lunes, 17 de octubre de 2016

Libro YO SOY TÚ LA MENTE NO DUAL


INTRODUCCIÓN 
CONSCIENCIA Y CONCIENCIA,
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA? 
Llevo varios años trabajando y estudiando los campos de acción de la conciencia y de la Consciencia, hasta un punto que me ha permitido expresar una relación entre ellas, a la que llamo la Ecuación Emocional Fundamental o definitiva, que desarrollaré al final de este libro. 
En todo este tiempo he encontrado pocos autores y estudiosos que diferenciasen claramente entre lo que es conciencia y lo que es Consciencia. Es más, he visto que estas palabras se utilizan de forma aleatoria, sin situarlas en un contexto preciso, lo que muchas veces crea confusión con respecto a lo que representa cada una de ellas, y lo que realmente abarcan en el campo de la inteligencia emocional. 
En el estudio de los problemas sociales, el doctor David Hawkins atribuye un valor numérico a cada nivel de conciencia, estableciendo una correlación entre ellos. 
Es más, traza un Mapa de la Conciencia y nos sugiere que nuestro estado emocional hace que vivamos la experiencia de una forma concreta y determinada. Este es un mapa excelente por varios motivos, de los cuales el primero y para mí el más importante es dar un valor a cada estado. ¿Por qué? 
La respuesta es simple y llana: en mi ecuación emocional relaciono la Consciencia y la conciencia con un factor que mide la relación entre ellas, el tiempo. El tiempo es una experiencia relativa, como muy bien demostró Einstein, y está sujeto a la velocidad de la luz, que como todos sabemos es constante. 
Si la velocidad de la luz es constante, los únicos que pueden variar son el tiempo y el espacio, por eso son relativos. 
También se sabe que el espacio y el tiempo no existen como factores separados, sino como el espacio/tiempo; por lo tanto, cuando hablamos de uno, en realidad estamos hablando también del otro. 
De ello puedo deducir que la conciencia se expresa en esta dualidad espacio/temporal, y que mi estado de Consciencia se expresará en mi conciencia en función de la apertura de esta última, y para ello es fundamental la percepción del tiempo. Hawkins, en Curación y Recuperación, lo expresa muy claramente, yo diría que de una forma extraordinaria y muy cercana a la revelación, si no es la Revelación misma. 
Veamos: “Gracias a la conciencia somos conscientes de lo que ocurre en la mente. Ni siquiera la conciencia (consciousness) misma es suficiente. Dentro de la energía de la conciencia (consciousness) hay una vibración de muy alta frecuencia, análoga a la luz misma, llamada conciencia (awareness). De esta conciencia (awareness) surge el conocimiento de lo que está ocurriendo en la conciencia (consciousness), que nos informa de lo que está ocurriendo en la mente, y ello, a su vez, nos informa de lo que está ocurriendo en el cuerpo físico”. Como podemos ver, parece que en el idioma español no hay traducción inequívoca de lo que es consciousness y lo que es awareness, empleándose para su traducción la misma palabra conciencia. Si observamos cómo las define Hawkins, veo que el significado de cada una de estas palabras concuerda con el significado que un servidor da a la conciencia y a la Consciencia, hecho fundamental para comprender lo que queremos decir y saber de qué se está hablando en cada momento. 
Veamos una vez más: Conciencia (consciousness): nos permite saber lo que está ocurriendo en la mente, y la mente nos permite saber lo que está pasando en nuestros sentimientos y emociones, así como en las sensaciones corporales. 
Todos los procesos se están desplegando dentro de ella, dentro de la conciencia. Consciencia (awareness): es la que nos permite saber lo que está ocurriendo dentro de la conciencia. 
Es más abarcante que la conciencia. 
De hecho, gracias a la Consciencia sabemos que existe la conciencia. En mis conferencias he venido diferenciando entre ambas, diciendo cosas como: La Consciencia se tiene, la conciencia se gana. Cuando hago actos con plena Consciencia, mi conciencia aumenta, y así puedo pasar a la acción de una forma coherente. Cuando mi conciencia se conecta con el Campo infinito de la Consciencia, tengo la posibilidad de aumentar mi conciencia y de hacerme cada vez más consciente. Hacerse cada vez más consciente es acercarse al despertar de que todo está intrínsecamente unido, y el Campo de la Consciencia nos permite expresarnos de infinitas maneras en el campo de la conciencia. 
La Consciencia se puede equiparar con la Divinidad, y esto me lleva a otra definición: la divinidad (Consciencia), que también podríamos llamar unidad, se expresa en el campo de la conciencia, en el campo de la dualidad, en el mundo material, en el mundo de la experiencia. Es importante entender que en el mundo dual en el mundo que yo llamo real, el cuerpo no tiene la capacidad de experimentarse a sí mismo. UCDM* también expresa muy claramente lo que estoy exponiendo: 
1 “El cuerpo no puede proporcionarte ni paz ni desasosiego, ni alegría ni dolor. Es un medio, no un fin. De por sí, no tiene ningún propósito, sino solo el que se le atribuye” (T-19.IV.B.10:4-6). 
