteras, cuyo único tema y razón para sobrevivir es el odio. Toda su sociedad se basa en la venganza y en la dualidad de la victima y el verdugo. 
Regiones enteras del planeta se consagran a las expresiones del odio, que se justifica constantemente una y otra vez remitiéndose al pasado distante. En la sociedad, no faltan justificaciones para el odio. Siempre se puede citar una larga lista de antepasados muertos y justificar el odio hacia sus antiguos enemigos. 
Es algo que hasta se puede llegar a ver como heroico, patriota, loable o políticamente correcto.
La Voluntad Dejar ir lo viejo se facilita por la voluntad, el coraje y la fe. El progreso espiritual beneficia literalmente a toda la humanidad en tanto en cuanto que eleva el nivel general de conciencia. Incluso un mínimo supone una gran diferencia. 
Otro obstáculo para el crecimiento espiritual es la impaciencia, que es algo que se puede vencer por la entrega. 
La Meditación Por todas partes se ha escrito una orientación general de esta técnica. Quizás creamos que los pensamientos están conectados entre si por asociación o por alguna otra explicación psicológica aparentemente plausible. 
Sin embargo, a través de la observación, uno se percata de lo contrario, los pensamientos se suceden sin sentido, de forma aleatoria. Saltan de un tema a otro, sin conexión alguna entre unos y otros. 
Normalmente se describe la corriente de pensamiento desde los limites del paradigma lineal newtoniano que imputa la causalidad donde no las hay en realidad. 
Los pensamientos parecen ser aleatorios, no lineales y caóticos, sin predictibilidad calculable. 
Parecen no tener orden ni concierto. 
A pesar de los muchos y loables esfuerzos realizados para explicarlos, no hay realmente ninguna explicación verificable acerca de los pensamientos, las imágenes, los conceptos, los recuerdos, las fantasías, los sentimientos, las esperanzas o los miedos, y el contenido de la mente se niega a ser controlado. 
El estrato suma de la mente, la matriz del pensamiento, es la producción constante del “pensar” que da vida a una interminable sucesión de pensamientos, que se solapan intencionadamente para impedir cualquier posibilidad de silencio. 
Cuanto mas se intenta controlarlo, cuanto mas trucos se utilizan, mas rebelde se vuelve, mas se niega a ser controlado, y mas indomable parece. 
En la meditación, puedes ver desde el punto de vista del testigo, el observador, que el campo de la conciencia es en si el que esta observando a la mente y que es inútil forcejear con ella. 
Conviene darse cuenta de que la mente no es el “yo”. 
Es impertinente; es seductora. Intenta convencerte de que tu eres ella. La identificación con el cuerpo no se supera destruyendo al cuerpo. 
Ni la identificación con la mente se trasciende destruyendo la mente. Si ni el cuerpo ni la mente son el verdadero yo, no es necesario destruirlo, vencerlo o combatir con el. 
Los pensamientos tienen lugar por si mismos, no por que sean causados por nada ni nadie. La naturaleza de la mente es pensar. Se la puede obligar a que discurra por un pensamiento lógico y secuencial durante cortos periodos de tiempo centrándose y por la intención. De este modo, puede resolver “problemas”. 
La mente es mas rápida y más lista. 
Exige reconocimiento por sus pensamientos (es decir, por sus buenos pensamientos). Has de ser tan afilado como una hoja de afeitar y poner mucha atención para captar que esa exigencia de autoría de los pensamientos sucede un nanosegundo después de que ocurra el pensamiento. 
La ilusión del “Yo pienso” desaparece cuando se atrapa a la mente con las maños en la masa. 
Buda dijo lo mismo; la “mente búdica” se descubre entre los pensamientos. En realidad los pensamientos no tienen ningún sentido ni son necesarios para la supervivencia. La reivindicación de la autoría del pensamiento del ego tiene lugar en realidad 1/10.000 partes de un segundo después. 
En realidad todo esta sucediendo por si mismo. 
La propia vida es un regalo continuo, y su continuidad momento a momento esta sustentada por Dios, no por el ego. 
No tiene sentido intentar bloquear los pensamientos; pues siempre vuelven. La gente tiene miedo de que si se apartan  de su mente o pensamiento, o no lo observan con atención o intentan controlar, morirán o se volverán locos. 
Los objetivos del ego/mente no son alcanzables. 
Sus esfuerzos son aparatosos y perturbadores. 
En realidad, uno se encuentra mejor sin ella. En el momento en que observas su inutilidad, puedes empezar a abandonarla retirando el interés por ella. Puedes comenzar por renegar de su hipnótica fascinación y retirarte progresivamente de vigilante a observador, a testigo, a conciencia misma, y finalmente a la consciencia que ilumina la conciencia y permite a la consciencia ser consciente. 
