sábado, 1 de agosto de 2015

Un viaje sin retorno: CAPÍTULO 2.- EN EL CAMPAMENTO


Por fin los cinco amigos, después de tres horas de espera para recoger el equipaje, salen del aeropuerto. Un taxi les está esperando. Después de concertar con el conductor un extra sobre la tarifa por el exceso de equipaje, salen rumbo al campamento “Estrella de David”.

-¿Estamos todos?
-Sí, estamos todos, Felipe…y gracias a ti.
-Te noto un cierto sarcasmo, Marga… ¿te ocurre algo?
-Nada, Felipe, no me pasa nada, solo que todo esto es decepcionante. Yo había venido aquí a divertirme un poco, y la verdad… por lo que veo…
-Escúchame, flor de loto, ya dejamos bien claro que aquí no veníamos a perder el tiempo como turistas. Están sucediendo cosas extraordinarias a nuestro alrededor, y no podemos desaprovechar la ocasión de ser testigos de…

En aquel momento Felipe se vio a sí mismo traicionado. Se le escaparon las palabras fatídicas, y ya tenía al grupo encima de él… acechando, pidiendo una explicación… información.

-¿A ser testigos de qué, Felipe?
-De nada mujer, es mi forma de decir las cosas… ya me conocéis…
-Sí, por eso, porque te conozco no dudo que seremos testigos de algo parecido a un aquelarre.
-Vale…vale… muy bien… No es necesario que me mires así. He cogido al vuelo el mensaje. Me doy por enterada. No volveré a ser yo la que incordie.
-Me parece muy bien, Marga, y ahora, ¿os dignáis seguirme querida y delicada princesa a tomar posesión de vuestros aposentos?

-Vamos, Felipe, que lo de “no incordiar” iba también por ti.
-Está bien, Raquel, tengamos paz. Estamos algo nerviosos, pero me quedaría más tranquilo si no la pierdes de vista, aunque pensándolo bien, necesitaría a una legión de voluntarios para que os vigilasen a las dos. No se cual de vosotras dos es más peligrosa.
-¿Pero has visto, Raquel, qué aires de padre guardián ha traído el señor…?
-¡Vale, chicos… no nos pongamos a discutir ahora! No te preocupes, Felipe, nos instalamos y dentro de una hora podemos quedar todos en tu tienda para organizarnos un poco de cara al campamento. ¿Te parece bien?
-Estupendo, pero me temo que aquí, en el campamento, no vamos a hacer gran cosa, ni mucho menos amistades nuevas. Además… toda esta gente me ha resultado un poco rarita y particular. Tú, Juancho, has ido con Patricio a hacer las inscripciones, ¿qué te ha parecido?
-Si, hemos tenido tiempo de pasear un poco por el campamento, y por lo que nos han dicho, la mayoría de toda esta gente lleva ya varios meses instalada aquí, desde que empezó todo el tinglado.
-¿A qué tinglado te refieres?
-Les hemos preguntado y parecían muy recelosos a hablar, pero cuando les hemos dicho que éramos estudiosos e investigadores de temas sobrenaturales, se han confiado un poco más y nos han contado. La historia empieza cuando un grupo religioso francés se instaló aquí las últimas navidades. Uno de sus miembros, vidente y santón, aseguraba que iban a pasar cosas extraordinarias en esta zona. Que la voz de Dios iba a salir de la montaña sagrada y que sus mensajeros descenderían del Cielo.
-Llevan aquí seis meses, y todavía no ha sucedido nada. Ellos creían, cuando les hemos dicho quienes éramos, que veníamos a informar e investigar sobre este tema, pero debemos reconocer que esta vez nos ha cogido el toro por el trasero.
-Normal… muy normal… Patricio, y como siempre, nosotros, los últimos en enterarnos.
-Pues a pesar de ello, Raquel, no me pena mucho. Por lo que he visto, más que un interés puramente científico y ufológico parece que…
-¿Parece qué… Felipe?
-Para dos periodistas franceses y cuatro médicos italianos entregados completamente a resolver este entramado, lo demás, da risa.
-¿Risa… es que se ha instalado en el campamento algún circo?
-Parecido. Bueno, muchachas, todavía tengo que colocar en sus tiendas a Juancho y a Patricio, así que portaros bien y daros una vuelta por ahí. Dentro de una hora todos en mi tienda. ¿De acuerdo?
-Vale… ¡Hasta pronto… papi…!
-Menos guasa, chicas, y ¡andando!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...