“Puedes esclavizar un cuerpo, pero las ideas son libres, y no pueden ser aprisionadas o limitadas en modo alguno, excepto por la mente que las concibió. Pues esta permanece unida a su fuente, que se convierte en su carcelero o en su liberador, según el objetivo que acepte para sí misma” (T- 19.I.16:4-5). 
“El cuerpo no puede curarse porque no puede causarse enfermedades a sí mismo. No tiene necesidad de que se le cure. El que goce de buena salud o esté enfermo depende enteramente de la forma en que la mente lo percibe y del propósito para el que quiera usarlo” (T-19.I.3:1-3). 
Si lo fisico es consecuencia de lo mental, y lo mental es consecuencia de lo espiritual, esto nos lleva a que tenemos que prestar atención a todos los estados fenoménicos que se manifiestan en la conciencia. Lo que nos permite hacer esto es la magna presencia, que se deriva del Campo de la Consciencia. Esta nos da el conocimiento de lo que ocurre en la conciencia, que a su vez nos informa de lo que hay en la mente, y esta nos informa de lo que le ocurre al cuerpo. 
Por todo lo anterior, estoy desarrollando el método de la Bioneuroemoción (BNE) como un camino para ampliar la conciencia, lo que nos permite hacernos cada vez más conscientes de cuál es la auténtica realidad de los hechos, las circunstancias y las relaciones que inundan nuestra vida. 
En este campo de la mente, las emociones son el vehículo que nos permite conectar nuestra mente con el cuerpo. 
En Curación y Recuperación, David R. Hawkins nos dice que: “El principio básico esencial para la curación de todas nuestras enfermedades, sean cuales sean, es, ante todo, que solo estamos sometidos a lo que tenemos en mente”. 
Mi trabajo consiste esencialmente en aumentar la conciencia de la persona que cree vivir un problema determinado. 
Buscamos un contexto, un escenario, en el que podamos incluir todos los actores, los diálogos y la situación estresante. 
Así observamos cuál ha sido nuestra conducta frente a estos hechos, que llamamos reales: cuáles han sido los sentimientos, las emociones, las sensaciones fisicas. 
Llegamos a la comprensión de que todos estos estados son la manifestación de diversos programas que anidan en nuestro inconsciente y buscan expresarse en el campo de la conciencia. La conciencia aumenta o, dicho de otra manera, nos hacemos más conscientes cuando comprendemos cuál es el fundamento de la expresión de nuestras vidas. 
Esto permite liberarse de la culpa, del victimismo. 
La comprensión superior nos lleva a perdonarnos a nosotros mismos y a los demás. En este libro quedará claro y explícito que no hay nadie más a quien perdonar. 
El otro, al que llamo tú, es solamente la expresión de la Consciencia en la pluralidad de la conciencia, y los personajes de esta última se reencuentran para vivir una experiencia, que en última instancia es el perdón. 
La Consciencia se manifiesta en una variedad de estados de conciencia y abarca todo un universo o una colección de ellos; esto no importa. De todo lo anterior se deduce que el límite de la conciencia es el límite de la dualidad. 
Cuando pasamos a un estado no-dual, un estado no lineal, entramos en el Campo insondable de la Consciencia. 
En ella se encuentran todas las infinitas posibilidades. 
La Consciencia se proyecta en el mundo dual, en el mundo lineal, mediante los niveles de conciencia. 
El doctor David R. Hawkins expresa y explica la conciencia mediante su mapa de niveles. Hay personas atrapadas en la ira, en la cólera, en la sinrazón, en su conmiseración hacia sí mismas, en sus resentimientos. 
Quedan bloqueadas en un nivel de conciencia muy tóxico que les puede llevar a desencadenar malestares fisicos y mentales. Todo ello se debe a que no se permiten aumentar su nivel de conciencia mediante la comprensión y el perdón. 
El estado o nivel de conciencia en el que cada uno se encuentra no implica falta o defecto moral, no implica que esté bien o que esté mal. Es la Consciencia, que se expresa a través de cada entidad, de cada unidad de conciencia. 
Todo está bien, aunque esto no quiere decir que mis actos no tengan consecuencias. No solo tienen consecuencias, sino que estas me permiten tomar conciencia y aumentarla gracias a la Consciencia que se expresa en mí a través de la experiencia. 
A medida que mi conciencia aumenta, disminuye el miedo y aumenta la confianza; disminuyen también la angustia y la ansiedad, y aumenta el bienestar social. 
Para mí, este es el objetivo primordial del método de la BNE. En las páginas de este libro queda claro que la búsqueda del despertar no se fundamenta en el esfuerzo, en la perseverancia, en el hacer. Si caemos en esta trampa, estamos cayendo en la trampa del ego espiritual, estamos asumiendo que hay un yo que busca algo. Así, uno se esfuerza y se esfuerza hasta que cunde el desánimo, y el ego sigue existiendo. 