Se puede describir al Ser como un espacio esencialmente libre de forma. La mente está bajo la constante presión de la anticipación intentando controlar la siguiente fracción de nanosegundo de la experiencia. Puedes centrarte en el origen de esta voluntad de pensar y apartarla del nivel de la voluntad que subyace a su obsesión e impulso a controlar la experiencia del momento siguiente. 
El trabajo espiritual es pues una entrega sin fin, un dejar ir, un alejarse, un retirarse, y un ignorar, aquello que es irrelevante y esencialmente insatisfactorio. La dirección del enfoque se traslada entonces del contenido del pensamiento a aquello que observa y experimenta el pensamiento, y luego al descubrimiento de que la consciencia es consciente como resultado de una cualidad innata y no es en modo alguno el acto volitivo de un yo independiente e imaginario. 
La consciencia trasciende el lugar, el cuerpo, el espacio, el tiempo, la mente, el pensamiento y los sentimientos; Al igual que el cielo, es el telón de fondo sobre el cual flotan las nubes. 
Lo ultimo que presencia la consciencia no se ve alterado por ningún contenido ni depende del contenido para su propia existencia. 
Ir mas allá de lo conocido requiere coraje, fe y convicción. También requiere poder espiritual y energía, cuya fuente es innata a los campos superiores de la conciencia y a los grandes maestros y sus enseñanzas. 
La propia iluminación es por la gracia de Dios, pero también sucede solo por propia decisión interior y elección. 
El Perdón y la Inocencia de la Conciencia Para la mente media es difícil dar el paso de perdonar debido a su posicionamiento arbitrario que genera una dualidad conflictiva de lo correcto y lo erróneo, de lo encomiable y lo detestable, de lo justo y lo injusto. Se trata, una vez mas, del “problema de los opuestos”. 
La resolución de los opuestos precisa de cierta comprensión acerca de la naturaleza de la conciencia. 
La compasión ante la fragilidad humana suaviza el enjuiciamiento. 
La mente humana establece criterios hipotéticos sobre el comportamiento humano, criterios nacidos de una actitud moralista. 
En los Estados Unidos, por ejemplo, lo que Llamamos moralidad no es mas que una expresión de Puritanismo. 
Que no es lo mismo en absoluto. 
El puritanismo es enjuiciamiento, el cual está desprovisto de compasión, amor o perdón. 
Muestra una actitud dura, despiadada y punitiva. 
Apela al egotismo, al sentirse con razón, virtuoso y justo. 
Opera a través de la condena, la vergüenza, la culpa y el miedo y busca retribuciones y castigos. 
En cambio, la conciencia es innatamente inocente. 
Se programa, poco a poco, a menudo simplemente por influencias sociales accidentales. Nace en una subcultura concreta. 
En el nivel más bajo, se encuentra entre bandas de barrio o cultos seculares peculiares, con fidelidades, símbolos, secretos, iniciaciones y obediencia al grupo y a sus lideres. 
En este nivel de la sociedad, las consecuencias por la violación del código del grupo pueden pagarse con la muerte. 
El grupo tiene sus formas de vestir, sus gestos y pronunciamientos simbólicos, y ejerce un férreo control sobre sus miembros. A los que se les lava el cerebro y son intimidados; 
Las posibilidades de escape son remotas. 
Desde el punto de vista de unos, estas conductas son antisociales. Desde el de los otros, son simplemente adaptativas y disociales. Aunque se trata de actitudes disonantes respecto a la sociedad en su conjunto, son internamente consecuentes. 
El núcleo de las subculturas es la programación. 
Su contenido se manifiesta en las letras de la música de estas subculturas. 
Las normas de la sociedad se ridiculizan y se tienen por insignificantes. En los niveles sociales progresivamente mas altos, se da el mismo tipo de programación, pero se trata de una programación menos obvia o descarada. 
También aquí, se espera la lealtad del grupo a los programas sociales, y la divergencia se castiga por medios mas sutiles o con el rechazo. La conciencia de las personas en cada nivel de la sociedad es conformado por un nivel calibrado de consciencia que predomina como un “campo de atracción” oculto. 
Campo de atracción es un termino que se deriva de la dinámica no lineal y significa que dentro de lo que parecen ser ocurrencias aleatorias o inconexas, hay en realidad un campo patrón invisible, organizador o influencia, que afecta la ocurrencia de los fenómenos dentro de cada nivel de conciencia. 
También establece parámetros que limitan la comprensión y la consciencia. Si un concepto se encuentra mas allá del alcance de la comprensión de determinado nivel de conciencia, la gente dice: “No lo entiendo”. Si observamos la naturaleza de la conciencia, podremos decir que la mente es innatamente inocente dado que no dispone de los medios para prevenir que se la programe. 