Se hace imprescindible tomar conciencia de que no hay un ego, un yo buscando algo, pero sí hay un aspecto del YO de la Consciencia que incorpora esta búsqueda en Sí Misma. 
El deseo de alcanzar el estado de liberación nunca puede surgir del ego. Si este deseo te embarga, al ego no le quedará más remedio que aceptarlo, pero él procurará por todos los medios buscar tu desaliento. En el mejor de los casos, te dirá que es posible, pero también te recordará que es muy dificil. 
Aquí surge el ego espiritual, que conlleva una lista interminable de cosas que debes hacer para ser muy espiritual. Y rizando el rizo, para evitar el desaliento y que dejes de buscar en el hacer, el ego te convencerá de que es casi imposible despertar en una vida. Para conseguirlo, necesitarás varias vidas. 
Esta es la mejor trampa que ha urdido el ego para mantener ocupados a todos aquellos que buscamos la liberación. UCDM nos enseña que podemos salvarnos liberarnos en un instante: “Es posible aprender este curso inmediatamente, a no ser que creas que lo que Dios dispone requiere tiempo” (T-15.IV.1:1). Por ello, postulo que el factor tiempo relaciona la Consciencia con la conciencia. 
A medida que me libere del control del tiempo, en el que el ego me mantiene esclavizado, en esa misma medida me liberaré de los perniciosos recuerdos del pasado y de la necesidad de controlar el futuro. 
Para el ego el tiempo es muy importante. Su creencia en él como algo inmutable le permite hacerme vivir en el miedo y la inseguridad. UCDM nos descarga de esta obligación de hacer diciéndonos: “No pienses que puedes ir en busca de la salvación a tu manera y alcanzarla. 
Abandona cualquier plan que hayas elaborado para tu salvación y substitúyelo por el de Dios” (T-15.IV.2:5-6). 
El YO la Consciencia se expresa en la infinidad deyoes la conciencia y en múltiples circunstancias. 
El despertar es inevitable; el cuándo y el cómo, que pertenecen al ámbito de la dualidad, dependen del nivel de conciencia de cada cual. No habrá un Juicio Final, lo que habrá y hablo desde el punto de vista del espacio/tiempo es un Final de los Juicios. El Juicio Final es el umbral de la vida; por fin desaparece el miedo a la muerte, por fin se comprende que la muerte no supone la desaparición, sino la vida, la liberación. 
“El único propósito del tiempo es ‘darte tiempo’ para alcanzar ese juicio” (T-2.VIII.5:8). 
Voy a hacer una recapitulación para reencuadrar lo expuesto hasta ahora: La Consciencia agrupa todas las posibilidades y realidades. 
Es el verdadero espacio, la matriz en que se desarrolla la toma de conciencia hasta su última potencialidad. 
1 La espiritualidad es el desarrollo de la conciencia en este sentido. Es la comprensión de que no hay nadie que tenga que despertar, pues es la Consciencia Misma la que se está experimentando a Sí Misma en Sí Misma a través de los estados de conciencia. 
No hay un yo que tenga que despertar. 
Hay un YO que juega a estar dormido y es inevitable que despierte, primero en el sueño y luego desprendiéndose de él, para retornar con Plena Conciencia. 
La conciencia no es consciente de lo que le está ocurriendo dentro de ella. A esto se le llama estar dormido o estar en el sueño. Experimentamos la experimentación y su gestión por parte de la Consciencia dentro del campo de la conciencia. Cuando despertamos, sabemos que en la experimentación hay algo que se está experimentando. 
Este algo es la Consciencia. Nuestro libre albedrío consiste en escoger —“el poder de elegir”, diría Un curso de milagros
cómo queremos vivir la experiencia. 
Cabe la posibilidad de que, al menos conscientemente, no podamos elegir los lugares, los hechos y las relaciones que experimentamos en nuestra vida; pero sí podemos elegir cómo queremos vivirla. 
Aquí reside la posibilidad de ampliar nuestra conciencia al beber de la sabiduría del Campo de la Consciencia. 
Las cosas no ocurren en contra de nuestra voluntad. 
Son el resultado de nuestra posición mental y emocional en el campo de la conciencia. Por eso, Un curso de milagros nos dice: “El secreto de la salvación es que todo lo que te ocurre lo has pedido tú mismo”. Lo que llamamos progreso espiritual reside precisamente en esta toma de conciencia. 
En el universo no hay víctimas ni culpables; es el desarrollo de una elección y de una toma de decisión interna. 
La conexión entre la conciencia y la Consciencia nos iluminará para tomar las decisiones correctas. 
Cuando esto sucede, la mente queda en silencio y por fin escucha la voz sin palabras, los pensamientos que no piensas. 
El mundo no se cambia con actos ni con palabras ni con hechos. El mundo cambia con nuestro estado de Ser, que viene de una ampliación de nuestra conciencia. 
“Si un número suficiente de nosotros llega a alcanzar una mentalidad verdaderamente milagrosa, este proceso de acortar el tiempo puede llegar a ser virtualmente inconmensurable”
http://compartiendoluz2.blogspot.com.es/

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