Es un instrumento al que se le puede imbuir involuntariamente cualquier “software”. La conciencia humana no puede discernir, sin ayuda, la verdad de la falsedad. 
La mente carece de un mecanismo protector y se daña fácilmente. Después, las emociones disminuyen la capacidad para una percepción madura y equilibrada. 
Además, la mente tiene un defecto inherente al operar a través de la percepción, que disocia automáticamente la realidad en la dualidad y crea la espuria pseudo-realidad de la aparente polaridad de los opuestos. 
La conciencia es como el hardware de un ordenador, y la programación social es como el software. 
Sea cual sea el contenido del software, el hardware permanece no-contaminado e innatamente inocente. 
En el pasado, el progreso espiritual estaba limitado por el dominio de las autoridades religiosas, y el dogma fue envuelto en los miedos y amenazas de la persecución. 
Cualquiera que trascendiera el sistema de creencias comúnmente mantenido, como los místicos, era sospechoso de herejía, y se le trataba como si fuera una amenaza para el sistema y las autoridades eclesiásticas. (Esto aun sigue pasando en algunos países.) En occidente, esto ha cambiado y sigue cambiando en una dirección favorable. 
Ya no se acepta o se perdona la crueldad. La Santa Sede de la Iglesia Católica rechaza ahora la pena capital y ha renovado su autoridad y su poder espiritual con demostraciones de humildad y de integridad espiritual. El fallo no esta en la religión en si, sino en las malas interpretaciones que hacen de ella aquellos que no la comprenden en su verdadera esencia. 
La consciencia humana ordinaria es absolutamente incapaz de diferenciar la verdad de la falsedad debido a que esta cegada por la propia naturaleza de la percepción. 
Y, debido a esta inocencia innata, se la puede extraviar; y todo error es ignorancia. El nivel de consciencia que ha imperado en la humanidad durante los siglos pasados era inhóspito para la verdad espiritual, pero ahora que el nivel de consciencia se encuentra en el 207, la verdad ha encontrado un terreno fértil en el cual es bien recibida y puede crecer. 
La Voluntad: Entendimiento y Comprensión 
La voluntad esta determinada por el entendimiento y la comprensión que, a su vez, esta influenciada por el significado, que luego es determinado por el contexto. 
Del significado y el contexto surge el valor y, de ahí, la elección. La voluntad potencia los esfuerzos por alcanzar eso que se valora en razón de su significado. Para el mundano, la motivación se basa en las necesidades y los deseos, y en la seducción de la atracción. Estas necesidades y deseos pierden fuerza motivadora cuando la voluntad y la elección las anulan. 
La voluntad es por tanto la base del crecimiento espiritual y de la evolución de la conciencia. Uno se llega a sentir atraído por la verdad mas que repelido por la falsedad. 
La evolución espiritual es como una nave espacial que supera la gravedad de la Tierra; es difícil al principio, pero finalmente consigue dejar el campo gravitatorio. 
La intencionalidad, que consume energía, se disuelve con el tiempo en una entrega sin esfuerzo, y te conviertes en receptor de una consciencia en expansión. 
La revelación sustituye al descubrimiento. 
Aparece el entendimiento y se vuelve autor- revelador por la gracia, sin esfuerzo. 
La presión interna por alcanzar la consciencia espiritual es reemplazada al ser testigo de la Verdad y no su buscador. 
El esfuerzo es sustituido por el descubrimiento espontáneo, sin esfuerzo. La esencia brilla cada vez mas a través de la forma, que pierde sus contornos. Entonces, hasta la esencia se desvanece en los dominios de la consciencia de la existencia en si, con su Divinidad auto-revelada. 
Sobre la Naturaleza de la Paz La Paz Profunda prevalece en el Silencio, que marca el final de la experiencia del tiempo. 
La ilusión del tiempo impide la Paz por cuanto ocasiona una expectativa de sentimiento de perdida o anticipación. 
En los niveles ordinarios de la conciencia, esta presión temporal y la ansiedad que la acompaña se hallan fuera de la consciencia y pasan desapercibidas, del mismo modo que la gente que vive junto a las vías elevadas de los trenes terminan por no ser conscientes del ruido. 
Pero, si los trenes se detuvieran, se sentirían abrumados por un repentino y profundo silencio. Algunas personas se han acostumbrado al tumulto y al ruido que se sienten alteradas por el silencio y la paz, e intentan regresar a lo que les resulta familiar, el ruido y las interrupciones de la gente. Muchas personas que no pueden tolerar la quietud del campo o el vació de una habitación. El silencio de la Divinidad, en cambio, es profundamente reconfortante y gratificante.
David R. Hawkins.
http://elnuevodespertardelser.blogspot.com.es/

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